Tabla Angst - #10, #11, #12
Fandom: Shaman King.
Claim: Yoh Asakura/Lyserg Diethel.
Tabla: Tabla Angst.
Tema: #10 - Luces.
#11 - Ojos.
#12 - Caminos.
Título: Monochrome Story [12/15]
Resumen: Yoh no sabe dónde está, pero una cosa es segura, debe estar muerto.
Advertencias: Yaoi. Post-series. Drama. Misterio. Semi AU. Mención de Yoh/Anna.
Rating: PG-13.
Disclaimer: Nada me pertenece, todo es de su respectivo autor y se usa sin fines de lucro <3
X.
Yoh había pasado un largo tiempo yendo a todas las ciudades de América Central y sin embargo no había conseguido ninguna pista de Lyserg. Ni la más mínima, sin embargo Ren le llamó para decirle que mandaría a los zombies a otros lugares de América del Sur para ver si conseguían una pista en esos lugares y sino irían a Europa.
Las luces que empezaban a iluminar su camino hacia Lyserg se iban apagando lentamente al quedarse sin pistas, y sin embargo uno de los zombies encontró nuevos rastros de Lyserg en Brasil por lo que su camino se iluminó de nuevo.
Partieron rumbo a Brasil, únicamente para saber qué era lo que habían encontrado los zombies y esperanzándose él solo con encontrarse a Lyserg. Sin embargo, al llegar, Lyserg no estaba por ninguna parte y únicamente encontraron algunas de sus ropas y una carta con cuatro simples palabras escritas.
“Deja de buscarme, Yoh.”
― Jamás, Lyserg.
XI.
En contraste, en vez de cumplir el objetivo que la carta de Lyserg seguramente buscaba, lo único que consiguió fue que Yoh tuviese más ganas de encontrarlo ahora que sabía que Lyserg estaba enterado de que lo estaba buscando.
No notaron en aquel instante que alguien les miraba desde la ventana y entrecerraba los ojos antes de moverse rápidamente para evitar que le viesen. Llegó a una nave blanca en la que se encontró con sus acompañantes en aquel viaje.
― Entonces, ¿lo encontraste, Lyserg Diethel? ¿Dejará de buscarte?
El peliverde suspiró.
― No, no está dispuesto a rendirse. Supongo que ahora nos tenemos que dirigir a otro lugar lejos de este continente.
― Está bien… nos vamos a Australia, entonces.
Su acompañante sonrió de una forma un poco diabólica, probablemente por estarle haciendo pasar un mal rato a Yoh, sin embargo Lyserg solo desvió su mirada.
“Enserio, Yoh, deja de buscarme. Esto se hace peligroso y tú no pareces darte cuenta.”
XII.
Lyserg, mientras viajaba, recordó el momento exacto en el que su camino y el de Yoh se separaron. En sí, sus caminos jamás habían estado unidos más que durante la Shaman Fight porque se habían conocido ahí sin embargo cuando se hicieron Guerreros Elementales pensó que sus caminos quedarían unidos por más tiempo.
Y sin embargo, cuando él apareció frente a su persona luego de la última pelea con Hao diciéndole que tenían que irse supo que en realidad las cosas simplemente habían sido falsas. Su camino siempre estaría separado del de Yoh, porque no estaban destinados a estar juntos. Todo estaba en su contra.
― ¿En qué estás pensando, Lyserg Diethel?
El peliverde alzó su mirada, encontrándose con los ojos de su acompañante y suspiró pesadamente.
― En nada, Marco-san.
― Me alegra eso.
“Por supuesto que le alegra” pensó Lyserg para sí mismo, evitándose el poner mala cara.
Claim: Yoh Asakura/Lyserg Diethel.
Tabla: Tabla Angst.
Tema: #10 - Luces.
#11 - Ojos.
#12 - Caminos.
Título: Monochrome Story [12/15]
Resumen: Yoh no sabe dónde está, pero una cosa es segura, debe estar muerto.
Advertencias: Yaoi. Post-series. Drama. Misterio. Semi AU. Mención de Yoh/Anna.
Rating: PG-13.
Disclaimer: Nada me pertenece, todo es de su respectivo autor y se usa sin fines de lucro <3
X.
Yoh había pasado un largo tiempo yendo a todas las ciudades de América Central y sin embargo no había conseguido ninguna pista de Lyserg. Ni la más mínima, sin embargo Ren le llamó para decirle que mandaría a los zombies a otros lugares de América del Sur para ver si conseguían una pista en esos lugares y sino irían a Europa.
Las luces que empezaban a iluminar su camino hacia Lyserg se iban apagando lentamente al quedarse sin pistas, y sin embargo uno de los zombies encontró nuevos rastros de Lyserg en Brasil por lo que su camino se iluminó de nuevo.
Partieron rumbo a Brasil, únicamente para saber qué era lo que habían encontrado los zombies y esperanzándose él solo con encontrarse a Lyserg. Sin embargo, al llegar, Lyserg no estaba por ninguna parte y únicamente encontraron algunas de sus ropas y una carta con cuatro simples palabras escritas.
“Deja de buscarme, Yoh.”
― Jamás, Lyserg.
XI.
En contraste, en vez de cumplir el objetivo que la carta de Lyserg seguramente buscaba, lo único que consiguió fue que Yoh tuviese más ganas de encontrarlo ahora que sabía que Lyserg estaba enterado de que lo estaba buscando.
No notaron en aquel instante que alguien les miraba desde la ventana y entrecerraba los ojos antes de moverse rápidamente para evitar que le viesen. Llegó a una nave blanca en la que se encontró con sus acompañantes en aquel viaje.
― Entonces, ¿lo encontraste, Lyserg Diethel? ¿Dejará de buscarte?
El peliverde suspiró.
― No, no está dispuesto a rendirse. Supongo que ahora nos tenemos que dirigir a otro lugar lejos de este continente.
― Está bien… nos vamos a Australia, entonces.
Su acompañante sonrió de una forma un poco diabólica, probablemente por estarle haciendo pasar un mal rato a Yoh, sin embargo Lyserg solo desvió su mirada.
“Enserio, Yoh, deja de buscarme. Esto se hace peligroso y tú no pareces darte cuenta.”
XII.
Lyserg, mientras viajaba, recordó el momento exacto en el que su camino y el de Yoh se separaron. En sí, sus caminos jamás habían estado unidos más que durante la Shaman Fight porque se habían conocido ahí sin embargo cuando se hicieron Guerreros Elementales pensó que sus caminos quedarían unidos por más tiempo.
Y sin embargo, cuando él apareció frente a su persona luego de la última pelea con Hao diciéndole que tenían que irse supo que en realidad las cosas simplemente habían sido falsas. Su camino siempre estaría separado del de Yoh, porque no estaban destinados a estar juntos. Todo estaba en su contra.
― ¿En qué estás pensando, Lyserg Diethel?
El peliverde alzó su mirada, encontrándose con los ojos de su acompañante y suspiró pesadamente.
― En nada, Marco-san.
― Me alegra eso.
“Por supuesto que le alegra” pensó Lyserg para sí mismo, evitándose el poner mala cara.