Fandom: Prince of Tennis.
Claim: Atobe Keigo/Kamio Akira (Destiny Pair).
Tabla:
Tabla MomentosTema: #07 - Estaciones.
Título: La pareja destinada.
Resumen: La historia de una pareja que todos llamaron destinada.
Advertencias: Shonen Ai. Cursilerías. Leve OoC (muy poquito). AU.
Rating: PG.
Notas: ¿Pareja destinada? No sé si realmente el ‘Destiny Pair’ se podrá traducir como tal, sin embargo me gusta traducirlo así y además… se oía cursi, como quería que se oyese xD otra cosa cursi más, espero que os guste <3.
Disclaimer: Prince of Tennis no me pertenece, pertenece a su respectivo creador, en este caso Konomi Takeshi. Solo uso unos poquitos personajes para dejar volar la imaginación <3
Empezó en Primavera.
Atobe Keigo jamás había sentido la necesidad de tener una pareja, de hecho nunca lo había considerado, hasta que ante sus ojos apareció Kamio Akira. Kamio Akira era un joven particular, además de ser un joven pobre en una escuela para ricos, era particular por su forma de ser tan contraria a cualquier que estudiase en la Secundaria Hyotei. Estaba en Hyotei por una beca en Música y Deportes (una extraña combinación), igual que su mejor amigo Ibu Shinji. Keigo pensaba que era extraño que aquellos dos estuviesen en su escuela, sin embargo queriéndolo o no habían llamado su atención. No, no habían, solo Akira había llamado su atención.
Era complejo de explicar, después de todo Atobe jamás se había interesado por nadie del resto del mundo y ahora un chico salido prácticamente de la nada llamaba su atención. Era divertido para quienes le veían, pero no tanto para Atobe mismo. Jiroh, algo parecido a un mejor amigo que tenía, le decía que el hecho de que Kamio le llamase la atención solo podía significar algo: Amor. Los primeros segundos luego de la conclusión de Jiroh, Atobe solo se quedó parado sin decir nada, luego parpadeó y negó repetidas veces con la cabeza… y luego, asintió. Era amor, ¿por qué negarlo?
Siguió en Verano.
Atobe planeó su estrategia cuidadosamente luego de admitir que le gustaba Kamio, tan cuidadosamente que demoró meses en llevarla a cabo. Empezó ganándose lentamente la confianza de Kamio (y debe admitir que le costó), se hizo su amigo y descubrió muchas cosas de Kamio. El venía de la escuela Fudomine, en donde formaba parte del equipo de tenis, y tocaba piano, violín, guitarra, saxofón y muchos otros instrumentos que fueron el pase directo a la beca de música. Ibu, el mejor amigo de Kamio, tocaba los mismos instrumentos sin embargo su beca había sido más por deportes dado que había ganado varios torneos pequeños y grandes en los que se había hecho de cierto renombre. Ibu Shinji y Kamio Akira eran una dupla, una pareja de dobles en tenis, y se entendían a la perfección fuera de la cancha (razón por la que eran mejores amigos). Durante las primeras semanas, Atobe sintió celos de Ibu pero luego se dio cuenta de que ninguno de los dos chicos (ni Ibu ni Kamio) tenían intereses románticos por el otro.
Después de ese gran descubrimiento, pasó a la fase de conquista. Le costó, claro que sí, pero logró conquistar a Kamio sorprendentemente gracias a la ayuda de Ibu. Él le ayudó a descubrir las cosas favoritas de Kamio y así planeó una cena (su primera cita oficial, aunque Kamio no sabía de ella). Luego de aquella cita, vino su real primera cita, que Kamio aceptó con todas las de la ley teniendo en claro que esa sí era una cita. Después de la primera cita, vinieron muchas más, y después el noviazgo oficial.
Los amigos de Kamio fueron los primeros en enterarse del noviazgo del pelirrojo (Ibu primero que todos, claramente), y luego vinieron los “amigos” de Atobe. Jiroh fue el primero en enterarse y felicitó a ambos, luego vino Kabaji que era lo único que Atobe podía realmente llamar un amigo de confianza, a continuación vinieron los ‘otros’. El noviazgo de Atobe y Kamio era perfecto, pero tenía un detalle: nunca habían consumado nada. No es que Atobe no tuviese ganas (de hecho, se moría por dentro) pero Kamio tenía miedo… Akira era virgen, y Atobe entendiéndolo lo dejaba respirar en paz.
Sin embargo, aquel día Akira estaba determinado. Ese día era su graduación de la preparatoria, con Atobe llevaba ya casi dos años de relación y en esos momentos se sentía preparado y confiado para entregarle algo tan importante a la persona que más quería. Y esa persona era Atobe.
--------------------
Pasó en Otoño.
Atobe se había graduado un año antes que él, sin embargo se haría una fiesta luego de la graduación y Atobe estaría presente. Después de todo, nunca le había dejado. Ibu, que en esos momentos estaba conversando con Jiroh (su pareja, sorprendentemente) vio un poco complicado al pelirrojo por lo que decidió ir en su ayuda, besando en despedida a su novio quien hizo pucheros como niño pequeño fue a ver a su amigo. Atobe estaba solo a unos pasos más allá, buscando algo que beber, e Ibu solo pensó que Akira le había mandado allá apropósito.
- Dime que ocurre, Akira.
Kamio alzó la mirada para encontrarse con Ibu, quien tenía el mismo rostro serio de siempre, y le explicó brevemente sus intenciones. Ibu, siendo Ibu, ni siquiera se inmutó dado que sabía que Akira era virgen y que nunca se había entregado a Atobe, simplemente le recomendó que se relajara y dejase que las cosas fluyesen. De nada le servía planear algo porque esas cosas debían fluir por sí solas. Kamio asintió, sabía que Ibu no le iba a mentir con eso por lo que cuando Atobe volvió simplemente le sonrió y le agradeció por los refrescos, fluidamente.
--------------------
Cuando Akira apareció al día siguiente en la casa de Ibu, dado que habían acordado verse, Shinji no pudo evitar reírse ante la cara de idiota que traía su mejor amigo. Era su mejor amigo, pero hasta él sabía perfectamente que su cara de idiota era impagable.
- ¿Buena noche, eh?- el sonrojo de Kamio fue su respuesta, por lo que Ibu esbozó una sonrisa burlona (era casi el único tipo de sonrisa que se le podía ver) y luego dejó pasar a Kamio.
Y en invierno, se contó una historia.
Años después…
- Eran una pareja destinada, aunque ellos no lo sabían desde el principio. Un año después de la graduación, con solo diecinueve y veinte años el mayor le pidió matrimonio al otro. Aceptó y se casaron, en una ceremonia por las nubes porque el mayor era muy creído. Cuando se casaron, un año después decidieron adoptar a un bebé de otro país. Lo adoptaron, poniéndole como nombre Haruka Atobe… Ellos formaron una familia maravillosa, y vieron a su hijo crecer sin preocupaciones. Akira se dedicó a la música, estudiándola y luego dando conciertos, mientras Keigo se dedicó a manejar las empresas de su familia y al Tenis profesional del que luego se retiró. Akira también se terminó retirando de los conciertos, pues quería pasar más tiempo con su familia. Así, la familia se mantuvo y creció después, dado que Akira convenció a su esposo de adoptar un segundo hijo. Le llamaron Mitsuki Atobe y entre los cuatro formaron una familia feliz.
La risa de dos niños se dejó escuchar, uno de ellos con doce años y el otro con nueve años, el mayor de los dos era un jovencito pelirrojo con ojos azules, mientras que el segundo tenía cabello negro y ojos castaños. Ambos chicos abrazaron a su papi, y otra figura apareció en el marco de la puerta.
- Pero… ¿qué está ocurriendo aquí? ¿estáis celebrando algo y no me habéis invitado? Y yo pensando que era vuestro papá favorito.
La risa melodiosa de un joven castaño de veinte y tantos se dejó escuchar, mientras se levantaba dejando a sus hijos en la cama para besar a su esposo. Sonrió con ternura y luego se apoyó en el pecho del hombre que entró.
- Le estaba contando a los niños sobre la Pareja Destinada- confesó el pelirrojo, sonriente.
- Ah… esa historia me la sé de memoria. Yo la continuaré, a ver niños, hacedme espacio. ¿Dónde habéis quedado?
- En la familia feliz de cuatro, papá.
El pelinegro asintió y se acostó en la cama, con sus hijos apoyados en uno de sus lados y en el otro su esposo.
- Realmente, ellos estaba destinados. Y se les nombró como La pareja destinada mucho antes de que formasen una familia feliz. Los amigos de la pareja destinada eran muy felices de ver a los dos juntos con sus hijos, cada mejor amigo de los chicos fue padrino de uno de sus hijos. Ibu para Haruka y Jiroh para Mitsuki. A veces, los niños exasperaban a su padre dado que hacían siempre maldades y Akira los defendía de la furia de su padre. Pero, los cuatro eran felices aunque Keigo estuviese a veces tirándose los cabellos porque sus hijos eran unos diablillos. Pero, los amaba, tanto como a su esposo. Por eso, mientras más tiempo pasaba más los amaba, aunque eso no significaba que no sintiera ganas de tirarse los cabellos por el mal comportamiento de sus hijos. Pero, después de un tiempo los hijos comprendieron que estaba mal hacer cosas malas y nunca más se volvieron a portar mal. ¿Qué os parece el final?
Los tres que acompañaban rompieron a reír, y los más pequeños negaron repetidas veces con la cabeza.
- Oh vamos, que es un buen final.
- No, papá, no es un buen final. Sería un buen final algo como: “Mitsuki y Haruka decidieron que, dado que su padre trataba de convencerlos de dejar hacer cosas malas contándoles historias, tenían que hacer muchas más cosas malas”
- Oh, niños, dejad a vuestro padre. Keigo está cansado, los días en las corporaciones Atobe están siendo muy pesados.
- Eso es, niños, dejadme descansar sin hacer travesuras.
Los niños pequeños rieron, y luego asintieron con sonrisas. Keigo, que había aprendido a desconfiar de esas sonrisas, solo pudo suspirar. Y es que, siendo miembro de “La pareja destinada” que se convirtió en “Familia Destinada” a veces se preguntaba cómo había aguantado tanto tiempo sin volverse loco… pero, así amaba a su familia, y no la cambiaría por nada, ni siquiera por un poco de cordura.
Fueron estaciones llenas de alegría, complicidad y esperanza. Pero por sobre todo, fueron estaciones llenas de amor. Fueron estaciones en la que una pareja se inició, una pareja se formó y luego una pareja se casó; pero sobre todo, fueron estaciones en la que una Familia se juntó para contar una maravillosa historia que aún no tenía final.