Fandom: Prince of Tennis
Pairing: Yuushi Oshitari/Hiyoshi Wakashi/Gakuto Mukahi.
Rating: En general PG, con insinuaciones más grandes que pueden clasificarlo como PG-13.
Resumen: De parejas de tres y de cómo llevan su vida.
Advertencias: Yaoi. Insinuaciones sexuales (leve, muy leve). Y se cuenta como que la pareja principal es un trío, que vendría a ser una advertencia también. Puede considerarse levemente AU.
Disclaimer: Prince of Tennis no me pertenece, pertenece a su respectivo creador, en este caso Konomi Takeshi. Solo uso unos poquitos personajes para dejar volar la imaginación <3
001. Hielo: Hiyoshi Wakashi soltó un grito al sentir algo muy helado bajar por su cuerpo, específicamente su pecho. La risa de su pelirrojo amante le dijo quien había sido el gracioso que le había echado hielo encima. Yuushi le miró con lastima antes de hacer el amago de regañar a Gakuto, sin conseguirlo gracias al puchero del acróbata, responsable de que Yuushi frenase su intento y Wakashi suspirase.
002. Secreto: No era un secreto para nadie que Gakuto, Yuushi y Hiyoshi tenían una relación. Y, aunque a algunos les pareciera inmoral y una sarta de cosas más, cuando veían al trío tomado de la mano y obsequiándose sonrisas que pensaban nadie más veía esos adjetivos se iban a otro lugar. Después de todo, si se amaban y lo demostraban siempre, ¿qué tenía de malo?
003. Espejo: Hiyoshi vio su reflejo, pensando si alguna vez el espejo cobraría vida y le diría alguna cosa o se movería. Sin embargo, por más tiempo que pasaba eso no ocurría, lo que sí ocurrió fue que junto a su reflejo apareció el de su amante, el prodigio. Y justo entonces, el espejo se trizó. Atrás de ambos, Gakuto sostenía su raqueta con expresión avergonzada, y la pelota que había roto el espejo yacía en el lavamanos.
004. Tintero: Había ocasiones en las que Gakuto le preguntaba qué haría con un tintero, otras se lo preguntaba Hiyoshi, sin embargo en todas era Gakuto el que terminaba tomando el bendito tintero y echando la tinta a cualquier lugar, alegando que por culpa del tintero y lo que sea que hiciese con él no les estaba prestando atención. Aunque, en realidad, era solo a Gakuto a quien le molestaba realmente, pues a Hiyoshi le gustaban sus dibujos de tinta.
005. Nostalgia: Yuushi suspiró y observó con nostalgia una de sus fotografías favoritas. En ella, aparecía Gakuto, Hiyoshi y el mismo con el uniforme del Hyotei. Hiyoshi y él abrazaban a Gakuto quien sonreía a la cámara. Se preguntó cuánto había pasado desde que tomasen esa fotografía, y suspiró. Últimamente nunca lograban tomase fotos los tres juntos ya que siempre algo lo arruinaba… comúnmente Gakuto que no podía quedarse quieto el tiempo suficiente como para que les tomasen la fotografía.
006. Sepia: A Gakuto no le gustaba el sepia, no podía apreciar el cabello azul de Yuushi, ni tampoco los ojos de Wakashi, no le gustaba porque todo de lo que se había enamorado de sus amantes no se podía apreciar en unos colores tan aburridos como los que componían el Sepia.
007. Olvido: Hiyoshi siempre se molestaba con Yuushi por la misma razón, y el prodigio nada podía hacer si su memoria siempre había dejado que desear. Sin embargo, Hiyoshi le contagiaba su furia al acróbata y ahí empezaban los problemas, quien amenazaba a Yuushi con que lo dejaría caer en el olvido para próxima vez que olvidase las fechas especiales: como el cumpleaños de Hiyoshi, el suyo propio y los días en los que cumplían más meses de ‘relación’.
008. Travesura: Si había algo en lo que Gakuto era experto, era en hacer travesuras; y se hacía incluso más experto en hacerle travesuras a sus amantes. Fuese la tintura del cabello para Yuushi mientras dormía, fuese ocultarle los lentes de contacto a Hiyoshi o fuese lo que se le ocurriese en ese día, siempre resultaba ser la mar de divertido para Gakuto sin embargo no así para sus amantes. Por suerte, ambos jóvenes sabían perfectamente como castigar a Gakuto por su travesura del día.
009. Mordida: El acróbata siempre había tenido algo en claro: Los vampiros no tienen porque siempre beber sangre. Y es que, había comprobado que existían vampiros sin necesidad de que bebiesen sangre, por ejemplo Yuushi y Hiyoshi cuando la pasión les consumía y terminaban mordiéndolo siempre. Las mordidas de ambos se quedaban en su cuello y cuando se juntaba con Jiroh, o con cualquiera de sus amigos del club de tenis, todos le miraban con un brillo pícaro susurrándole que tenía que comprarse ajo, a ver si así se alejaban los vampiros.
010. Corset: Yuushi no podía evitar comer con la mirada al acróbata en ese momento, al igual que Hiyoshi no podía evitar poner los ojos en blanco ante la mirada de Yuushi a pesar de que él tenía una mirada muy similar. Mientras, en el escenario, estaba Gakuto con un vestido antiguo y un corset que enmarcaba su figura, junto a un pálido sonrojo cubriendo sus mejillas.
011. Tempestad: En el momento en que Gakuto miraba a sus amantes con ojos punzantes, ellos sabían que se acercaba la tempestad. Que ese momento que estaban viviendo no era nada más que la calma antes de la tormenta. Y siempre que Gakuto les miraba de esa manera, era simplemente porque estaban hablando con alguien que no era el acróbata. Por suerte, Gakuto no era celoso.
012. Lujuria: Aquel que conociera a Yuushi Oshitari podía apostar a que era muy lujurioso, mientras que quien conociera a Gakuto podía decir que era un ser inocente. Sin embargo, luego de que ese alguien se enterase de la relación que Yuushi y Gakuto compartían con Hiyoshi… empezarían a dudar acerca de si realmente Gakuto era un ser inocente y Yuushi el de la lujuria. El único que podía decirlo claramente era Hiyoshi… y él no decía una palabra.
013. Pies: Gakuto odiaba los días en los que Atobe los hacía correr como si fueran maquinas, como si no se cansaran o algo parecido, todo porque pensaba que rápidamente se acostumbrarían. Y, posiblemente algunos lo hicieran, pero no Gakuto. Sus pies terminaban adoloridos, y no le gustaba nada. Sin embargo, Yuushi y Hiyoshi tenían consideración de él y le llevaban cargando en sus brazos, como mínimo podía decir que sus amantes tenían un poco de consideración con sus adoloridos pies.
014. Sangre: Gakuto miró su dedo y suspiró, mientras dejaba el cuchillo a un lado y ponía su dedo debajo del agua dejando que la misma se llevase la sangre. A pesar de todas las veces que Yuushi o Hiyoshi le decían que dejase de cocinar, él nunca lo hacía, ¿qué tenía de malo cocinar para sus amantes? Era algo que a él le gustaba hacer, y nadie iba a impedírselo… excepto que se cortase con el cuchillo y tuviese que posponer la comida, solo de momento.
015. Poema: Hiyoshi se encontraba hacienda su tarea de Literatura en aquel momento, escuchando como cosa de todos los días los gritos de Gakuto para que le prestase atención. Cuando escuchó la pregunta de Gakuto acerca de que tanto hacía le miró y sonrió. “Escribir sobre ti” fue su respuesta, y Yuushi tuvo que reír ante el escandaloso sonrojo que cubrió las mejillas del acróbata. Y es que, si le mandaban a hacer un poema sobre la persona que más amaba en la vida, ¿de quién más podía escribir que de Gakuto? Yuushi contaba, pero su primer amor siempre sería Gakuto.
016. Caballo: Yuushi miró a Hiyoshi, preguntándose por quien sabe qué vez en ese día por qué estaban en ese lugar. Hiyoshi se encogió de hombros y vio a Gakuto quien estaba acariciando el lomo de uno de los tantos caballos de aquel establo mientras le preparaban uno para que lo montase. Y es que, pese a las quejas de Yuushi y Hiyoshi, nada había detenido a Gakuto en su afán de montar un caballo. A pesar de que Yuushi había dejado claro que existían cosas mucho más interesantes que montar, como por ejemplo… Wakashi y él mismo.
017. Estropicio: Yuushi miró a la cosa peluda y pequeña que pasó corriendo, destrozando todo aquello que se interponía en su paso. Hiyoshi apareció entonces, dispuesto a despellejar a la bola de pelos que había destrozado toda la habitación de la casa que compartían entre Yuushi, Hiyoshi y Gakuto. Justo entonces, el acróbata apareció, llamó a la bola de pelos y la tomó para irse luego de dedicarles una sonrisa. Ambos chicos suspiraron, y es que a pesar de que Gakuto había llevado al gato a la casa sin preguntarles, ellos siempre se tenían que encargar de los estropicios que hacía la bola de pelos.
018. Lirios: A ninguno de los tres le gustaban las flores. Pero, les gustaban incluso menos cuando eran dadas por una de sus admiradoras dado que alguno de los tres terminaba explotando y rompiendo las flores. Por eso, cuando Gakuto apareció con un ramo de lirios en sus manos sintieron efectivamente las ganas de destrozar las flores. Cuando le preguntaron por los lirios, él les respondió: “Me los dio Jiroh, según él quería comprobar cuanto podían durar teniendo dos amantes celosos.” Ambos bufaron, sin embargo al día siguiente Jiroh recibió la noticia de que las flores no habían logrado durar ni un día.
019. Medias: Yuushi se contuvo las ganas de lanzarse encima de su pelirrojo amante, mientras que Wakashi terminaba de ajustar el traje completo de Gakuto para ese día. Nuevamente, una obra sería representada en Hyotei por el club de tenis y queriéndolo o no Gakuto tendría que vestirse nuevamente de mujer. Wakashi sonrió, mirando la falda corta, la camisa pegada al cuerpo y las medias que cubrían las piernas de su amante, y anotó para sí mismo el conjunto… podía usarse algún día en la cama.
020. Atardecer: Gakuto sonrió ligeramente mientras veía el atardecer, aquel día había obligado a sus amantes a ir a la playa dado que quería ir a un lugar diferente que las cuatro paredes de la casa de los tres. Para esas alturas, ya habían pasado el día en la playa y ahora veían el atardecer. O mejor dicho, solo él lo veía, pero estaba bien. Por lo menos la rutina había sido vencida y habían hecho algo diferente, que era lo realmente importante.
021. Sabana: Yuushi solo podía reír cuando, luego de una broma sexual, Gakuto se tapaba hasta las orejas con las sabanas y Hiyoshi tenía que luchar con él media hora o más para que saliese de debajo de las sabanas. Era divertido, y nadie lo podía negar, pero luego cuando Gakuto golpeaba a Yuushi dejaba de ser divertido para el peliazul, aunque se convertía en algo muy diferente para Wakashi.
022. Bufandas: Generalmente, Hiyoshi siempre les regalaba bufandas a sus amantes cuando era un día frio. Gakuto las usaba, porque después de todo quería ver a su amante feliz, sin embargo Yuushi se quejaba de que el color de su bufanda no le combinaba. Ambos chicos ponían los ojos en blanco, asegurándole que el blanco combinaba siempre con cualquier cosa.
023. Anillo: Gakuto sintió que sus ojos se humedecían mientras Hiyoshi ponía el anillo en su mano, un anillo de compromiso. Yuushi sonrió ligeramente, mientras tomaba un anillo y hacía lo mismo poniéndole otro anillo junto con el de Wakashi. Ambos le miraron sonrientes (una de esas pocas y raras veces en las que Hiyoshi sonreía); y Gakuto se lanzó sobre sus brazos besándoles. Y es que, a pesar de que en realidad no iban a poder casarse entre los tres, siempre apreciaría los anillos que le habían regalado sus amantes, ¿o novios, quizá?
024. Gotera: El sonido le exasperaba, de verdad que le exasperaba, y estaba aguantándose con todas sus fuerzas para gritar sin embargo cuando aquel molesto sonido resonó nuevamente, gritó: “Yuushi, Wakashi, ¡paren esa gotera!”. Mientras, en la habitación, Wakashi recibía el dinero de Yuushi, quien mascullaba en contra de la paciencia de su amante y de cómo Wakashi había hecho trampa en la apuesta que hicieron sobre cuanto duraría su amante en gritar.
025. Subterráneo: Gakuto miró el subterráneo la casa que compartía con Yuushi y Wakashi, comúnmente denominado sótano y se preguntó el porqué de la tendencia de Yuushi por llamarle subterráneo o sótano si no era más que cosas habitación en la que guardaban las cosas que ya no ocupaban.
026. Perdón: Ninguno era bueno para pedir perdón, sobre todo Yuushi dado que el jamás se equivocaba sin embargo en ese momento el prodigio iba a tener que pedir perdón sino quería que sus amantes le dejasen. Suspiró y masculló un ‘Lo siento’, Gakuto sonrió de lado y Wakashi le miró alzando una ceja, el semblante de Yuushi se crispó. ¿Es que ni siquiera notaron que había estado coqueteando con una chica? Bueno, mejor así.
027. Hambre: Gakuto siempre comía mucho, siempre comía lo que encontraba: chocolates, pasteles, frituras, o lo que sea que tuviese al frente. El hambre insaciable de Gakuto siempre tenía una razón de ser, y siempre se la daba a conocer a Jiroh cuando le preguntaba la razón de porque comía tanto. “Debo tener energías, teniendo dos amantes y siendo yo de poco aguante, ¿crees que es sencillo llevarles el ritmo?”. Siempre ignoraba lo rojo que se ponía Jiroh, o como Yuushi y Wakashi le miraban con los ojos feroces, recordaba entonces como siempre le decían que no debía revelar secretos de cama con los demás.
028. Carne: La carne es débil, y fácilmente puede caer en tentación. Sin embargo, para Yuushi, Hiyoshi o Gakuto, nunca era algo malo. Y es que, caer en la tentación entre los tres jamás podía ser malo porque siempre significaba diversión por toda la noche.
029. Obsesión: Al principio, todo había comenzado como una obsesión. Wakashi quería a Gakuto, y sabía que no podía tenerlo si no aceptaba a Yuushi. Yuushi quería follarse a Hiyoshi, y sabía que no lo conseguiría a menos que utilizara a Gakuto. Gakuto, en cambio, siempre los había querido a los dos; lo suyo nunca había sido una obsesión, lo suyo siempre había sido amor, atracción o quizás cariño. Sin embargo y con el tiempo, los otros dos también habían aprendido a quererse entre sí, ya no todo giraba alrededor del acróbata (y de lo mucho que podía ayudar para ciertos propósitos) y así era mejor.
030. Monstruo: Gakuto miró un tanto asustado a Yuushi, mientras éste le tomaba del cuello y le plantaba un beso posesivo. Al momento aparecía Hiyoshi, para salvarlo de las garras del monstruo que era Yuushi. Al final, Yuushi terminaba con una espada ensartada en su abdomen, y entonces… la multitud gritaba y aclamaba por la buena obra que habían hecho entre los tres.