Son las siete de la mañana. No he dormido nada en toda la noche y estoy escribiendo esto y guardándolo porque aunque tenga la idea en la cabeza mañana cuando me levante no será tan fresca como ahora mismo.
Como no podía dormir a eso de las tres y media me puse a ver Moulin Rouge, una de mis películas favoritas de todos los tiempos y casi la única
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