S H E O L - EPILOGO [EXO] [CHANYEOL/BAEKHYUN] [SN]

[aleenabite]

S H E O L



.I.

El Cielo delante, el Infierno a la espalda. Parecía un poema, una ironía, pero no dejaba de ser la realidad que tenía delante de sus ojos. Entre Ramiel y ellos se alzaban tres de los cuatro arcángeles más famosos de la creación: Miguel, Gabriel y Uriel. Al final de la iglesia, recién llegados desde el Infierno, los cuatro Reyes del Infierno: Asmodeus, Astaroth, Beelzebub y Baal. La diplomacia de más alto nivel al completo.

-Llegáis tarde -dijo Gabriel mirando a sus homólogos demoniacos desde su lugar mientras Uriel terminaba de realizar un sello que contuviese a Ramiel.
-Nos perdimos en el cruce de caminos del Limbo -bromeó Baal acercándose al resto. Gabriel puso los ojos en blanco.
-Además, aún falta uno. ¿Dónde está Rafael? -preguntó Beelzebub mirando hacia Miguel, que ya se había dado la vuelta tras asegurar el sello de Ramiel.
-Aquí.

Si ya era chocante tener a siete grandes y poderosos entes astrales junto a ti, que de pronto el hombre que llevaba viviendo contigo cerca de un año se descubriese con un arcángel no era fácil de asimilar. Kyungsoo casi sufrió un ataque cuando vio como Lay se dirigía a Beelzebub sin pizca de miedo y un sello se rompía liberando una cantidad de energía a su alrededor.

-¿Lay...? -susurró el médium alucinando ante lo que veía.
-Lo siento, Kyungsoo -aseguró el ahora arcángel mirándole con verdadero pesar-. Luego te lo explicaré todo.
-Luego será mejor, ahora tenemos cosas importantes que atender -recordó Astaroth acercándose a Taeyeon, que hincó una rodilla en el suelo saludando al Gran Duque-. Lo has hecho muy bien, Capitana. Felicidades.
-Gracias, mi señor.
-Lo mismo puedo decir de ti, Chanyeol -aseguró Asmodeus acercándose a su Caballero, que seguía en el suelo al lado de Baekhyun, los dos aún tratando de asimilarlo todo-. Además, veo que te has llevado un recuerdo de esta misión -le felicitó sonriendo pícaro enseñando los dientes.
-Bueno, ¡ya está bien! -exclamó Miguel centrando su atención en él-. ¿Qué haremos con Ramiel?
-El Manuscrito de Voynich está completamente destruido, así que por eso no tenemos que preocuparnos -apuntó Baal, que se había escabullido hasta el lado de Sehun-. ¿Con Ramiel? Supongo que devolverle a su lugar, ¿no?
-Será lo mejor -Lay, ahora Rafael, estuvo de acuerdo con la propuesta del demonio-. Debemos invocar a Abaddon, él lo llevará de nuevo al Abismo.
-¿Y qué os hace pensar que no fue Abaddon quien me dejó salir de allí? -apostilló Ramiel desde su prisión.
-¡No te atrevas a cuestionar la lealtad del Destructor! -saltó de pronto Baekhyun, poniéndose de pie y acercándose furioso a Ramiel-. No te atrevas.
-Tranquilo, Baekhyun -Lay se acercó a él tratando de calmarle. Ramiel sonrió divertido encerrado en su prisión.
-De tal palo, tal astilla -Baekhyun gruñó al oírle.
-Lo que yo no entiendo es cómo se destruyó el Manuscrito -expresó su inquietud Beelzebub, examinando las cenizas y dirigiendo las miradas hacia él.
-Eso puedo explicároslo yo.

Aquella iglesia empezaba a quedarse pequeña para tanta gente que aparecía en ella. Tras la puerta de la sacristía apareció una figura vestida de negro, tal y como los mortales representaban a la muerte, caminando lentamente y con una sonrisa de calma en el rostro.

-¿Abaddon? ¿Qué haces aquí? Aún no te hemos llamado -le reclamó Miguel mirando a la figura recién llegada.
-No tenéis que llamarme para que venga a cumplir con mi trabajo -respondió mirando a Ramiel, que tembló ante la mirada del llamado Destructor-. Además, he vigilado estrechamente el caso, el Manuscrito Voynich era en parte mi responsabilidad también.
-¿El sello era tuyo? -especuló Beelzebub.
-Así es. Se activó cuando Baekhyun lo tocó. Una medida de seguridad si era robado -el aludido bajó la mirada al ser señalado como parte de la ecuación para que algo tan peligroso desapareciese del mundo.
-¿Baekhyun? -inquirió Gabriel-. ¿Por qué al tocarlo un ángel de bajo nivel se iba a activar un sello de tal poder?
-Fácil, porque Baekhyun es mi hijo y el sello solo se activa si lo toca alguien con la misma firma energética.

Durante un segundo, todos los presentes enmudecieron ante tal confesión. Baekhyun suspiró mirando a su padre, siempre le habían gustado las entradas dramáticas, pero aquello ya era pasarse de la ralla. Ahora sí que iba a ser difícil que alguien se acercase a él en el Cielo.

.II.

Dos horas después, tras el impacto inicial de la confesión de Abaddon y de descubrir que Lay era un arcángel, las cosas parecían haber vuelto más o menos a su cauce. Ramiel había sido enviado de vuelta al Abismo donde pasaría el resto de la eternidad, o el tiempo que Dios tardase en decidir qué hacer con él. El resto se habían quedado para limpiar la iglesia de cadáveres. Los Reyes del Infierno fueron devolviendo a su lugar en el Infierno a los nephilims caídos y cuando acabaron se despidieron.

-Debo reconocer que tienes buen ojo para tus conquistas, Chanyeol -le alabó Asmodeus antes de irse-. Siempre has sido mi mejor alumno, así que espero que le demuestres al hijo de Abaddon por qué me llaman el demonio de la lujuria.

Chanyeol tuvo la decencia de sonrojarse, cosa que a Baekhyun le pareció adorable durante un segundo. El segundo que tardó el arcángel Miguel en llamarle. Si la reunión en su despacho había sido intimidante, aquella en medio de una iglesia y tras atrapar a un ángel grigori como Ramiel tampoco le hacía sentir más seguro.

-No sé si debería preguntarte si quieres volver con nosotros -comenzó el arcángel dudoso-. Sé que las cosas allí arriba no han sido fáciles para ti, Baekhyun -el chico asintió-. Hemos hablado y creemos que puedes hacer más bien aquí que allí -el joven ángel levantó la mirada hacia su superior sorprendido.
-¿Señor?
-Rafael, bueno Lay, cree que puedes ayudarle aquí más de lo que puedes ayudarnos a nosotros en el Cielo. Además, está el pequeño detalle de tu gracia... -le recordó trayéndole a la memoria su noche de pasión con Chanyeol-. En otras circunstancias serías declarado un ángel caído pero, al ser hijo de Abaddon, ya lo eras por esencia así que...
-No puedo ser declarado dos veces caído, ¿no?
-Exacto -afirmó el arcángel-. Tan solo, ten cuidado. Recuerda que siguen siendo demonios, por muy buenos que parezcan.
-Lo tendré en cuenta, señor -aseguró el chico.
-Cuídate mucho, Baekhyun.

Sonriendo, los tres arcángeles abandonaron la iglesia, que quedó tan abandonada y llena de polvo como antes, como si allí mismo no hubiese estado a punto de empezar el Apocalipsis.

-Bueno, volvamos a casa. Las copas van a cuenta del anfitrión -anunció Chanyeol mirando al variopinto círculo ante él.

.III.

-Creo que deberíamos ponernos un nombre. Algo así como, "Shadow Hunters"
-¿De dónde sacas esas cosas? Voy a tener que cancelar tu suscripción a Netflix, Taeyeon.

La castaña se rió mientras bebía un trago de su copa sentada en el sofá del ático de Chanyeol con el resto a su alrededor. Kyungsoo bebía un café algo cohibido por la presencia de Lay a su lado, que intentaba que todo volviese a ser como antes pero parecía que iba a costarle un poco más de lo que pensaba. Sehun estaba al lado de la joven demonio bebiendo algo de color azul en un vaso de tubo asintiendo fehacientemente a las ideas de su mentora.

-A mí me gusta.
-A ti te gusta todo lo que Taeyeon diga -contraatacó Chanyeol con una sonrisa pícara. El joven nephilim se sonrojó ante su comentario.
-Y tú, ante todo, lo que diga Baekhyun -le picó la chica al ver como se metía con el chico.
-Culpable de los cargos, señoría -contestó el demonio aferrando el agarre que mantenía en la cintura del ángel a su lado, haciendo que este se riese por su ocurrencia.
-En realidad todo no, Taeyeon, eso de que yo esté arriba no le hace mucha gracia -comentó maliciosamente Baekhyun, haciendo que Chanyeol se atragantase con su copa y la castaña estallase en una carcajada.
-¡Baekhyun! Eso no se cuenta.
-Bueno, pensé que igual así ella te convencía de que no era tan dañino para tu enorme ego que me dejases ir a mi arriba para variar -se defendió sonriendo pícaro.

El demonio gruñó y le besó para que dejase de hablar sobre sus pequeñas discrepancias en el terreno íntimo. Baekhyun se dejó besar riendo divertido mientras el resto de sus amigos se reían con ganas. Podría acostumbrarse a aquello. Tener gente que le aceptaba por lo que era, hacer algo útil por el mundo, ser feliz. Decididamente, podía acostumbrarse a estar siempre a un paso del abismo y sentirse tan vivo como se sentía en ese instante.

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