Erase una vez… una mujer que a veces pensaba… demasiado.
Esto es un poco pensamiento introspectivo y auto-rant (¿se dice así?) sobre un tema que surgió el otro día en mi TL. Normalmente mi LJ es para fics y ya. Últimamente ni para eso porque hace muchísimo tiempo que no publico nada (bueno, que no escribo nada para ser sinceros).
La historia es que, hace unos días, surgió la noticia de que una web estaba cogiendo fics de AO3 y subiéndolos a una web de descargas de ebooks. Me desperté ese día con la noticia en la conversación grupal que mantenemos entre varias amigas y con la alarma de si nuestros fics estaban allí.
Tengo la suerte (o no xD) de que nunca me han plagiado, ni nada por el estilo; y por supuesto ninguno de mis fics estaba en esa web que recogía fics de AO3 (tampoco tengo muchos en dicha pagina). La cuestión es que el resto de mis amigas sí que tenían fics en dicha página y por ahí surgió la cuestión.
En twitter tuve un pequeño debate sobre plagios y sobre la propiedad intelectual. Porque… ¿Cómo combatir el plagio? ¿Cómo declarar algo tuyo cuando técnicamente tú estás usando algo que ya de por si no es tuyo? Los fics son algo que surgen de quebrar la propiedad intelectual en sí. Realmente no pedimos permiso a los autores de las series, libros, películas, etc.; para usar sus personajes a la hora de escribir una historia que surge en nuestra cabeza sobre como creemos que habría sido mejor esa escena, ese capítulo o ese final. Entonces… ¿Es legitimo que declaremos que ese fic es nuestro cuando los personajes en sí no lo son?
Sí, la trama es nuestra. El esfuerzo también. Las horas pensando, escribiendo y peleándonos con la tecnología, las letras, las musas y a veces hasta las betas; es todo parte de nuestro sacrificio pero…ante la ley no tendríamos ningún derecho real; ¿verdad? No creo equivocarme en esto.
Por eso se que hay gente que ha llegado a usar licencias virtuales o copyright virtual. El famoso safecreative, para sus fics o blogs. Pero… ¿Hasta qué punto es realmente valido o sirve ese copyright? Con aquel debate de los plagios me pasaron una entrada en el blog de dicha página sobre el tema que me dejo más preguntas que respuestas; y precisamente escribo todo esto por culpa de esa entrada. Se titula “
La Protección jurídica de los fanfiction” y viene a decir precisamente eso, que ante la ley realmente no tenemos las de ganar (o al menos esa es mi interpretación).
El consejo que dan (y que realmente me hizo reír y llorar a partes iguales) es que se procure usar obras cuyos derechos de autor hayan prescrito. Lo cual implica que tienen que pasar 70 años desde que el autor de dicha obra haya muerto…
Teniendo en cuenta que la mayoría de mis fandoms (y hablo por mi estrictamente) son de series que se emiten ahora o de películas que he visto en unos 10 a 20 años, es bastante complicado que ese lapso de tiempo se cumpla. Sin ir más lejos, el fandom de Marvel con Stan Lee a la cabeza. El señor tiene ya su edad pero le auguro unos cuantos aun de vida y si además hay que esperar 70 para que se pierdan los derechos de autor… a parte que seguramente se renovaran pasando a la empresa, o a saber cómo será este asunto en EEUU….
Mi conclusión es que es prácticamente imposible cumplir ese consejo y seguir siendo productivo y actual (si consideramos como actual estar en fandoms en creciente aumento o novedosos). Y sería bastante irrisorio pedir permiso a los autores de los fandoms. No me imagino, en mi caso, escribiendo a Marvel para pedir permiso por un fic Stony por ejemplo. “Querido director de Marvel, querría su bendición para escribir un Stony sobre…” No lo veo.
Por esa misma razón no veo factible pedir permiso sobre el RPS, género en auge. No nos engañemos y creamos que no existe, que es una aberración, etc. ¿A quién se le ocurriría acercarse a, pongamos por ejemplo, Jensen Ackles y Jared Padalecki para preguntarles si puedes escribir un fic sobre las cosas subidas de tono que hacen entre escenas mientras ruedan la temporada de Supernatural? No es algo que entre en mi cabeza y no considero que mi mente sea especialmente cuadriculada.
Básicamente todo esta parrafada viene al sentimiento de, digamos, desasosiego que me da el pensar que escribir fics es algo al margen de todo. Damos por supuesto que con poner un pequeño Disclaimer al principio ya estás dando por hecho que la gente entiende que no lo haces con mala intención y no quieres problemas, pero ello no te exonera de los problemas legales. El no tener ánimo de lucro no te blinda del hecho de que estas violando la propiedad intelectual en términos legales, o al menos eso interpreto yo lo que leí en ese artículo que cite más arriba. Claro que mis conocimientos jurídicos y legales son limitados (por no decir nulos) y puedo estar equivocadísima.
Así que hoy me he levantado dándole vueltas a este asunto y pensando en que da igual que no tengas realmente ninguna intención en ganar dinero, ni reconocimiento, ni fama, ni que seas el último mono en un fandom determinado; el “Disclaimer” no es el Santo Grial, ni nada así. Y he seguido pensando en ello y en todas esas veces en que la gente se ha ofuscado y enfadado cuando las han plagiado un fic, o publicado en otra web bajo otro nombre; y realmente tienen derecho a sentirse enfadadas pero a su vez… la ley no contempla que lo tengan porque bajo su punto de vista ellos fueron los primeros en violar los derechos de autor….
Entonces…. ¿en qué lugar nos deja todo esto a los que escribimos fanfics? A los humildes “idiotas” (con cariño) que nos levantamos por las mañanas, o nos acostamos por las noches, con miles de tramas de nuestros personajes favoritos flotando en nuestra mente, deseando transcribirlas en letras y compartirlas al mundo; ya sea a nuestro pequeño círculo de amigos o a una comunidad más o menos amplia.
En resumidas cuentas, ¿Quiénes somos, nosotros, los fanfics writers?
Nota: No pretendo ofender a nadie con mis palabras, como mencione al principio es tan solo un pequeño monologo sobre un tema en particular que surgió hace unos días y quería compartir y expresar. Si alguien tiene una opinión particular, o cree que estoy equivocada, puede hablar con libertad. No soy poseedora de la verdad absoluta y obviamente me expreso peor que un mono con sobredosis de cafeína (mi beta es testigo de ello, pobrecilla ella. Un beso beta mía). Tan solo… quería poner palabras a mis pensamientos y ya de paso, compartirlo por si alguien había, alguna vez, pensando en ello más o menos detenidamente.
Gracias por leer y aguantarme el rollo.