Freedom’s Wings capitulo 4

Sep 30, 2011 14:49

Title: Freedom’s Wings
Rating: PG-13 este capítulo. Sera NC-17 al final
Genre: Drama/Romance/Humor
Pairing: Dean/Castiel
Beta: taolee (miles de gracias a ella por hacerme de beta)
Spoilers: en algún momento de la sexta temporada, aunque puede que haya un poco de AU (un poco mucho… :P)
Warnings: lenguaje sucio, sexo M/M.
Word Count: ~ 2400 palabras este capítulo.
Summary: Una cacería lleva a Dean a descubrir un secreto que Castiel jamás le reveló. Su deseo por conseguir que Castiel confíe en él lo lleva al extremo de sus acciones al punto de casi perderlo…

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Capitulo 4:

El corazón comenzó a latirle con tanta fuerza que parecía querer salírsele del pecho. La boca se le secó de pronto, dejándolo mudo. No encontraba palabras para explicarse. ¿Cómo podría justificar una decisión tan estúpida? Ni siquiera podía llamarle amor, porque esto era todavía muy reciente. Aunque era consciente de que quería a Castiel, no estaba seguro de poder catalogarlo así.

¿Qué podía hacer? ¿Decirle que estaba tan obsesionado con él que había arriesgado su propia vida y quizás también la de su hermano por ello?

Dean podría haber optado por decirle la verdad, tal vez sí. Pero algo le decía que Castiel no iba a estar muy contento con su decisión. No esta vez. Tarde o temprano tendría que enfrentar a su alado amigo respecto de sus sentimientos. Pero no ahora.

Dudaba de que ese momento fuera el ideal para hacerlo. No estaban en el lugar correcto, ni en la mejor situación para confesiones.

Después de un tiempo había sido fácil no generar vínculos, ya que su trabajo no le había permitido entablar relaciones duraderas porque iba dejando atrás a cada chica que conocía, sin emociones ni lamentos. No había corazones rotos, ni lágrimas, ni reclamos. Él planteaba su situación de entrada y así evitaba los malos entendidos luego. Tal vez al principio había sido complicado, pero la experiencia le permitió salir indemne de aquellas situaciones.

Pero ahora… ahora estaba Cass. Que era su amigo, su salvador. A quién había comenzado llamar familia. Aquel por quién se preocupaba tanto como por Sammy. Alguien con quien no podría permitirse jamás un one-night stand porque lo respetaba y lo quería en su retorcida forma de cariño. Porque Cass se merecía mucho más que un simple revolcón por calentura. O una follada rápida y dura contra la pared.

Cass, que estaba allí sentado, con sus enormes ojos azules mirándolo con tristeza a escasos centímetros de su cuerpo. Todavía podía sentir el calor de sus brazos a su alrededor. El olor de su piel inundándole los sentidos. De haber sido otra la situación ya se habría arrojado sobre sus labios. Esos labios rojos y tentadores como el pecado, como la fruta prohibida, que no hacían más que invitarle a profanarlos.

Tenía que actuar pronto. Pero como no podía ser de otra manera porque era Dean, y él era un Winchester, ellos arruinaban todas sus relaciones de una manera u otra. Apropósito o sin quererlo. Su instinto fallándole por primera vez en su vida… Optó por la salida más rápida y metió la pata hasta el fondo del tarro.

Se tiró sobre la almohada disimulando cansancio y haciéndose el desentendido.

- ¿Hacerte qué? No lo entiendo…-Por la mirada que le había echado el ángel era obvio que sabía que le estaba mintiendo. Peor, Castiel sabía que Dean se había dado cuenta de eso también. Porque se conocían, mucho.

Cass pareció dudar unos instantes antes de hablar. -Nada… olvídalo. Será mejor que descanses, Dean, aún tienes que recuperar tus fuerzas. Y yo las mías -Se puso de pie alejándose de Dean unos pasos. El cazador enseguida sintió la falta del calor adicional sobre su cama, cerca de su cuerpo. La voz de Cass había sido cauta, juiciosa y Dean no había perdido detalle del brillo apagándose en su mirada cuando se había hecho el distraído. No quería que se fuera. Casi le había costado la vida conseguir que volviera a su lado y ahora lo estaba alejando por su estupidez. Pero no podía arriesgarse a contarle la verdad y que el ángel lo aborreciese por ello.

Abrió la boca para pedirle que se quedara a descansar allí, pero en un remolino de viento desapareció dejándolo solo otra vez con Sammy, que continuaba durmiendo sin inmutarse de lo que había sucedido. El cazador se pateo mentalmente por su idiotez. Tendría que arreglar las cosas a como dé lugar. Había conseguido acercarse tanto a Cass en aquellos días luego de conseguir el dichoso libro que lo había arrastrado a todo esto… y ahora, estaba a punto de tirar todo por la ventana.

Dean miró su reloj. Aún faltaban varias horas para el amanecer y tenía el cuerpo entumecido debido a la cantidad de horas que había estado durmiendo, aunque necesitaba seguir descansando si quería recuperar completamente sus fuerzas y levantarse a aquellas horas de la noche le iba a traer serios problemas más tarde, cuando su cuerpo le pasase factura por el agotamiento.

Estuvo dando vueltas en la cama por lo menos media hora más antes lograr dormirse nuevamente. Cuando se despertó apenas clareaba el día. Ya no tenía sueño de tantas horas que había estado acostado y además tenía la necesidad de ir al baño.

No dejaba de darle vueltas en la cabeza la idea de que Cass se había marchado molesto con él porque seguramente se había dado cuenta de que le mentía. Le causaba cierta tristeza saber que el ángel podría estar en cualquier parte enojado con él y eso no le gustaba para nada. De alguna forma u otra tendría que conseguir volver a verlo, ese mismo día a ser posible.

Pero  conociendo a Cass, era seguro que en cualquier momento del día aparecería para comprobar su estado.

No imaginó cuán equivocado estaba, ni que tan mal lo afectaría hasta que, finalizado el día y pasada la semana, Cass no se presentó.

Dean era muy orgulloso, pero esta situación lo estaba superando y ya no podía dejar pasar más tiempo para hablar con el ángel. Se trago su orgullo y rezó por él.

-Cass… por favor… necesitamos hablar. ¿Puedes bajar un minuto?

-Hola, Dean -La voz de Castiel lo sobresaltó a su lado. Estaba acostumbrado a las apariciones repentinas de su amigo y aunque muchas veces aprovechaba la situación para hacerle rabiar un poco, en ese preciso momento había estado dudando que Cass se hiciera presente-. ¿Me llamabas?
-Cass… sí, hace una semana que no nos has contactado…

-He estado ocupado, Dean, lo siento. Decías que teníamos que hablar… ¿ocurre algo?

Dean se relamió el labio superior nervioso. Comenzó a dar vueltas por la habitación hasta quedar parado frente al ángel.

-Te mentí -Le soltó mirándole a los ojos. Por un momento había pensado que esquivar la mirada iba a ser mucho más fácil. Pero cuando sus ojos cruzaron los del ángel, supo que si había alguien que no lo aborrecería, ése era Castiel. Cass le devolvió la mirada sin pestañar siquiera-. Ya sabes… el otro día, cuando me salvaste. Te mentí…

-Lo sé -Fue todo lo que su amigo le respondió. No había odio en el tono de su voz, ni siquiera reproche. Quizás un deje de tristeza que Dean asumió a la falta de confianza-. ¿Por qué, Dean? ¿Por qué me mentiste?

-No quería que me juzgaras por mi estúpida decisión… fue sin pensar. Jamás… jamás hubiese arriesgado así mi vida y menos la de Sam de haber estado completamente en mis cabales.

-No lo entiendo… nunca he juzgado tus acciones antes, Dean, ¿por qué creíste que lo haría ahora?

-Porque lo harás cuando sepas mis motivos, Cass. No podrás evitarlo.

-Déjame a mí ser juez de eso, Dean. ¿Me dirás entonces qué te llevó a tomar aquella decisión?

-Tú.

- ¿Yo?

-Si Cass, tú. No me hagas repetírtelo… -Dijo desviando la mirada avergonzado.

-No entiendo por qué tengo la culpa…

-Yo no dije que fuese tu culpa, Cass -habló suavemente, como si conversara con un niño-. Sólo digo que fuiste tú lo que me llevó a… ya sabes.

- ¿Pero, por qué?

-Te extrañaba-susurró dando un paso más cerca del ángel. Éste ni siquiera se movió aunque Dean pudo notar que tragaba con dificultad-. Quería verte y… no supe manejar tu ausencia.

-Pero… ¿por qué no me llamaste? Sabes que hubiese acudido enseguida de ser posible.

-Porque estabas ocupado y no encontraba excusas para hacerlo. No podía decirte que vinieras a verme sólo porque te extrañaba.

-Pero me lo estás diciendo ahora… Dean; podrías haber muerto y yo…

-Tú ¿qué? -dijo Dean dando otro paso hacia el ángel que retrocedió instintivamente al avance del cazador, quedando atrapado entre el cuerpo de éste y la pared-. ¿Qué? -Volvió a repetir mirándole a los ojos.

-Dean… yo-balbuceó. Dean cruzó la distancia que lo separaba con una zancada hasta quedar casi pegado al cuerpo del otro, apoyando una mano en la pared, al costado de la cabeza del ángel, que volvió a tragar con dificultad.

-Cassie, encontré… -La voz que llegó a su espalda enmudeció de golpe-. ¿Qué demonios pasa aquí?

Dean se apartó de Castiel sobresaltado por la repentina llegada de Baltazar.

-Baltazar…no es lo que parece -Habló Castiel tratando de evitar el estallido de su hermano.

-Cass, lárgate. Quiero hablar con Dean…

-Pero Baltazar, yo…

- No hagas que me repita Cassie -dijo el ángel mayor casi gruñéndole a su hermano. Cass desapareció frunciendo el ceño. Baltazar se volteó entonces, sus ojos furiosos sobre el cazador.
- ¿Qué demonios pensabas que hacías?

-No creo que sea de tu incumbencia -escupió Dean, su voz baja y gutural.

-Cass no parecía estar a gusto, así que cuando te metes con mi hermano, te metes conmigo.

-Creo decir de buena experiencia que NO necesita tu maldita ayuda. Puede defenderse solo…

- ¿Y podrías explicarme de qué estaba defendiéndose Castiel?

-No estaba defendiéndose de nada. Yo no iba a hacerle daño, idiota, sólo intentaba… estábamos… ¡argh! ¡Maldición! -gritó furioso Dean pateando la mesa de la sala.

- ¡Oh, por Dios! -exclamó el ángel al fin con comprensión-. ¿Estabas tratando de tirarte a mi hermano? ¿Es eso? -por el rubor en la cara de Dean no necesitó más confirmación-. Eres un maldito idiota a veces. Hay una razón por la cual ángeles y humanos no deberían emparejarse. Es humanos con humanos y ángeles con ángeles. Para ustedes, la vida es corta y pasional. Cambian de parejas,  aman y odian con mucha facilidad. Para nosotros…, cuando un ángel se enamora, es para toda la eternidad.

-No es eso… Cass me gusta ¿OK? Yo sólo trataba de que me mostrara sus alas y luego…

- ¿Qué? ¿Eres Imbécil? ¿Sus ALAS? Imagino muchas razones por las cuales Cass no habrá querido mostrarte sus alas. Pero pienso en una muy buena, por lo cual yo no lo haría -Dean miró a Baltazar con el ceño fruncido.

- ¿Es porque soy un maldito mono peludo?

-No, es porque eres muy inestable y andas por la vida sin saber qué hacer de ella. Y Cass te sigue fielmente a todos lados, a pesar de que lo tratas como si fuera basura con tu desprecio. Y jamás te has preocupado por mi hermano. Tú lo llamas a cumplir tus órdenes como si fuese tu puto perro faldero y luego lo pateas. Y él se complace en cumplirlas, aunque eso le oprima el corazón. Lo pones al límite a cada instante, y tiras más de la cuerda de lo que su paciencia debería darte. Tú no lo mereces. No mereces su amistad, ni mucho menos… ¿Sabes siquiera cuánto daño le haces cada vez que lo presionas? Cass jamás debió arriesgar su propia gracia por ti.

-Yo solo quería que fuese más humano…

-Pero él es un ÁNGEL, maldita sea -Le grito Baltazar, sus puños a los costados del cuerpo. Por la forma en que apretaba y abría las manos, parecía estar contendiéndose de golpear al cazador. Después, dando un largo suspiro, volvió a hablar, esta vez más despejado-. Es un maldito ángel. Le pides más de lo que puede darte, y aún así siempre vuelve a ti. Pero ésta será la última vez, Dean Winchester. No dejaré que arruines a mi hermano con tu inmundicia. No tratas de cambiar a tus amigos para que se adapten a ti; tú te adaptas a ellos si de verdad te importan. Y es obvio aquí  que a ti no te importa Castiel.

- ¿De qué demonios hablas? Eso no es verdad. Yo sí me preocupo por Cas, yo… sí me preocupo por él.

-Si te preocupas por Cassie y su bienestar, lo dejarás en paz de ahora en adelante. Entiéndelo bien, Dean; lo tuyo con Castiel es imposible. Él es un ángel y tú un humano. Ese tipo de relación está castigada por Dios, terminarás por hacerle daño. ¡Es un pecado! Él es inocente y tú eres impuro…

-Tú no eres muy puro que digamos -acusó Dean señalándolo con el dedo-. He visto la forma en que miras a Cass y no tiene nada de fraternal. ¿Qué te hace pensar que eres mejor que yo?

- Cuidado Dean, como dijo Shakespeare en su obra Otelo "Cuidado con los celos, ese monstruo de ojos verdes que desdeña la carne de la que se alimenta".  Te lo advierto; no te metas con mi hermano… -le gruñó en respuesta el ángel.

- ¿Y a ti desde cuándo te importa lo que haga Cass? Es bastante mayorcito para cuidarse por sí mismo… -gritó Dean al aire en el mismo momento en que Sam entraba por la puerta.

Dean volvió a patear, ésta vez la silla del hotel con frustración cuando el ángel desapareció dejándolo con la bronca en la boca. Sam estuvo a punto de preguntarle qué pasaba, pero la mirada en los ojos de su hermano le sugirió que mejor no dijera nada.

No tenía idea por qué era que esto lo hacía sentirse como la mierda. Pero la sola idea de perder a Cass le oprimía el pecho. ¿Había estado realmente actuado como un estúpido todo el tiempo? Porque podía recordarse acosando a Cass con el asunto de las alas, pero jamás creyó que fuese a generar tal problema con el ángel.

Cass le gustaba, de eso ya estaba seguro. Y creía que él también era de interés para el ángel. Pero entonces Baltazar había hecho su entrada en el momento menos indicado desplegando toda su posesividad de hermano y prácticamente había mandado a volar a Cass enfrentándose al cazador con furia.

Tal vez lo mejor era dejar pasar el tema. Quizás Baltazar tenía razón y lo mejor para Cass y para él mismo era pasar de todo aquello, y hacer de cuenta que nunca había ocurrido.

O aqui en FF.net http://www.fanfiction.net/s/7334446/4/Freedoms_Wings

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