Jun 12, 2007 00:13
Enunciado: "Una mujer joven y casada, se siente desatendida por su marido ya que este trabaja durante muchas horas en el trabajo, y tiene mucha falta de afecto. Un día en el que su marido está de viaje, se acuesta con otro hombre en su casa, que está al otro lado del río que separa la casa de la mujer y del amante. Por la mañana muy temprano, la mujer quiere volver a casa antes que su marido. Para poder hacerlo, tiene que cruzar un puente, pero al principio de este hay un loco que no la deja pasar, puesto que si lo hace dice que la matará con un cuchillo que tiene en las manos. La mujer, recurre al barquero que se dedica a pasar con su barca a las personas de una orilla a otra. Cuando está en la barca, el barquero le pide el dinero, y esta le dice que no lleva nada, que por favor la cruce y luego se lo paga, que hay un loco en el puente. El barquero le dice no, que o le da el dinero por adelantado o nada. Entonces se dirige a casa de un amigo que vive en esa orilla del río, y que lo es desde hace muchos años, y está enamorado platónicamente de ella, y cuando la mujer le cuenta su problema, el supuesto amigo le niega la ayuda y el dinero porque dice estar decepcionado. Por último recurre al amante, el cual sin más le niega la ayuda y no le deja dinero. La mujer desperada cruza el río y el loco la mata.
¿Cuál de los personajes tiene más culpa de la muerte de la mujer?"
Las respuestas posibles a elegir son todos los personajes: el marido, la mujer, el amante, el amigo, el loco y el barquero. Esto es una típica pregunta de psicotécnico que hacen en algunas empresas en sus programas de selección de personal. La respuesta "correcta", yo os lo digo desde el principio porque desde ahí partiremos, es el barquero. Él es el más responsable, ya que debido a que el asesino en funciones está loco, se le exime de culpa.
A partir de aqui observamos que la responsabilidad recae en el último que interviene en la cadena de acontecimientos. Es un sisterma LIFO puro y duro (Last In First Out). Se le culpabiliza unicamente por un egoismo acérrimo que le impide transportar a la mujer al otro lado del rio. No se observa la responsabilidad hacia su trabajo. Quiero decir: ¿quien, hoy en dia, en su puesto de trabajo presta servicios gratis teniendo en cuenta aunque sea la posibilidad de ser remunerado más tarde? ¿Quien se arriesga a que le paguen despues, sea la excusa que sea? Pedidle a un taxista que os lleve de Zona Universitaria a Canyelles diciendole que ya le pagareis al llegar a destino, a ver cual es el guapo que se presta.
Sin embargo, y puesto que todos somos entes pensantes (con mayor o menor éxito) hipoticemos sobre los demás personajes.
El Marido: Tendría un grado de culpabilidad, puesto que desatiende a su joven mujer que tiene apetitos carnales estándares en el mejor de los casos. Se pega todo el dia en el trabajo para quizá, pagar esa hipoteca que pesa sobre sus hombros mientras su mujer (que supondremos que también trabaja) tiene que echar mano del cambio manual o del goce con accesorios. Ya se que se enuncia que la falta es afectiva pero dentro de esa falta afectiva también encontramos la sexual, puesto que sino no habría cuernos. La mujer podría buscar afecto en amig@s, familia, o en un puto gato. Tampoco se dice si el marido se ha liado con la secretaria, o si se mata a pajas en el baño de la oficina. Asi que encontramos que el marido también podría tener la mayor culpabilidad.
El Amante: Si, este tipo es el simpático del cuento. Sólo pasaba por allí y se encontró con una mujer ardiente deseosa de aplacar el fuego subumbilical. ¿Tiene toda o parte de culpa?. Según lo dicho anteriormente, no. Pero podría tenerla. Cualquier persona que no piense con los cojones y razone en parte (que ya sabemos que es imposible) podría tener un arranque de ternura hacia el marido y explicarle a la mujer que quiza el marido soporta una carga que ella podría aliviar encargando comida china y dándose un revolcón festival. O enchufar al marido de pastillas azules, en plena era cientifica. Soluciones haylas. Pero de nuevo, hoy en dia, ¿Que tio rechaza una serie de revolcones fáciles con el morbo añadido de que la susodicha esté casada? Y llegados a este punto seguro que el lector atento y sapiente ya empieza a saber por donde van los tiros de esta entrada.
El Loco: Al final del asunto, el loco es el que esgrime el cuchillo y el que mata a la mujer. La única variable imputable en principio al sujeto en cuestión es que enfermedad padece y porque no ha sido recluido en un centro psiquiatrico o porque no ha recibido el tratamiento adecuado.
El Amigo: Pues menudo hijodeputa. Ese ni está enamorado ni nada, lo que pasa es que es un saco de rencor y ya está. Pero la culpa también podría ser suya. Almenos tan suya como del barquero, ya que está negándo un recurso monetario nimio (seguramente la barca sea una góndola o algo así cutre), igual que el barquero.
La Mujer: Pobrecita, ¿no?. Victima de la causalidad moliente. De un desenlace de acontecimientos y claro está, de su propia estupidez y falta de inventiva y otros aspectos personales negativos claros que omitiré. Podría haber vuelto a casa del amante a pedirle dinero (que menos) o en el peor de los casos, esperarse a que el loco se fuera de aburrimiento y luego mentirle al marido, que claro, no es ético. Para nada! Sobretodo despues de haberse estado tirando al amante toda la tarde-noche y seguramente parte de la mañana.
Conclusión: Nadie tiene un responsabilidad total y clara. Es un conjunto de situaciones perniciosas una detrás de otra hasta llegar al fatal desenlace. El marido llorará, porque nunca sabrá que su mujer le ponía los cuernos. El amante llorará (si es que tiene algo de humanidad) o cuanto menos la pérdida de su meretriz favorita la causará pesar hasta que encuentre otra familia que destrozar, siguiendo el principio de "si no lo hago yo, se la llevará otro", que denota una falta de moral brutal. Ocasionismo. El amigo seguramente sea uno de los que peor se sienta, teniendo en cuenta su situación de enamorado y la culpabilidad caerá sobre él fulminandolo y acabará siendo el más amargado de todos los protagonistas. El barquero sentirá el peso de la culpabilidad, totalmente justificado, de no haber creido a la pobre mujer. Unos le dirán: hacias tu trabajo, lo hiciste bien y no es culpa tuya. Pero está claro que el hombre tiene cierta parte de la culpa de la que seguro se librará tarde o temprano, de todas maneras. El loco por su parte seguirá acechando en el puente cual troll comeniños y le dará igual tres que treinta. La mujer no sentirá nada, probablemente tengo algo que ver el hecho de que está muerta. Asi que amigos, la culpa es global, ¿no?. Pues no. En realidad, la mayor parte de culpa no recae en ninguno de los protagonistas. Si no que recae en la sociedad actual, en el sistema ecónomico impuesto y solo en última instancia en las acciones personales de los protagonistas, y volviendo a lo de antes, la mayoria provocadas por el entorno social establecido.
El marido no debería romperse los cuernos trabajando y atender más a su mujer. El dinero no nos hace libres, sino esclavos. Sin embargo, el Amor (con mayúscula debería ser escrito siempre) nos hace totalmente libres y fuertes. del sentimiento nace nuestra mayor fuerza, sea benigno o maligno.
La mujer debería pensar un poquito más con la cabeza y no con el coño. Vamos hombre, hablalo con tu marido y seguro que os poneis de acuerdo. Por algo te casaste con él. Y si no funciona pues divorcio expres, pero siempre con la verdad por delante. De hecho, bajo mi teoría de que la sociedad tiene la culpa, la mujer es la que menos se vería expuesta a la contaminación social perniciosa (me gusta la palabreja).
El amante. Un oportunista. De esos que piensan "si no me la tiro, maricón soy". De nuevo el ambiente social actual interfiere en la esencia benigna moral y ética de las personas. El pobre perdedor ve la oportunidad y la caza al vuelo sin pararse a pensar ni por un momento en las consecuencias de sus actos, en todo el dolor que va a causar a un tercero al que desconoce. ¿Pero que más da? Es un polvo contra dañar a alguien que queda lejos. Cada uno que se preocupe de lo suyo.
El barquero. Responsable e insolidario. Quizá porque tiene dos o tres hijos que mantener y no puede permitirse el lujo de ser despedido al asumir el riesgo de que quizá la mujer no le pague. Y es que el dinero, pese al barquero y a los demás, mueve esta puta bola incandescente.
El amigo. Dolido como el que más ya que no fue la opción elegida por la chica. Rencor al no conseguir estar en paz consigo mismo. Un masoca que no acepta la decisión de la mujer, y un estúpido por no aprovecharse de la situación de los cuernos y no ser él el amante. Como la mujer, se mueve más por sus propios sentimientos que por el dictamen de la sociedad conjunta, aunque como a la mujer, se puede aducir que la presión causada externamente en su manera de pensar le impide transcedender del hecho y dedicarse a otra cosa, como por ejemplo, alejar de su camino al objeto de su amor y dejarla ir.
El loco. Está loco. Por principios genetistas o porque algo de este mundo le giró la olla y le hizo empuñar el arma homicida. Y como se exponía antes, sin recursos dedicados o simple falta de voluntad, el hombre es y será un peligro deambulante y la culpa no será suya, si no de los que deberían ocuparse de él, sean personas cercanas, personal sanitario o administración (in)competente.
Y ahora, ¿Cual será la respuesta que de yo mañana cuando seguramente me planteen el ejercicio? ¿La respuesta "correcta" a la que igual por mi mismo jamás habría llegado para avanzar en el proceso selectivo o la mi propia respuesta que igual me llevará a ser eliminado? :D Mañana lo sabremos!
Y ya está. Vaya rollazo solo para explicar que a veces la respuesta no está escrita. Porque vale la pena buscar las respuestas que no te dan. Esta y no otra es la esencia de esta larga y aburrida entrada. y ahora, sin más dilación: Buenas noches!
que curioso es el mundo