¡¡Feliz Amigo Invisible, Yorunotenshii!!
PARA:yorunotenshii
DE PARTE DE: Amigus anonimus
Título: Y total …
Fandom: QAF
Personaje/pareja(s): Daphne/Justin (amistad), Justin/Brian
Rating: NR -17
Resumen: Una tarde de amigos acaba siendo una tarde de amantes
Disclaimer: Los personajes son propiedad de Showtime y Cowlip. La historia es toda mía y está escrita para el puro entretenimiento.
Advertencias: Situado en la tercera temporada, después del 308 (la gran reunificación)
- Lo cierto es que tu estrategia acabó funcionando Daph - Justin lo dice sin darle importancia, dando un sorbo a su café humeante
- ¿Mi estrategia para que el calentador del agua funcione? - ella se hace la loca y tira de la cuerda del orgullo de Justin
- ¡No tonta! - golpea el hombro de ella como si fuesen unos niños - Tu estrategia respecto a Brian
- ¡Ah! eso - dice ella indiferente - te lo dije - y le saca la lengua en un gesto infantil y cómplice
- Sí vale, tenías razón - él hace una mueca agachando la cabeza - eres una diosa de las relaciones … eres más lista que yo ... conoces a Brian de maravilla …
- Ya me gustaría a mi conocer “mejor” a Brian - hace comillas con los dedos
- ¿Todavía con eso?
- ¡No fastidies Justin!, ¿todavía?, ¡Brian es como un Dios griego! - hace un gesto como imitando a una fan histérica - mi cuelgue con él no se va a acabar nunca! Me niego! Es el hombre más maravilloso del mundo! - hace burla a Justin en plan dramático, como imitándole
- Te estás pasando listilla - él la señala con el dedo y da otro sorbo a su café - no estás en su menú y …
- ¿Cómo que no? - le corta ella a media frase - cualquier cosa que se mueva está en su menú Justin
- No estás en su menú y … él juega en otra liga Daph - hace rabiar a su amiga como cuando eran niños - una liga en la que YO - se señala en el pecho con ambos pulgares - soy la estrella
- Sí, sí, pero el fichaje te lo conseguí yo, listillo
- Más quisieras…
Bromeando como cuando eran niños, como cuando apenas eran capaces de soñar con el amor y, mucho menos, con el sexo, ambos dan un respingo al escuchar el tono del móvil de Justin, una cancioncilla pegadiza y discotequera que está muy de moda en Babylon.
- ¿Diga? - Justin responde sin mirar el reconocimiento de llamadas - ¿quién es?
- ¿Quién coño quieres que sea? - la voz de Brian es ronca y seca - Yo
- ¿Y quien es yo? - Justin ha reconocido a Brian pero, inspirado por su charla con Daphne, ha decidido picarle un poquito
- El mánager de la mejor polla que has probado, ¡no me jodas Justin!
- ¡Ah! El mánager … ¿y por qué no me llama la polla en persona? - Justin lo dice en un tono nada discreto, a estas alturas Daphne no puede estar más colorada y se encoge en su sofá para esconderse bajo la mesa de la cafetería
- La polla no te llama porque está hasta los cojones - Brian suena realmente enfadado, desproporcionadamente enfadado
- ¿Qué coño te pasa Brian? - Justin se levanta de la mesa y sale a la calle haciéndole un gesto a Daphne, ella asiente con la cabeza y el rubor desaparece de sus mejillas - estoy tomándome un café con Daphne, te he dejado una nota
- ¿Una nota? - el tono de Brian empieza a asustar a Justin - ¿En un folio de papel azul que había sobre mi escritorio? ¿Te refieres a esa nota?
- Sí, esa - Justin no entiende nada - si la has visto, ¿a qué viene el cabreo?
- A que ese folio azul es uno de los impresos de la declaración de la renta de este trimestre - Brian resopla
- ¿Y? Son cuatro palabras y están escritas por detrás, ¿no?
- ¿Cuatro palabras? - Brian se pasa la mano por el pelo en un gesto que Justin no puede ver pero que intuye - tengo que darle ese papel al tío de contabilidad de la empresa, Justin
- ¿Y?
- Que has escrito, cito literalmente, “estoy tomando un café con Daphne, no me eches de menos, atenderé a tu polla a mi regreso” y luego has dibujado un corazón, ¡un corazón!
- No es para tanto - Justin empieza a darse cuenta de que la ha fastidiado, así que intenta quitarle hierro al tema
- ¿No es para tanto? - otro resoplido - ¿Tantas clases de arte para ir dibujando corazones?
- Es una tontería Brian, no va a fijarse en eso
- Tienes razón, se fijará en la parte de “no me eches de menos” y ahí se partirá de la risa
- Eres un exagerado Brian
- Tengo una reputación que mantener
- Tienes un ego demasiado grande - Justin regresa al interior de la cafetería - y me has arruinado el café con Daphne - se queda plantado ante su amiga - voy para allí.
Justin mira a Daphne con cara de “ni puta idea de lo que le pasa a ese hombre” y ella se limita a mirarle, levantarse, darle un beso en la mejilla y un cachete en la nalga
- Anda, vete a casa a apagar ese fuego
- Lo siento, creo que está teniendo una crisis de pánico - una nueva mueca adorna la cara de Justin - ya sabes, su fobia a las relaciones
- Tú ve y échale un polvo, eso siempre funciona
- Eso o una mamada
- ¡Anda vete! ¡Antes de que nos echen de la cafetería!
*******************************
Cuando Justin entra en el loft las luces están a media potencia y una música envolvente y suave lo llena todo, es el único sonido que se escucha y Justin no sabe hacia dónde dirigirse. Opta por subir hacia la cama y allí ve a Brian tumbado sobre la misma, por toda indumentaria unos calzoncillos grises y fumando un canuto.
- En serio Brian, estás fatal
- Es culpa tuya - da una larga calada al porro y se lo ofrece a Justin
- ¿Culpa mía? - rechaza el porro y se sube a la cama - ¿En serio?
- Sí, en serio Justin, es bochornoso
- ¿Bochornoso? ¿En serio Brian?
- Sí, en serio Justin, humillante y patético
- ¿Humillante y patético? ¿En serio Brian? - Justin tira de la cuerda esperando a que se rompa de un momento a otro
- ¡Deja de tocarme los cojones con jueguecitos Justin! - Brian se sienta en la cama, apaga el porro en el cenicero y mira al rubio a los ojos - es bochornoso, humillante y patético que yo me comporte así
- ¿Cómo? - Justin no entiende nada
- Menudo numerito te he montado - pone los ojos en blanco - y, total, Cynthia tiene otra copia del papel y la rellenaré mañana en la oficina
- ¿Eso es lo único que te preocupa de toda esta situación?
- No, Sunshine, lo que me preocupa es que he montado un número y parezco una reina del drama y … ¡yo no soy así
- A veces eres un poco así Brian - Justin se acerca al moreno y acaricia una de sus mejillas con el dorso de la mano - pero te sigo queriendo
- Yo no quiero ser así Justin - la voz de Brian suena algo avergonzada
- Bienvenido a la madurez Brian, solo te ha costado unos … - el rubio pone gesto de estar pensando - … unos 15 años más que al resto - la risa del rubio es imparable a estas alturas - tampoco es para tanto
- ¿Sabes una cosa Justin? - Brian acerca tanto su cuerpo al de Justin que apenas corre aire entre ellos, mira fijamente a los ojos del rubio y susurra - a veces eres un poco tocapelotas, y me jode un huevo que tengas razón, así que no te aproveches
- ¿De un pobre anciano inmaduro?
- De un tipo con una erección de campeonato - Brian coge la mano de Justin y la pone sobre su paquete, eso es una erección y lo demás tonterías - y la mejor polla que hayas probado
- ¿Habla la polla o habla su representante? - Justin ríe entre dientes sintiendo la respiración de Brian sobre sus labios
- Hablo yo, ¡tontaina!
Y ahí acaba todo. Brian agarra a Justin por la cintura y, en un movimiento rápido y casi imposible, tumba al rubio sobre la cama al tiempo que él acaba sobre el cuerpo del joven. Y empiezan los besos, besos que saben a vergüenza y marihuana, besos que saben a derrota y victoria, besos que saben a Justin y a Brian.
Apenas son conscientes de cómo se han quitado la ropa pero lo han hecho, y ahora los besos corren por sus cuerpos igual que primero lo hicieron por sus labios. Ahora sus lenguas prueban el sabor de su piel igual que antes probaron el sabor de su boca. Ahora sus dedos recorren cada centímetro de piel de sus pollas igual que antes acariciaban cada surco de sus caras y cuellos.
Sudor, saliva, dedos que acarician con sutileza el hueco entre las nalgas de Justin, un suspiro que se escapa de los labios del rubio y es ahogado por los de Brian. Así es el sexo aquella tarde, lento y meditado, esa clase de sexo que disfrutas a cada segundo porque no te embriaga ni te hace perder el sentido, porque no hace que veas las estrellas ni que te desmayes al correrte, porque no hace nada de eso y, sin embargo, hace muchas cosas más.
Porque mirar fijamente a los ojos de Brian mientras su polla entra en su culo es una de las mejores sensaciones que Justin ha tenido jamás y siempre, siempre, le recuerda a aquella primera vez juntos, aquella en la que él tenía tanto miedo y en la que Brian estaba, literalmente, acojonado, aunque nunca jamás lo reconocerá abiertamente.
Porque ver la expresión de Justin cuando metes tu polla en su culo es una de las mejores sensaciones que Brian ha tenido jamás y siempre, siempre, le recuerda a aquella primera vez en la que él no sabía ni donde se estaba metiendo y en la que Justin consiguió atraparle para siempre.
Y los minutos parecen horas, y los segundos parecen eternidades en un vaivén de pieles que chocan, de entrepiernas que se rozan, de manos que se entrelazan para luego dejarse ir. Y cuando la mano de Brian sujeta la polla de Justin y empieza a masturbarle mientras le clava la polla hasta el fondo, todo desaparece a su alrededor y no existe nada más que ellos.
Y, total, Justin solo quería tomarse un café con Daphne y contarle que él y Brian habían vuelto.
DE PARTE DE: Amigus anonimus
Título: Y total …
Fandom: QAF
Personaje/pareja(s): Daphne/Justin (amistad), Justin/Brian
Rating: NR -17
Resumen: Una tarde de amigos acaba siendo una tarde de amantes
Disclaimer: Los personajes son propiedad de Showtime y Cowlip. La historia es toda mía y está escrita para el puro entretenimiento.
Advertencias: Situado en la tercera temporada, después del 308 (la gran reunificación)
- Lo cierto es que tu estrategia acabó funcionando Daph - Justin lo dice sin darle importancia, dando un sorbo a su café humeante
- ¿Mi estrategia para que el calentador del agua funcione? - ella se hace la loca y tira de la cuerda del orgullo de Justin
- ¡No tonta! - golpea el hombro de ella como si fuesen unos niños - Tu estrategia respecto a Brian
- ¡Ah! eso - dice ella indiferente - te lo dije - y le saca la lengua en un gesto infantil y cómplice
- Sí vale, tenías razón - él hace una mueca agachando la cabeza - eres una diosa de las relaciones … eres más lista que yo ... conoces a Brian de maravilla …
- Ya me gustaría a mi conocer “mejor” a Brian - hace comillas con los dedos
- ¿Todavía con eso?
- ¡No fastidies Justin!, ¿todavía?, ¡Brian es como un Dios griego! - hace un gesto como imitando a una fan histérica - mi cuelgue con él no se va a acabar nunca! Me niego! Es el hombre más maravilloso del mundo! - hace burla a Justin en plan dramático, como imitándole
- Te estás pasando listilla - él la señala con el dedo y da otro sorbo a su café - no estás en su menú y …
- ¿Cómo que no? - le corta ella a media frase - cualquier cosa que se mueva está en su menú Justin
- No estás en su menú y … él juega en otra liga Daph - hace rabiar a su amiga como cuando eran niños - una liga en la que YO - se señala en el pecho con ambos pulgares - soy la estrella
- Sí, sí, pero el fichaje te lo conseguí yo, listillo
- Más quisieras…
Bromeando como cuando eran niños, como cuando apenas eran capaces de soñar con el amor y, mucho menos, con el sexo, ambos dan un respingo al escuchar el tono del móvil de Justin, una cancioncilla pegadiza y discotequera que está muy de moda en Babylon.
- ¿Diga? - Justin responde sin mirar el reconocimiento de llamadas - ¿quién es?
- ¿Quién coño quieres que sea? - la voz de Brian es ronca y seca - Yo
- ¿Y quien es yo? - Justin ha reconocido a Brian pero, inspirado por su charla con Daphne, ha decidido picarle un poquito
- El mánager de la mejor polla que has probado, ¡no me jodas Justin!
- ¡Ah! El mánager … ¿y por qué no me llama la polla en persona? - Justin lo dice en un tono nada discreto, a estas alturas Daphne no puede estar más colorada y se encoge en su sofá para esconderse bajo la mesa de la cafetería
- La polla no te llama porque está hasta los cojones - Brian suena realmente enfadado, desproporcionadamente enfadado
- ¿Qué coño te pasa Brian? - Justin se levanta de la mesa y sale a la calle haciéndole un gesto a Daphne, ella asiente con la cabeza y el rubor desaparece de sus mejillas - estoy tomándome un café con Daphne, te he dejado una nota
- ¿Una nota? - el tono de Brian empieza a asustar a Justin - ¿En un folio de papel azul que había sobre mi escritorio? ¿Te refieres a esa nota?
- Sí, esa - Justin no entiende nada - si la has visto, ¿a qué viene el cabreo?
- A que ese folio azul es uno de los impresos de la declaración de la renta de este trimestre - Brian resopla
- ¿Y? Son cuatro palabras y están escritas por detrás, ¿no?
- ¿Cuatro palabras? - Brian se pasa la mano por el pelo en un gesto que Justin no puede ver pero que intuye - tengo que darle ese papel al tío de contabilidad de la empresa, Justin
- ¿Y?
- Que has escrito, cito literalmente, “estoy tomando un café con Daphne, no me eches de menos, atenderé a tu polla a mi regreso” y luego has dibujado un corazón, ¡un corazón!
- No es para tanto - Justin empieza a darse cuenta de que la ha fastidiado, así que intenta quitarle hierro al tema
- ¿No es para tanto? - otro resoplido - ¿Tantas clases de arte para ir dibujando corazones?
- Es una tontería Brian, no va a fijarse en eso
- Tienes razón, se fijará en la parte de “no me eches de menos” y ahí se partirá de la risa
- Eres un exagerado Brian
- Tengo una reputación que mantener
- Tienes un ego demasiado grande - Justin regresa al interior de la cafetería - y me has arruinado el café con Daphne - se queda plantado ante su amiga - voy para allí.
Justin mira a Daphne con cara de “ni puta idea de lo que le pasa a ese hombre” y ella se limita a mirarle, levantarse, darle un beso en la mejilla y un cachete en la nalga
- Anda, vete a casa a apagar ese fuego
- Lo siento, creo que está teniendo una crisis de pánico - una nueva mueca adorna la cara de Justin - ya sabes, su fobia a las relaciones
- Tú ve y échale un polvo, eso siempre funciona
- Eso o una mamada
- ¡Anda vete! ¡Antes de que nos echen de la cafetería!
*******************************
Cuando Justin entra en el loft las luces están a media potencia y una música envolvente y suave lo llena todo, es el único sonido que se escucha y Justin no sabe hacia dónde dirigirse. Opta por subir hacia la cama y allí ve a Brian tumbado sobre la misma, por toda indumentaria unos calzoncillos grises y fumando un canuto.
- En serio Brian, estás fatal
- Es culpa tuya - da una larga calada al porro y se lo ofrece a Justin
- ¿Culpa mía? - rechaza el porro y se sube a la cama - ¿En serio?
- Sí, en serio Justin, es bochornoso
- ¿Bochornoso? ¿En serio Brian?
- Sí, en serio Justin, humillante y patético
- ¿Humillante y patético? ¿En serio Brian? - Justin tira de la cuerda esperando a que se rompa de un momento a otro
- ¡Deja de tocarme los cojones con jueguecitos Justin! - Brian se sienta en la cama, apaga el porro en el cenicero y mira al rubio a los ojos - es bochornoso, humillante y patético que yo me comporte así
- ¿Cómo? - Justin no entiende nada
- Menudo numerito te he montado - pone los ojos en blanco - y, total, Cynthia tiene otra copia del papel y la rellenaré mañana en la oficina
- ¿Eso es lo único que te preocupa de toda esta situación?
- No, Sunshine, lo que me preocupa es que he montado un número y parezco una reina del drama y … ¡yo no soy así
- A veces eres un poco así Brian - Justin se acerca al moreno y acaricia una de sus mejillas con el dorso de la mano - pero te sigo queriendo
- Yo no quiero ser así Justin - la voz de Brian suena algo avergonzada
- Bienvenido a la madurez Brian, solo te ha costado unos … - el rubio pone gesto de estar pensando - … unos 15 años más que al resto - la risa del rubio es imparable a estas alturas - tampoco es para tanto
- ¿Sabes una cosa Justin? - Brian acerca tanto su cuerpo al de Justin que apenas corre aire entre ellos, mira fijamente a los ojos del rubio y susurra - a veces eres un poco tocapelotas, y me jode un huevo que tengas razón, así que no te aproveches
- ¿De un pobre anciano inmaduro?
- De un tipo con una erección de campeonato - Brian coge la mano de Justin y la pone sobre su paquete, eso es una erección y lo demás tonterías - y la mejor polla que hayas probado
- ¿Habla la polla o habla su representante? - Justin ríe entre dientes sintiendo la respiración de Brian sobre sus labios
- Hablo yo, ¡tontaina!
Y ahí acaba todo. Brian agarra a Justin por la cintura y, en un movimiento rápido y casi imposible, tumba al rubio sobre la cama al tiempo que él acaba sobre el cuerpo del joven. Y empiezan los besos, besos que saben a vergüenza y marihuana, besos que saben a derrota y victoria, besos que saben a Justin y a Brian.
Apenas son conscientes de cómo se han quitado la ropa pero lo han hecho, y ahora los besos corren por sus cuerpos igual que primero lo hicieron por sus labios. Ahora sus lenguas prueban el sabor de su piel igual que antes probaron el sabor de su boca. Ahora sus dedos recorren cada centímetro de piel de sus pollas igual que antes acariciaban cada surco de sus caras y cuellos.
Sudor, saliva, dedos que acarician con sutileza el hueco entre las nalgas de Justin, un suspiro que se escapa de los labios del rubio y es ahogado por los de Brian. Así es el sexo aquella tarde, lento y meditado, esa clase de sexo que disfrutas a cada segundo porque no te embriaga ni te hace perder el sentido, porque no hace que veas las estrellas ni que te desmayes al correrte, porque no hace nada de eso y, sin embargo, hace muchas cosas más.
Porque mirar fijamente a los ojos de Brian mientras su polla entra en su culo es una de las mejores sensaciones que Justin ha tenido jamás y siempre, siempre, le recuerda a aquella primera vez juntos, aquella en la que él tenía tanto miedo y en la que Brian estaba, literalmente, acojonado, aunque nunca jamás lo reconocerá abiertamente.
Porque ver la expresión de Justin cuando metes tu polla en su culo es una de las mejores sensaciones que Brian ha tenido jamás y siempre, siempre, le recuerda a aquella primera vez en la que él no sabía ni donde se estaba metiendo y en la que Justin consiguió atraparle para siempre.
Y los minutos parecen horas, y los segundos parecen eternidades en un vaivén de pieles que chocan, de entrepiernas que se rozan, de manos que se entrelazan para luego dejarse ir. Y cuando la mano de Brian sujeta la polla de Justin y empieza a masturbarle mientras le clava la polla hasta el fondo, todo desaparece a su alrededor y no existe nada más que ellos.
Y, total, Justin solo quería tomarse un café con Daphne y contarle que él y Brian habían vuelto.