Vamos, hablando con total sinceridad, estoy saltando en un pie porque cada vez falta menos para que salga el último libro de Harry Potter. Ya lo leí, en internet, pero no es lo mismo, tener el libro en tus manos es una sensación tan genial. Nada se le compara.
Pero no vengo a hablar de eso, estoy emocionada, claro, pero vengo a hablar del Sirius/Remus. Estoy enamorada, sé que Sirius es lo más heterosexual que existe, pero no lo pedo evitar, desde que leí M!C que quedé fichada con esta pareja y no me la puedo sacar de la cabeza. He leído varios fics de ellos dos y cada vez me convenzo más de que ellos dos nacieron para estar juntos. Son tan lindos.
Nunca en mi vida he hecho slash, nunca he insinuado una relación entre ellos dos, pero ha llegado el momento. No sé, estoy tan ansiosa y emocionada que creo que no me salió del todo bien, pero lo he intentado y me siento satisfecha conmigo misma. No es algo importante, ni siquiera sé si está calificado como slash, más bien es una mínima, casi inexistente insinuación, pero de que lo intenté, lo intenté.
Les dejo las dos viñetas, espero que al final no me maten por escribir algo así.
Autor:
aisatnaf Fandom: Harry Potter
Personaje/Pareja/Trío: Sirius Black
Tema: #14 - Bufanda; #23-Culpa
-Nos vamos a resfriar, Sirius.
Remus tiene la voz gangosa, grave, varonil. Es alto, más de lo que debería, su espalda es ancha y su nariz demasiado grande. Y sin embargo, se siente pequeño.
Los terrenos de Hogwarts están llenos de nieve. El lago está congelado y las copas de los árboles están llenas de escarcha. El castillo es un iglú enorme y los alumnos parecen muñecos de nieve de lo abrigados que están.
En cambio Sirius no parece sentir los vientos helados. Está ahí, tirado en la nieve con esa chaqueta de cuero que solo él se atreve a usar, con la nariz roja y el pelo alborotado, cayéndole elegantemente sobre el rostro.
-No seas nenazas, lunático, y siéntete aquí.-palmea la porción de nieve a su lado y Remus suspira derrotado antes de ajustarse la bufanda con los colores de Gryffindor y sentarse dificultosamente al lado de Sirius.
La voz de Sirius, en cambio, es incitante. Desafiante. Retadora. Jadeante y con un toque de rebeldía, picardía y diversión. Es alto, no más que Remus, pero si que lo es. Su abdomen es firme y su espalda es musculosa y amplia. Sus rasgos son elegantes y varoniles. Sirius es… Sirius.
-¿Qué hacemos aquí, Canuto?
-No lo sé, pasear, supongo.
Siempre ha sido así, la sinceridad lo carcome y no sabe el significado de la palabra vergüenza. Le gusta ser así, le gusta que lo miren con admiración, con odio, con deseo. Le gusta que las mujeres se sonrojen cuando les sonríe. Le encanta que los hombres sientan envidia al verlo y le quieran golpear hasta cansarse.
Siempre va a ser así. Libre. Incontrolable. Salvaje. Animal.
Y le encanta. Claro que si.
-Hace frío, Canuto.
-¿En serio? No lo había notado.-sonríe. Oh, claro que lo hace. Su sonrisa es arrogante, insinuante, divertida-acomódate la bufanda y deja de quejarte.
-Pero hace frío.
-Y yo soy condenadamente apuesto, Remus, son cosas de la naturaleza. Nadie puede evitarlo.
Remus niega con la cabeza. Se pone de pie y mira unos minutos a su acompañante con una sonrisa que no puede evitar. No entiende la razón por la cual Sirius es su mejor amigo. Son completamente diferentes el uno con el otro. Si hicieran una encuesta de la persona más desvergonzada en todo Hogwarts, seguramente Sirius sería el ganador. Y Remus sabe que Sirius es conciente de eso. Y está casi seguro de que se siente orgulloso de serlo.
-Me voy al castillo, Sirius ¿Vienes?
-No, pero déjame la bufanda.
-¿Por qué tendría que hacerlo?-pregunta con el ceño fruncido. Y sabe la respuesta. Oh, claro que la sabe.
-Porque hace frío, Lupin y se me están congelando las pelotas.
Claro que la sabe. Sirius es condenadamente predecible.
Niega con la cabeza, se desenrolla la bufanda y se la lanza tapándole el rostro.
La risa perruna de Sirius Black, se escucha hasta el castillo.
-Lo siento mucho, lunático.
Es sábado en la madrugada, tienen dieciséis años, están los cuatro solos y Remus no se atreve a mirarlo. Y lo odia, odia ese nudo que se le ha formado en el estómago y que se hace llamar culpabilidad. Odia que Remus no lo mire y que James no haga nada para apoyarlo. Odia que Peter lo mire con lástima y que nadie le diga ninguna palabra de aliento. Que nadie le diga que no es culpa suya lo que ha pasado y que después de eso todo pueda volver a la normalidad.
Que los merodeadores vuelvan a reír y que ese aire lúgubre que se ha empeñado en aparecer en la estancia, se evapore y que se lleve con él la brecha que los ha separado. Porque Sirius sabe que nada volverá a ser igual, que algo entre ellos se ha quebrado y que todo es por su maldita culpa.
-¿Cuántas veces tengo que repetirlo? Ya dije que lo sentía, Quejicus no ha muerto, no sé que mierda es lo que les pasa que se preocupan tanto.
Y sabe que ha cometido un error, porque Remus levanta la mirada y la clava en la suya, y duele verlo así, duele ver la angustia en los ojos que siempre lo miran con comprensión. Duele que Remus sufra, porque él es bueno, él es puro, él no debe sufrir. No es algo normal, Sirius quiere que el dolor y la angustia de Remus sean suyas para no verlo así. Tan decaído, tan frágil. Porque le duele, maldita sea, y mucho.
Se levanta del sillón escarlata y camina dando círculos por el lugar, no puede estar tranquilo sabiendo todo lo que ha pasado en esos días. Solo fue una broma, no fue su culpa, claro que no, todos se empeñan en señalarlo, pero nadie sabe la razón por la que lo hizo. Lo había insultado frente a él, lo había llamado asqueroso mestizo en sus narices, a Remus, el ser más puro de mundo mágico. No pudo soportarlo, que lo insulte a él, bien, porque sabe que se lo merece, pero no a ninguno de sus amigos.
-Te insultó, Remus ¡Se atrevió a insultarte frente a mí!
-Eso no justifica lo que has hecho.
Siete palabras. Siete palabras que lo han atravesado y le han llegado a la fibra. Remus lo mira impasible, desde el sillón frente a la chimenea, lo mira de manera helada, cortante, asfixiante y él no puede hacer nada. Se queda sin palabras y el dolor ya es físico, porque sabe que Remus siente rencor y eso lo hace sentir peor, porque él es su mejor amigo. Es el que le da chocolate en las noches cuando no puede dormir y el que se queda despierto para escuchar todo lo que le martiriza.
Y Sirius siente que ha perdido todo eso. Ha perdido a su mejor amigo.
James los mira sin interferir, Sirius sabe que está pensando lo mismo que Remus, pero que no se atreve a decirlo. Igual que Peter, que menea la cabeza de un lado a otro escuchando todo con atención.
-Lo siento mucho, lunático.
-No es verdad, Sirius, no lo sientes.-y Sirius sabe que Remus dice la verdad.
No siente para nada todo lo que hizo.
Horrendo, vamos, que hasta yo lo sé. Pero no pueden esperar mucho de alguien que ha escrito siempre de Lily y James, no soy un crack para estas cosas, pero lo intenté ¿Eso no cuenta?
Saludos!