Fic indecente.
Vale, que estuve aburrida durante toda mi clase de inglés y como no hacíamos nada, comencé a escribir. No sé cómo, pero algo salió y un poco chungo sí que es xDD
Spoilers del 4x16 de SPN. El que aviza no es traidor *dances*
― Encuentren a alguien más. No soy yo.
Es la primera vez que le ve llorar.
Resulta un tanto curioso ― extraño, tal vez ― que Dean sea capaz de desgarrarse el alma de esa manera, mientras que él no pueda sentir nada más que ese soplido ardiente por dentro que escuece cada vez que lo recuerda y late un poco más a cada minuto que pasa.
El ardor le recorre todos los huesos y no sabe qué le está pasando. No sabe por qué el escozor no estaba ahí antes, pero está ahí ahora y duele un poco pensar en ello.
― No puedes huir de tu destino, Dean. No de eso ― dice, y está completamente seguro de que el soplo no desaparecerá de ahí si Dean no dice nada ―. Pero no estarás solo. Te lo prometo.
― ¿Al igual que prometiste que todo iría bien después de que todo pasara?
Cuando habla, a Dean se le quiebra la voz y parece como si se le rompiera todo el cuerpo desde adentro. Lentamente y sin prisas, como si lo disfrutara.
― Dean…
― Es muy grande Cas, no puedo. Lo siento ― se disculpa y suena como si cada palabra doliera. Es entonces cuando Castiel se da cuenta que no sabe por qué, después de ver tanta maldad, Dean piensa que no es una buena persona si demuestra todo lo contrario cada vez que habla ―. No soy como papá ¿Sabes? Él hubiera podido.
― Tienes razón, no eres John Winchester ― balbucea y fija su mirada en él ―. Pero sé que eres capaz. Eres el único que puede hacerlo.
Cuando Dean Winchester le devuelve la mirada, Castiel no ve en sus ojos resentimiento o dolor. Solo un miedo impresionante que le llega donde no llega nada más.
― No comiences de nuevo con lo del destino ¿Quieres?
― No hablo del destino ― aclara, mientras apoya los codos en las rodillas y posa la barbilla entre sus dedos ―. Hablo de tu fortaleza, Dean. Ya es tiempo de que te des cuenta de que no eres tu padre. Que no eres mejor o peor persona, pero sí que eres más capaz. Has sido capaz todo este tiempo y ni siquiera un demonio como Alastair puede cambiar eso ¿Me escuchaste?
Lo dice un poco con rabia y otro poco con orgullo. Después de convivir durante tanto tiempo con alguien como Dean Winchester, cualquier persona puede ver todo el valor y la bondad que hay detrás de la bravuconería que deja ver.
Es solo que todo se esconde, apareciendo de vez en cuando, abriéndose rendijas por un lado y por otro cuando soportar ya no es una elección y el coraje que tiene dentro es tan evidente que pareciese que fuera a explotar de un momento a otro.
Después de que habla, la habitación de hospital queda en silencio y Castiel lo interpreta como si su visita hubiese llegado a su final. Se pone de pie para salir por la puerta, pues cree que es una de las tantas cosas que le debe, y las rodillas comienzan a temblarle. Siente como si mil cuchillos se clavaran en sus pies con cada paso que da y cuando sale, tiene que apoyarse en la pared del pasillo para no caer de lo débil que se siente.
El ardor en el pecho es impresionante y cuando las luces comienzan a titilar, no tiene que levantar la vista para saber quién está a su lado.
― ¿Qué es? ― pregunta con curiosidad y con la voz rota mientras Anna apoya una de sus manos en su hombro para consolarle.
― Se llama dolor, Castiel.
También es la primera vez que él llora.
Y eso. Bastante pobre y patético, pero es lo que sale cuando no tienes nada que hacer.
PD: me estoy leyendo un libro asombroso. Rebeldes, se llama y estoy enamorada de todo el mundo. Si alguien lo ha leído, sabe que es imposible no querer a Sodapop *lo abraza*
Spoilers del 4x16 de SPN. El que aviza no es traidor *dances*
― Encuentren a alguien más. No soy yo.
Es la primera vez que le ve llorar.
Resulta un tanto curioso ― extraño, tal vez ― que Dean sea capaz de desgarrarse el alma de esa manera, mientras que él no pueda sentir nada más que ese soplido ardiente por dentro que escuece cada vez que lo recuerda y late un poco más a cada minuto que pasa.
El ardor le recorre todos los huesos y no sabe qué le está pasando. No sabe por qué el escozor no estaba ahí antes, pero está ahí ahora y duele un poco pensar en ello.
― No puedes huir de tu destino, Dean. No de eso ― dice, y está completamente seguro de que el soplo no desaparecerá de ahí si Dean no dice nada ―. Pero no estarás solo. Te lo prometo.
― ¿Al igual que prometiste que todo iría bien después de que todo pasara?
Cuando habla, a Dean se le quiebra la voz y parece como si se le rompiera todo el cuerpo desde adentro. Lentamente y sin prisas, como si lo disfrutara.
― Dean…
― Es muy grande Cas, no puedo. Lo siento ― se disculpa y suena como si cada palabra doliera. Es entonces cuando Castiel se da cuenta que no sabe por qué, después de ver tanta maldad, Dean piensa que no es una buena persona si demuestra todo lo contrario cada vez que habla ―. No soy como papá ¿Sabes? Él hubiera podido.
― Tienes razón, no eres John Winchester ― balbucea y fija su mirada en él ―. Pero sé que eres capaz. Eres el único que puede hacerlo.
Cuando Dean Winchester le devuelve la mirada, Castiel no ve en sus ojos resentimiento o dolor. Solo un miedo impresionante que le llega donde no llega nada más.
― No comiences de nuevo con lo del destino ¿Quieres?
― No hablo del destino ― aclara, mientras apoya los codos en las rodillas y posa la barbilla entre sus dedos ―. Hablo de tu fortaleza, Dean. Ya es tiempo de que te des cuenta de que no eres tu padre. Que no eres mejor o peor persona, pero sí que eres más capaz. Has sido capaz todo este tiempo y ni siquiera un demonio como Alastair puede cambiar eso ¿Me escuchaste?
Lo dice un poco con rabia y otro poco con orgullo. Después de convivir durante tanto tiempo con alguien como Dean Winchester, cualquier persona puede ver todo el valor y la bondad que hay detrás de la bravuconería que deja ver.
Es solo que todo se esconde, apareciendo de vez en cuando, abriéndose rendijas por un lado y por otro cuando soportar ya no es una elección y el coraje que tiene dentro es tan evidente que pareciese que fuera a explotar de un momento a otro.
Después de que habla, la habitación de hospital queda en silencio y Castiel lo interpreta como si su visita hubiese llegado a su final. Se pone de pie para salir por la puerta, pues cree que es una de las tantas cosas que le debe, y las rodillas comienzan a temblarle. Siente como si mil cuchillos se clavaran en sus pies con cada paso que da y cuando sale, tiene que apoyarse en la pared del pasillo para no caer de lo débil que se siente.
El ardor en el pecho es impresionante y cuando las luces comienzan a titilar, no tiene que levantar la vista para saber quién está a su lado.
― ¿Qué es? ― pregunta con curiosidad y con la voz rota mientras Anna apoya una de sus manos en su hombro para consolarle.
― Se llama dolor, Castiel.
También es la primera vez que él llora.
Y eso. Bastante pobre y patético, pero es lo que sale cuando no tienes nada que hacer.
PD: me estoy leyendo un libro asombroso. Rebeldes, se llama y estoy enamorada de todo el mundo. Si alguien lo ha leído, sabe que es imposible no querer a Sodapop *lo abraza*