Feb 28, 2005 00:32
Esta no ha sido una de las mejores semanas que recuerdo, sinceramente...
La niña Weasley se peleó salvajemente con la pobre Parkinson el otro día, en los jardines, y dado que esa salvaje ha crecido entre hermanos y seguramente podría noquear a una mula, ha dejado a nuestra pobre Pansy bastante magullada. Para más delito, fue ella la que comenzó la pelea. Había un buen montón de alumnos alrededor, de todas las casas, y todos coinciden en que fue Weasley quien se acercó y empezó las agresiones verbales.
Este linchamiento al que mis pobres alumnos están siendo sometidos es lamentable. No puedo contar con que Minerva controle a la recua de bestias que tiene a su cargo, sería la primera vez en la historia que un jefe de casa ha podido controlar a esos Gryffindor, pero me conformaría si símplemente demostrasen algún tipo de modales.
Tuve que quitar cinco puntos a cada alumna por la pelea, me costó tener que quitarlos de mi propia casa, pero Minerva estaba ahi delante y no tuve escapatoria. Al menos Weasley está castigada...
En otro orden de cosas Albus me ha vuelto a cargar con la molesta responsabilidad de enseñar oclumancia a Potter. Él cree que el comportamiento brutal y agresivo que Potter ostenta ultimamente puede estar inducido por su conexión con el Señor Tenebroso, y por eso ha decidido no volver a acercarse al chico hasta que estemos seguros de haber cortado esa conexión.
Sinceramente, para mí Potter es más un estorbo que una ventaja. Puede que haya ayudado alguna que otra vez a nuestra causa, pero sus heroicidades suicidas de fin de curso no compensan el terrible riesgo que es tener aqui, en el corazón de la Orden del Fenix, a un chico que está conectado directamente con el enemigo y que puede ser poseido y utilizado fácilmente por él como espía, o incluso agente. ¿Y si el Señor Oscuro ha conseguido penetrar ya las defensas mentales del niño y puede controlarle? Albus hace bien en alejarse de él. No está a salvo.
Por si acaso he decidido utilizar el Pensadero en el despacho de Dumbledore, antes de cada clase, allí mis pensamientos estarán a salvo de la rapacidad de este pequeño carroñero. Además de eso le quitaré la varita antes de cada clase. Si no es capaz de dominar su mente sin ayuda de ese arma, no nos servirá de nada, porque el Señor Oscuro desde luego que no se acercará a el cuando esté despierto y alerta... pero no tengo muchas esperanzas. Potter siempre ha sido un inepto total en cualquier clase de disciplina que exija autoconocimiento, disciplina y dominio de las propias pasiones. Ya se lo que dice la profecía, pero es ridículo. Sus éxitos hasta ahora han sido fruto de la casualidad o basados exclusivamente en la inteligencia de su repelente y exhibicionista amiguita Granger.
Su imprudencia y su manía por ocultar a sus mayores todo cuanto sabe ya ha causado terribles daños en la Orden: la huida de Pettigrew, el resurgir del Señor Oscuro, la muerte de Black, aunque no seré yo quien llore por él... Sinceramente, si se dignara a compartir la información que posee, todas esas cosas habrían podido evitarse. Pero no, Potter debe ser el heroe...
La vida ya es muy compicada sin sus sandeces. Y ahora tengo que darle clases...