Hace nada
comentaba que no podía irme a la playa porque tenía que preparar una exposición sobre servidores para una asignatura llamada Mantenimiento de Equipos Informáticos.
Esta debe ser, probablemente, la única asignatura con un nombre atractivo que tengo en todo el curso. La única en la que parece que vas a aprender algo útil. Pues bien, el tipo que la lleva ha decidido que pasa de hacer prácticas, y que de las dos horas de clase que hay a la semana nos dividamos en grupos y sólo vengamos una. Estas clases consisten en que tenemos que documentarnos sobre un tema relacionado con la asignatura y hacer una exposición de media hora sobre él.
Como ya habréis adivinado, el tipo no ha dado ni una sola clase y probablemente no tenga la menor idea de cómo hacerlo. Así pues, está cobrando una pasta por sentarse a ver cómo hablamos de las cosas que él debería explicarnos y calificarnos en base a ello. Pero bueno, al menos a parte del trabajo a entregar la asignatura tiene exámen, y eso sí que tendrá que inventárselo él, aunque no le lleve más de diez minutos, pensaba yo. Y hoy nos ha llegado este mensaje a todos sus alumnos:
"Cuando me entregéis los trabajos me hacéis llegar también entre 5 y 10 preguntas tipo test [...] que estén relacionadas con el trabajo en el que hayáis trabajado.
Un saludo,"