Suelo evitar hablar de política cuando vuelvo al pueblo en que me crié, porque sé que me termina llevando a discusiones estériles con gran parte de mi familia y amigos de aquí. Sin embargo, no he podido evitar darme cuenta de hasta qué punto se deforma la información lejos de los focos de la noticia, incluso dentro del propio país. Y qué poder tienen los medios de comunicación para adoctrinar.
Un ejemplo práctico: mis padres (que son buenas personas y además nada estúpidos) están convencidos de que Podemos ha recibido financiación ilegal del gobierno de Irán. ¿Por qué? Tiremos de hemeroteca:
La UDEF investiga a Podemos por financiarse con cinco millones de euros de Irán Acusan a la cúpula de Podemos de 12 delitos ante el Supremo por la financiación ilegal de Irán Investigan la financiación del régimen iraní a Podemos Irán paga 700.000 euros anuales al «entramado de comunicación de Podemos» La DEA de EEUU revela que Venezuela e Irán pactaron financiar a Podemos con HispanTV Y los ejemplos continúan. De hecho, si buscamos en Google “Podemos Irán” encontraremos miles y miles de noticias que, como las precedentes, dan por probado que el partido de Pablo Iglesias ha recibido dinero ilegalmente de uno o varios gobiernos extranjeros. Lo interesante del tema es que casi todas estas noticias son de enero de este año, cuando aún no se había celebrado ningún juicio y la acusación de Manos Limpias a Podemos era simplemente eso, una acusación. Después, nos encontramos esto:
Archivada la querella a la productora acusada de financiar Podemos con dinero de Irán y Venezuela Resulta que no era la primera querella de este tipo que se presentaba, y como las demás, carecía de base sólida y no presentaba prueba alguna. Pues bien, ¿en cuántos medios apareció la verdadera noticia, es decir, que todo había sido un montaje? Exacto.
Del mismo modo, mi pueblo (e imagino que media España) está lleno de gente que cree que Podemos no condena el terrorismo, que quiere convertir el país en una nueva Venezuela, que planea quitarle la casa a todo el mundo, que son comunistas, que son independentistas catalanes, y a saber cuántas más cosas, descabelladas o no, pero siempre falsas.
¿Y ocurre sólo con Podemos? Ojalá. Lo utilizo como ejemplo porque es un ejemplo bastante icónico y reciente de cómo los medios de comunicación deforman la realidad, pero obviamente hay mil más. Siempre que los intereses de los empresarios (y no olvidemos que los medios de comunicación son empresas) no coincidan con los de la mayor parte de la población, habrá propaganda.
Lamentablemente, la solución es difícil. En general, todo el mundo está dispuesto a aceptar que si lo ha dicho la tele es verdad. Y si además lo ves en dos medios “diferentes” (esto daría para un tema aparte) ya se considera contrastada la información. Y no, contrastar información requiere investigación, criterio, conocimientos y sobre todo mucho tiempo. Un tiempo que prácticamente nadie puede permitirse a cambio de la pequeña ventaja de estar bien informado.
Para abreviar el cuento, ya lo dijo Malcolm X:
“Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido”.