Oct 02, 2014 01:18
Debe ser que yo soy muy simple y muy dicotómico, pero hay ciertas cosas que no entiendo. A mí, en general, las personas me gustan o no me gustan. En otras cosas puedes dudar. Puedes probar un plato y decir "no está malo, pero...". Sin embargo, con las personas no. Para mí no existen el "me gusta, peeero..." ni el "no me gusta, peeero..." y por eso no soy capaz de entenderlos cuando me los encuentro.
Tanto si una persona me gusta como si no, me parece importante dejarlo más o menos claro, para que todo el mundo sepa a qué se está jugando. Pero contigo nunca sé a qué jugamos, ni siquiera estoy seguro de cuál es el puto tablero que tengo debajo de mis propios pies. Y no digo yo que la incertidumbre no tenga su puntito al principio, pero hace mucho tiempo que ciertas ambigüedades perdieron la gracia.
De todas formas, sería una pena que esto acabase en tablas. Yo diría que aún tenemos derecho a una última partida, pero esta vez, con las cartas levantadas.
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