Título: Alta Fidelidad
Autor: Nick Hornby (Gran Bretaña)
Año: 1995
Editorial: MDS Books - Edición 2002
Páginas: 280
Género: Novela
Libros: 20/50
Puntuación: 7/10
Fecha: 06-09-12
Sinopsis: A Rob, el propietario de una tienda de discos de un barrio de Londres, le ha dejado Laura. Entonces, este treintañero en plena crisis existencial y emocional, tan amante de la música como de confeccionar listas, decide elaborar una con las cinco rupturas sentimentales más impactantes, y se lanza a buscar a las chicas que las provocaron.
Lleno de ironía y apegado a la realidad, este libro se convirtió en una novela de culto cuando se publicó a mediados de los noventa. En el año 2000 fue adaptado al cine por Stephen Frears.
Opinión personal: Es una de mis películas favoritas, he aprovechado la morriña treintañera de ver el dorama coreano de Reply 1997 para, al mismo tiempo, leerme el libro.
Siendo la versión masculina de un friki melómano de El diario de Bridget Jones, me parece mucho más irónica, brutal y realista la que nos ofrece Hornby. Múltiplemente retratista con cualquiera de nosotros, ahonda en el pasado por culpa de un presente tan deprimente cómo el futuro que nos espera. Triste y deprimente hasta la extenuación roza la locura de la cordura hasta convertir el vacío existencial de la perdida de rumbo y una soledad mal entendida, en una parodia popera de frases recurrentes pero altamente inteligentes que nos saca la sonrisa con muchos de los diferentes estereotipos.
Su parte de enumerar nuestra vida en diferentes listas, cuál exasperante charts, es un vicio qué muchos somos inconscientes de ello. Y la parte musical, es lo más gran del libro, dejarnos llevar por los acordes de las melodías de cada una de las canciones que se mencionan en el libro, es de los más gustoso que podemos vivir. Reciclar tus vivencias a través de la música y reflejar nuestros impulsos o deseos con una canción diferente.
Para todos aquellos amantes de la música y amantes de lo cotidiano.
- Frases destacadas:
- A veces me aburría tanto de intentar tocarle los pechos que procuraba tocarle la entrepierna, gesto que tenía algo de ingenio paródico: era como si intentase que alguien me prestara cinco libras y como si, al decirme que no, decidiera pedirle prestadas cincuenta.
- Basta con leer cualquier revista femenina para comprobar que se trata de la misma queja de siempre: los hombres, o esos muchachitos, solo que al cabo de diez, veinte, o treinta años, son un desastre en la cama. No les interesan “los prolegómenos”; no tienen el menor deseo de estimular las zonas erógenas propias del sexo opuesto; son egoístas, codiciosos, torpes, nada sofisticados. Estas quejas, es inevitable percibirlo, tienen un deje irónico. Por aquel entonces, lo único que nosotros buscábamos eran los prolegómenos, y a las chicas les importaban un pepino. No querían que uno los tocase, las acariciase, las estimulase, las excitase; de hecho, te daban un pescozón si lo intentabas. Por eso no es de extrañar, a mi entender, que no se nos dé nada bien. Nos pasamos dos o tres larguísimos años sumamente formativos, es verdad, aguantando un chorreo constante para que ni siquiera pensáramos en ello. Entre los catorce y los veinticuatro, eso de los prolegómenos pasa de ser lo que los chicos quieren y las chicas no, a ser que las mujeres desean y a los hombres les importa un pimiento.
- Mi genio, si se puede decir así, consiste en combinar un montón de cualidades medias en una presentación compacta. Yo diría que hay millones de tíos como yo, pero en realidad no creo que sean tantos.
- Si se me dan bien las mujeres no es por las virtudes que tengo, sino por las sombras que no tengo.
- A los veintiséis años, solo las personas de una muy peculiar disposición anímica tienen miedo de quedarse solas durante el resto de sus vidas; los dos teníamos esa peculiar disposición. Todo parecía que ocurriese mucho más tarde de lo que en realidad estaba ocurriendo.
- (Esto suele verse por todas partes: abundan los jóvenes de clase media cuya vida les empieza a resultar decepcionante, y por eso hacen demasiado ruido en los bares, restaurantes y en las discotecas. “¡Miradme! ¡No soy tan pelma ni tan aburrido como pensáis! ¡Sé cómo divertirme!” Es patético. Yo me alegro de haber aprendido a quedarme en casa a rumiar mi mal humor.)
- Está claro que empezaba a portarme de modo poco realista. Se corre el riesgo de perder a una persona con la que vale la pena pasar el tiempo, es evidente, a menos que uno sea tan paranoico frente a la pérdida que escoja deliberadamente a una persona imperdible, a una persona que no pueda tener nunca el menor atractivo a ojos de los demás.
- (A propósito: las bragas de las mujeres me supusieron una terrible decepción en cuanto empecé a cohabitar con ellas. La verdad, nunca me he recuperado del pasmo que me supuso descubrir que las mujeres son como son, que hacen lo que hacen y que luego pasa lo que pasa: se reservan las mejores prendas para esas noches en que saben que van a dormir en compañía. Cuando vives con una mujer, esas prendas indefinibles, esos trozos de tela desvaída, encogida, habitualmente comprados en las rebajas de Marks & Spencer, aparecen de pronto colgados de todos los radiadores de la casa, y tus lascivos sueños de adolescente, tu idea de que la edad madura iba a ser un tiempo en el que estarías rodeado de lencería exótica para siempre jamás… todos esos sueños se desmoronan y se hacen polvo.)
- La música sentimental tiene la especial cualidad de llevarte hacia atrás en el tiempo a la vez que te lleva hacia delante, y por eso te sientes nostálgico y esperanzado a la vez.
- (Es exactamente eso: siempre pienso que las mujeres me van a salvar, me van a conducir a una vida mejor que esta que llevo, que me van a transformar y a redimir.)
- Esto de estar deprimido es estupendo: te puedes portar como un cerdo si te apetece.
- Me pasé una pila de horas grabando aquella cinta. Para mí, grabar una cinta que le voy a regalar a alguien es como escribirle una carta: hay mucho que borrar, pensar a fondo, a veces empezar de nuevo.
- ¿Sabes qué es lo peor de que te rechacen? La falta de control sobre lo que sucede. Si pudiera al menos controlar el cuándo y el cómo del abandono, no sería ni la mitad de terrible.
- La falta de espontaneidad es el peor enemigo del hombre.
- No ha pasado nada. La semana ha sido fatal, pero solo dentro de mí, así de fácil.
- Necesitamos que alguien nos impida caer en el pozo en el que los solteros empedernidos viven con sus padres.
- Pero descubro que vuelve a preocuparme todo ese rollo de la música pop, si será que me gusta porque soy infeliz y si soy infeliz porque me gusta.
- Las personas que se toman su trabajo muy en serio suelen ser las que más se ríen de los chistes que no tienen ninguna gracia;: dan la impresión de no tener suficiente sentido del humor, a resultas de lo cual padecen de eyaculación precoz de la risa.
- Ken no ha muerto en beneficio tuyo. EN el fondo, es como si todos fuésemos actores de reparto en la película de tu vida, tío.
- Si tienes novia es mucho más llevadero tener padres. No sé muy bien por qué, pero es verdad. Mi padre y mi madre me aprecian más cuando estoy con alguien, y da la sensación de que se sienten más cómodos conmigo.
- Mis cinco discos preferidos, de una vez por todas, El número uno, Let´s Get In On, de Marvin Grey. El dos, This Is The House That Jack Built, de Aretha Franklin. El tres, Back in the USA, de Chuck Berry. EL cuarto, White Man In The Hammersmith Palais, de los Clash. El cinco, aunque no menos importante que los anteriore, je, je, So Tired of Being Alone, de Al Green.
- Primero, los O´Jays con Back Stabber, luego, Harold Melvin and the Bluenotes con Satisfaction Guaranteed, Madonna (Holiday, claro), The Ghetto (que arranca una salva de gritos y aplausos, como si fuese una canción mía, y no de Donny Hathaway), para cerrar con Nelson Mandela, de los Specials.
Título: Bienvenido Mister Chance (Desde el jardín)
Autor: Jerzy Kosinski (USA)
Año: 1971
Editorial: MDS Books - Edición 2002
Páginas: 111
Género: Relato coto
Libros: 21/50
Puntuación: 8,5/10
Fecha: 30-09-12
Sinopsis:
Chance es una persona tan singular como enigmática. Después de trabajar para el Anciano durante toda su vida, sin otra compañía que la televisión, se ve obligado a cruzar las fronteras de su jardín sin prever que su peculiar personalidad va a convertirle en un ídolo de masas.
Desde el jardín fue adaptada al cine por Hal Ashby en 1979 en la película Bienvenido, Mr. Chance, que estuvo protagonizada por Peter Sellers.
Opinión personal: Es uno de aquellos libros que llevas escuchando desde hace años y no sabes identificar, incluso desconocía su versión cinematográfica protagonizada por Peter Sellers, la cuál, voy a ver lo antes posible. Si alguien puede reflejar el surrealismo de Chance, ése, solo puede ser Peter Sellers.
Solo leyendo la sinopsis del libro te roba la atención visual y deseas empezar a devorarlo en el tiempo más breve posible. Al ser un relato corto puede parecer escaso, pero es parte de su grandeza, dejándonos un final totalmente abierto a la suspicacia.
Un cuento sorprendente, sencillo y profundo que nos hace ver el egoísmo individualista que nos ciega los ojos ante a realidad que tenemos delante hasta terminar en una original critica a la masificación televisiva.
- Frases destacadas:
- Sería visto por más personas de las que podría conocer en toda su vida; personas que nunca le conocerían. Los que lo estaban observando en las pantallas de sus televisores no le conocían verdaderamente; ¿cómo iban a conocerlo si nunca se habían encontrado? La televisión refleja solo la superficie de la gente, pero al hacerlo les va arrancando las imágenes de sus cuerpos para que sean absorbidas por los ojos de los espectadores, desde donde no pueden regresar jamás, condenadas a desaparecer.