Llevo un par de días en medio de una gran batalla. De esas en que no existe ni la moral ni la ética, en las que todo sirve para ganar. De esas batallas en las que la gente te miente y te miente y te miente y tú sólo puedes suspirar y seguir preguntando. De esas en que las espadas se rompen y debes defenderte lanzando un puñado de barro. De esas en
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