The Letter - BAEKYEOL (Trad. En Español) Capitulo 39
Capítulo 39
~Guardián Pt. 2~
Lay apretó los dientes. "Suho-maldita sea-mejor no-nghh..."
"Será mejor que no, ¿qué?" Oyó decir a Suho detrás de él mientras ambos cuerpos se cernían desnudos; carne sobre carne.
"Lo hag-ah~" Gimió cuando sintió el miembro a punto de invadirlo.
Suho sonrió y pasó un dedo por la parte interior de las piernas de Lay, casualmente haciendo el viaje hasta que encontró su hendidura. El chico se estremeció al sentirse tocado y se mordió los labios, cerrándolos, tratando de evitar que cualquier otro ruido, escapara. Cuando Suho no obtuvo respuesta alguna al tocar el exterior del espacio, empujó su dedo contra la entrada, más fuerte. "Deja de resistirte."
"¡Ah!" No pudo contenerse una vez que el dedo encontró esa parte suya nunca antes tocada.
"Nunca te tocaron ahí, ¿verdad?" Murmuró a su oído. "¿Nunca tuviste un dedo-" Empujó la punta de su índice dentro. "-aquí?"
"Mierda." Lay maldijo y mordió su lengua. "Duele." Soltó entre dientes.
"Ah, se me olvidaba. No te he preparado." Miró en dirección a su dedo. "No tengo lubricante...”
"-Entonces mierda, ya detent-"
"-Así que solo vas a tener que lidiar con esto."
Fue demasiado rápido para reaccionar, porque Suho empujó dos dedos totalmente dentro. Lay jadeó, no estaba acostumbrado a tener nada metido en él. Duele. Como el infierno. Suho sabía que debía haber ido suave, así que no entendía la voluntad implacable de su polla de mantenerse duro. "Sácal-"
"No, gracias." Y con eso, comenzó a moverse. Era obvio que no estaba acostumbrado a algo como esto. En todo caso, Lay era virgen por aquí. No podía ver la expresión en su rostro pero si los ruidos que hacía indicaban algo, eran que el sentimiento dentro de él, sabía agridulce. "¿Te gusta esto, Lay?"
El mencionado cerró los ojos y mentalmente maldijo al mundo entero. Al principio era doloroso pero, por el amor de Dios, las cosas cambiaron rápidamente. ¿Qué mierda?-- "Nghh-"
El otro sonrió ante la respuesta que obtuvo. Metiendo su dedo, comenzó a tratar y estirarlo también. Tomó una gran cantidad de intentos y salidas antes de que el segundo dígito estuviera plenamente insertado. La objeción de Lay murió y a pesar de que sus brazos yacían atados enérgicamente detrás su espalda, no se opuso tampoco.
Los dedos se deslizaron dentro y fuera durante un largo, dulce, y agonizante minuto. Cuando miró la dureza de Lay, se encontró con que el hombre no había sido demasiado estimulado de éste lado como para de repente ponerse flácido allí. Pero entonces se miró a sí mismo, notando que estaba reaccionando tan duramente y palpitante e igual de duro. Hm… Notó que los dos disfrutaban el acto, más de lo que deberían.
Cuando sintió que Lay quedó estirado hasta un punto en que estaba listo para tomar la carga completa por primera vez, Suho retractó sus dedos y justo cuando el otro pensó que todo había terminado, sintió carne caliente contra él.
Suho le mantuvo las nalgas abiertas después de posicionarse a sí mismo en el centro. Cuando empujó la punta de su polla por primera vez, Lay- fuera del instinto corporal- se tensó y el otro murmuró a la presión envolviendo su miembro contraído. "Maldición."
Su respiración aumentó y empezó a respirar más fuerte. Trató de ahogar sus gemidos pero mientras el miembro era empujado más y más profundamente en su interior, su resistencia se rompió. Sus gritos quedaron inaudibles ya que no podía pronunciar alguna palabra. No eran más que susurros sin aliento de negativas a medias que fueron transformándose lentamente en tímidas suplicas.
"Ahh-maldición."
En respuesta a las palabras que escaparon de sus labios, Suho le dio una palmada a su trasero. "No maldigas."
Lay frunció el ceño, tratando de girar la cabeza de la mesa lo suficientemente necesario para verlo. "Tienes que estar bromean -ah!"
Finalmente lo llenó con nada más que sí mismo, golpeando el punto del placer sin necesidad de experimentar hasta encontrarlo. Ambos cerraron sus ojos, disfrutando de las sensaciones y Lay intentó odiar el sentimiento, pero no podía. Suho lo sabía y se aprovechó de él.
Siendo el "guardián" de la situación, fue muy difícil controlarse, ya que rara vez remataba por una razón u otra. Dudó por un momento, y luego tomó la decisión de moverse. Cuando lo hizo, ni siquiera había sido un centímetro antes de que Lay dejara escapar un gemido.
Observaba la forma en que los hombros del chico tiraban y la forma en que su cuerpo lo envolvía, moviéndose por sí solo. Sonriendo, procedió a retirarse sólo para hundirse lentamente en el interior y cálido de cuerpo. Gemidos escaparon de ambos labios. Satisfecho con el sentimiento y con la respuesta sin temor, se movió más rápido, ejerciendo un poco más de fuerza en el movimiento.
A la mitad, tomó nota de los brazos sujetados y con mucha renuencia, desató a su prisionero con una advertencia. "No me golpees y no huyas...”
Lay podía sentir miembro de Suho dentro de él. Se burló de las palabras sin embargo, una vez que terminó de frotar sus brazos, apoyó los codos en la mesa y su hundió rostro en ellas. "Sólo termina lo que empezaste, tú, imbécil...”
"Esa es la cosa más inteligente que has dicho desde que nos conocimos." Sonrió y empezó a moverse otra vez, empujando desesperadamente. La mesa sentía las manos y garras de Lay, tratando de mantenerse estable a partir de los movimientos tajantes.
La acción continuó con Lay siendo golpeado voluntariamente y Suho tratando de satisfacerlos a ambos, cosa que logró y cuando se sintió en el borde, movió una mano para ayudar al otro a llegar al borde también. Excediendo sus expectativas, observaba y sentía -mientras veía al otro disparar su líquido pegajoso en el suelo debajo de ellos. Y al presenciarlo -con otro golpe o dos -se liberó a sí mismo en el cuerpo de Lay.
En un microsegundo, debatió consigo mismo si debería o no haberse venido dentro, pero alejó los pensamientos decidiendo que el muchacho podría tratar con eso. Fueron unos segundos después de que saliera y Lay sintiera algo goteando por su pierna y etsto hizo clic en su mente, levantando su cabeza de inmediato.
"¡Puto!" Gritó serpenteando una mano alrededor para confirmar el sentimiento.
Suho seguía tratando de recuperar el aliento. "No te pongas como virgen al respecto." Acompañado de una sonrisa que Lay odiaba justo ahora. "Cállate y sólo piensa en lo bien que se sintió. Dudo que te sintieras así con el pequeño e inocente Byun."
Lay se burló poniendo una mano en su cadera. Tuvo que poner la mayor parte de su peso sobre la mesa. Todo dolía-mierda. "En su caso, no tendría que ser yo el que esté abajo, sino arriba."
"No te preocupes. Tal vez deje que estés arriba a la siguiente.”
Capítulo 40 →
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