Simetría 2/3

Jul 26, 2009 14:15

Fandom: Harry Potter
Título: Simetría
Personajes: Scorpius Malfoy, Lily Potter, James Potter, Al Potter y Hugo Weasley.
Pareja: Scorpius/Lily
Capítulo: 2/3
Resumen: Lily le toca la mejilla con la punta de los dedos. Pasa el dedo índice por el puente de su nariz. Scorpius siente una densidad familiar en el aire.

N/A: Gracias a nimphetamina y trizia_gb por las opiniones y la ayuda y a nynyve por la inspiración. Para situarnos mejor, Lily está en cuarto y luego quinto curso y Scorpius en sexto y séptimo.


10.

Chris Cohen es un año mayor, juega junto a James en el equipo como guardián y es el tipo de chicos que hacen que cualquier chica en Hogwarts suspire. El tipo de chicos que tienen encanto natural, que cuentan chistes horribles que hacen reír y que no tienen ni idea de lo maravillosos que son. Lily ha pasado los dos últimos años observándole, viendo como otras chicas coquetean con él, alguna lo consigue de vez en cuando y otras deciden odiarle porque las ignora.
Pero Lily sabe que no forma parte de ningún grupo. No es de las que coquetean porque no sabe hacerlo, tampoco lo consigue de vez en cuando y no se puede decir que Chris Cohen no le haga caso. Un chico al que no le importas demasiado no besa así, al menos es lo que Lily cree. Una mano debajo de su falda, unos centímetros por encima de lo habitual, y la otra en su espalda. A Lily le fascina lo que hace con la lengua, el calor y la fricción. Le encantan los armarios escoberos de Hogwarts.
El inconveniente es que, del mismo modo que pueden cerrarse, se abren.
Lily oye dos carraspeos. Se aparta rápidamente de Chris se arregla la falda y reza para poder salir de allí sin un castigo.
-Vamos, Cohen -dice una de las voces, y Lily reconoce que es uno de los chicos del año de Al- Por esta vez te puedes ir sin ningún aviso, pero la próxima vez que te pillemos… Espera, tú eres la hermana de Al, ¿no?
-Lily -dice el otro prefecto.
Lily levanta la vista al oír la otra voz. Scorpius Malfoy la mira con los brazos cruzados y tiene una expresión en la cara que grita decepción. Desde Navidad, Lily ha estado evitando coincidir más de lo necesario con él, y siempre ha notado cierta distancia. La distancia es algo que ha agradecido, pero la frialdad con la que la mira ahora pone nerviosa.
-No le diremos nada a tu hermano -sonríe el otro chico.
Lily asiente con la cabeza y se aleja. Chris la coge de la mano y camina a su lado. Echa un último vistazo. El primer prefecto les sigue sonriendo mientras Scorpius se gira rápidamente, cierra la puerta del armario y se va en dirección contraria.

11.

Lily Potter debe haber elaborado un plan para no ser vista durante el verano. Cuando no está en Grimmauld Place siempre ha ido a pasar el día en La Madriguera con sus primos, o en la tienda de su tío George, trabajando unas horas al día. En otras circunstancias Scorpius no pensaría que le está evitando, pero es imposible no hacerlo. Desde las Navidades pasadas Lily ni siquiera le mira a la cara cuando coinciden alguna mañana en el desayuno y sus conversaciones se reducen a monosílabos.
Scorpius está harto. No es que fuesen amigos pero, lo que son ahora que es lo más parecido a extraños, no le gusta. Está acostumbrado a sentirse frustrado por su padre, por una mala nota o el final insatisfactorio de un libro; que la causante de esa frustración sea la hermana pequeña de su mejor amigo es aún peor.
Se acerca al tocadiscos. Hay un par de vinilos sobre la cómoda. Coge uno y lo saca con sumo cuidado.
-No toques eso.
Scorpius se gira. Lily le mira con el ceño fruncido. Camina hasta él, le quita el disco de las manos y lo mete en su funda.
-Te agradecería que no tocases mis cosas -repite.
Enarca una ceja y cruza los brazos sobre el pecho. Seguramente espera que se vaya.
-Tienes que dejar de evitarme, Lily.
-No te estoy evitando -contesta.
-Sí lo estás haciendo. Y sé por qué lo haces. No tiene importancia, Lily, yo ya lo he olvidado. Y tú deberías hacer lo mismo. Fue un accidente.
Lily aprieta los labios durante su discurso. Scorpius la observa expectante.
-Yo también lo he olvidado -Scorpius tiene la sensación de que está mintiendo- pero me daba vergüenza.
-¿Vas a dejar de huir de mí como si fuese tu peor enemigo?
-Si te hace feliz -contesta, con un deje de sarcasmo.
Scorpius sonríe aliviado. Lily parece dispuesta a dejar su actitud de los últimos meses de lado, pero no es como si todo eso le hiciese demasiado feliz. Que esté de acuerdo ya es un comienzo y Scorpius decide no forzar más las cosas. Se acerca a ella y le da una ligera palmada en el brazo antes de irse de la habitación.

12.

Lo peor de ser prefecta no son las risas de James cuando llegó la insignia y sus lamentos porque no estará allí para verlo. Tampoco es que ahora que tiene ese tipo de responsabilidad vaya a dejar de hacer las cosas que lleva años haciendo. El verdadero problema de ser prefecta es que tira por tierra todos sus planes de evitar a Scorpius Malfoy a pesar de haberle dicho que no lo haría. No sólo son las reuniones de prefectos. Es como si Scorpius se hubiese asegurado de hacer una ronda semanal por el castillo con ella. Supone que siendo Delegado uno puede hacer prácticamente lo que quiere.
Es la primera semana de Octubre y está segura de que esa noche será otra ronda aburrida en la que tendrá que hablar con él como si nada. De pronto Scorpius se para y pone una mano frente a ella. Lily va a preguntar pero él se adelanta y se pone el dedo índice ordenándola callar. Le ve andar de puntillas hasta un armario escobero. Lily le ve abrir la pequeña puerta de golpe.
-¿Cohen? -pregunta Scorpius.
Mira a Lily pero ella no dice nada. Scorpius les deja ir no sin antes advertirles de que si les vuelve a ver quitará unos cuantos puntos a sus respectivas casas.
-Pensé que estabas saliendo con Chris Cohen -dice, cuando vuelven a patrullar por los pasillos.
-Ya no.
-Eso me ha quedado claro.
De lo último que quiere hablar con él ahora mismo o nunca es de Chris Cohen.
-¿Desde cuándo? -pregunta.
-¿Desde cuándo qué? -cuestiona Lily.
-¿Desde cuándo no sois novios?
-Si no te importa -contesta e intenta que su voz suene segura y contundente,- es algo de lo que prefiero no hablar contigo.
Lily le mira directamente y él asiente. Frunce un poco el ceño y durante unos segundos parece que va a decir algo pero al final opta por mantenerse callado.
Jamás le dirá a nadie por qué Chris Cohen rompió con ella.

13.

Al sonríe al ver su reflejo en el espejo por encima de su hombro.
-Estás muy guapo -bromea- Ese tono te queda muy bien. Deberías pensar en dejártelo así para siempre.
-¿Seguro que no estaba borracho cuando me convenciste? -pregunta horrorizado.
-No -canturrea.
-Es una idea horrible.
Al le rodea con un brazo por los hombros y le obliga a bajar al Gran Comedor. Cuando entran aún no han bajado todos los estudiantes, pero los que hay se quedan en silencio al verles.
-¡Merlín! -dice Lily al acercarse a ellos.
-Princesa Leia -contesta Al, con una reverencia.
-¿Quién? -cuestiona Scorpius sin saber quién es esa tal Leia.
Lily se echa a reír, más por quienes son ellos que por la completa ignorancia de Scorpius. Tiene una cámara y les hace colocarse para hacerles una foto. Mira de cerca a su hermano.
-¿Dónde habéis dejado a Hermione? -pregunta divertida.
-Creo que viene por ahí -señala Al.
Lily se gira. Rose Weasley avanza hacia ellos. Su pelo luce más castaño y enmarañado y Scorpius tiene que reconocer que hasta ha trabajado ese aire de sabelotodo del que siempre hablan en la familia de Al al referirse a Hermione Granger.
-Esto es fantástico -anuncia Lily.
Vuelve a hacerles una foto ahora que están los tres juntos. Lily toca la cicatriz en forma de rayo que su hermano tiene en la frente.
-Es como la de papá.
-Me alegro de que seas más la Leia de Una Nueva Esperanza que la de El Imperio Contraataca -comenta Al.
-Y hablas como él -ríe.
-¿Y qué te parece Scorpius? -señala su hermano.
Lily le observa de arriba a abajo.
-El pelirrojo le sienta bien.

14.

No sabe muy bien como acaban en la Sala Común de Gryffindor. Rose, su hermano Hugo y el resto de sus primos insisten en que sigan celebrando con ellos Halloween en la torre. A su alrededor hay más estudiantes que no pertenecen a Gryffindor. Se sienta en las escaleras que llevan al dormitorio de los chicos. Da un sorbo de uno de los licores muggles que Fred Weasley ha conseguido para la fiesta. Sabe a piña, demasiado dulce.
-Eres el alma de la fiesta, ¿eh? -Lily se sienta en el espacio vacío que hay a su lado.
Normalmente no suele iniciar ningún tipo de conversación con él, así que asume que la cantidad de licor muggle ha hecho efecto en ella. La sonrisa de medio lado y la mirada vidriosa confirman su sospecha.
-El pelirrojo te sienta muy bien -dice.
-Gracias.
-Resalta el color de tus ojos -le mira a los ojos- Y las pecas.
Siente su mirada recorrerle la cara.
-Y te ruborizas casi igual que mi tío.
Lily le toca la mejilla con la punta de los dedos. Pasa el dedo índice por el puente de su nariz. Scorpius siente una densidad familiar en el aire.
-Hasta la nariz es como la de tío Ron -susurra Lily.
-Ha sido cosa de Al.
Lily deja caer la mano.
-¿Quién es esa Leia?
-Dile a Al que te lo explique si vienes a casa en Navidad.
-¿Y por qué no tú?
Lily suspira.
-Porque Al es tu amigo -contesta, como si fuese algo completamente razonable, pero Scorpius no cree que lo sea.
-¿Y tú no lo eres?
-Nosotros no somos amigos -dice Lily- Tú eres el mejor amigo de mi hermano y yo soy su hermana pequeña.
-¿Qué somos entonces?
-Scorpius Malfoy y Lily Potter.
De todo lo que ha dicho Lily hasta ahora, eso es lo que menos sentido tiene. Scorpius aparta un mechón pelirrojo de su cara, apenas la roza.
-Pensé que éramos amigos.
-Son muchos años pensando lo que no es.
Lily sonríe una vez más. Se levanta, con esos moños a cada lado de la cabeza y el vestido blanco rozando el suelo. Scorpius le sostiene la mirada porque no sabe qué más puede hacer o decir. Porque creía que eran amigos y resulta que no lo son y es extraño no ser más que Scorpius Malfoy y Lily Potter.

15.

-Si sigues mirando así se te va a quedar una expresión muy fea, hermanita.
Lily no puede controlarlo. Cada vez que ve a Chris Cohen con esa nueva chica le odia por dejarla. Se odia a sí misma por permitirlo y al maldito Scorpius Malfoy por ser una de las razones por las que rompió con ella. Aunque no entienda qué demonios tenía que ver en todo eso y aquel discurso sobre las prioridades y las cosas que aún no entiendes, Lily. Aparta la vista de Chris Cohen y su última conquista, como si no importasen y no llevase cinco minutos perforando sus cabezas con la mirada.
-¿Se puede saber por qué estás sentado aquí? -pregunta a su hermano, e ignora deliberadamente a su amigo.
-Te hemos visto sola y nos has dado pena -Al tiene el estómago de un Weasley, sin fondo. Se mete una rodaja de beicon en la boca y añade masticando- y por mucho que disfrute de tu compañía, acabo de ver a Hugo y tengo que hablar con él de un asunto de alto secreto.
Lo dice con ese tono que significa: mi mejor amigo Delegado y mi hermana una Prefecta. Es como si de verdad le doliese.
Lily mira a su plato. Tiene hambre, pero tampoco quiere hablar con Scorpius. Calcula que en diez minutos habrá terminado de desayunar y cuenta con que él es demasiado educado para hacerla hablar mientras come.
-Ese Cohen cada día está con una chica diferente.
Sería más fácil pensar que no ha dicho eso, ignorarlo como la mitad de las cosas que procura no oír o que prefiere creer que no han ocurrido.
-No sé por qué lo dejaría contigo, pero estás mejor sin él.
Lily deja el vaso de zumo de naranja sobre la mesa con una tranquilidad estudiada, demasiado calculada como para saber que es la tranquilidad que precede a la tormenta.
-¿Quién ha dicho que él me dejó a mí? -Lily está segura de que la palma de su mano dejaría una bonita marca en la mejilla de Scorpius.
-No sé, solo lo he supuesto, Lily. Es sólo que me preocupo y tampoco es que tú hayas dicho nada al respecto.
-Oh, ya veo -sonríe con frialdad- vamos a hablar de nuestras vidas. Sí, es una gran idea.
Scorpius la mira con confusión.
-Sí, veamos… Dime, Scorpius, ¿has perdonado ya a tu padre?
Lily está demasiado enfadada para sonreír, para celebrar una victoria. Lo hará después, cuando recuerde como se tensa Scorpius Malfoy, como su cara se congestiona y la mira como si fuese una de las muchas personas que se han pasado años juzgándole por ser un Malfoy.
-No tienes ni idea de lo que estás hablando -dice con voz grave y serena.
-Tú tampoco.
Todavía tiene hambre y no piensa ser ella quien ceda. Cuando se levanta y se va sin mirarla es un triunfo. Aunque sepa amargo.

16.

Durante el mes de Noviembre se asegura de no cruzar más palabras de las necesarias con Lily. Es una suerte que ella esté tan empeñada en hacer como si no existiese. Al insiste en que pase algunos días de Navidad con su familia, pero Scorpius prefiere la tensión con su padre antes que tener que soportar el desprecio continuo al que le somete Lily Potter.
Lo tiene todo planeado. Cenará con sus padres, se mostrará amable y feliz por estar en casa durante las vacaciones y les comprará algo bonito. Cuando vuelva se dedicará a sus funciones como Delegado y a estudiar para los EXTASIS y ese será su único propósito hasta que llegue su último día en Hogwarts. Es un plan perfecto que, por supuesto, incluye olvidarse de Lily.
Por mucho que esa parte del plan se vea perturbada al doblar la esquina.
-Perdón -se disculpa- Oh, eres tú. La próxima vez mira por dónde vas.
-Con tal de que no haya una próxima vez -contesta con brusquedad.
Se oye una risita chillona y malévola, como si les rodease. Lily se lleva las manos a la cara.
-Merlín. No -gime- No puede estar pasando. No es cierto. No, no, no. No.
-¿De qué demonios…?
-¡Sí! -afirma la vocecilla.
Scorpius mira hacia arriba y cree que si es posible, la sangre se le ha helado en las venas para siempre.
-¡Venga, dale un besito! -canturrea el muérdago.
No cree que sea un muérdago normal y corriente. Por mucho que se trate de Hogwarts, el mundo mágico y ese tipo de cosas sean posibles no debería estar permitido. El muérdago no debería tener esos ojos vivarachos, casi diabólicos, a juego con esa boca de sonrisa pérfida y dientes afilados.
-¡Venga! -insiste.
-Tenemos que hacerlo -dice Lily, tan horrorizada que parece que va a vomitar.
-¿El qué? -pregunta, y la voz le sale tan aguda que no parece él.
-¡Bésala!
-Oh, Dios -se queja.
-Cuanto antes lo hagamos antes lo olvidaremos -le apremia Lily.
-Hazlo tú -dice sin pensar.
-¿Qué? ¿Por qué yo?
-¡Bésala!
-¡Joder! ¿No hay forma de que se calle? -pregunta medio histérico.
-Solo hay una -contesta Lily, y tal vez la histeria le esté haciendo ver visiones y por eso Lily parece divertida. Pero podría ser fruto de la paranoia.- De acuerdo, a la de tres.
Scorpius asiente y Lily cuenta hasta tres. Ella se pone de puntillas, él se inclina y juntan los labios durante cinco segundos.
-¡Así besas a tu madre! -berrea el muérdago.
-Si besase así a mi madre estaría enfermo -contesta Scorpius.
-¡Seguro que lo sabes hacer mejor!
-Esto es tan ridículo -se queja Lily- Seguro que es cosa de Al y Hugo, y cuando los vea los voy a…
Scorpius la coge por la cintura y la besa. Nada de contar, ni los segundos antes y mucho menos cuánto dura. Lily arquea la espalda, él apoya la palma de la mano en ella, y la otra sujetándola por la nuca. Nota los dedos de ella entre su pelo, la lengua rozando el labio inferior y los dientes chocando un poco. La besa como debe besarla para que el maldito muérdago se olvide de ellos y con la certeza de que él no podrá hacerlo tal y como ha propuesto Lily.
Porque está harto de que le ignore, de que le mire como si no importase nada y de no ser otra cosa que Scorpius Malfoy y Lily Potter.
-… matar -termina Lily cuando Scorpius se separa.
-¡Eso ha estado mejor! -les felicita el muérdago- ¡Feliz Navidad, tortolitos!
Lily se vuelve a llevar las manos a la cara.
-Er, sí bueno. Será mejor que me vaya a dormir. Sí, sí. Eso. Feliz Navidad.
-Feliz Navidad, Lily.
Se pregunta si debe comentarle a Al que su muérdago le ha obligado a besar a su hermana pequeña.

pairing: scorpius/lily, fandom: harry potter

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