[Tabla Amorosa] #1 - Abrazo
Fandom: Axis Powers - Hetalia
Título: Cuentos para dormir
Claim: UK/Chibi!USA
Tabla: Amorosa
Promt: #1 - Abrazo
Género: Framily/Hurt/Comfort (?)
Advertencias: Falla histórica fail DDD: En realidad, el cuento de El Príncipe Feliz se escribió como doscientos años después del tiempo en el que está ambientada la historia, pero necesitaba un cuento inglés sin terror y Wilde fue el único que vino a mi mente
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− Vamos, pequeño, a la cama.− Dice Arthur cuando ve que los ojos de su colonia se cierran. Alfred hace un mohín y niega con la cabeza enérgicamente, en parte para sacudirse el sueño que amenaza con vencerlo.
− ¡Pero dijiste que me contarías un cuento!− Rezonga, mirándolo con esos ojos con los que sabe que no le negará nada.
Arthur lo mira y trata de negarse, pero esos ojitos brillosos le ganan la batalla. Suspira y lo levanta en brazos, encaminándose hacia la habitación del pequeño.
− Pero sólo uno, Alfred.− Le dice, mientras el aludido se acurruca en sus brazos felizmente.
− Okay!− Contesta con alegría, mientras siente que el mayor le deposita en la cama con suavidad.
El inglés se rasca la nuca con indecisión. Busca un cuento corto y que no sea de terror, pues sabe que su colonia les tiene pavor. Al final sonríe cándidamente y comienza a contar con pasión el cuento del Príncipe Feliz, mientras Alfred lo mira con admiración y somnolencia entremezcladas.
Cuando el inglés termina su narración, la pequeña colonia ya está durmiendo. Lo mira tiernamente y lo arropa, para después acariciar su cabeza y salir silenciosamente de la habitación.
Entra en su habitación y suspira con pesadez. Los recuerdos de los problemas en Europa, de sus problemas internos, de su economía y de todo lo demás comienzan a abrumarlo mientras se deja caer en la cama de golpe y sin miramientos. Cierra los ojos y se frota el puente de la nariz, cansado.
Trata de quedarse dormido, sin siquiera quitarse la ropa. Sin embargo, los problemas dan vueltas en su cabeza con insistencia, sin dejarlo en paz. Gruñe y se levanta con desgana, caminando hacia la ventana de su habitación.
Está observando la enorme luna cuando escucha el chillido de la puerta al abrirse. Voltea y observa, sorprendido, a un tímido Alfred que le mira con temor en sus ojos.
− ¿Alfred?− Pregunta, acercándose a él de inmediato.− ¿Qué haces aquí?
El pequeño se lanza a sus brazos con ojitos llorosos, aferrándose a él con fuerza. Inglaterra lo envuelve en un abrazo protector y le susurra palabras tranquilizantes.
− Pesadilla.− Es lo único que murmura la colonia, abrazándolo fuertemente. Inglaterra levanta una ceja, extrañado.
− Pero si ese cuento no era de terror…− Dice, mirándolo. El pequeño Alfred se esconde entre sus brazos y rehúye su mirada, sintiéndose descubierto.
El inglés sonríe con calidez y lo lleva a su propia cama, acostándose ambos. Alfred se acurruca en el pecho del mayor, sonriendo también. Arthur lo abraza suavemente y cierra los ojos, durmiéndose casi al instante.
La colonia, por el contrario, abre tímidamente uno de sus ojitos, observando a su hermano dormir. No ha venido porque tenga miedo, en realidad. No ha tenido una pesadilla ni nada parecido, es sólo que sabe que ambos disfrutan más dormir acompañados. La soledad no les sienta bien.
Esboza una sonrisa traviesa al haber cumplido su cometido y se acurruca nuevamente. Ya se encargará de pensar en otro plan para dormir con Arthur al día siguiente.
Título: Cuentos para dormir
Claim: UK/Chibi!USA
Tabla: Amorosa
Promt: #1 - Abrazo
Género: Framily/Hurt/Comfort (?)
Advertencias: Falla histórica fail DDD: En realidad, el cuento de El Príncipe Feliz se escribió como doscientos años después del tiempo en el que está ambientada la historia, pero necesitaba un cuento inglés sin terror y Wilde fue el único que vino a mi mente
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− Vamos, pequeño, a la cama.− Dice Arthur cuando ve que los ojos de su colonia se cierran. Alfred hace un mohín y niega con la cabeza enérgicamente, en parte para sacudirse el sueño que amenaza con vencerlo.
− ¡Pero dijiste que me contarías un cuento!− Rezonga, mirándolo con esos ojos con los que sabe que no le negará nada.
Arthur lo mira y trata de negarse, pero esos ojitos brillosos le ganan la batalla. Suspira y lo levanta en brazos, encaminándose hacia la habitación del pequeño.
− Pero sólo uno, Alfred.− Le dice, mientras el aludido se acurruca en sus brazos felizmente.
− Okay!− Contesta con alegría, mientras siente que el mayor le deposita en la cama con suavidad.
El inglés se rasca la nuca con indecisión. Busca un cuento corto y que no sea de terror, pues sabe que su colonia les tiene pavor. Al final sonríe cándidamente y comienza a contar con pasión el cuento del Príncipe Feliz, mientras Alfred lo mira con admiración y somnolencia entremezcladas.
Cuando el inglés termina su narración, la pequeña colonia ya está durmiendo. Lo mira tiernamente y lo arropa, para después acariciar su cabeza y salir silenciosamente de la habitación.
Entra en su habitación y suspira con pesadez. Los recuerdos de los problemas en Europa, de sus problemas internos, de su economía y de todo lo demás comienzan a abrumarlo mientras se deja caer en la cama de golpe y sin miramientos. Cierra los ojos y se frota el puente de la nariz, cansado.
Trata de quedarse dormido, sin siquiera quitarse la ropa. Sin embargo, los problemas dan vueltas en su cabeza con insistencia, sin dejarlo en paz. Gruñe y se levanta con desgana, caminando hacia la ventana de su habitación.
Está observando la enorme luna cuando escucha el chillido de la puerta al abrirse. Voltea y observa, sorprendido, a un tímido Alfred que le mira con temor en sus ojos.
− ¿Alfred?− Pregunta, acercándose a él de inmediato.− ¿Qué haces aquí?
El pequeño se lanza a sus brazos con ojitos llorosos, aferrándose a él con fuerza. Inglaterra lo envuelve en un abrazo protector y le susurra palabras tranquilizantes.
− Pesadilla.− Es lo único que murmura la colonia, abrazándolo fuertemente. Inglaterra levanta una ceja, extrañado.
− Pero si ese cuento no era de terror…− Dice, mirándolo. El pequeño Alfred se esconde entre sus brazos y rehúye su mirada, sintiéndose descubierto.
El inglés sonríe con calidez y lo lleva a su propia cama, acostándose ambos. Alfred se acurruca en el pecho del mayor, sonriendo también. Arthur lo abraza suavemente y cierra los ojos, durmiéndose casi al instante.
La colonia, por el contrario, abre tímidamente uno de sus ojitos, observando a su hermano dormir. No ha venido porque tenga miedo, en realidad. No ha tenido una pesadilla ni nada parecido, es sólo que sabe que ambos disfrutan más dormir acompañados. La soledad no les sienta bien.
Esboza una sonrisa traviesa al haber cumplido su cometido y se acurruca nuevamente. Ya se encargará de pensar en otro plan para dormir con Arthur al día siguiente.