Titulo:#20- Sinceridad
Autor: fresisui
Tabla
AlfabéticaClaim: Lituania
Rating: G
Resumen: Esa es la vida de alguien a quien no le gusta mentir.
Desde pequeño le habían enseñado a ser honesto, a decir siempre la verdad pero eso nunca le había traído nada bueno porque a nadie le apetece escuchar palabras sinceras, si no cosas que quieren oír para aumentar su ego. Daba igual que se dijera de buena fe o no.
Con Ivan aprendió no a mentir, si no a callarse porque de no hacerlo le esperaba un castigo seguro. El tiempo que estuvo con Alfred fue estupendo ya que nunca tuvo la necesidad de preocuparse por eso, siempre le trató como a un amigo. Con Feliks era distinto ya que cuando le hartaba le soltaba todo lo que pensaba y mas y lo peor de todo es que no parecía importarle en absoluto porque según él, por eso no iba a dejar de gustarle.
Al escucharle le dijo que eso no tenía sentido, algo que de verdad sentía porque no le encontraba la lógica. Sinceramente, le parecía una tontería como todas las que el polaco podía soltar por la boca pero desde que empezó a vivir con Ivan esas palabras cobraban otro sentido y no sabía si culpar a la distancia que le hacía ver cosas donde no las había, sobre todo por lo que ocurrió justo antes de las particiones. Tampoco entendió muchas de las reacciones de Feliks en ese momento pero ahora lo veía todo mas claro, aunque su parte racional le decía que no podía ser. Cuantos mas años pasaban mas comprendía y a la vez menos sentido tenía todo.
Feliks no se caracterizaba por ser un mentiroso. De hecho nunca le había mentido, podía ser egoísta, egocéntrico, bastante loro, un poco mendrugo, pero no mentiroso. Cuando formó parte de la mancomunidad supo desde el principio que tendría que dejar de ser pagano, adoptar otro idioma y otras costumbres y dejarse ganar al ajedrez, todo por obtener ayuda contra las invasiones.
Él siempre le decía a Feliks todo lo que pensaba, claro como el agua. Si no estaba de acuerdo con algo, si le estaba sacando de sus casillas, aunque realmente nunca le dijo cuando hacía algo bien o cuando estaba a gusto con él. Quizás no lo consideró necesario en ese momento, pero ahora que lo pensaba si creía que tenía que haberle dicho algo.
El timbre de la puerta le sacó de sus pensamientos. Se levantó del sofá con cuidado ya que aún le dolían las costillas de la última paliza que le dió Ivan y se dirigió a la entrada.
- ¿Y si es Feliks que viene a vernos?.- Se preguntó, aunque podía ser dificil, él no podía salir de Polonia por culpa de la ley marcial. De hecho en todos esos años nunca había recibido visitas de él a no ser que fuera algún asunto oficial que tuviera que tratar con Ivan.
Gilbo en el otro lado se preguntaba porqué tardaban tanto en abrirle.