Titulo:#18- Quebrado
Autor: fresisui
Tabla
AlfabéticaClaim: Lituania
Rating: G
Resumen: No hay premio sin luchar por ello.
Esa noche Ivan no se acordó de él. Eduard le llevó a su cuarto para poder cambiarle los vendajes de la mano y ver el dedo que Natasha le había machacado. Debían aprovechar esa oportunidad para hablar.
- Eduard... tu estuviste en la reunión.- Afirmó.
El estonio se subió las gafas y miró a su alrededor. Por poco Toris se olvida de la KGB y que podían estar espiándolos, así que le señaló una libreta que usaban cuando querían hablar de temas delicados. Se sentaron alejados de la ventana en una mesa que Toris tenía situada para esos casos.
- No fue nada del otro mundo, solo te libraste de dar cabezadas.- Hablaba mientras escribía rápidamente y le tendió la libreta. Había escrito con su letra alargada y perfecta; "Tuve que aguantarme las risas mas de una vez"
- No puedo decir que me alegre de eso, estuve bastante aburrido sin hacer nada.- Y le devolvió la libreta con una pregunta escrita con su mano vendada, la letra temblando y bastante desigual; "¿Que tal Feliks?". Eduard sonrió como aquel que recuerda un chiste muy bueno y se aguanta la risotada.
- Pues no sabes cómo te envidié. No hice mas que pasar diapositivas, tomar notas, pasar mas diapositivas...- Le volvió a tender la libreta "El muy descarado estuvo haciéndose la manicura".
Toris se quedó parado. Chupó la goma del lapicero pensativo.
- Por lo menos eso es mejor que estar sin poder salir del primer piso. Intenté bajar pero no pude.- "¿A parte de eso?"
- Pero ya sabes, Ivan nos quiere mucho, somos su familia y vela por nuestra seguridad.- Eduard no pudo evitar sonar sarcástico, era una cualidad suya al igual que la habilidad para mantenerse al margen de los problemas. "Estuvo sonriente, bostezando, dándole la razón a Ivan como a los tontos y básicamente riéndose de él en su propia cara", escribió.
Toris miró a su hermano extrañado. Ese no era el Feliks que vió asomado por la ventana del cuarto de Natasha. El Feliks que vió realmente estaba cansado, terríblemente serio. Tuvo ganas de llamarle para que le mirara pero no tuvo fuerzas para hacerlo, sentía que si le miraba a los ojos la poca confianza que estaba recuperando ese día se pudiera quebrar tal y como parecía estar el rubio. Pocas veces le había visto así, ni durante las particiones perdió su llamémosle "especial" sentido del humor. La guerra le había cambiado demasiado, aunque a la hora de luchar seguía haciéndolo como siempre.
Sabía que estaba en una posición estratégica para la URSS, que no se podían permitir perder Polonia y que eso les colocaba en una fuerte desventaja ya que si Ivan atacaba el país, Alfred y la OTAN al completo se le tiraría al cuello ya que estaba esperando una oportunidad única para poder hacerlo. Feliks estaba haciendo lo que mejor sabía hacer, tocarle las narices a Ivan hasta hacerle perder los papeles. Si eso significaba luchar hasta cansarse, tenía que hacerse. Si eso significaba la destrucción de su pueblo, todo Polonia estaba dispuesto a sacrificarse antes de seguir siendo esclavo.
Eso es lo que le faltaba a él. Realmente no estaba esforzándose al 100% porque sentía que le habían anulado mentalmente. Tenía que empezar ya, ahora o nunca, esa determinación que Iván había machacado tenía que recuperarla, aunque fuera debil, quebradiza. Necesitaba creer mas en él, hacerse mas fuerte, aprender, o mas bien recordar lo que fue en su día.
Eduard seguía escribiendo en la libreta.
"Han pedido tropas a Gilbert para enviarlas a Polonia. Creo que están planeando una invasión como hicieron con Checoslovaquia"
No iba a dejar que Feliks se sacrificara por la misma Polonia y por todos los demás mientras él se quedaba parado sin hacer nada.