Título: Emociones pasajeras
Fandom: Roswell
Claim: Nicholas/Vilandra
Advertencias: Vilandra-centric. Basada en la serie de televisión, no en los libros.
Summary: La princesa de Antar solo tiene el control de emociones pasajeras que provoca para saciar el vacío en su planeada vida. ¿Podrá sentirse completa alguna vez?
Notas: Viñeta hecha para
sara_f_black por haber estado de cumpleaños hace poco y por pedirme esta pareja para el meme de besos. Sé que es una especie de 2x1, pero la idea de la viñeta vino a mí recién y no creo tener otro ataque de inspiración pronto, por lo que también es mi regalo de cumpleaños :). Espero que te guste.
La vida de Vilandra estaba decidida desde el momento en que nació: su nodriza, el color de las sábanas de su cama, sus juguetes, con quiénes establecería amistad, su matrimonio; todo su futuro estaba ya escrito bajo las estrictas expectativas de la realeza. Sus padres le sonreían cuando le decían sus planes, entusiasmados por eventos que aún no formaban parte de la realidad. Y su hermano no podía evitar comentar que cuando ella cumpliera la mayoría de edad, Antar sería el planeta más poderoso del universo al tener tal nivel de unificación.
¿Y qué decía la misma Vilandra?
Nada. No podía opinar verdaderamente del tema. Sólo escuchaba y asentía, pero con el paso de los años, su pecho hervía de rabia al tener toda una vida en sus manos sin que ella fuera partícipe realmente de ella. Si era su vida, entonces ella debía tener el derecho de elegir, ¿no? Ni siquiera qué clases ella las decidía, sino que su madre siempre intervenía con palabras casuales que daban a entender que no podía desobedecerle.
Lo único que Vilandra tenía control era en conseguir emociones pasajeras. Pasiones efímeras que despertaban con un intercambio de miradas entre Kivar y ella o el temblor que le producía las manos de Nicholas cuando la tomaban por la cintura en aquel preciso instante.
Había coqueteado desde hacía muchísimo con aquel joven, perteneciente a la corte de otro reino, de otro territorio, pero con la misma necesidad de conseguir algo propio en una vida ya armada.
Sus labios son cálidos, y la buscan desesperadamente. Ella los recibe, sabiendo que también debe transmitir aquel desenfreno por tener algún beso, mirada, roce que la haga partícipe de memorias que la acompañen en un futuro que ella no eligió, y pueda pensar que sí tuvo momentos en donde tenía las riendas de su vida.
Las manos de él se aferran a sus caderas, a sus piernas; a todo su cuerpo. Y ella lo deja, sintiéndose extasiada por toda la emoción que produce tener una relación oculta y más peligrosa de todos los flirteos que ha tenido con las personas que no debía haber siquiera hablado en su pensada vida perfecta.
Cuando se separan un momento, él la mira y Vilandra no puede evitar sonreír. Lo atrae nuevamente, susurrándole mil cosas y ninguna a la vez. Diciéndole que lo que viven ahora, era sólo para ellos, y debían estar contentos por ello.
Sin embargo, la princesa de Antar sabe que una vez que esté de vuelta en el castillo, preparándose para dormir; mirará un espejo o simplemente tomará una jarra llena de agua. Lo único que encontrará será miseria y una vida vacía, porque las emociones pasajeras se van tan rápido como llegan. Y sólo le queda esperar a enfrentar el destino impuesto por su familia.