Por cuestiones de la vida, me entró la nostalgia estos últimos días. No, no lo empezó MKR; ese fue un efecto tras, posiblemente, pláticas con Angie y Noemi respecto a series que veíamos cuando peques. Quizá saber de la película de Fuerza G que va a salir.
Estas series, por supuesto, son Remi, la Princesa Caballero, Titila, Candy Candy, Heidi. Esto también puede deberse a ver DBZ ahora con la mente de un slasher, pero difiero. Tras varias pláticas al respecto (darme cuenta que mi tendencia viejitolústica es debida en gran parte al señor Vitalis, o que si me acordara de la Princesa Caballero, ese sería un xover con Utena esperando a pasar, Candy Candy y el eterno crush en Terry Grandchester, Heidi y el OT3 de Heidi/Pedro/Clara)...
Pues entra la nostalgia, y no se puede confiar en TV. Azteca o Televisa para aliviar la sensación de mi niña interna cuando todo se tenía que detener. La tarea, la comida, cualquier otra cosa no importaba porque tenía que detenerme a ver el 'Tun-tun-tun-tun caminar, tun-tun-tun-tun a correr! tun-tun-tun-tun caminar, juntos por el camino!'
Lo que importa, al final, es que la nostalgia y la curiosidad me hizo darme una vuelta por youtube (no, en serio, cómo se vivía antes de youtube?)...
tienen capítulos enteros de Remi. La muerte del señor Vitalis. Y está el anime de Peter Pan. El anime del Mago de Oz. El conde Pátula. Youtube tiene mi niñez archivada. La veo y me acuerdo de las tardes viendo anime con mi mamá, de cómo llorábamos las dos. ¡Qué novelas! ¿Quieres sufrir de verdad? No hay mayor desgarre del corazón que ver a Remi llorar porque el señor Vitalis murió, o cuando Corazón Alegre sale para hacer una última función, o cuando los lobos matan a Servino y a Dulce. ¿Reír? Ver al Conde Pátula y a su nana y a Igor. ¿Amor de novela? Candy Candy, la carinovela que salía en Caritrece. Y sí, me acuerdo de caritrece. Heck, me acuerdo de despertarme voluntariamente los sábados a las ocho de la mañana para ver Mazinger Z!
Y pasa que a uno le pica la nostalgia. Los veinte ya es suficiente para decir 'me acuerdo cuando veía esto en la tele' y conseguir que tus hermanas te vean con las cejas alzadas y expresión de vieja... y que no te importe. Estamos hablando de mis primeros amores, del que, si en ese entonces hubiera existido el internet, hubieran sido mis primeros fandoms, al menos en la manera más básica de bajar imágenes y hacer íconos. Estamos hablando de las series que te decían que estaba bien soñar y esperar a lo mejor aunque la vida fuera una perra contigo. Estamos hablando de series antes de Dragon Ball y Sailor Moon. Estamos hablando, válgame, del principio del fandom como lo conocemos ahora.
Los niños de ahora - y sí, me siento anciana diciéndolo así pero no me importa - no saben de eso, no con las series que hay ahora. No saben lo que era ver a Candy Candy llorar y luego levantarse diciendo que estaba segura que todo iba a salir bien, ni lo que era esperar que Remi pudiera encontrar a su mamá. No, los niños de ahora se aburrirían con estas series, o tendrían a los padres quejándose de las series porque hacen llorar a los niños. Y me daría más lástima por ellos si no estuviera ocupada llorando porque el señor Vitalis se murió.
Es mi niñez, ahí, guardadita, viendo las series en una televisión vieja con mi muñeca de Rainbow Bright en brazos, mis ponies en los estantes y la promesa de Fuerza G y los Halcones Galácticos para venir en la noche.
... y es mi yo actual, que de repente se está amarrando las manos para no escribir Mattia/Remi.