Autor:
meztli_luTema:Engaño mutuo
Tabla:
IlusoriaFandom: Real Personal Fiction
Claim: Shirota Yuu
Disclaimer: Shiroro le pertenece a su madre, está de más que yo lo diga.
Notas:General (y en general todos los temas que hago de esté claim son surrealistas)·
Resumen: Hay una hermosa chica con quien ha empezado a salir, pero la conciencia le reclama sus constantes ausencias. Descubré así, que su doble personalidad, lo seguirá traicionando una y otra vez.
Me tarde un poco en mis tablas, pero es que la necesidad y el trabajo.
De cualquier manera seguiré con está tabla que es la que más me gusta de las dos que tengo.
Saludos y espero lean y comprendan ^^
Engaño mutuo
-¿A quien quieres engañar?- preguntó ella. Las venas de sus manos se marcaron al golpear el mueble- Tú mismo no puedes ocultar la indiferencia que sientes por el mundo- que iba a decirle, de cualquier manera ella siempre termina por adivinar mis pensamientos, mi mente se convirtió en una cueva transparente.
A veces, como hoy, me arrepiento de traerla conmigo. Nuestra amistad se volvía cada vez más hostil. Ella exigía de mí, una cantidad in mesurable de atenciones y peleaba por todo. Se convertía en la esposa que no tengo, en la madre que perdí o en esa hermana que se olvida de mi cumpleaños. No debí decirle que sin ella, terminaría estancado.
-Mañana creerás que todo lo que haces es por ti mismo. Así son todos los humanos, mal agradecidos- está era la cuarta vez se quejaba por que fingí estar con ella.
¿Cómo puedo engañarla, si ella es quien maneja mis pasos?
Camina a la ventana y contempla por un momento la avenida y los automóviles que no se detienen. Las manecillas no dejan de avanzar. Pronto tendré que regresar a grabar. El tono del celular la hace regresar a enfrentarme.
Me mira furiosa, tardo en contestar. No quiero delatarme. Del otro lado de la línea, la voz de Miya me atormenta. Dulce, suave, ella hace que nuestro idioma tenga más melodía rítmica. Hace un par de semanas, comencé a salir con ella. Thsuva pensó que era buena idea, así despejaría mi mente y… “Eres humano, tienes que mezclarte con tu especie, ve y juega un rato” Esas fueron sus palabras.
No es que obedeciera sus ordenes. La idea no me desagrado. Miya apareció justo cuando buscaba con quien salir. Es bastante linda, sonríe todo el tiempo y pareciera que nunca va a enfadarse. Es casi tan dulce que me hostiga su presencia.
-¿Era ésa?-preguntó con un tono despectivo al colgar el teléfono.
-No entiendo por que hablas así de ella, fue tu idea.
-¿La amas?-evitar está discusión era imposible-saldrás con ella, has quedado en media hora ir a donde su casa. Eres patético. No podía esperar menos de ti. Salir con una mujer hueca y hermosa. Los hombres no exigen.
-¡Basta!-exclame. Por mucho que tuviera razón, no tenía por que expresarse así.
Miya no era la chica más inteligente como lo era Thsuva, ni jugaba con las palabras o hacía sonetos con las metáforas. Era común a todas las mujeres de Japón. El mismo cabello, la misma marca de labial, el mismo tinte, los ojos, la piel y el mismo timbre de voz… Puede que fuera aburrida a sus ojos, pero era divertida y yo siempre estoy sonriendo a su lado.
-¿No entiendo por qué la odias? Ella no se compara contigo. Es simple. No hay nada que envidiar.
-Sí, el estar contigo-si había algo que detestaba Tshuva, era caer ante su propio orgullo, tal como lo hacía ahora.
Su mirada se perdió en mis ojos. Leía cada insulto que no me dijo, sus lagrimas que no ví y esas palabras cursis que nunca se atrevería a decir. Me odiaba.
-Si viviera aquí, si fuera real…-medito por un momento, me dio la espalda y se burlo-que podía esperar. Tal para cual. Eres exactamente como ella, celuloide de plástico, sueño de la perfección física, un engaño de tus propios ojos. Mentiras, igual que tus malas actuaciones. Ninguno de los dos… ninguno se compara conmigo.
-Claro. No debes preocuparte. Finalmente cuando el día termina, estoy contigo.
-Eso es lo que más detesto. Yo prefiero a Esteban no a Yuu.
Mis piernas perdieron fuerza, inconcientemente me deje caer en el sillón. Escuchar mi segundo nombre no era muy agradable, pues nunca se refería a mí, sino a él. Mi dualidad que pretendo ocultar.
-¿Qué quieres decir?
-Estoy aquí por él, no por ti. Ella puede quedarse contigo, pero no con Esteban.
-Yo no puedo partirme en dos mujer. No lo invoques, sabes que no sé controlar mi mal humor.
Ella sabe que no puedo contra lo que me domina algunas veces. Él, qué me atormenta cuando se siente aburrido o en desacuerdo. ¿También le desagrada Miya? Mis pies no pueden moverse. Ya es tarde. La vista se nubla y mis manos no responden. Mi voz se aleja de mi mismo. La escucho, pero no es lo que pretendo decir. Necesito avisar a Miya, que Esteban, va a con ella y una luciérnaga.
Gracias por leer, cualquier duda, recuerden que primero van los temas anteriores para agarrar el hilo a la trama