Son nosotros
Título: Sos nosotros
Summary: ¿Y usted por qué está acusado, muchacho? -Por ser pobre, señor.
Primer shot para reto_diario y dedicado a Aquiles y a Luisito, que en paz descansen.
Símbolo de todo lo que se busca pero no se tiene, hoy lo mataron las balas pero también lo mató la exclusión. Hoy su cuerpo agujereado me recuerda que fueron las balas las que atravesaron su cuerpo y me lo arrebataron, pero también me recuerda que fueron las balas de quien dice defendernos los que me lo quitaron.
Porque fue asesinado no por ladrón sino por pobre, a sangre fría y pensando claramente sucedió y el que 15 años atrás se había dado por nacido, ya no se encuentra conmigo. Y ningún noticiero televisará la tragedia, ningún canal dejará de mostrar el culo de la semana o la pelea del día para mostrar mi dolor, la injusticia y la impotencia de saber que otra vez seré ignorado, porque yo soy ladrón, drogadicto y alcohólico. Una persona peligrosa.
Y seguramente por eso merecía morir el que, al igual que yo, fue en busca de algo perdido, qué fue ese algo no sé ni nunca sabré. Lo mató el odio y la ignorancia, porque siempre se odia lo que se ignora.
Y hoy le lloro a un pedazo de tierra que, tres metros más abajo, guarda el cuerpo de aquel que ayer vivía y sonreía pero que la indiferencia del vecino y del de la otra cuadra, que pasa apurado cuando llega a mi barrio, profesa hacia mí todos los días me lo arrebató.
Hoy lo mataron las balas de la intolerancia, balas de fuego y balas en forma de palabras que murmuran cuando me ven pasar y miradas que me esquivan o me rebajan cuando camino a su lado. Hoy me lo quitaron pero no por delincuente sino por negro y no de piel, si no de alma, como tanto les gusta decir al que cruza con su auto último modelo mientras yo camino descalzo.
Summary: ¿Y usted por qué está acusado, muchacho? -Por ser pobre, señor.
Primer shot para reto_diario y dedicado a Aquiles y a Luisito, que en paz descansen.
Símbolo de todo lo que se busca pero no se tiene, hoy lo mataron las balas pero también lo mató la exclusión. Hoy su cuerpo agujereado me recuerda que fueron las balas las que atravesaron su cuerpo y me lo arrebataron, pero también me recuerda que fueron las balas de quien dice defendernos los que me lo quitaron.
Porque fue asesinado no por ladrón sino por pobre, a sangre fría y pensando claramente sucedió y el que 15 años atrás se había dado por nacido, ya no se encuentra conmigo. Y ningún noticiero televisará la tragedia, ningún canal dejará de mostrar el culo de la semana o la pelea del día para mostrar mi dolor, la injusticia y la impotencia de saber que otra vez seré ignorado, porque yo soy ladrón, drogadicto y alcohólico. Una persona peligrosa.
Y seguramente por eso merecía morir el que, al igual que yo, fue en busca de algo perdido, qué fue ese algo no sé ni nunca sabré. Lo mató el odio y la ignorancia, porque siempre se odia lo que se ignora.
Y hoy le lloro a un pedazo de tierra que, tres metros más abajo, guarda el cuerpo de aquel que ayer vivía y sonreía pero que la indiferencia del vecino y del de la otra cuadra, que pasa apurado cuando llega a mi barrio, profesa hacia mí todos los días me lo arrebató.
Hoy lo mataron las balas de la intolerancia, balas de fuego y balas en forma de palabras que murmuran cuando me ven pasar y miradas que me esquivan o me rebajan cuando camino a su lado. Hoy me lo quitaron pero no por delincuente sino por negro y no de piel, si no de alma, como tanto les gusta decir al que cruza con su auto último modelo mientras yo camino descalzo.