(no subject)
Título:Astucia
Personaje:Harry/Draco
Rating:PG
Género: Slash
Advertencias: Ninguna
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc. Nadie gana ningún beneficio económico con esta historia ni se infringen deliberadamente derechos de autor.
I
Astucia
Harry estaba en el Gran Comedor y reía junto a Ron y Hermione de una broma de Seamus cuando lo vio, pálido y delgado, caminaba con la cabeza en alto hacia la mesa de Slytherine.
Al inicio del año escolar Harry se había mostrado un poco sorprendido por algunos de los cambios en su némesis escolar, como sus amistades, ahora ya no andaba nunca con Goyle o con Nott, solo con las hermanas Greengats o con Zabini. También había dejado de ser un dolor de cabeza, pues ya no le buscaba hacer líos en los pasillos ni se burlaba de él.
Sin embargo, desde hacía unas semanas había notado que Draco estaba actuando diferente; ahora andaba menos por los pasillos, menos en el patio y en cualquier lugar… era como si se estuviera escondiendo, pero, ¿por qué motivo lo haría? ¿Sería tal vez que…?
-Después de todo, pensé que ya lo dejarías -le dijo Hermione. Harry se había quedado mirando demasiado fijo hacia Draco.
-Está raro -murmuró Harry, justificándose.
-Igual que tú desde que Ginny… -Hermione señaló hacia donde Ginny estaba, sentada y enganchada del brazo de Seamus.
-Estoy bien por eso, ya te dije, yo también creo que Ginny no es lo mío, que debería probar otras cosas…
-Si sigues mirando empezaré a creer qué otras cosas quieres probar.
-No seas ridícula -desestimó Harry, sonrojándose un poco y mirando hacia su tazón de avena, para apartar los ojos de Draco. Aún así no pudo evitar recordar el sexto año, cuando Draco había estado actuando de esa manera y su corazonada había sido cierta y él había estado intentando hacer algo malo.
*
Eran la una de la mañana y por alguna extraña razón no podía dormir. Se destapó y saltó en silencio de su cama, jaló del baúl el mapa del merodeador y luego lo activó.
Si alguien le preguntaba porqué hacía esas cosas, no sabría cómo explicarse, simplemente tenía que revisar.
Revisó con rapidez los dormitorios de Slytherin y lo descubrió. Draco no estaba allí.
¿Pero dónde podía estar a esa hora?
Rápidamente escaneó el mapa, buscando en las mazmorras, en la sala común de Slytherin, en las cocinas, en las torres y no lo encontró.
Más convencido aún de que algo estaba sucediendo, se puso una sudadera y los zapatos, y con la capa de invisibilidad puesta, se aventuró a los pasillos, sin dejar de mirar el mapa.
Estaba camino al séptimo piso cuando lo ubicó. Harry no había mirado allí antes, tal vez porque no creyó que realmente alguien quisiera estar allí a esas horas de la madrugada.
Se encaminó entonces a la biblioteca, ahora imaginando que tal vez Draco estaba leyendo algún libro de la sección prohibida, alguno de magia negra tal vez.
Todo el sitio estaba a oscuras. Caminó en silencio entre la gran cantidad de mesas, tratando de no chocar con ninguna silla mal puesta hasta que lo vio, sentado en la mesa junto a la ventana.
Harry se quedó quieto observándolo, estaba durmiendo, con los brazos apoyados en la mesa y la cabeza entre ellos. Su cabello rubio y largo (Harry no había reparado en lo largo y brillante que estaba.
Luego de recuperarse de la imagen de Draco, iluminado por la luz de la luna, resaltando sus rasgos, caminó hacia él para ver qué era lo que lo había tenido tan ocupado como para quedarse hasta esas horas allí.
Frunció el ceño decepcionado cuando vio que solo se trataba del libro de transformaciones, aunque debajo de ese libro había otro que decía “Encuentra a tu animal interior”, que estaba seguro no era del curso de transformaciones.
Draco se removió un poco y Harry saltó hacia atrás. Soltó un suspiro de alivio cuando recordó que estaba bajo la capa de invisibilidad, y se quedó quieto, mientras Draco se movía un poco.
-Potter… -susurró Draco suavemente y Harry sintió que su corazón se aceleraba. Las mejillas de Draco se encendieron un poco, dándole un aspecto bastante atractivo. Harry estaba cuestionándose la razón de que encontrara eso atractivo cuando Draco continuó.
-Harry… Oh -y dicho eso se empujó un poco hacia delante, de tal manera que perdió el equilibrio y eso, aparentemente, fue suficiente para despertarlo.
Harry retrocedió un par de pasos más, asombrado, mientras observaba a Draco parpadear confundido.
-Demonios -susurró Draco, su mirada estaba brillante y sus mejillas rojas. Parecía algo incómodo en su asiento y se acomodó un poco la túnica antes de ponerse en pie y jalar los libros.
Harry se quedó de pie, quieto allí, observándolo marchar, mientras su corazón latía a toda prisa, incrédulo por lo que acababa de observar.
*
Draco caminó lentamente por el pasillo rumbo hacia las mazmorras, iba silbando una canción que había escuchado en la magic-radio la semana pasada mientras tomaba nota mental.
-Picarle la curiosidad, listo.
*
Personaje:Harry/Draco
Rating:PG
Género: Slash
Advertencias: Ninguna
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc. Nadie gana ningún beneficio económico con esta historia ni se infringen deliberadamente derechos de autor.
I
Astucia
Harry estaba en el Gran Comedor y reía junto a Ron y Hermione de una broma de Seamus cuando lo vio, pálido y delgado, caminaba con la cabeza en alto hacia la mesa de Slytherine.
Al inicio del año escolar Harry se había mostrado un poco sorprendido por algunos de los cambios en su némesis escolar, como sus amistades, ahora ya no andaba nunca con Goyle o con Nott, solo con las hermanas Greengats o con Zabini. También había dejado de ser un dolor de cabeza, pues ya no le buscaba hacer líos en los pasillos ni se burlaba de él.
Sin embargo, desde hacía unas semanas había notado que Draco estaba actuando diferente; ahora andaba menos por los pasillos, menos en el patio y en cualquier lugar… era como si se estuviera escondiendo, pero, ¿por qué motivo lo haría? ¿Sería tal vez que…?
-Después de todo, pensé que ya lo dejarías -le dijo Hermione. Harry se había quedado mirando demasiado fijo hacia Draco.
-Está raro -murmuró Harry, justificándose.
-Igual que tú desde que Ginny… -Hermione señaló hacia donde Ginny estaba, sentada y enganchada del brazo de Seamus.
-Estoy bien por eso, ya te dije, yo también creo que Ginny no es lo mío, que debería probar otras cosas…
-Si sigues mirando empezaré a creer qué otras cosas quieres probar.
-No seas ridícula -desestimó Harry, sonrojándose un poco y mirando hacia su tazón de avena, para apartar los ojos de Draco. Aún así no pudo evitar recordar el sexto año, cuando Draco había estado actuando de esa manera y su corazonada había sido cierta y él había estado intentando hacer algo malo.
*
Eran la una de la mañana y por alguna extraña razón no podía dormir. Se destapó y saltó en silencio de su cama, jaló del baúl el mapa del merodeador y luego lo activó.
Si alguien le preguntaba porqué hacía esas cosas, no sabría cómo explicarse, simplemente tenía que revisar.
Revisó con rapidez los dormitorios de Slytherin y lo descubrió. Draco no estaba allí.
¿Pero dónde podía estar a esa hora?
Rápidamente escaneó el mapa, buscando en las mazmorras, en la sala común de Slytherin, en las cocinas, en las torres y no lo encontró.
Más convencido aún de que algo estaba sucediendo, se puso una sudadera y los zapatos, y con la capa de invisibilidad puesta, se aventuró a los pasillos, sin dejar de mirar el mapa.
Estaba camino al séptimo piso cuando lo ubicó. Harry no había mirado allí antes, tal vez porque no creyó que realmente alguien quisiera estar allí a esas horas de la madrugada.
Se encaminó entonces a la biblioteca, ahora imaginando que tal vez Draco estaba leyendo algún libro de la sección prohibida, alguno de magia negra tal vez.
Todo el sitio estaba a oscuras. Caminó en silencio entre la gran cantidad de mesas, tratando de no chocar con ninguna silla mal puesta hasta que lo vio, sentado en la mesa junto a la ventana.
Harry se quedó quieto observándolo, estaba durmiendo, con los brazos apoyados en la mesa y la cabeza entre ellos. Su cabello rubio y largo (Harry no había reparado en lo largo y brillante que estaba.
Luego de recuperarse de la imagen de Draco, iluminado por la luz de la luna, resaltando sus rasgos, caminó hacia él para ver qué era lo que lo había tenido tan ocupado como para quedarse hasta esas horas allí.
Frunció el ceño decepcionado cuando vio que solo se trataba del libro de transformaciones, aunque debajo de ese libro había otro que decía “Encuentra a tu animal interior”, que estaba seguro no era del curso de transformaciones.
Draco se removió un poco y Harry saltó hacia atrás. Soltó un suspiro de alivio cuando recordó que estaba bajo la capa de invisibilidad, y se quedó quieto, mientras Draco se movía un poco.
-Potter… -susurró Draco suavemente y Harry sintió que su corazón se aceleraba. Las mejillas de Draco se encendieron un poco, dándole un aspecto bastante atractivo. Harry estaba cuestionándose la razón de que encontrara eso atractivo cuando Draco continuó.
-Harry… Oh -y dicho eso se empujó un poco hacia delante, de tal manera que perdió el equilibrio y eso, aparentemente, fue suficiente para despertarlo.
Harry retrocedió un par de pasos más, asombrado, mientras observaba a Draco parpadear confundido.
-Demonios -susurró Draco, su mirada estaba brillante y sus mejillas rojas. Parecía algo incómodo en su asiento y se acomodó un poco la túnica antes de ponerse en pie y jalar los libros.
Harry se quedó de pie, quieto allí, observándolo marchar, mientras su corazón latía a toda prisa, incrédulo por lo que acababa de observar.
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Draco caminó lentamente por el pasillo rumbo hacia las mazmorras, iba silbando una canción que había escuchado en la magic-radio la semana pasada mientras tomaba nota mental.
-Picarle la curiosidad, listo.
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