Título: Back to you
Autor:
yukojudithzzRating: NC-17
Warnings: AU(AR)
Fandom: SPN (Supernatural)
Pairing: Deastiel (Dean/Castiel)
Spoilers: 5x19
Summary: Castiel ha desparecido después de enfrentarse a cinco ángeles para salvar a Adam, el hermanastro de Dean y Sam, quien a desparecido también. Dean y Sam van en busca de ambos cuando en uno de los moteles Cas aparece de repente, prácticamente muerto.
A/N: Yo me imagino a los personajes hablando en inglés y con sus voces originales, creo que eso influye bastante en la historia pero quizás sean sólo impresiones mías XD. En principio el fic sigue en el mundo de SPN pero pasa a un universo alternativo (o mejor una realidad alternativa) a partir del capítulo 5x20 más o menos.
Capítulo 1.
Dean seguía conduciendo por una carretera de mala muerte, Sam estaba dormitando con la cara pegada al cristal del Impala, la baba resbalando por su mentón. Dean sabía que toda esta situación le sobrepasaba, Zacharias, Lucifer, el sacrificio de Gabriel, Adam, Cas… pero había prometido a su hermano que lo iban a hacer a su manera y así sería aunque le costase la poca cordura que le quedaba. Una señal en la carretera le indicó que faltaban pocos kilómetros para uno de esos moteles con encanto a los que tan acostumbrados estaban y aunque estuvo tentado de dejarlo pasar ya que la última vez que estuvieron en uno había resultado con la muerte de varios dioses; finalmente decidió parar y pedir una habitación doble mientras Sam seguía dentro del coche.
El hombrecillo cansado de detrás del mostrador le ofreció una llave que Dean aceptó con una sonrisa fingida que no era ni reflejo de lo que fue en otros tiempos. Dean caminó hacia el coche viendo la imagen de su hermano a través de la ventanilla del impala. Sam estaba cansado, ambos estaban cansados y aunque Dean quería seguir buscando a Adam y a Castiel sabía que lo más sensato era descansar unas horas y seguir con la búsqueda a la mañana siguiente. Golpeó con la llave en la ventanilla, Sam se sobresaltó y miró a su hermano, aún medio dormido; después de pasarse las manos por la cara para intentar despejarse, salió del coche.
Apenas intercambiaron palabras de camino a la habitación, Dean abrió la puerta y después de encender las luces caminó directo a una de las camas y se dejó caer en ella, dejando todas sus cosas tiradas en el suelo. Parecía que llevasen más de 24 horas sin dormir y así era. Escuchó a su hermano murmurar algo de camino al cuarto de baño, después el sonido de la ducha llenó el silencio que poblaba la habitación de motel. Dean estaba agotado, sentía todos y cada uno de los músculos de su cuerpo tensos, llevaban cuatro días intentando encontrar a su hermanastro, al ángel o cualquier información acerca de los anillos pero ni con la ayuda de Bobby habían logrado encontrar una pista del paradero de ninguno de los dos y lo único que habían conseguido era perder cuatro días y cantidades ingentes de frustración y cansancio. Y aún así Dean no conseguía dormir, aunque los párpados le pesaban como si el peso del mundo estuviese sobre ellos, cosa que no distaba mucho de la realidad, su cabeza sólo daba vueltas y más vueltas intentando crear respuestas para las miles de preguntas que se agolpaban en su mente.
Sam había salido del baño tan solo con unos calzoncillos y frotando su cabeza con una toalla, se acercó hacia la mesa que había a un lado de la habitación donde minutos antes había dejado su mochila y sacó su móvil de ahí. Dean seguía en la misma posición desde que él había entrado en el baño hacía media hora; con los ojos muy abiertos y un gesto pensativo en el rostro. Sam miró su móvil, eran las tres de la mañana, sólo había dormido unas escasas cuatro horas en los últimos días, no es que no estuviese acostumbrado a la falta de sueño y a los interminables viajes por carretera, pero los últimos sucesos le había dejado agotado sobretodo mentalmente. Buscó un número en su móvil y pulsó el botón verde, esperando escuchar una voz conocida al otro lado del teléfono, pero tan sólo encontró la voz de una maquina y la grabación de Castiel.
-No contesta.- Sam dijo, más para si mismo que para la persona que yacía en la cama.
-Claro que no contesta… ni siquiera creo que siga vivo…- Las palabras de Dean se escuchaban ahogadas por la almohada contra la que apoyaba su cabeza.
-¿De vuelta al modo pesimista?- Sam se tumbó en la que suponía era su cama y se tapó con la sábana. Necesitaba decirle a su hermano que todo iba a salir bien, que Castiel estaba vivo y que le encontrarían, que él les ayudaría a encontrar a Adam y que entre todos conseguirían para esta pesadilla en la que se había convertido el mundo. - Dean…-
-Sam… Duérmete.- Dean se levantó, sintiendo la mirada de Sam clavándose en su espalda, aunque no veía la cara de su hermano sabía que estaba a punto de replicar de nuevo y usar su mirada de cachorrito para salirse con la suya, así que se giró y frunció el ceño esperado, pero Sam tan solo abrió y cerró la boca sin saber que decir, bajando la mirada y acomodándose mejor en aquella fría cama de motel. Finalmente Dean se quitó la chaqueta y las botas, cogió su arma y apagó la luz de la habitación recobrando de nuevo su posición en la cama apretando fuertemente los ojos intentando forzar el sueño en su turbada mente.
Eran las siete de la mañana y Dean seguía despierto. En realidad había conseguido dormir una hora pero la misma pesadilla de cada noche le había devuelto desde ese sueño intranquilo a la no mejor realidad. Ahora intentaba apartar esas imágenes de alas desgarradas y ensangrentadas de su mente intentando concentrarse en la suavidad de aquellas plumas, sus ojos comenzaban a pesar de nuevo y su razón abandonaba el mundo de la consciencia para perderse poco a poco en el de los sueños. Le pareció escuchar un aleteo seguido de una suave brisa, pero pasó desapercibido creyéndolo parte de su sueño, cuando un olor metálico llenó la habitación seguido de un golpe seco contra el suelo. Dean levantó su cabeza de la almohada con el arma que siempre guardaba bajo ella en su mano, en la cama de al lado Sam hacía lo mismo.
-Dean…- Un susurro gutural proveniente del lugar del golpe hizo que Dean abriese sus ojos con estupor.
-Cas?- Dean se levantó de golpe, encendió la luz de la habitación y contempló la figura totalmente cubierta de sangre que yacía en el suelo a los pies de su cama. - Cas?- Repitió sin poder formar otra palabra en su boca. Se acercó a él y le agarró por los hombros pudiendo ver el terrible estado en el que se encontraba su amigo.- Cas…- esta vez esa única palabra dijo mucho más de lo que podrían haber dicho mil palabras.- Que te han hecho?- Sam estaba ahora también agachado junto al ángel, las marcas del símbolo que grabó en su pecho aún sangrando y acompañando a estos otros muchos cortes, morados, golpes. El labio hinchado, una brecha en la cabeza, la ropa hecha jirones, parecía que alguien cien veces más grande le hubiese pasado por encima, pisando con fuerza cada parte de su cuerpo hasta notar que todos sus huesos eran mero polvo blanco que una simple brisa podía arrastrar kilómetros de donde se encontraba. Sam acercó su mano al ángel quien hizo intención de retraerse pero el dolor le hizo mantenerse en el lugar. Sam observó a su hermano con dolor en la mirada volviendo de nuevo a la labor de inspeccionar a Castiel.
-Creo que tiene el brazo roto al menos por un par de sitios, la pierna… la tiene destrozada, no pondría la mano en el fuego por sus costillas pero sin duda están magulladas y la verdad es que el hecho de que escupa sangre no es buena señal… Hace semanas que desapareció, todas estas heridas deberían estar curadas...- dijo señalando con la cabeza las marcas del pecho del ángel.- Dean, tenemos que llevarle a un hospital ya.- Sam se levantó y buscó en su bolsa unos pantalones y una camiseta y comenzó a vestirse.
-No podemos llevarle a un hospital!!!- Dijo Dean menos calmado de lo que pretendía.- Es un ángel, seguro que se cura sólo.- Dean intentó levantar a Castiel y ponerlo sobre la cama, el ángel se retorció de dolor bajo los brazos de Dean.- No podemos llevarle a un hospital, no podemos Sam…- Dean dejó al ángel tendido sobre su cama y aunque sus palabras decía lo contrario, se puso la chaqueta y cogió las llaves del impala.- Quizás Bobby sepa que hacer o no sé, joder Sam, no sé si es seguro. Él es un ángel.-
-Dean, Cas no es un ángel como los demás… él… ahora es más humano y está muriendo, tenemos que llevarle a un hospital.- Sam cogió sus cosas y se acercó a Castiel agarrándole de un brazo sin levantarle todavía.- Dean ayúdame!-
-Sam, cómo crees que va a reaccionar el médico cuando vea esos símbolos en su pecho?- Dean cogió a Cas del otro brazo levantándole entre los dos hermanos.- Y no sólo eso. No sabemos si realmente “funciona” como un humano normal.- Los tres caminaron hacia la puerta, Dean apretaba las llaves del Impala en su mano marcando su carne con ellas.- Y si encuentran algo extraño en su sangre? Y si hay demonios o más ángeles o cualquier otra cosa que nos cause problemas?-
-Desde cuando te has vuelto tan reflexivo.- Sam cerró la puerta del motel de una patada y caminaron hasta el coche.- Ya nos las arreglaremos, siempre lo hacemos. -
Dean estaba demasiado nervioso para conducir, eso le preocupaba, nunca estaba demasiado nervioso para conducir pero el poder perder de nuevo a alguien que les importaba le revolvía el estómago. Se sentó en la parte trasera del Impala con la cabeza del ángel sobre su regazo y fue entonces cuando se dio cuenta de lo estúpido que había sido al siquiera plantearse no llevar a Castiel al hospital. Ahora podía escuchar la respiración ronca y llena de dolor del ángel mientras Sam encendía el motor del coche. Miró sus manos, rojas, calientes, temblorosas; las contempló como si pudiera traspasar la carne con su mirada. Un quejido sordo y profundo salió de los labios ensangrentados de Castiel, sus ojos estaban apretados al igual que su mandíbula, su brazo derecho colgaba de forma antinatural y Dean sintió como su propio corazón latía demasiado deprisa cuando un ataque de tos convulsionó todo el cuerpo de su amigo. Sintió la necesidad de gritar a Sam que fuese más rápido pero un giro brusco le indicó que ya no podían correr más. Lo siguiente fue un gran vacío blanco para Dean, de repente se vio sentado en una sala de espera, Sam caminando hacia él con un par de cafés en las manos.
-El doctor dice que es un milagro que aún esté vivo, que irónico verdad?- Sam le ofreció uno de los cafés a Dean.- Parece mentira que sea un ángel, con todos esos tubos y máquinas…- Sam seguía esperando que Dean cogiese el café.- Dean?- Sam se sentó a su lado con lo que Dean salió de su ensimismamiento.- Estas bien?- Dean tan sólo sonrió levemente, cansado y cogió el café que aún seguía en la mano de su hermano. - Dean, todo va a ir bien. Recuerda que Cas ha pasado por cosas peores y ha salido vivo, incluso le han resucitado.- Sam sonrió intentando consolar a su hermano. Habían perdido a demasiados amigos en esta batalla interminable y parecía que cada uno de ellos minaba más el ánimo y las fuerzas de ambos Winchester. Al menos Cas había tenido más suerte que Gabriel, no es que el arcángel fuese uno de sus favoritos pero sabía que de una forma u otra siempre había estado de su lado. Habían pasado tres horas desde que habían llegado al hospital, Sam pisando a fondo el pedal del acelerador y echando de vez en cuando una mirada intranquila al asiento trasero del Impala, Dean murmuraba algo al ángel en su regazo mientras se aferraba a su gabardina. Tenía la mirada perdida igual que ahora. Unos pasos se acercaban a ellos, Sam se levantó al ver al doctor pero Dean siguió perdido en su mundo que cada vez le recordaba más al infierno en el que había estado 40 años.
-Doctor?- Sam dirigió una mirada intrigante al médico que estaba frente a él, revisando los documentos que llevaba en las manos.
-Es usted el hermano del señor…- Volvió a mirar los papeles.- Travis, Scott Travis?-
-Sí, nosotros somos sus hermanos. Ha ocurrido algo?-
-Pues la verdad es que…- Dean miró al doctor como si hubiese aparecido por arte de magia frente a sus ojos, una oleada de preocupación comenzó a subirle por la garganta, se levantó y se posicionó junto a su hermano.
-Está bien, doctor?- Dean habló, ronco, como si no hubiese utilizado sus cuerdas vocales durante años.
-Sí, está bien, de hecho se está recuperando muy rápido, es impresionante. Eso es precisamente lo que les quería decir, ya está consciente, en cuanto le hicimos la transfusión de sangre parece que su cuerpo comenzó a curarse a una velocidad realmente impresionante. Si todo va como ahora, en un par de días todas sus heridas estarán curadas. - Algo en el estómago de Dean acababa de dar un salto y le pareció que los ojos comenzaban a humedecerse, pero eso no era posible. Sam a su lado le miró, una mezcla de preocupación y alivio en sus ojos.- El brazo y la pierna aún tardaran al menos un par de semanas en curarse, pero no tienen nada de qué preocuparse.- Pero algo le decía a Sam que sí que tendrían que preocuparse.- Su hermano tiene una velocidad de curación muy rápida, nos gustaría tenerlo en observación al menos una semana, pasado mañana vendrán unos médico especializados para hacerle unas pruebas, hasta entonces sería conveniente que permaneciese en el hospital.-
Sam y Dean se miraron con miedo en los ojos. Dean sabía que llevar a un ángel al hospital no era buena idea.
-Verá doctor, tenemos… negocios que zanjar fuera de la ciudad y nos gustaría salir de aquí lo antes posible, cree realmente que es necesario permanecer tanto tiempo en el hospital. Nos gustaría volver a nuestra rutina cuanto antes.- Dean sabía que no haría cambiar de idea al médico, pero tampoco le importaba, ya sabía cómo saldrían de allí cuando llegase el momento.
-Lo siento mucho pero no será posible de momento.-
-No es necesario que el paciente dé su consentimiento para todas esa pruebas que deben hacerle?- Sam se acercó un poco más al doctor, era al menos una cabeza más alto que el hombre de la bata blanca y aún así no parecía intimidarle.
-Supongo que uno de ustedes es “Dean”, su hermano quiere verle, quizás deberían pasar los dos a verle, cuando vengan los doctores no se les permitirán las visitas.- El doctor ignoró totalmente a Sam y les indicó el camino a la habitación de su falso hermano.
Dean se paró frente a la puerta, dudando, Sam puso su mano sobre el hombro de su hermano mayor en señal de apoyo y ambos entraron en la habitación. El ruido de las máquinas, el olor a antiséptico, Dean sentía nauseas con todo aquello y la imagen del ángel enchufado a tantos artilugios.
-Dean… Sam…- La voz del ángel surgió de sus resecos labios como el gruñido de un animal herido pero en un tono demasiado susurrante como para poder ser oído, aún así ambos hermanos supieron que eran sus nombres los pronunciados.
-Cas… no te esfuerces.- Sam puso una mano sobre el pecho de Castiel cuando este intentó incorporarse, la cara de sufrimiento de su amigo le produjo un escalofrío.- Cómo te encuentras?-
-Como si una manada de elefantes hubiese bailado la samba sobre mi.- Sam sonrió con ternura. Dean seguía junto a la puerta, su mirada fija en el ángel, su boca apretada al igual que sus puños. Sam le miró pero devolvió su atención de nuevo al ángel.- Tenemos un pequeño problema. Resulta que el hecho de que te cures a velocidad espasmódica ha hecho surgir ciertas sospechas sobre el personal del hospital y quieren hacerte unas pruebas , bueno, y retenerte contra tu voluntad. Cuando crees que podrás salir de aquí?- Cas ya no le miraba, de hecho sus ojos estaban clavados en Dean, su cara mostraba la confusión que ahora crecía su mente.
-Dean? Estas bien?- Dean dejó escapar el aire que no sabía estaba reteniendo.
-Sí… soy yo quien debería preguntar eso…- Dean caminó hasta la cama.- Cuando podrás usar tu “mojo” y sacarnos de aquí?-
-Puedo intentarlo ahora mismo pero…-
-No. Tienes que descansar todavía. El doctor ha dicho que al menos necesitas un par de días para curarte del todo. Sólo necesitamos saber si mañana estarás lo suficientemente bien como para llevarnos a un lugar seguro, quizás a casa de Bobby.- Sam apoyó su espalda contra la pared más cercana.- Y quizás borrarles la memoria a esos médicos.-
-No podemos irnos así Sam, no podemos dejar el coche aparcado fuera y arriesgarnos a que encuentren todo nuestro arsenal, quizás haya demonios, nunca se sabe. Quizás debamos irnos y dejar que Castiel se zappeé solo a casa de Bobby cuando esté bien.- Dean se sentó en la silla que había junto a la cama de Castiel, al lado de la ventana. El ángel miraba la escena frente a él con su rostro impasible.
-Dean, no vamos a dejarle sólo, puede pasar algo mientras no estamos, además si nos vamos y no volvemos más, seguro que sospecharán.-
-Bien pues tú te quedas aquí y yo me llevo el coche a casa de Bobby.-
-Vale, me parece bien. Ambos nos quedaremos un par de horas y luego tú te irás a por el coche. Todo el papeleo del hospital está arreglado así que lo único que tenemos que hacer es coger las cosas de Cas y salir de aquí cuando podamos.- Sam dio un sorbo al café que ni recordaba tenía en su mano, estaba frío y era muy amargo.- Voy a por otro café, te traigo uno?- Dean asintió y le dio su vaso a su hermano. - Me desharé de esto.- Sam caminó fuera de la habitación mientras Dean le seguía con la mirada.
-Tampoco tienes por qué ser tan paranoico…- dijo más para si mismo que para su hermano. Dean siguió mirando hacia el lugar en el que segundos antes estaba su hermano mientras sentía los ojos de Castiel clavándose en él.- Suéltalo Cas.- Dean le devolvió la mirada al ángel.
-Quiero que te quedes tú.- Dean le miró extrañado y sorprendido.
-Es muy… tierno de tu parte Cas pero…-
-No es que no me fie de tu hermano ni nada de eso es sólo que…- Dean se inclinó sobre la cama y puso su mano sobre la de Cas mientras asentia con una sonrisa triste en la cara.
-Está bien Cas, se lo diré a Sam cuando vuelva, no te preocupes.- Dean permaneció en silencio hasta que su hermano volvió, tenía tantas cosas que decirle, preguntarle a Cas, pero no encontraba la forma ni el momento. Su hermano entró de nuevo en la habitación con un par de cafés y el médico a su lado, le ofreció la bebida a su hermano y le miró con preocupación.
-El… médico dice que… es mejor que dejemos descansar a C… a nuestro hermano.- Le pasó una mano por el hombro y le dirigió fuera de la sala.- Te pasaremos a ver luego.- Le dijo a Cas quien asintió y sonrió levemente para después dirigirle una mirada a Dean quien también asintió.
Ambos chicos salieron de allí y el doctor cerró la puerta, mirándoles de soslayo y dirigiéndose en dirección contraria a la suya.
*CONTINUARÁ*
Capítulo 2. Bueno, espero que alguien lo haya leido y que os haya gustado. Espero hacer más largos los próximos capítulos.