El carrusel nunca se detiene - 1/?
Fandom: House MD.
Pareja: House/Cameron.
Resumen: Todo había cambiado cuando cruzó la puerta y se despidió de él, después de eso, nada será igual.
Spoilers: Human Error (3x24)
N/A: No me concidero virtuosa en lo absoluto, pero a veces de mi sale algo grato.
"We've seen our share of ups and downs
Oh how quickly life can turn around
In an instant
It feels so good to reunite
Within yourself and within your mind
Let's find peace there"
Creed - My Sacrifice
El carrusel nunca se detiene.
Capitulo Uno.
“Tome asiento”. Él estaba detrás del escritorio con la mano derecha extendida, vagamente distraído.
Ella apretaba una carpeta marrón en contra de su pecho suavemente, abriendo y cerrando las manos con tal rapidez que ni cuenta se daba. Se sentó en la punta de la silla con la boca cerrada. La coleta que llevaba le hacía ver mucho mayor de lo que realmente era.
Él levantó la vista. No le parecía alguien que buscara un empleo para una beca de medicina, le parecía una señorita cualquiera a la espera de un casting de bellas modelos. Extremadamente bella. Era aquella chiquilla que había enviado todo lo que él requería, incluido una foto. Le reconocía por los ojos profundamente verdes.
“Allison Cameron, mucho gusto”
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Abrió la puerta de la sala de examinación uno con el expediente abierto. “Señor…House” le vio jugueteando con su bastón recostado en la camilla, con un ojo cerrado. “¿Qué le has hecho a mi paciente?”
House carraspeó. “Le he dicho que había contraído una ETS y que le diría a su esposa que estaba esperándole que tenía una amante, debiste haberle visto, el idiota salió corriendo…” Cameron tenía ambos brazos cruzados. Mantenía las cejas levantadas y los labios fruncidos.
“House, ¿Qué quieres?” el pelo castaño claro le caía con gracia por sobre los hombros.
“¿Realmente me odias?” preguntó escogiendo muy bien sus palabras, diciéndolas suavemente. Cameron sorprendida bajó los hombros.
“Te odio” repitió una vez más bajando la cabeza. Le molestaba la presencia de House dentro de la misma habitación, sabía que le terminaría gritando de todas formas, quisiera o no, era parte de su naturaleza.
“Entonces” él atrapó su mirada obligándola a corresponderle “ ¿Por qué trabajas para mi?”
La experiencia le hacía saber que no debía darle en el gusto a House contestándole de la forma que él quería, mantenerse lo suficientemente alejada de él estaba bien. Seguirle el juego estaba mal, entrar en su mundo. “ Porque a pesar de que eres un maldito eres el mejor médico que conozco” sabía que la respuesta no le gustaría del todo, ni siquiera para seguir acechándola.
“Pequeña mentirosa” House se paró y caminó en dirección a ella. “ Que mierda eres. ¿En donde quedó ‘quisiera saber que sientes por mi’?” Ella rió.
“Ya veo” puso las manos en los bolsillos de la bata blanca, adoptando una posición que denotaba su molestia frente al tema. “Si tú no querías llegar a esto, no entiendo por qué me buscaste para traerme de vuelta. Aquí tu eres el que aceptó mis condiciones, ¿Para qué? Yo no te centro, tú me necesitas”
House le pegó al piso con el bastón fuertemente, haciendo estremecerse a Cameron.
“Quizás no debiste haber regresado”
“Quizás” Ella salió del cuarto lentamente, conteniendo las ganas de volverse y gritarle como nunca en su vida, haciéndole creer que nada de eso le importaba y que perfectamente podía tomar sus cosas para salir de su vida.
Ella quería hacerlo.
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Respiró hondamente al pararse con la mano extendida en la puerta de vidrio, completamente nerviosa y retraída en si misma. El bolso colgaba de su hombro derecho con pesadez, mientras que ella seguía su camino al haber empujado la pesada puerta.
El tiempo había pasado tan rapido. Las mismas enfermeras seguían en el mismo lugar de cuando ella se había marchado aguantando las lágrimas, sonriendo y cuchicheando al verle pasar. Dio media vuelta al entrar en la clinica y se quedó mirando la inscripción con letras negras de Cuddy MD.
Cuddy le había llamado hace un mes para pedirle que volviera, le decía que no podía darse el lujo de perder a tan buenos doctores y todo ese palabrerio que siempre fue caracteristico de ella y de fondo, la voz de Wilson repitiendo lo que ella decía. Ellos lo hacían por House, pero perfectamente estaban concientes de que por su parte ella y bajo el mando de House, jamás volvería. Ella nunca crecería si él seguiría allí, haciendole presente los sentimientos hundidos que le pertenecían.
De espaldas estaban Foreman y Chase, escuchando todo lo que Cuddy les decía con finisimo oido,
“… Por eso quiero que vuelvan, siendo sus propios jefes” una mano de Wilson estaba apoyada en el hombro de ella. Cameron se había notado de ese pequeño detalle, rodando los ojos.
“¿En que consiste eso, Dra. Cuddy?” preguntó ella desde atrás, haciendo que todos notaran su presencia. Foreman corrió a abrazarle con suavidad, mientras que Chase miraba recelosamente la situación. Cameron solo le sonrió.
“Tendrán sus propios departamentos, no hará falta que se encuentren con House en ningún momento” Eric la tenía tomada por los hombros seriamente. Ella tragó saliva y extendió su mano.
“Acepto” Cuddy le miró con sorpresa, una que no cabía en si misma. Le tomó la mano y con una leve sacudida cerraron el trato.
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“¿Por qué quieres trabajar aquí?” preguntó con indiferencia haciendo como que leía su currículo. En la oficina reinaba un ambiente de tensión, de esas que podías cortar con un cuchillo de mantequilla con facilidad.
“Porque si” las palabras salieron seguras, acompañadas de un leve rubor tiñéndole las mejillas.
Él sabía que era la indicada.
“Entonces contratada” soltó él, tirando lejos el currículo. Cameron pestañeó varias veces. House se paró y le extendió una mano, con la otra afirmaba una bastón. Ella la tomó sin despegar sus ojos del desconocido “defecto” de su nuevo jefe. “¿Sabes hacer café?”
Cameron rió, sabiendo que no lo volvería a hacer en mucho tiempo.
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