El sol se esconde detrás de gruesas nubes grises y la gente parece como si sus movimientos fueran lentos a causa de la ausencia de luz cálida y brillante. El viento se aferra al pelo de Sehun, tomándolo entre sus dedos y agitándolo. Él resopla molesto mientras camina a la cafetería. Zitao ya está ahí, hablando con Joonmyun con una amplia sonrisa que le hace parecer cinco años más joven. Si el sol se está escondiendo, Sehun piensa, Zitao puede ocupar su lugar en un momento dado.
"¡Sehun!" Zitao salta de su taburete, envolviéndolo en un fuerte abrazo. Un olor fresco y limpio irradia de él, dando lugar a una punzada de emociones que están ligeramente embotadas, amortiguadas por una gran sonrisa y un par de ojos negros brillantes. Una vez, Lu Han le dijo que el primer amor no se abandona. Esos sentimientos siempre están ahí, esperando que un disparador derribe los muros y den rienda suelta a sí mismos en el corazón, maniobrando en el interior del mismo y obstinadamente aferrándose a él, pero de alguna manera, ahora siente como si esos sentimientos ya se han disipado.
"Hey," Sehun sonríe involuntariamente. A gusto o no, nadie puede resistirse a la felicidad natural de Zitao."¿Estás fuera del trabajo? "
"Si. La máquina que trabajo está funcionando mal y necesita un arreglo. Me dejaron ir por hoy porque no podían encontrar algo con qué trabajar", Dijo Zitao, encogiéndose de hombros, tomando asiento y ofreciendo a Sehun el asiento junto a él.
"Ellos no van a pagarte el tiempo de hoy, ¿verdad?."
Zitao parece un poco incómodo, jugueteando con su taza de café en vez de mirarlo a los ojos.
"Déjame darte un poco de tiempo", Sehun suplicó, ya sabiendo que Zitao se resistirá y posiblemente rechace su petición, pero eso no quiere decir que vaya a renunciar ayudar a su amigo. Observa a Joonmyun en el fondo del lugar, suspirando y sacudiendo la cabeza como si Sehun fuera una causa perdida y tal vez lo es. El hombre se dirige la parte trasera de la cocina, saca una toalla de uno de los cajones y comienza la limpieza de la máquina de café.
Zitao liberó un suspiro, su mano subiendo a masajear sus sienes como si estuviera prediciendo que viene un dolor de cabeza. "No, Sehun, detén esto. Soy perfectamente capaz de cuidar de mí mismo. Deja de actuar como si no pudiera." Y Sehun sintió una punzada de dolor perforar su corazón porque esa no era su intención y nunca lo será. Es solo que el número de muertos que cubrían los terrenos de la zona era cada vez mayor, sus cuerpos fueron ignorados, mientras que la gente pasa por sus lados sin pestañear. El temor de que un día Sehun se aleje de un cadáver y que éste pertenezca a Zitao, le aterra.
Tal vez el mayor se dio cuenta de su estado no interactivo o tal vez vio la angustia en los ojos oscuros de Sehun porque se levantó de su asiento y envolvió sus brazos alrededor de él. Y ese gesto fue tan inesperado que de repente, trajo lágrimas espontáneas. Ha sido un largo tiempo desde que Zitao lo ha sostenido de esa manera. La última vez fue cuando Sehun llamó a su puerta a mitad de la noche para darle un mes. El olor de Zitao no ha cambiado ya que llena las grietas del corazón de Sehun, como siempre lo hacía. Es dulce, fresco y total. Sehun entierra su cara en el hueco de su cuello, respirando profundamente cómodamente y familiarmente.
"Pero - yo quiero recompensarte, por todo", susurra, con voz ahogada, como si sus cuerdas vocales se fueran a dar por vencidas en cualquier momento.
"Para, no estás obligado a darme algo a cambio." Zitao aleja a Sehun de sus brazos, su mano se posa en la mejilla de Sehun, sacudiendo a la diminuta y casi invisible, cicatriz. Las manos de Zitao no son tan cálidas como las de Jongin pero calman igual. "Yo te cuidé por propia y libre voluntad. No sacrifiqué algo como imaginas y me divertí mucho con tu presencia. Cuando eras niño, eras muy lindo, ya sabes. Muy activo por lo que recuerdo", dijo con una tierna sonrisita.
Sehun se ruborizó, agachando la cara y lejos del contacto de Zitao. Cuando abre la boca para protestar, Zitao lo arrastra a sentarse en el taburete junto a él. Sehun nota que los asientos son la nueva incorporación de alguna otra tienda de inmuebles.
Hay ruidos procedentes de la cocina, seguidos por maldiciones bajas de Joonmyun.
"Prometo, que si estuviera en extrema necesidad o en peligro de morir, vendré a ti en busca de ayuda, ¿de acuerdo?. Ahora, deja de molestarme como si fueras mi madre. Ella solía hacer mucho eso. Ahora está muerta," Dijo Zitao inexpresivo. "Yo no quiero que mueras solo porque tienes este sentido de deber por mí. Terminaré siendo perseguido por el arrepentimiento o, posiblemente, por tu fantasma que esté tratando de convencerme de tomar su tiempo también."
Sehun forzó una pequeña sonrisa. Así que Zitao también tiene miedo de perderlo. El conocimiento envía un tipo raro de la felicidad todo el camino hasta los dedos de los pies. Hay alguien que realmente se preocupa por él, sin esperar algo a cambio. Débilmente intenta vincular la palabra 'amor' a Zitao y detecta que encajaría perfectamente, como una pieza de rompecabezas que trata de posicionarse fuertemente en el espacio vacío.
"Hey, Zitao, tenemos que correr. Parece que está a punto de llover y realmente no tengo ganas de mojarme." Joonmyun sale de la cocina, desatando el delantal verde que abraza su cuerpo y sujetándolo a la superficie de la encimera. Las llaves se agitan en una de sus manos y en la otra, hay una taza de café recién hecho. No muy cordialmente se la da a Sehun. "Esto es para evitar más problemas a Zitao", dice. No hay toque de malicia en su voz, pero sus ojos le recuerdan a Sehun, del acero que están hechas la totalidad de las fábricas. Los movimientos del hombre para Zitao vienen.
El crujido de las patas del taburete deslizándose contra el suelo, despiertan a Sehun de su trance y se apresura a huir de la cuidadosa mirada de Joonmyun. Claramente oye el sonido sordo de Zitao reprendiendo a Joonmyun por asustarlo y mandarlo lejos, pero él hace oídos sordos.
Lanza la taza de café en el bote de basura más cercano. Desperdiciar no es uno de sus rasgos pero, realmente no le importa en este momento.
La chaqueta que lleva puesta, hace poco para protegerle de los vientos feroces. Parece que no puede tener el tiempo para comprar ropa de invierno adecuada. Comenzó a tomar turnos en el bar desde que Jihyuk, un hombre fuerte, atrevido, que solía trabajar junto a Lu Han los fines de semana, fue encontrado muerto la semana pasada y Sehun, con ganas de llenar su tiempo con suficiente trabajo para distraerse de contar los días hasta que Jongin regrese (hasta allí eran cinco días), se inscribió en esa área del trabajo. El propietario estaba contento de tenerlo porque los clientes parecen haber tomado gusto a Sehun desde la última vez que cubrió a Lu Han. Entreteniendo y hablando dulcemente con hombres ebrios no era exactamente un trabajo tedioso. Actualmente, también dejó de tomar nuevos clientes. Cuando se acercan a él, simplemente dice que está considerando retirarse de aquello para centrarse en el que tiene actualmente. Por supuesto, no dice a nadie, sino se correría la voz más rápido de lo que piensa. En realidad, nadie se opone a esperar por unos hombres que eran sus clientes habituales. Le convencen con más tiempo para pagar y terminan decepcionados cuando Sehun sonríe cortésmente y declina acostarse con ellos. Así, entre permanecer despierto toda la noche hasta la grieta de la madrugada en el bar en vez de tomar entre dos y tres clientes al día, Sehun se quedó con poco tiempo para considerar un nuevo guarda ropa.
Saca la capucha de su chaqueta mientras gotas de lluvia comienzan a descender, sumergiéndose en su endeble ropa y enfriándolo hasta los huesos. Su caminar rápido pasa a ser una carrera, los pies golpeando la grava húmeda, el agua se filtra rápidamente en su cuerpo, como los controladores de tiempo. Si el estado del tiempo predice algo, es que él no está acompañado de algún cliente, hoy. El complejo del apartamentos entra en su visión y comienza a preguntarse qué puede hacer para complacerse a sí mismo. Ha sido una semana agotadora y todo ello se derrumba en él cuando está subiendo la escalera de emergencia. Apenas lo hace sin caerse de cara, las escaleras son peligrosamente resbaladizas.
Sehun casi no se da cuenta de que la ventana está parcialmente abierta, pero cuando lo hace, patina hasta detenerse. Rara vez alguien irrumpe en su casa. Zitao lo hacía antes de reunirse con Joonmyun, se colaba en su apartamento a altas horas de la noche y dejándose caer en su cama con el rostro radiante. Toma una respiración profunda, flexionando los hombros en caso de que el intruso decidiera atacar y empujar la ventana abierta.
"¿Quién anda ahí?" Pisa en el apartamento con cuidado, los charcos de agua se arrastran detrás de él, goteando de su ropa. Sus zapatos chirrían un poco al ser empapados y Sehun se estremece. "Muéstrate”.
"Hey". Sehun da la vuelta, el corazón latiendo con fuerza en su pecho. Los mechones de pelo rubio miel lo saludan y Sehun libera una respiración contenida, dejándose caer en el sofá junto a él.
"¿Sabes, Lu Han? alguna vez alguien te va a confundir con un ladrón de verdad y será demasiado oscuro y morirás."
"Woah, woah, Sehun, estás siendo demasiado sombrío." Lu Han frunce el ceño mientras toma apacigua a su amigo. "¿Pensaste que era buena idea ahorrar agua bañándote en la lluvia? Quiero decir, sabía que eras un completo tacaño, pero este es un nuevo nivel, muy alto incluso para ti."
Lu Han desapareció en su habitación antes de volver con una toalla seca en la mano. La envolvió en la cabeza de Sehun y comenzó a secar su pelo, masajeando su cuero cabelludo con movimientos lentos y seguros. Sehun tarareó por la satisfacción, recordando lo mucho que amaba cuando Jongin lo hacía después de sus duchas, haciendo a Sehun sentarse en el suelo entre sus piernas, con sus manos suaves y grandes, dándole seguridad.
"Ya está, " Lu Han anunció con broche de oro. "Ahora ve y cámbiate de ropa. Realmente espero que no cojas nada demasiado peligroso."
Sehun asintió obedeciendo a Lu Han y se puso algo cómodo, un par de pantalones de chándal y un suéter grande. Definitivamente necesita un cambio en el armario porque es el mismo suéter que Joonmyun le dio como regalo y en realidad, no tiene algún suéter acogedor aparte de ese. Cuando entra en la sala, Lu Han pone una taza de té en sus manos, con ojos recelosos, como si fueran a saltar sobre él en el instante que mire hacia otro lado.
Prácticamente puede sentir los ojos de Lu Han rodando, cuando el otro dice, "El té es más barato que los granos de café en estos días. Ahora bebe mientras todavía está caliente".
Se sientan en el sofá, sus muslos alineados uno contra el otro, hombros tocándose. Sehun no se da cuenta que se ha perdido días como este, cuando ninguno estaba trabajando hasta la muerte, con ojos brillantes y vivos. Lu Han cumplió veinticinco cuando Sehun tenía dieciocho años, siete años antes que Sehun los cumpliera. El cambio fue instantáneo y cruel. Lu Han apenas tuvo tiempo para Sehun porque estaba demasiado inmerso en su trabajo, con los ojos pegados a su reloj en frenética obsesión, la boca torcida en la desesperación cuando su tiempo se estaba agotando. Sehun nunca ha visto algo tan trágico.
Pero entonces, un año más tarde Yixing entró en la vida de Lu Han, llevándolo de la cuna del miedo y el exceso de trabajo, a sus brazos. No importaba lo mucho que Lu Han lo negara, él era una bola de emociones cuando Yixing volteaba a mirarlo, una suave sonrisa adornando su rostro encantador. El rostro de Lu Han, que era empañado por la ansiedad y marcado por pesadillas, comenzó a ganar de nuevo su luz anterior. Cuando Sehun tenía diecinueve años, fue testigo de la construcción del amor que estaba roto, poniendo de nuevo ladrillo a ladrillo, sus manos talentosas, trabajando para salvar la vida de alguien y decorando con alegría y felicidad que se llegaron a permitir.
Sehun se recuerda queriendo algo así. Recuerda viendo a Yixing y Luhan intercambiando miradas cargadas de palabras, la mano de Yixing de vez en cuando posado sobre el hombro de Lu Han, los dedos atándose juntos mientras caminaban por las calles.
También recuerda renunciando a querer, obligándose a quemar los deseos y esperanzas porque, ese tipo de cosas solo sirven como muros que lo separan de la supervivencia y la supervivencia estaba arraigada en él. Era una parte vital que no podía apartar. Se pregunta si la imagen de Jongin estuviese pintada a través de estas paredes, cuánto tiempo se quedaría estático mirándolas.
El té sabe como calidez y como esconderse debajo de las mantas y besos.
"Te ves diferente estos días. "
"¿Ah?" Sehun mira Lu Han y el otro no aparta la vista, los ojos posándose en Sehun como si estuviera tratando de forzarlo a abrirse, derramar sus entrañas, porque sabe que va a encontrar todos los secretos escondidos en su interior. "¿Qué quieres decir?"
Lu Han siempre fue el tipo de persona demasiado atrevido, quien sinceramente te hace temblar y estremecer. Así que, Sehun no espera a que tenga una mirada inquieta en sus ojos, de repente rompe el contacto visual y mira hacia adelante, a la ventana. La lluvia sigue golpeando, incesante, como si el mundo se tambaleara al borde antes de que finalmente se vaya, vertiendo todo lo contenido.
El silencio parece tan fuerte como las gotas de lluvia al aire libre.
"Hay un hombre que ha estado frecuentando aquí estos últimos tres meses. Lo veo una vez por semana, entrando y saliendo. ¿Es un nuevo cliente?" La voz de Lu Han es clara y el último minuto se siente como una ilusión, una mala imitación de la realidad porque Lu Han nunca duda. Sehun lo marca hasta en el clima. Lu Han odia los días de lluvia.
"Algo así". No planea decir a alguien sobre Jongin. Quiere mantener para sí mismo su hermoso secreto, envuelto en las sombras de su vida, escondido detrás de los anhelos, deseos y sueños.
Sehun suprime un gemido porque Lu Han suena emocionado y un emocionado Lu Han es insistente y obstinado. Sehun se queda mirando la superficie de su té, su color, un hermoso castaño rojizo, el color del cielo cuando el sol se encuentra con el horizonte, hundiéndose lentamente debajo de él y diciendo adiós. Suspira y lanza un vistazo cuidadoso a su amigo. El hombre sigue mirándolo, la curiosidad desbordando de sus ojos brillantes y realmente parece interesado. Sehun ha olvidado los tiempos en que Lu Han y él paseaban por las calles antes del toque de queda, su tiempo de ocio y su postura relajada mientras tenían una comida de noche.
A pesar de que Lu Han es mayor que él, se llevaban sorprendentemente bien. Lu Han siempre fue natural, todo un charlador mientras que él era callado, rara vez las palabras salían de su boca, a menos que fuera algo muy urgente. En las raras ocasiones en que se reunieron, Yixing solía bromear, diciendo que Sehun y Lu Han hacían mejor pareja y de ser así, Zitao lloraría, envolviendo sus brazos alrededor de Sehun de manera protectora y llamándole su bebé. La memoria es borrosa, pero no fue hace tanto tiempo.
Se rinde cuando Lu Han comienza a hacer pucheros.
"Es un hombre de la zona 1. "
Como era de esperar, Lu Han parpadea varias veces antes de abrir la boca. "¿Zona 1? ¿Hablas en serio? Oh Dios mío, ¿cómo fuiste capaz de aterrizar en una mina de oro de esa manera?."
El pecho de Sehun duele como si estuviera en llamas, un dolor repentino lo tiene apretando el agarre en su taza de té. Nunca pensó algo así para Jongin. La cantidad de años nunca le ha interesado, el traje llamativo y el reloj que llevaba la primera vez no le hacían querer tirarse por el hombre solo para conseguir a sí mismo una fortuna. Es cierto que quería darle un beso, porque, naturalmente, todo el mundo quisiera darle un beso o muchos, debido a que los labios de Jongin eran suaves y esponjosos y perfectos y demás.
Sehun niega con la cabeza. "No había pensado en ello."
"Deja de ser tan increíblemente modesto. Quiero decir, a veces te ves tan bien que quiero tenerte en mi cama." Sehun se le queda mirando con incredulidad. "Pero", Lu Han interviene: "Eso no importa." Hay un ligero rubor en sus mejillas y Sehun impide que la risa salga de su boca. Lu Han tiende a parlotear cuando está emocionado.
"Así que dime, ¿tomaste un vistazo a su reloj? ¿Cuánto tiempo tiene?"
"Pasa ser honesto, no estoy interesado en saberlo" Sehun no está mintiendo, pero sabe cuánto tiempo tiene Jongin, porque la mayoría de las veces, cuando están en la cama, Jongin atrapa a Sehun con su brazo izquierdo, que siempre encuentra camino alrededor de su cintura. A Sehun le gusta arrastrar sus dedos en la muñeca bronceada, dibujando sobre el tic-tac, encima de los números verdes tatuados en su piel, mientras Jongin besa su oído, presionando suavemente el lóbulo, en las madrugadas.
"Espera, espera," Lu Han coloca su taza de té sobre la mesita de café, acomodándose en el sofá para así enfrentarse a Sehun. "¿Me estás diciendo que tú, Oh Sehun, no revisaste el reloj de un cliente cuando tuviste oportunidad? Me niego a creerlo." Sehun no cree que Lu Han lo hará. "Muy bien", sonríe. "Dime, ¿cuántas veces vino aquí?"
"Contar no es lo mío." Lu Han interrumpe bruscamente con una carcajada. Todo el mundo cuenta. Los que no lo hacen están en la zona 1. "Pero creo que alrededor de 14 veces más de lo normal. O tal vez más."
“Mierda", Lu Han respira, volviendo a su taza de té, toma un buen trago antes de dejarlo de nuevo. "Debe estar repleto de tiempo. Me refiero a que, si el tipo está dispuesto a gastar 14 años solo para tener tu compañía. Eso dice dos cosas acerca de él. Uno, está increíblemente enamorado de ti y dos, es asquerosamente rico".
"¿Qué?" El cerebro de Sehun da marcha atrás en su intento de ponerse al día con lo que acaba de decir Lu Han. "¿Qué quieres decir con que gastó 14 años? Se supone que para pasar de una zona a otra, pagas un peaje de una semana en cada zona, ¿verdad?."
"Eso fue hace cinco años. Ahora, pagas un mes en cada parada. Hay doce paradas entre la zona 1 y aquí, lo que significa que pasa un año entero cada vez que viene a verte ".
El cerebro de Sehun es una ruina. Dejó de protestar cuando Jongin le compraba un pedazo de comida de lujo, no le dejaba escapar un ruido de descontento cuando le dio dos semanas cada vez que lograba despertar antes que él, pero, pasar un año únicamente para permanecer con él por tres o cuatro días, hace que Sehun quiera golpearlo en la cara. Jongin puede ser demasiado imprudente a veces, tomándose su tiempo para concederlo, tirar un montón de meses solo porque los tiene en su reloj. ¿Esto? Sehun piensa que esto es ser estúpido. Piensa en cómo va a enfrentar a Jongin respecto a esto, cuando Lu Han le pregunta: "¿Cuál es su nombre?"
"Kim Jongin." Responde al instante, tiene la mente demasiado ocupada con esta nueva revelación y no se da cuenta que tiene frente a él, a un Lu Han pensativo, tarareando. Solo frunce los labios con algo de enfado.
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