5. Odio
"Así que has oído hablar de mí, ¿eh?", Dijo Tao con orgullo.
"Bueno, si no fuera por el hecho de que me pusiste en un montón de problemas, probablemente no habría oído hablar de ti. ¿Por qué, eres famoso?" Preguntó sin cuidado, lo que hizo disgustar a Tao.
"Escucha tú, pedazo de mierda-"
"Me disculpas pero, no estoy de humor para ti." Dijo Jongin, cuyo cerebro seguía evocando imágenes de cómo se vería Kyungsoo desnudo en una cama diseñada por su misericordia. Caminó pasando a Tao, con la esperanza que las cosas podrían quedarse de esa manera.
Tao lo agarró por la parte superior de su brazo y lo estrelló contra la pared de un edificio, causando que el muchacho más joven se estremeciera de dolor, aun así no fue tan malo como había pensado. El mayor lo apresó entre sus brazos inclinándose a él, parecía algo sospechoso. Su instinto decía que no era así como Tao iba a patear su culo, porque de por sí ya era demasiado alto para hacerle sufrir, y que probablemente estarían golpeándose hasta la mierda si así lo deseaba. Ya era un poco oscuro a su alrededor como si atardeciera hasta convertirse en noche y sólo entonces, Jongin estuvo seguro acerca de qué hacer. Contuvo el aliento casi deseando que el chico mayor lo golpease, porque sería mucho mejor de lo que Jongin estaba haciendo o eso supone.
Aunque intentó escapar, Tao era notablemente más fuerte, resaltando el hecho de que no tenía posibilidad contra el chico mayor. Jongin solo quería gritar para pedir ayuda, pero al mismo tiempo no quería arriesgarse a que nadie lo viera de esa manera. Llamar la atención de los demás mientras su culo era pateado por alguien no era algo que a Jongin le importara, pero la forma en la que estaba ahora, era algo que solamente ponía en riesgo a Kyungsoo al ser visto de este modo.
"¿Qué demonios estás haciendo, Tao?", Preguntó, tratando de sonar sereno aunque sus rodillas temblaban.
"Algo que he querido hacer desde hace un tiempo, pero siempre estabas demasiado ocupado con Kyungsoo para fijarte en mí. Así que ahora tengo tu atención".
Tragó saliva al darse cuenta de por qué Tao había escogido pelear con Kyungsoo primero, entonces no se sintió mucho menos cómodo sabiendo lo que pasaba por la mente de Tao, y con toda honestidad, lo encontró demasiado desagradable. Se sentía como un hipócrita ya que había tenido algo con el otro chico también pero no importaba en ese momento. Sólo necesitaba una manera de escapar de este hombre.
La respiración del mayor era cálida en la mejilla de Jongin cuando este movió su cara lejos de los labios del hombre. Se sentía como una damisela en apuros, esperando a que alguien venga y le salve aunque a la vez, sabía que estaba solo en esto. Los labios de Tao suavemente tocaron la piel del cuello de Jongin, haciéndole sentir un ligero cosquilleo y siguió firme en su posición, no quería darle el placer de ganar.
"¿Sabes?" Comenzó lentamente. "Estoy en muy buenos términos con el director, y probablemente podría hablarle bien de ti de modo que no tengas que transferirte a otra escuela."
Por un segundo, Tao tenía toda su atención y lo miró directamente a los ojos. Se dio cuenta de su error cuando se percató de la sonrisa suspicaz frente a él, como si hubiera logrado ganar el primer lugar de un gran evento.
"Por supuesto, tienes que pagarme por ello." Susurró a su oído. El muchacho más joven quería alejarse realmente disgustado porque esto era probablemente peor que cualquier paliza que jamás le dieron. No quería deberle nada. Consideró seriamente un par de patadas en sus bolas y estaba a punto de hacerlo, pero Tao volvió a hablar.
"Espero que entiendas que por el mismo medio puedo sacar a alguien de aquí."
"No me importa si te me echan". Jongin escupió de nuevo.
"¿Quién dijo que tú?" Tao sonrió. Finalmente se apartó y giró. "Creo que consideraría un poco más mis opciones si yo estuviera en tu posición."
Entonces se alejó. Jongin contempló la silueta del hombre desapareciendo en la multitud de personas a pocos metros más adelante. Al principio no había entendido ni una palabra de lo que Tao había querido decir pero después de darle unas buenas vueltas al asunto, se dio cuenta que podría haberse referido a Sehun. Obviamente sabía que eran amigos cercanos considerando que Sehun había tropezado después de que Jongin fuera sacado de la sala de clase más temprano. Apoyó la cabeza contra la pared de ladrillo frío detrás de él y dejó escapar un profundo suspiro, ¿cómo iba a mantener a Sehun fuera de esto? No había hecho nada malo y no merecía ser echado de la escuela. Jongin iba y venía con sus pensamientos. Sehun había renunciado a mucho por Jongin, incluso le ayudó muchas veces. Lo menos que podía hacer era devolverle el favor o por lo menos, mantenerlo fuera de problemas. ¿Tal vez debería seguir adelante con lo que Tao quería después de todo? Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de su teléfono celular. Comprobó el identificador de llamadas y vio que se trataba de alguien que no estaba en su lista de contactos. Sin embargo, Jongin reconoció el número.
"¿Qué?", Es la forma en que respondió a la llamada. Demasiado frustrado incluso para ser educado, además no es como si se tratase de alguien que alguna vez hubiera sido educado con él pero… lo que sea.
"Te ves como la mierda." Dijo la voz de Kyungsoo.
Jongin miró a su alrededor sin responder, hasta que divisó a Kyungsoo en la calle de al lado.
"¿Cuánto tiempo has estado allí?" Preguntó.
"El tiempo suficiente." Respondió con todo lo que eso significaba. "´¿Tao y tú?"
"No es asunto tuyo."
"¿Solo estabas prostituyéndote en los alrededores o él te gusta?"
"Vete a la mierda." Dijo Jongin antes de colgar. Sin siquiera darle una segunda mirada antes de salir.
Caminaba con pasos rápidos pero no sirvió de nada. Kyungsoo finalmente lo alcanzó y lo apartó de la calle principal. Entraron a un pequeño callejón, iluminado por nada más que las luces de la vía. Jongin se vio presionado contra una pared de ladrillo por segunda vez en el día. Realmente no esperaba que esto se convirtiera en un hábito a pesar de que la compañía de Kyungsoo era mucho mejor que Tao. Sintió el peso de Kyungsoo en el pecho; el mayor estaba descansando su cabeza contra Jongin. El más alto confundido, trató de averiguar lo que estaba pasando.
"¿Kyungsoo?" Preguntó.
"He tenido un jodido día."
"Sinceramente me importa una mierda. Ahora quítate de encima." Jongin se preguntó cómo era posible que su boca expresara exactamente lo contrario de lo que estaba sintiendo. Se odió a sí mismo por un momento muy breve, pero el chico mayor no se movió. ¿Tal vez sabía lo Jongin realmente se sentía? O tal vez simplemente no le importa nada de lo que le dijo. Era un rebelde nato después de todo.
"No estés cerca de Tao." Dijo Kyungsoo contra su pecho. Sus brazos seguían apresando al chico más joven pero su cabeza todavía se apoyaba en su pecho con la cara aun en dirección al pavimento. Era una especie de extraña comodidad estar tan cerca de él. Sabía que Jongin tenía suficientes motivos para odiarlo y probablemente tenía un centenar de razones para matarlo, pero aún se sentía seguro.
"Realmente no es de tu incumbencia."
"¿Te gusta?"
"No me gusta nadie. Y eres el más entrometido de mierda que he conocido."
"Ese muchacho, Sehun, ¿Te gusta?"
"Odio a todos."
"Estás mintiendo."
"No es asunto tuyo." Jongin suspiró.
Kyungsoo inclinó la cabeza y mordió con fuerza el labio inferior de Jongin. El más joven lo apartó con un gruñido, silbó y se tocó el labio con el dedo, sangre manchando dolorosamente.
"Ahora te ves como un puto." Bufó mientras el chico parecía llevar encima lápiz labial o algo así.
"Sinceramente, ahora no estoy de humor."
"¿Por qué? ¿El bebé de Tao se pondrá celoso?"
"KYUNGSOO, ¡CÁLLATE MALDITA SEA!" Le gritó y empujó hacia la pared detrás de él. Estaba más que listo para arrebatar su vida a golpes pero tan pronto como lo lanzó, vio algo en sus ojos. Como si quisiera que lo haga.
Cualquiera que sea la fuerza que Jongin tenía, lo abandonó mientras miraba a esos ojos oscuros. Se sentía cansado y frustrado, y no estaba de humor para juegos estúpidos con alguien a quien probablemente le daba igual que el culo de una rata de todos modos. No era más que una prueba.
"Estoy cansado de ser tu juguete". Jongin suspiró entregándose a la derrota.
"¿Qué?" Preguntó el otro mirándole seriamente sorprendido.
Jongin no respondió. Simplemente lo dejó allí y se fue a casa, esperando que Kyungsoo no siguiera, y no lo hizo.
El chico mayor se quedó frio mirando la pared de ladrillo sobre la que se inclinó. ¿Cómo es que todas las cosas que pensaba decir, habían desaparecido tan pronto como vio a Jongin y en su lugar, las sustituyó por palabras hirientes? Cuando lo vio con Tao, el sentimiento se esfumó. La forma en que Tao estaba apoyado cerca de él, susurrándole cosas. Lo odiaba. Jongin era suyo. Nadie más podía lastimarlo o tocarlo de otra forma. Jongin era el único con el que se sentía ideal. Jamás le había gustado compartir sus cosas con otras personas. Entonces pensó en lo que le acababa de decir. Juguete. ¿Acaso cree que realmente fue tratado como uno? Porque para Kyungsoo nunca significó eso. Jongin era mucho más que un juguete. No un amigo. Tampoco un enemigo y mucho menos su amante. Quizá juguete era la única palabra para describirlo. Pero dolió. Kyungsoo sintió que aquel sentimiento se apoderaba de todo su cuerpo. Juguete no era la palabra que quería usar para describir a Jongin.
Alejó todos sus pensamientos y se dio cuenta que probablemente, el otro ya se había ido hace mucho tiempo. Debía irse a casa también y lucía decepcionado, porque no había sido capaz de decir las cosas que realmente quería. Tal vez era demasiado tarde de todos modos, Tao había llegado a Jongin primero.
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"¿Me estás evitando?" Sehun declaró mientras bloqueaba la salida del salón de clases para que Jongin no saliese al comedor.
"Sí, lo hago." Respondió Jongin, frío y duro.
Su amigo se estremeció y miró como si alguien acababa de matar a su gato. Bajó la guardia y Jongin supo que esa era su oportunidad de salir. Sin embargo, Sehun recuperó su fuerza y lo tiró de nuevo, cerró la puerta atrapándolo contra la pared y entre sus brazos. No ni idea de que por supuesto, Jongin se había cansado de esta posición desde el incidente de hace tres días.
"¿Por qué?" Inquirió.
"Es complicado."
"Somos amigos, puedes decirme." Habló a pesar que sus propias palabras le doliesen.
Jongin suspiró y cedió ante el chico.
"Es algo con Tao." Admitió.
"¿Tao? Pensé que estabas empeñado en Kyungsoo? ¿Y qué tiene que ver conmigo de todos modos?" Sehun estaba confundido.
"No estoy detrás de Tao. Quiero matarlo".
"Sin embargo también dices lo mismo de Kyungsoo."
"No es lo mismo."
"Por favor, explícame."
Otro suspiro de Jongin.
"Quiere que yo sea su novio o algo así. O de lo contrario te sacará de esta escuela".
"¿Qué?" Rió su amigo casi con incredulidad.
"Así que te estoy evitando porque soy egoísta y no quiero salir con ese chico, y tal vez así no querrá echarte si no tienes ninguna conexión conmigo."
Sehun se quedó tranquilo. Estaba herido y conmovido al mismo tiempo. Jongin se preocupaba por él, a pesar que no era la manera en que quisiera, siendo tratado cruel e injustamente. No podía dejar de perdonar Jongin una y otra vez, pero eso es lo que se siente cuando estás enamorado, ¿no? Todavía tan absorto en sus pensamientos que casi olvidó a Jongin atrapado en su jaula.
"¿Sehun?", Preguntó Jongin, mirándolo con ojos como platos. Sehun casi sentía avergonzado por lo hermoso que Jongin se veía en ese momento.
"Lo siento.", Dijo negando con la cabeza y volviendo a la realidad. Se alejó y dejó que el hombre se fuera.
"Yo soy el que lo siente. En serio, Sehun... Voy a arreglar esto de alguna manera." Otro suspiro, y luego una sonrisa obviamente falsa. "Quién sabe, tal vez salir con él no sea algo tan horrible después de todo."
Y se alejó. Y por la esquina del ojo notó a Kyungsoo quien permanecía de pie junto a la puerta. Como si los hubiera escuchado a escondidas, ni así cambió su postura. No dijo más palabra y se alejó.
En su mente, maldijo su aspecto o lo que fuera al pensar que alguien lo perseguía de esta manera. Estaba tan condenadamente enfadado otra vez, que cuando se dio cuenta de que Kyungsoo lo seguía, se dio vuelta y lanzó un puñetazo directamente a la cara. Golpeó al chico mayor con tal sorpresa que cayó al suelo. Se quedó mirando a Jongin con los ojos bien abiertos antes de reconocer el golpe encolerizado. Se levantó de un salto y estaba a punto de devolvérsela cuando tres maestros llegaron caminando por el pasillo.
"¡Hey! ¿Ustedes otra vez? ¡Alto ahí!" Dijo uno de ellos.
Por instinto, Kyungsoo lo jaló y corrió lejos en dirección opuesta a los maestros, prácticamente voló por las escaleras. Vio un armario de escobas y rápidamente entró con Jongin a rastras, cerrando la puerta tras ellos.
Era estrecho y pequeño y los chicos estaban bien presionados uno contra el otro en la oscuridad.
"¿Es en serio, Kyungsoo?" Jongin comenzó, molesto. "Hemos estado luchando metiéndonos en problemas durante todo el maldito año ¿Y ahora decidimos que debemos evitar ser atrapados?"
Kyungsoo se sonrojó y agradeció a Dios por la oscuridad, así el otro no podía verlo. Ni siquiera había pensado bien antes de agarrarlo y correr. Se quedaron en silencio, escuchando a los profesores que parecían haber perdido rastro de ellos. Ninguno de los dos hizo algún intento de salir.
"Háblame de tu padre." Jongin habló de repente, sorprendido de sí mismo y cerrando la boca al instante, habiendo deseado poder decir otra cosa en vez de eso.
"Nada que decir. Háblame de Tao." Kyungsoo respondió fríamente.
"Nada que decir."
Entonces dejó que sus manos viajaran bajo la camisa de Jongin pellizcando la piel de su cintura mientras se acomodaba con los pies y elevarse para morder el cuello de Jongin. El muchacho más joven gimió mitad del placer, mitad dolor.
"No me mientas, Kim Jongin."
"Qu-¿Qué quieres que te diga, entonces?" Tartamudeó leve.
"Háblame de Tao."
"Me gusta." Jongin mintió.
El mayor se puso rígido y se quedó quieto. Sus manos todavía bajo la camisa, dejaron que las palabras lo golpeen muy en el fondo. Alejó sus manos y sintió al más joven agarrar sus muñecas, manteniendo las manos en su cintura. Al principio, Kyungsoo pensó que era porque el más joven quería mantenerlo de esta manera. Pero tan pronto como habló, Kyungsoo supo que estaba retenido en su lugar y no había escapatoria.
"Háblame de tu padre." Jongin susurró.
"Alcohólico." Dijo brevemente. "¿Qué te gusta de Tao, de todos modos?"
"Tiene un cuerpo bonito.” Soltó y en realidad, no tenía idea del cuerpo de Tao porque nunca había prestado atención. "¿Y tu mamá?"
"Accidente de coche cuando tenía 10. ¿Estás saliendo con él?"
Jongin buscó suavemente con su rostro hasta encontrar los labios de Kyungsoo. Besó al mayor profundamente mientras lo empujaba contra la puerta. Se sentía bien estar en posición dominante de nuevo.
"Solo tenemos sexo." Dijo Jongin entre los besos. "¿Cuánto tiempo ha estado bebiendo tu padre?"
"Desde que mamá murió." Kyungsoo respiraba. No tenía idea de lo que estaba pasando y era obvio que olvidó todo tipo de auto-control que necesitaba para empujar a Jongin y sus suaves labios en este momento. "¿Le has besado?"
El brazo del muchacho más joven se deslizó por la cintura de Kyungsoo, tirando de él aún más cerca. Kyungsoo estaba a punto de dejar escapar un suave gemido cuando el otro deslizó su lengua dentro de su boca, amortiguando el sonido de placer.
"¿Qué pasa si lo he hecho?" Jongin bromeó. "¿Cuánto tiempo ha estado lastimándote?"
"Demasiadas preguntas, Jongin." Susurró. "Desde que empezó a beber. ¿Por qué te importa?"
Kyungsoo se vio empujado aún más fuerte contra la puerta. A este ritmo, casi se sentía como si estuvieran aplastando. Pero al mismo tiempo era perfecto, porque podía estar cerca de Jongin haciendo de todo lo demás, poco importante. La única cosa que lo haría aún mejor sería si ambos estuvieran desnudos.
"No me importa". Jongin susurró mientras besaba su cuello.
El chico mayor sintió un disparo de dolor, pero no permitió que su cuerpo respondiera de la misma forma. La oscuridad ocultaba su expresión de dolor, así que todo lo que tenía que hacer era no dejar que Jongin se diera cuenta de todos modos.
"Estás siendo demasiado amable, Kyungsoo." Habló el menor mientras desabrochaba la camisa de Kyungsoo quien obviamente, no tenía idea de lo que le estaba pasando.
"¿Qué?"
"Me estás diciendo todas estas cosas sobre tu vida, mientras yo estoy mintiendo directamente a tu cara, en cada respuesta." Jongin confesó como el último botón saliendo del ojal. Pasó los dedos sobre la piel lechosa de quien no podía ver por la oscuridad. Y cuando rozó uno de los pezones del chico, Kyungsoo silbó lleno de placer.
"¿De qué mierda estás hablando?" Kyungsoo preguntó con voz forzada. Trató de mantener la cordura y no ceder ante Jongin.
"Lo que tu piensas acerca de mí y Tao sólo está en tu cabeza. No sé si debo sentirme halagado o insultado de que me imagines de esta forma con otra persona." Respondió antes de besar su clavícula.
"Te juro que voy a amatarte Jongin." Kyungsoo amenazó.
Lo empujó lejos, de todos modos no es que no hubiera mucho espacio entre ellos entre las pequeñas escobas del armario, pero le dio un segundo para respirar y comprender la situación. Jongin había estado jugando con él y no iba a dejar que eso continuara.
Puso la mano en el interior del muslo de Jongin peligrosamente cerca de miembro aun vestido. Tenía una mirada burlona en su rostro pero Jongin no podía verle en la oscuridad. Un gemido salió de los labios Jongin y Kyungsoo comenzó a besarlo con fuerza.
"Eres un idiota." Kyungsoo respiro. "Un idiota y un hijo de puta. Estás tan lleno de mierda y alguien debería golpearte seriamente en el culo. Me usaste, maldito seas".
"Demasiadas palabras feas de esa bonita boca tuya." Jongin declaró con simple tono burlón.
"¿Por qué sientes tanta curiosidad sobre mi vida?", Preguntó Kyungsoo.
"No lo siento." Jongin mintió.
"¿Entonces por qué tantas preguntas?"
"Porque sabía que te iba a molestar. ¿Y tú qué tanto interés en Tao y en mí?"
"Es que tal vez no quiero que alguien venga a robar mi juguete."
Kyungsoo se dio cuenta del error segundos después que las palabras fueron pronunciadas. Quería retroceder el tiempo como fuera, Desesperadamente desearía poder no haber dicho nada. Jongin se había detenido. No se movía en absoluto hasta que empujó a Kyungsoo a un lado haciendo que este se golpee el brazo contra algo fuerte que no pudo ver. El muchacho más joven abandonó el armario y cerró la puerta, dejando a Kyungsoo solo en la oscuridad. No le importaba si su camisa estuviera desabotonada y salió corriendo tras Jongin. Hizo todo lo posible para tratar alcanzarlo.
"¡Jongin!" Le llamó pero el menor no se detuvo. Tomó sus cosas rápidamente de su casillero y se mantuvo furioso. Se estaba marchando.
Cuando llegaron a la entrada principal, la lluvia caía pesadamente. Jongin se sentía demasiado herido para importarle y ni siquiera se detuvo por un segundo antes de salir del edificio. Kyungsoo todavía lo estaba siguiendo. Rogó a todo poder superior para que Kyungsoo dejase de seguirle o algo, lo último que quería era que lo viera llorar. No quería que lo viera en ese estado débil, no podía parar. No podía creer que el chico mayor acababa de decir esas palabras. Y tampoco podía creer que se sintiera tan molesto por eso.
Kyungsoo no logró agarrarlo hasta que estuvieron de pie ante su casa porque recién aquí se había detenido. Tenía que abrir la puerta y el niño mayor le dio vuelta y lo besó profundamente. Su mano alrededor del cuello del joven. Jongin sabía a sal. Esperaba la humedad ya que estaba lloviendo, pero el sabor salado habló de una verdad horrible para Kyungsoo.
De alguna manera, Jongin consiguió abrir la puerta y ambos tropezaron adentro, todavía besando los labios del otro. El muchacho más joven dejó caer sus cosas en el suelo y trataron de llegar a la habitación de Jongin, fue una lucha ya que estaba en el segundo piso y simplemente no podía dejar los labios del otro. A lo lejos, Jongin veía las macetas y todas aquellas cosas que les harían tropezar, pero su cuerpo estaba demasiado ocupado transportando sangre desde su cerebro a las partes del sur, ya no importaba nada.
Kyungsoo se apretó contra Jongin quien de alguna manera, lo empujó contra la pared de su cuarto, ninguno de ellos tenía idea de cómo habían llegado allí sin romper nada. Un gemido entrecortado escapó de los pulmones de Jongin y enterró sus dedos en el cabello del más bajo, besándolo en el cuello. Kyungsoo susurro algo inaudible. Tal vez algo sobre la suerte que tenían de que los padres de Jongin no estuvieran en casa.
"¿Por qué eres así?" Jongin prácticamente gimió mientras el otro se apretó más fuerte contra su cuerpo.
"No quise decir lo que dije antes."
"¿Hay otros medios para disculparse sabes?"
"No estoy disculpándome."
"Por supuesto que no."
Utilizó toda su fuerza para empujar a Kyungsoo lo suficientemente fuerte para que pudiera caer sobre la cama y entonces se abalanzó sobre él. Se dio cuenta de cómo Kyungsoo sólo había logrado abotonar dos de los botones de su camisa desde que salieron del armario, algo que Jongin disfrutó mucho ahora que tenía libertad de explorar su suave piel.
"Tu cama se va a mojar." Kyungsoo declaró, desvistiéndolo.
Jongin lo ayudó quitándose toda la ropa y luego procedió a retirar el resto de prendas del mayor. Las sábanas habían absorbido algo de humedad y no es como si les importara ya que ambos estaban húmedos y nada seguros de si era lluvia o sudor. Entre tantos besos, Kyungsoo mordió el labio inferior de Jongin, suave y burlón. Sintió al muchacho más joven explorar cada centímetro de su piel y le encantó a cada segundo que pasaba.
El chico mayor silbó cuando los dedos de Jongin rozaron la cabeza de su pene. Sintió la contracción probablemente cien veces más intenso de lo que realmente era y esto hizo sonreír a Jongin, quien tomó la gruesa longitud en la mano acariciándola lentamente, sabiendo cuán tortuoso sería para el otro. Apretó con más fuerza mientras aceleraba y Kyungsoo se encontraba en algún lugar entre dolor y placer. Un gemido salvaje cargado de deseo salió de sus pulmones y su cuerpo tembló, Jongin sabía cuál era la razón de las respiraciones jadeantes.
Comenzó a besarlo en el cuello y se abrió camino hacia abajo hasta que sus labios estaban envueltos alrededor de la dura polla. Pasó la lengua con cuidado por el líquido pre-seminal que goteaba moviendo la cabeza arriba y abajo. Tuvo que emplear mucho de su fuerza para sostener las caderas de Kyungsoo que insistían en empujar para arriba.
"Ahh... Jongin... Nnh..." Kyungsoo gimió sujetándose fuertemente a las sábanas con el fin de aferrarse a algo. "Voy a..."
Jongin se apartó para gran decepción del otro y apretó su longitud fuertemente. No iba a dejar que dejara salir su semen por ahora. Y no es vaya a presumir, pero había visto un montón de películas y aprendió que los hombres podrían venirse rápidamente debido al placer intenso. Lo intentó a solas muchas veces y no funcionaba con él, pero parecía funcionar en Kyungsoo sin embargo. El chico mayor gruñó frustrado cuando se dio cuenta de lo que le estaba haciendo.
"¡Jongin, no! ¡Joder! ¡No te atrevas!", Ordenó pero fue en vano. En venganza, puso su mano sobre la longitud de Jongin. Los brazos del chico se resistieron y transcurrieron unos segundos antes de chocar su miembro contra el otro. Jongin se posicionó mejor para que la fricción sea más exquisita y Kyungsoo estaba bombeándolo rápido, ambos sintieron sus cuerpos vibrando de placer.
"¡Espera!" Dijo el menor de repente, casi gritando. Kyungsoo se detuvo inmediatamente y miró al chico sobre él, con mejillas y ojos brillantes con labios húmedos color ciruela luciendo hinchados por los feroces besos. De repente, Jongin se preguntó ¿Cómo había podido vivir su vida sin verlo de esta manera? Sentía haber nacido sólo para este momento, estaba seguro que le pertenecía, sin lugar a duda.
"¿Qué?" Kyungsoo respiraba, preguntándose qué había causado la repentina urgencia de detener a Jongin.
"Tenemos que parar, ahora..." Suspiró, pareciendo decepcionado de sí mismo, algo que sólo hizo las cosas más difíciles de entender para Kyungsoo. ¿Jongin no quiere esto?
"¿Por qué?", Preguntó frustrado. Su duro miembro todavía exigiendo atención y su cuerpo gritando por la liberación robada.
"S-Si no paramos ahora... No seré capaz de detenerme en absoluto..." Confesó Jongin tímidamente. El mayor lo jaló por el pelo para encontrarle en un beso. Jongin gimió de dolor a causa del jalón y sus ojos se agrietaron pero poco a poco, respondió al beso seguro que Kyungsoo le estaba dando.
Jongin lo sintió volviendo a tocar ambos miembros.
"No tengo intención de detenerme nunca, Jongin. Estoy en esto hasta el final." Kyungsoo respiró en un gemido. El más joven gimió ante sus palabras aliviado de oír tales cosas y haciendo que se le endurezca más. Ya mismo podría tomar al mayor y nada lo detendría.
Kyungsoo chupó su lengua mientras seguía bombeando haciendo que casi llegue a su gloria pero se detuvo cuando por instinto sabía que el joven estaba cerca.
"Es necesario que te acuestes." Susurró a su oído y esto hizo que su cuerpo temblara y casi cayera por cuenta propia.
"No, seré yo quien te tome justo ahora." Jongin gimió y alcanzó el armario donde tenía escondido un lubricante y condones. La mano del mayor se extendió y lo detuvo. Ambos estaban jadeando debido a su estado de placer y Kyungsoo miró a Jongin con ojos penetrantes.
"Jongin." Dijo en tono serio.
"¿Qué?"
"No voy a ir abajo."
"No tienes elección. Mi casa, mis reglas." Sonaba a chantaje y Jongin lo sabía, pero nunca se imaginó a sí mismo como el que recibiera y estaba enteramente seguro de que no permitiría que Kyungsoo gane esta vez. "Además, me la debes."
Kyungsoo lo miró fijamente, como si estuviera considerando el hecho. Y lo estaba. Sí que dijo algo realmente malo por no mencionar el hecho de haber sido la persona que lo había golpeado hasta hacerle ver luces desde el primer día que pisó la escuela. Era una deuda. Aunque pensó que podría pagarla de alguna otra manera.
"Que no voy abajo." Repitió Kyungsoo.
Jongin lo distrajo mordiéndole un poco demasiado duro y Kyungsoo se retorció de dolor, El menor intentó agarrar el lubricante y condones, colocándose de manera que el otro no pudiera luchar contra él, aunque todavía lo intentase.
"Jongin te lo juro, ¡Si lo haces me vengare!" Amenazó, aunque sonó medio débil.
El joven comenzó a acariciar la polla aun rígida del mayor. Se podría decir que este estaba tratando de tragarse sus gemidos no dejando que Jongin obtenga la victoria. Pero eso solo hizo que el menor se excitara más al verlo luchando con todas sus fuerzas contra algo que suponía era su punto débil. Nuevamente, casi se ahogó en placer al evidenciar como Kyungsoo reaccionaba.
Jongin fue algo torpe al lubricarse con una sola mano. No quería recordar al bajo lo que iba a hacer. Se untó un poco el los dedos y masajeó la suave entrada antes de deslizarse dentro. El muchacho siseó de dolor y Jongin sabía que esto no es como se supone que debería pero aún está seguro que no iba abajo y Kyungsoo era demasiado obstinado para ceder también.
"Eres hombre muerto, lo juro." Kyungsoo respiró agitado.
Para compensar por el dolor que había causado al mayor, Jongin pasó mucho tiempo preparándolo. Después de insertar dos dedos tratando de expandir el espacio, preparó el tercer dedo. Dejó el pene de Kyungsoo y se inclinó para darle un beso profundo, tratando de forzar su atención lejos del dolor. Empezó a enterrar los dedos sintiendo sus paredes y angostura, atreviéndose casi a no pensar siquiera en la sensación de su entrada abrazando su miembro erecto cuando lo hiciera.
"¡Espero estés consiente que te mataré después de esto, Jongin!" Kyungsoo respiró. "No me dejaste llegar a mi orgasmo y ahora me haces daño… Excelente."
Y por supuesto, una parte de Jongin sentía mucho saber que le hacía daño pero la otra mitad piensa que lo merecía. Además, sabía que ciertamente el cuerpo de Kyungsoo estaba reaccionando y no era tan malo como verbalizó. Aseguró eso gracias a las respiraciones jadeantes y al cuerpo inquieto debajo suyo. Lo estaba disfrutando. El brazo de Jongin se cansó y clavó sus dedos accidentalmente hasta el fondo y Kyungsoo gritó su nombre.
“¡JONGIN!”
El muchacho se quedó inmóvil, seguro recibiría un puñete en cualquier momento. Pero a cambio de eso, Kyungsoo gemía complacido y su cuerpo se estremeció, incapaz de hacer otra cosa que sonreír todo risueño.
"Si te atreves a detenerte ahora..." Comenzó a decir y Jongin hizo el mismo movimiento hecho accidentalmente hace un segundo. El mayor arqueó la espalda en la cama con un potente gemido. Lo hizo de nuevo, y otra vez, hasta que su mente no pudo terminar claramente un pensamiento por el placer de escuchar Kyungsoo gemir de esa manera para él.
Sacó sus dedos y Kyungsoo maldijo durante los cortos segundos que Jongin tardó para colocarse el condón y poco a poco introducir su miembro rígido sintiendo la estreches del otro, quien frunció el ceño de dolor sin emitir algún sonido. Jongin se agachó por el cuello buscándolo en un beso tratando de distraerle y rápidamente atrapó sus labios, profundizando en el acto y casi sin poder respirar, algo que lo dejó embelesado y suspirando.
Después de un corto tiempo, Kyungsoo comenzó a moverse lentamente. El muchacho joven maulló de placer y su respiración se hizo más pesada. Quería desesperadamente mover su pene más rápido por propia fuerza pero tampoco quería correr el riesgo de hacerle más daño.
Cuando la respiración de Kyungsoo igualó la placentera respiración de Jongin, el más joven comenzó a moverse. De inmediato obtuvo gemidos desenfrenados del otro cuando sacó su miembro casi completamente sólo para golpear de nuevo. Iban más rápido y Kyungsoo movía sus caderas al encuentro de las embestidas implacables, haciéndole llegar aún más profundo.
Jongin sintió que su pierna se deslizaba de a poco por lo que discretamente volvió a la posición correcta creando un nuevo ángulo que hizo que la espalda de Kyungsoo se arqueara nuevamente y un gemido contenido saliera sin pensar. Rogó y suplicó descaradamente que lo embistiera fuertemente en el mismo lugar. El más joven felizmente “obligado” le complació y poco más tarde se presionó a sí mismo un poco más para no venirse antes. Quería que el mayor terminara primero. Por suerte para él, Kyungsoo estaba más cerca de su orgasmo y después de golpear su próstata tres veces más, se vino gimiendo el nombre de Jongin ahogadamente, encontrándose todavía en el risco más alto de placer que había sentido nunca, Jongin dejó que su control se fuera por la borda y se unió a su compañero en lo alto de la gloria eufórica que los llevó a sentir algo único y satisfactorio.
Se desplomó al lado del mayor. Sus brazos entumecidos y cansados de contenerse tanto tiempo. Ambos respiraban con dificultad y trataban de calmarse.
"Jongin." Kyungsoo jadeó. Jongin estaba seguro de que nunca se cansaría de escuchar su nombre en ese tono.
"Sí..."
"Todavía voy a darte una paliza por esto."
"Lo sé."
Kyungsoo le indicó que levantara la cabeza y cuando lo hizo, deslizó su brazo por debajo, acercándolo. Jongin apoyó la cabeza sobre el pecho de Kyungsoo, mientras el mayor acariciaba suavemente su espalda, pintando garabatos con sus dedos en la piel.
"Por lo tanto, ¿Tao y tú?" Comenzó Kyungsoo.
"Lo juro hyung, si hablas de eso una vez más te saco a patadas de mi cama."
"¿Qué?" Los ojos de Kyungsoo estaban llenos de emociones cálidas pero su voz salió con un tono de sorpresa.
"Me amenazó. Eso es lo que viste. No quiero tener nada que ver con él".
"Pero, ¿Y todo lo que me contaste justo hace poco?"
"En serio que eres el peor oyente que he conocido." Jongin suspiró.
Kyungsoo lo pellizcó ligeramente. Se suponía que iba a ser una especie de venganza pero ambos simplemente sonrieron, mirándose. Así, las cosas eran posibles entre ellos. Aunque aún no había pedido disculpas apropiadamente y tampoco lo iba a hacer. No es que lo necesitara porque Jongin ya lo había perdonado, y tal vez debería estar enojado con Kyungsoo pero no pudo. No cuando su piel era tan suave, su aliento tan cálido y sus toques tan ligeros. No había nada que pudiera odiar de él, entendió Jongin.
6. Pertenencia → Anterior