Innocence - Chen/Kyungsoo (Trad. en Español) ONESHOT

[yue_kissys]

무죄 Innocence

Fanfic Original
Autora: kittyexo
Pareja: Chen/Kyungsoo  leve Chen/hombre desconocido.
Rating: NC-17
Género: Romance, Smut, Oneshot
Traducción: Verito
Corrección:
yue_kissys
Resumen: Kyungsoo es el sol que necesita Jongdae cuando llega la noche.
ADVERTENCIA: Prostitución.

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***
Se resignó a sí mismo a esto mientras trataba de olvidarlo todo - incluyendo las insistentes manos en sus caderas y el pecho contra su espalda, nada más y nada menos. Es una rutina. Le es familiar y es lo que necesita. Años atrás hubiera negado solo la idea, pero decidir entre estar sin una casa y un prostíbulo, era una decisión fácil. Además, nadie acogería a un catboy el cual ya no es menor de edad. Dejar el orfanato fue su primer instinto. Después de eso venía la necesidad de sobrevivir.

Pero mañana, pensó. Mañana.

Mañana será mejor, se dice a sí mismo, porque está seguro que no habrá toques que le dejen marca, dientes que le muerdan o estirones fuertes en su cola. No habrá voces fuertes empujándolo hacia abajo con cada palabra, ni una correa en su cuello para evitar que se vaya corriendo de su trabajo, ni más noches llenas de respiraciones contenidas mientras soporta cada dolorosa embestida. Nada de eso, desea mientras forma un puño alrededor de las sabanas, más por el dolor de no haber sido preparado que el placer.

“Solo aprieta los dientes.” Era la forma en la que Junmyeon lo despedía cada vez que se iba y recogía un cliente. Siempre había una arruga entre sus cejas llena de maquillaje  y piel seca mientras sus orejas se pegaban a su cabeza. Si esto era mejor que vivir en las calles, entonces era una versión jodida del cielo.

“Vamos, sabes que quieres esto maldita sea.” El hombre detrás de él gruñó, embistiéndolo. No habían usado suficiente lubricante pero no se quejaría. No podía. No cuando tenía las sabanas siendo mordidas por sus dientes para evitar gritar fuertemente, para evitar llorar. Las paredes de este sombrío hotel eran delgadas, cualquier sonido podría alarmar a las otras personas, si escucharan, estaría seguro que a nadie le importaría. Especialmente si esos ruidos provienen de alguien como él.

Así que lo soporta, contando las embestidas - Adentro, afuera, adentro, afuera, gruñido. Él lo toma y toma, aprieta sus pies en el colchón tratando de ganar impulso, distanciándose un poco. Solo un poco más, piensa cuando cierra los ojos fuertemente, porque su trabajo no merece sus lágrimas. No merece su dolor, porque todo lo que le queda es su honor.

“Vi cómo me necesitabas, puto,” El hombre se quejó antes de agarrar su cola y jalarla fuertemente hasta que saltó, sorprendiéndose por la electricidad se que expandió por sus venas. El hombre casi llegaba, lo podía sentir por la forma en la que sus embestidas de tornaban más irregulares y poco profundas. El casi llegaba, así que el catboy suelta las sabanas para tomar su pene, solo un poco más y terminaría.

No había sentido nada de placer desde que esto empezó, pero ya estaba cansado y lo abrumaba, haciéndolo mucho más necesitado que nada y su época de celo estaba por venir la próxima semana. Era más fácil ahora, hablaba más por experiencia que por placer mientras aprieta su entrada, ganándose una embestida fuerte del hombre. El tiempo cura todas las heridas, pero para él, el tiempo construía paredes, y está orgulloso de ser una persona que aprendía rápido. Un año en su trabajo lo hubiera vuelto loco si no hubiera sido lo suficientemente fuerte.

“Joder,” El hombre susurra, continuando con sus movimientos mientras termina en el condón y el catboy terminando justo después de él, manchando las sábanas. Normalmente no hay tiempo para que se recupere, no hay tiempo para que recupere el aliento porque no hay necesidad de familiaridad ni intimidad. El protocolo es cambiarse inmediatamente, limpiar el desastre y tomar el dinero antes de salir.

Todavía era oscuro afuera, pero estaba seguro que ya había pasado la media noche. Había salido del bar alrededor de las 12 para ir de frente al hotel justo arriba del edificio y el hombre ni siquiera duró tanto. Fue máximo una hora, y sabe que podría conseguir otro cliente si quisiera pero no hoy. No tendría otro cliente hoy. No necesitaba.

El hombre arrastra sus pies mientras el catboy se acerca a su costado, recostándose en la pared mientras espera su pago. “Cierto,” El hombre recuerda, tratando de alcanzar su billetera de su bolsillo de atrás. Estira la mano para que el hombre le entregue un fajo de billetes, y los guarda en su chaqueta.  Es pesado y muy necesario. Un mes lleno de sexo doloroso y fetiches innecesarios, por fin ha recibido su pago completo.

No hay miradas hacia atrás, no hay despedidas mientras el catboy se acerca a la puerta.

“¿Cuál es tu nombre?” Pregunta el hombre detrás suyo, ya no es tenso hablar.

“Chen,” Responde, rápido y sin parpadear. Si alguien no estuviera prestando atención, pensarían que ese sería su verdadero nombre con la forma en la que las esquinas de sus labios se curvan -si es que ignoran la forma en la que su mano palmea el dinero dentro de su chaqueta.

Mañana -no, Esta noche. Esta noche.

El aire de las mañana es frio y choca fuertemente contra el rostro de Jongdae. Pone sus mangas sobre sus dedos para combatir el frio, pero no es suficiente. Su chaqueta tampoco es lo suficientemente gruesa y está rota en los límites pero aun así cumplía su función. Aún no podía comprar una más gruesa. Talvez algún día, en algunos meses, ¿Quién sabe? Tiene algunas más reservadas para invierno, sólo que no puede usarlas ahora.

Caminar al pequeño departamento  que comparte con Kyungsoo no es tan complicado. Está cerca al bar, pero nadie lo sabe. Es supuestamente un departamento de un solo cuarto hecho para una sola persona pero los dos pudieron adaptarse. Son los suficientemente pequeños para caber así que no necesitan mucho espacio. Además, el dinero no les sobra y es lo mejor que pudieron conseguir sin tener que vivir en la calle.

Su espalda aun dolía por haber trabajado un mes sin parar y su entrada aún más, pero lo valía. Era la manera en la que había enfrentado todo. Sintió que su cola se movía dentro de su sudadera y sus orejas amenazaban con salir de su capucha, no podía mostrarlas ahora. Todavía era temprano y cualquiera que pasara lo podría tomar para una segunda ronda.

Pero esta noche, sería mejor.

No hay ascensor en el edificio y tiene que subir las escaleras para poder alcanzar el tercer piso. Cada paso es doloroso, tiene que juntar los dientes y dar el siguiente paso hasta que llegue a su dormitorio. Está seguro que Kyungsoo sigue durmiendo, y tiene razón. Después de abrir la puerta, observa su cabello despeinado en el suelo, durmiendo. Hay una taza de ramen en la mesa al lado de él, junto cuando libros a su alrededor.

A Kyungsoo todavía le faltan unos meses más de universidad, lleno de préstamos para sus estudios  y Jongdae todavía recuerda cómo se conocieron. Fue hace cuatro años cuando empezó a trabajar en las calles aunque también, fue el año que un chico con gafas tocando su puerta reclamando ser su nuevo compañero de cuarto. Cuatro años más tarde y unos cuantos meses más, para que Kyungsoo pase a tener una mejor vida. Suficiente para que Jongdae se memorice sus rasgos, para recordar su voz hasta que lo dejen solo una vez más.

Camina alrededor del chico durmiendo, tratando de ser silencioso pero Kyungsoo despierta con un quejido apenas audible, “Son las 3 de la mañana maldita sea.” Dice con una voz ronca, y sus ojos se abren cuando mira a Jongdae.

Jongdae no necesita decir algo porque Kyungsoo sabe. Se lo ha dicho y el otro a entendido su ritmo, pero había días en los que podía ver cautela en los ojos del otro, la manera en que Kyungsoo podía encogerse por solo un toque simple. Jongdae entonces dejaría de hacerlo para cambiar de tema, saltando alrededor para aliviar el ambiente.

Kyungsoo suspira, sus cejas se juntaron mientras veía el estado en el que estaba Jongdae. “Tengo tu baño preparado en el cuarto de baño. Puede que ya no esté tan caliente.” Mordió su labio y Jongdae trata de ignorar el salto que da su pulso. Miró como Kyungsoo volteaba antes de seguirlo.

Está confundido y aún así, regala una pequeña sonrisa a su compañero, alejando su mirada de la bañera llena de agua. No hay nada que celebrar hoy, y esto es demasiado lujo con el agua para dos. “¿Por qué?”

Pero Kyungsoo lo ignora, pasando al lado de él para arrodillarse al lado de la bañera. Aún tiene ese expresión de antes en el rostro mientras sumerge su mano en el agua fijándose si está lo suficientemente caliente. “Todavía está caliente.” Jongdae desearía poder arrodillarse al lado de él, poder llevar su dedo por sobre sus líneas de expresión, pero todavía no está preparado para cruzar la línea.

Está acostumbrado a estar desnudo al frente de extraños, pero no puede deshacerse de su ropa al frente de Kyungsoo. Hay un pequeño tipo de vulnerabilidad a eso, y sabe que no quiere desvestirse  a menos que Kyungsoo se vaya. Es demasiado íntimo, y mucho más para Kyungsoo. “¿Podrías?” Hace una seña con sus dedos haciendo que el otro dé la vuelta.

Kyungsoo asiente y Jongdae siente que su corazón se acelera. La última vez que esto pasó fue cuando estaba muy ebrio después de tratar con un cliente. Junmyeon  lo llevó a casa y Kyungsoo tuvo que limpiarlo antes de echarlo en la cama. Ahora es voluntario, a decidido a dar el próximo paso.

Sumerge un poco su pie primero, luego de haberse quitado todas sus prendas, excepto por sus bóxers. Está caliente y su cuerpo viene después, su cabeza dando una zambullida. Trata de no sentarse en su cola, decidido a sentarse de lado apoyándose en el borde. Los nudos en su espalda se desatan y deja salir un suspiro, haciendo que Kyungsoo dé la vuelta. Hay algo en la mirada de este cuando Jongdae lo observa y está muy seguro que es timidez. “¿Por qué sigues haciendo esto?” pregunta Kyungsoo, haciendo remolinos con el agua.

“Necesitaba el dinero.” Responde, pasando su dedo por el lado de la bañera. Hay un pequeño golpeteo mientras Jongdae trata de evadir el tema. Nadie lo había acogido cuando buscaba un trabajo, había salido hace muy poco del orfanato. Kyungsoo se quedó callado y Jongdae también cierra sus labios haciendo que su cola se mueva, no queriendo empezar una conversación.

Escucha el apretón de una botella, pero mantiene su vista en su mano. Hay una mano gentil en su cabeza y la mueve para el lado de Kyungsoo, sorprendido. Pero Kyungsoo lo ignora con una mirada en blanco, “Me preocupo por ti” Susurra y Jongdae le escucha lo suficientemente alto. Le rasca sobre sus orejas y Jongdae trata de no maullar.

Siente que su corazón se vuelve pequeño con las palabras de Kyungsoo, achicándose y achicándose hasta filtrarlo por completo. Su garganta se siente dolorosa y si el agua no estuviera caliente, sus manos estarían frías. “Soy Kim Jongdae,” Sonríe en dirección a Kyungsoo, su corazón rompiéndose a cada nanómetro labios curvando hacia arriba, todavía con honor. “Puedo cuidarme yo solo,” Dice, apretando sus manos dentro del agua.

La sonrisa de Kyungsoo es pesada, como si fuera difícil formarla, “Lo sé, sé que puedes.” Señala los ojos de Jongdae para que los cierre y este sigue sus instrucciones sintiendo el agua caliente sobre su cabeza. Su cuerpo se siente más liviano que antes y lleva su mano sobre su cuerpo y cola, quitando la espuma que pudo haberse quedado y estando demasiado cansado para usar el jabón.

Kyungsoo se levanta y Jongdae lo observa, confundido. Este último señala la puerta sonriendo avergonzadamente mientras detiene su camino y su rostro con un poco de rubor, “Solo iré a cambiarme, estoy mojado.” Sale después de un segundo y Jongdae puede sentir la distancia entre ellos crecer mucho más. Está tan acostumbrado a tener a Kyungsoo a su lado; será difícil superarlo.

Deja pasar el agua, usando la ducha para poder enjuagarse antes de salir. Kyungsoo preparó todo, una nueva toalla, y ropa extra. Jongdae trata de ocultar la pequeña luz de esperanza, porque no puede permitirse soñar. No puede ser egoísta. Se apura en cambiarse, y camina de frente hacia el cuarto.

Kyungsoo ya está durmiendo en su cama, llenando la noche de ronquidos y se posa a su lado silenciosamente. Deja el fajo de dinero que saca de su chaqueta en el cajón de la mesa de noche que está al lado de su cama. Hay una pila de dinero dentro -todo lo que ha ganado y deja salir un suspiro de alivio. Es más que suficiente, piensa. Es más que suficiente para pagar su deuda. Por fin fue aceptado en el pequeño restaurante japonés que queda en la misma calle.

Para mañana -para esta noche, será libre. Será finalmente libre.

Voltea para el lado de Kyungsoo observando cómo su pecho se elevaba y descendía porque talvez, solo talvez, si podría permitirse soñar. Si las cosas van bien, entonces, talvez-

Y cuando cae dormido, sueña escenarios alegres y ojos felices. Sueña en el amanecer y en la lluvia, en unas manos gentiles acariciando sus orejas.

Sueña en susurros silenciosos y manos recorriendo su cabello mientras Kyungsoo le sonríe ampliamente haciendo que su corazón explote.

Soñará con una voz silenciosa susurrando en su oreja todas las noches tomando palabras de su corazón, “Te amo,” Kyungsoo le diría en su sueño, “Para siempre.”

Kyungsoo observa a Jongdae y mira en dirección al sol aún sin la presencia de luz a las 4 de la mañana. Se imagina la calidez de su calor - calmante y confortante. Se imagina respirando el  aire fresco  y  la forma en la que se llenan sus pulmones, elevándolo más y más.

Kyungsoo lo observa y siente la lluvia, el tipo de lluvia que le da relajación y vida. Lo llena hasta que se ahoga, tratando de conseguir aire.

Lo observa y mira las estrellas, esas que brillan tanto, llamándolo, brillando más de lo que alguna vez haya visto. Siente un calor en su corazón, encendiéndose más con cada mirada, cada toque, día o noche. Lo siente y no sabe cuándo empezó, pero lo sabe cuando aparta un mechón de pelo de la frente de Jongdae.

“Te amo.” Susurra, “Para siempre.” antes de volver a su cama esperando a que el sol se eleve nuevamente.

Fin.

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-Admin Kissys