You're a vessel of light to me tonight - KAI / SEHUN (trad. en español) Capitulo 1

Feb 28, 2014 17:20


Capitulo 1 (2/2)
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El desconocido se veía confundido por no decir menos, mientras Sehun se arrastraba en sus pies, quitando cualquier suciedad y mugre reunida en su traje caro.

La posibilidad de que Sehun vaya a lamentar esta decisión era muy probable. "Por casualidad tienes un lugar para quedarte, ¿verdad? Porque ya sabes, si no lo tienes, estás algo así como bienvenido a permanecer en mi lugar." Dijo jugueteando con sus manos nerviosamente porque ¿qué si esto resultaba ser solo un gran error? Lo más probable era llegar a algún tipo de problema por esto, si alguien se enterase que está albergando a un hombre de la zona 1. En la zona 12, no hay reglas para disuadir a las personas de robarse unos de otros. El más fuerte sobrevive, es literalmente el código de la vida alrededor de esta área y si el hombre no tiene cuidado de ocultar su identidad, caerá en las codiciosas manos de hombres desesperados con menor tiempo en sus muñecas, del que les gustaría tener.

Sin embargo, Sehun estaba, inmensamente curioso acerca del extraño. Por qué, ¿Quién aparentemente tan perfecto como él, deja su vida de lujo adinerado y acomodado para llegar a esta zona tan sórdida? El extraño ni siquiera se molestó en ponerse ropa adecuada para mezclarse con el resto de las personas de la zona 12. Era obvio que su decisión de venir aquí fue improvisada, hecha sin mucha planificación o nada anticipada, sin pensar las consecuencias.

Tan pronto como Sehun ofreció al extraño su hogar, sus labios carnosos se levantaron en una sonrisa, los ojos se arrugaron en los bordes y dejaron a Sehun momentáneamente golpeado con una sensación de asombro. "Me encantaría, pero," el extraño pasó la mano por su pelo. "Ni siquiera sabes mi nombre. ¿O simplemente estás acostumbrado a recoger a extraños achispados por el lateral de la carretera y ofrecerles tu hogar?" El hombre preguntó, riendo entre dientes.

Sehun hiso una pausa por una fracción de segundo para considerar decirle al hombre que sí, que recogía desconocidos cuyos nombres eran a menudo desconocidos para él o escapaban de su memoria. Se imaginó que el hombre en realidad no tenía por qué saberlo.

"No realmente," Sehun encogió de hombros, sus ojos brillaban juguetonamente. "Soy demasiado ingenuo y es mejor que tomes ventaja de eso, porque puedo ser capaz de ofrecer un techo sobre tu cabeza y una cama para dormir."

"Bueno, eso suena bastante tentador. Sobre todo porque quiero acostarme para siempre."

"Ya me di cuenta."

El camino de vuelta al apartamento de Sehun fue algo inquietante y hasta cierto punto agonizante, pues intentaba robar miradas discretas al hombre a su lado. Quien fue atrapado más de una vez, los labios del hombre retorciéndose mientras ahogaba una sonrisa y Sehun se dio cuenta que no estaba exactamente siendo discreto, un rubor floreciendo en sus pálidas mejillas.

"En realidad, estoy esperando a que preguntes mi nombre para que yo pueda conocer el tuyo, aunque parece no importarte sobre el proceso en particular de una situación normal, donde las personas intercambian sus nombres cuando se conocen, o simplemente lo olvidaste y estás más ocupado en conseguir familiarizarte con mi cara," el hombre arrastró las palabras, lo único traicionando su diversión era el destello de humor que brillaba intensamente en sus ojos. Sehun agachó la cabeza con vergüenza, sintiendo el calor de su cara a una velocidad alarmante y se tapó la boca con el dorso de la mano mientras dejaba escapar una risa ahogada.

A menudo, Zitao le regañaba por su mal hábito de estudiar los rostros de la gente que conocía. Eso sí, le gustaba familiarizarse con los pequeños detalles de sus características, el volumen de sus labios, el crujir de sus narices, el parpadeo de una lengua a escondidas para humedecer sus labios agrietados, el brillo de sus ojos. Todo eso le interesaba y el extraño, era como una imagen refrescante de los pequeños gestos, compuesta por elegantes movimientos y fluidez que lo dejaban, momentáneamente sin aliento.

"Lo siento. Mi nombre es Oh Sehun".

"Oh Sehun," el extraño repitió su nombre, un susurro en la oscuridad de la noche. Lo pronunció lentamente, deliberadamente, como si estuviera saboreando las sílabas del nombre de Sehun en su lengua. No era la primera vez que Sehun tomaba nota de cuán sorprendentemente profunda era su voz y se convenció de que el escalofrío que corría a lo largo de sus brazos, se debía a la brisa fría de invierno. El desconocido tarareó pensativo y una sonrisa se ​​extendió en su rostro ligeramente juvenil. "Me gusta como suena, Oh Sehun", dijo y Sehun negó con la cabeza, algo divertido. "Soy Kim Jongin."

Sehun encontró el nombre familiar, y de cierta forma, agradable. Realmente no recordó un momento en el que un intercambio de nombres, le traería tanta alegría.

Alcanzaron el complejo de apartamentos que parecía casi descuidado si no fuera por el hecho de que muchos lo ocupaban. Los edificios de la zona 12 estaban en su mayoría en ruinas, la pintura agrietada y sucia, la maleza que crecía en los rincones y recovecos de las calles, las tiendas estaban raramente en buena forma ya que los propietarios preferían traer nueva mercancía que pasar tiempo en la renovación frentes de sus tiendas. Mayormente, sin embargo, la zona en la noche parecía un pueblo fantasma, las calles extrañamente silenciosas, el naranja de los faros parpadeando, sombras bailando y embromando en las aceras. Tan inquietante como la misma noche, tan pronto como salía el sol, las calles empezaban a trajinar poco a poco la vida, el cambio entre el silencio de la noche y el ruido alegre de la mañana era casi sorprendente.

Los ascensores se habían suspendido desde hace bastante tiempo, así  que Sehun y Jongin se dirigieron hacia la escalera de incendios, subiendo cada paso con cuidado hasta que alcanzaron el tercer piso. Sehun se arrastró abriendo la ventana de su apartamento, mirando hacia atrás para asegurarse de que Jongin estaba en el remolque. Golpeó para abrir el interruptor de la luz y la luz inundando de pronto el pequeño lugar. Sehun tuvo que parpadear varias veces con el fin de borrar los puntos que nadaban en su visión mientras sus ojos se acostumbraran al brillo. Su apartamento no era mucho en realidad, sólo era lo suficiente para que viva normal, pero dio gran parte de su atención a las paredes de su habitación, que pasaba una nueva capa de pintura una vez al año, las sábanas de su cama se cambiaban constantemente, además había ahorrado algún tiempo para comprar una nueva pieza de muebles una vez cada dos meses.

Jongin miraba a su alrededor, a pesar de que en realidad no había mucho que ver, los muebles que tenía, eran una necesidad, nada demasiado lujoso. La pequeña cocina estaba unida a la sala, donde dos asientos estaban estratégicamente colocados uno frente al otro y Jongin tomó asiento en los cojines, suspirando aliviado y cerrando sus ojos, como si el sofá de Sehun fuera la cosa más cómoda en la que haya tenido el lujo de sentarse. Sehun dudaba de eso.

"¿Quieres un poco de agua?" Sehun dio una rápida mirada a los números digitales de su antebrazo, con un grito de asombro sorprendido, porque olvidó que Jongin añadió un año a su reloj. Era inquietantemente extraño tener más de un año, Sehun decidió ir a la nevera antes, sin esperar el consentimiento de Jongin porque estaba seguro de que el otro se estaba muriendo de sed. Acercó a la mejilla de Jongin, el vaso de agua fría, los ojos del otro revolotearon abiertos, estaba soñando sobre sus párpados. Aceptó el cristal con un agradecimiento suave y Sehun se sentó cuidadosamente en el asiento, mirando casi fascinado la curva de los labios de Jongin contra el borde de la copa, el cuidadoso sorbo de agua, el lento pop de su manzana de Adán, mientras él, tragaba su bebida y si pudiera ver a Jongin encontrarse en cámara lenta, cada acto se realizaba con una cierta indolencia, algo que Sehun, encontraba muy atractivo.

Jongin pareció haberse dado cuenta de su mirada indulgente porque quitó el vaso y fijó sus ojos en Sehun. "¿Por qué sigues mirándome así?" No sonó ni enfadado ni terriblemente molesto, solo curiosidad genuina. Sehun decidió que no sería perjudicial esta vez, sino sería veraz. Solo que no estaba seguro, si es que podía expresar su fascinación con las palabras adecuadas.

"Es sólo que...tú distraes", dijo tratando de no evidenciar, seguro de que el calor de la vergüenza comenzaría lamiendo su piel.

" Distraigo? " repitió Jongin . "La gente me ha dicho un buen número de adjetivos. Pero que yo distrajera, nunca fue uno de ellos. Entonces dime, ¿Cómo es que yo distraigo?" Preguntó, claramente divertido y se inclinó hacia adelante, cortando la distancia entre ellos a una más diminuta. Con esta cercanía, Sehun pudo oler, los restos de la cara colonia que Jongin llevaba puesta. De repente le resultó difícil inhalar.

"B-bien ", balbuceó, deslizando sus labios resecos con la lengua, maldiciendo interiormente ante la falta de sentido de espacio personal de Jongin. "Haces las cosas con calma." Sehun pensó que él no pudo haberse expresado con mayor elocuencia. Jongin, sin embargo, ladeó su cabeza hacia un lado, lo único que indicó su confusión fue el surco de sus cejas. Sehun pensó que probablemente necesitaba dar más detalles. "Todo el mundo por aquí hace las cosas demasiado rápido. Ellos nunca caminan, corren, porque el tiempo en sus relojes se está acabando, y es casi como una carrera. Si son lo suficientemente rápidos, viven pero a veces incluso ser rápido, no te puede salvar. En cambio tú, pareces suspendido en el tiempo. Nunca he conocido a alguien de la zona 1, pero he oído muchas historias sobre cómo la gente tiene tanto tiempo en su reloj que viven desde hace siglos y eones (espacio incalculable de tiempo)" Sehun estaba lejos de estar ofendido; hablaba con asombro, tratando de evocar la realidad que aparecía como un cuento de fantasías y canciones, un reino lejano que en realidad no existía con gente que vivía con todo el tiempo del mundo en sus antebrazos. Ellos no tenían que agonizar por la compra de una taza de café, pasaban su día leyendo libros y holgazaneando en la cama a sus anchas. Todo parecía demasiado irreal.

Sehun casi se pierde la melancolía parpadeando, en los ojos de Jongin.

Tal vez sea porque Sehun pensó que Jongin se ve hermoso cuando había alegría brillando intensamente en sus ojos en lugar de tristeza persistente. Quizás Jongin se estaba encaminando a producir una sonrisa infantil coqueteando con sus labios carnosos y rosados. Sehun apenas conoció a personas que tenían líneas de expresión en sus rostros, más bien, que tenían arrugas de agotamiento y líneas sobre líneas de las arrugas en la frente, por los ojos tristes y vacíos. Algunos tenían la determinación brillando allí, pero pronto se desvanecía, dejando tras de sí, rastros de aburrimiento, desvaneciendo la esperanza.

Era Lu Han, quien Sehun pensaba que era hermoso cuando estallaba en una espontánea risa, apenas contenida, sin embargo los ojos divertidos de Jongin brillaban más radiantes que los palos de fuegos artificiales que utilizaba a la luz con Zitao en sus cumpleaños, en las horas más oscuras de la noche, cuando la quietud de los vivos era más reconfortante que aterrador. Se preguntó si podría ayudar a aliviar el pequeño gesto de tristeza que parecía fuera de lugar en el rostro de Jongin.

Cambiar de tema podía ser útil , Sehun pensó y con toda honestidad, realmente quería preguntar sobre la vida de Jongin de vuelta en la zona 1. Más veces de las que le importaría contar, Sehun ha imaginado que la vida allí es tan diferente de la suya. ¿El sol calentará más lentamente? ¿Flotarían las nubes en el cielo con la misma gracia que las personas deambulan por las calles sin rumbo fijo? El tiempo en la zona 12 volaba por precisamente, contados segundos y tictacs del reloj, medido con una rápida mirada a los dígitos verdes grabados en sus brazos y en ocasiones contadas, a Sehun le gustaría dejar de mirar su antebrazo, simplemente olvidar que existe. Su urgida curiosidad le hiso inclinarse hacia adelante y tal vez había un destello cambiante en sus ojos, porque Jongin rió.

"¿Qué es eso?" Se inclinó hacia adelante, así había poco espacio entre él y Sehun. Risitas, sonrisas, risas guturales y ojos divertidos eran lo que significaba la voz de Jongin, sus labios carnosos y, orbes negros perezosos. Definitivamente.

"¿Puedes decirme acerca de la zona 1?" Sehun preguntó, con voz suave. Había  anticipación arrollando en la boca de su estómago y se lamió los labios porque, ¿Y si no era nada como él esperaba que fuera? Zitao se burlaba cada vez que Sehun preguntaba al respecto, excepto que no había alguien para aliviar su curiosidad. Sin embargo, aquí había un hombre que ha vivido toda su vida allí y era muy probable que rara vez, o nunca, viajara fuera de las fronteras de la zona 12. Aquí había alguien que por fin podía dibujar y describir experiencias que Sehun deseosamente quería.

Jongin sonrió con cariño, reclinado en su asiento, con los dedos entrelazados unos con otros en frente de su cara mientras evaluaba a Sehun con interés. "Te gustaría saber, ¿verdad?" No se parece mucho a una pregunta, pero Sehun asintió con la cabeza, esperando que no se viera demasiado entusiasmado, no obstante. "Está bien. Debo empezar diciendo que todo es limpio y original. Las carreteras son impecables, ventanas salpicando los rascacielos están depuradas a la perfección. Mayordomos y sirvientes están casi pegados a la cadera por los ricos, los guardaespaldas de curso  flanqueando con armas ocultas no tan discretamente debajo de sus trajes. Recuerda, es la zona de los ricos y poderosos y nunca eres uno de ellos si no formaste algunos enemigos en el camino."

"¿Estás hablando de la experiencia?"

"En efecto", Jongin asintió. No parecía particularmente molesto, sólo desdeñoso. "Hay mansiones y villas, grandes, hermosos en diseño. Cada uno tiene su propio patio, nivelados con el más verde de las hierbas y flores. Nuestra propia casa en realidad, tiene un jardín de rosas cuidado por mi madre. Probablemente te rías si te dijera que el número de horas que pasa ahí dentro, es una actividad que hace para ocupar su tiempo vacío. "Los ojos de Jongin revoloteaban cerca, todo su cuerpo relajándose más en su asiento.

"¿Qué haces tú para ocupar tu tiempo?"

Jongin agrietó un ojo abierto, sus labios sutilmente levantados en mitad de una sonrisa. "Obviamente, me voy a los bares a buen precio en la zona 12, bebo cerveza terriblemente fea y soy atendido por lindos camareros."

Un rubor pálido se arrastró sobre las mejillas de Sehun y agachó la cabeza para evitar que Jongin notara cómo su rostro de repente se sentía más caliente que de costumbre. "Oh, ¿Así que crees que soy lindo?" Finalmente logró levantar la cabeza, frente a la molesta (pero extremadamente atractiva) sonrisa de Jongin. "Yo no lo hubiera llamado como un tipo de alago."

"No te estaba alagando."

"Oh," Sehun revolvió sus flequillos, débilmente tratando de poner fin a esta... cosa que estaba pasando. Se mantuvo a sí mismo de etiquetarlo como coqueteo, porque eso no era realmente lo que era. "Uh, ¿qué pasa con el océano?" Preguntó en cambio, habiendo oído revoloteos de conversaciones entre hombres que han visitado la zona 1 acerca de eso con vistas a un vasto y majestuoso tramo de aguas azules. Nunca antes fue testigo de la vista al océano, sólo pudo apreciarlo pintado, sobre telas baratas y acuarelas mezclándose juntas, para crear una bastante mala imitación. Sehun no creía que un océano sin fin, podía ser atrapado dentro de un simple, cuadro congelado.

Jongin sonrió con nostalgia, los ojos vidriosos en un breve instante, como si él viera un destello de recuerdos asomándose en su visión. "El océano era uno de mis lugares favoritos cuando era niño. Mi padre tenía la costumbre de acompañarme cuando los vientos estaban aullando y resonando. Le gustaba ver las aguas generalmente tranquilas convertirse en olas, chocando contra las rocas y estrellándose contra la costa. Los cielos eran tan grises como tu cabello," rió. "Pero cuando las aguas son tranquilas, aún así, la vista es impresionante. Me gustaría mucho llevarte allí una vez."

"Sí", asintió Sehun. "Me gustaría eso también."

Sin embargo, parece que Jongin era como un aliento fresco del aire de la primavera. Sehun se preguntó si podía mantenerlo a su lado, como un pequeño bote de luz para iluminar sus días tristes. Sólo que Sehun estaba, un poco más que intrigado por el hombre. No muchas personas adineradas de la zona 1 venían por esta área, era marcada como un lugar para vida humilde, los individuos menores y menos afortunados que vivían en el miedo y la desesperación, hasta sus últimos segundos. Era una sorpresa que alguien tan opulento y rico en clase como Jongin aparezca aquí, y mucho menos bebiendo de un bar entre hombres que son probablemente tan importantes como la suciedad atrapada en los zapatos de Jongin.

Un cómodo silencio los envolvió mientras Sehun lograba para sí mismo imaginar la escena del plano infinito de esmeraldas brillantes y azules, los colores tan vibrantes que la paleta de los colores apagados del mundo, parecía más bien aburrida comparada con ellos. Suspiró suavemente cuando no pudo hacer un dibujo dentro de su cabeza. "¿Puedo preguntarte algo?" Quiso saber una cosa más.

"Sí, claro, lo que quieras", dijo Jongin. Tenía una sonrisa en su rostro mientras se inclinaba hacia delante, tan cerca de Sehun que podía observar su propio reflejo en el iris negro de Jongin. "Estoy completamente soltero y dispuesto a pasar una noche entera para adorarte." Jongin se inclinó hacia atrás con un brillo en sus ojos y Sehun trató de no pulverizarse.

"Eres horrible. Yo no iba a preguntar sobre tu estado civil. Por mucho que seas lento en las acciones, eres rápido en sacar conclusiones", Sehun acusó juguetonamente." No, me refería a preguntar la razón por la que viniste aquí. Estás muy lejos de la zona 1, ¿no es así? "

Jongin suspiró, pasando su mano en su pelo despeinado oscuro. Se veía un poco inquieto por la pregunta de Sehun, su lengua escondiéndose para humedecer los labios secos y agrietados, los ojos fijados contemplando la cremosa pared detrás de Sehun. Un par de minutos pasaron antes de que Sehun se diera por vencido por el silencio de Jongin, dándose cuenta, que una respuesta sería dada. Iba a alejarse cuando Jongin tomó su muñeca, su agarre fuerte e inflexible. Por ello, Sehun se instaló de nuevo en su asiento, pensando que tal vez Jongin estaba simplemente ordenando sus pensamientos.

“Estaba cansado, cansado de todo” comienza Jongin, con su voz baja, distante y cargada con cierto tipo de pesadez “Estar rodeado de personas que fingen ser fuertes cuando en realidad tienen tanto miedo de morir, que este miedo se apodera de sus almas. Su obsesión por la inmortalidad es enfermiza.  Ansían los años tanto como ansían el oxigeno que les proveerá otro aliento. El poder y la inmortalidad es lo todo lo que ocupa sus mentes vacías y podridas. Cuando creces con esa clase de personas, y los ves desperdiciarse sin un límite de tiempo, en reuniones inútiles y abarrotando sus caras con comida, te cansas de la farsa”. Jongin bebe un poco de agua de su vaso, sus labios forman una delgada línea antes de continuar  “Mi padre es el jefe del Time Management facility*. Sabes que la mayoría de personas lo odia, debido a que su trabajo es racionar el tiempo, dándole más a los bancos y haciéndole prestamos a las personas que no creen que la cantidad de tiempo que reciben sea suficiente. Hemos sido el blanco en muchas ocasiones de algunos activistas; hace un par de años mi padre me encerró en nuestra mansión, sin poder salir e instaló un puñado de guardias para que me vigilaran. Es sofocante estar bajo el cuidado de hombres a quienes les importas una mierda, mientras que tu querido padre se sumerge en los finos lujos del tiempo. Toda mi vida quise hacer a un lado todas mis responsabilidades, quemar el lado lógico de mi mente y huir de todo. Tuve la oportunidad perfecta cuando mi padre tuvo que asistir a un asunto de negocios en la Zona 3 y bueno, puedes adivinar el resto” Se ríe sombríamente, poniendo el vaso encima de una pequeña mesa de café a la par de asiento. “Como puedes ver, estoy pasando por el mejor momento de mi vida”

Sehun no puede decir que entiende a Jongin porque no se siente capaz de hacerlo, pero simpatiza con él, sintió una corazonada cuando lo vio en el bar, la mirada cargada de mucha pesadez, los puños apretados y los suspiros inquietos “Lo siento” dice él, viéndose incapaz de responder algo mejor.

Jongin sacude su cabeza “No lo estés. Todos tenemos historias trágicas. Aunque depende de nosotros, como decidamos terminarlas”

“Eso es muy profundo” comenta Sehun mientras Jongin asiente sabiamente. “Francamente, creí que eras solo un tonto, cuyo único problema era tener demasiado tiempo”

“En realidad, odio el tiempo que tengo en mi reloj. Nadie debe morir antes de tiempo y nadie debería vivir más allá de lo que le corresponde. Es injusto”

“La vida es injusta.  Así ha sido siempre y lo seguirá siendo”

“Dime, ¿Cuántos años tienes Sehun?” Pregunta Jongin luego de un momento de silencio.

“Cumplí veinticinco por primera vez ayer”

“Honestamente, no hubiera podido adivinar tu edad” dice Jongin. La única señal que traiciona su sorpresa, cuidadosamente escondida, es el parpadeo de una sombra en sus ojos.

Sehun se encoge de hombros, riendo “Nunca puedes adivinar la edad de alguien. Un hombre puede muy bien ser un abuelo y nunca podrás diferenciarlo de su nieto. Una vez conocí a alguien que había cumplido veinticinco años por cuadragésima vez y se miraba tan fresco como una manzana recién cortada”

“¿Ah sí?” Jongin sacude su cabeza “Pues mi padre cumplió veinticinco años por la ciento sexagésima vez la semana pasada. No puedo decir que no esté celoso cuando otros no son capaces de distinguir quién es el padre y quién es el hijo”

“¿Qué hay de ti? ¿Cuántos años tienes?”

Jongin se recuesta en su asiento, sonriendo como un niño que acaba de descubrir un secreto bien guardado “Me gustaría que adivinaras”

Sehun siente unas sacudidas en su estomago pero las ignora “Adivinar tu edad probablemente nos llevará horas que no estoy dispuesto a gastar. Podrías tener cien años o podrías tener veinticinco y no sería capaz de saberlo” Pone mala cara cuando la sonrisa de Jongin se ensancha, mostrando sus dientes perfectamente blancos y rectos contrastando con su hermosa piel bronceada.

“Está bien, está bien” accede Jongin “Te ayudaré. Tengo veintiséis años”

“Eso es extraño. Pareces mucho mayor” admite Sehun. Nada alejado de la verdad. Sus ojos, que parecieran no tener fondo, guardan cierta sabiduría o quizás cansancio a pesar de su cara juvenil. Sehun se pregunta si alguien en la Zona 1 ha adquirido el mismo tipo de brillo apagado en sus ojos vidriosos.

Jongin se rasca la nuca con una expresión un tanto agria “¿No crees ser particularmente atrevido? Pues bien, tu pareces estar atrapado en el cuerpo de un chico de diecisiete años que usa demasiado Kohl y… ¿es eso delineador?” Se acerca con los ojos entrecerrados para tratar de ver si Sehun en realidad usaba delineador o si su propia vista le jugaba trucos.

“Aléjate de mi” Protesta Sehun, mientras sus manos empujan a Jongin contra su firme pecho, esperando no sonrojarse demasiado ante su inquisitiva mirada.  Es seguro decir que él nunca ha mostrado ninguna señal de vergüenza o nerviosismo cuando trata con sus clientes, excepto cuando ellos así lo desean, pero ha sido así porque nunca ha tenido un interés hacia ellos. Muchos de ellos vivían por si solos, no podían manejar las responsabilidades del matrimonio y solo deseaban  liberar su tensión y frustraciones por una noche, pero ninguna de esas noches encendió algo en el interior de Sehun, ninguna fue tan emocionante como tener a Jongin cerca de él. Es desconcertante y jodidamente aterrador pero trae consigo olas de pasión desbordada mezcladas con atracción y curiosidad.

“¿Por qué te pondrías delineador?” Se pregunta Jongin, antes  de jadear, abriendo los ojos de forma cómica “¿Es esto una trampa para atraer a hombres incautos como yo a tu cueva para que puedas devorarme y guardar mi cadáver en tu nevera?

Sehun se aguanta la risa, obligando a sus facciones a mantener una imagen de sobriedad mientras se inclina hacia adelante, al filo del asiento. “Tal vez, pero no te mantendría dentro de mi nevera. Debajo de las tablas del piso, quizás o mejor aún, amarrado en mi cama” No tiene idea que lo poseyó en ese momento, pero las palabras parecían fluir a través de su boca para continuar con el juego del otro. O eso era lo que Sehun trataba de convencerse a sí mismo.

“Honestamente, preferiría tenerte atado en mi cama” dice Jongin y el aliento de Sehun se queda atrapado en su garganta porque los ojos de Jongin parecen haberse tornado uno o dos tonos más oscuros.

De pronto Sehun recuerda al despertar del trance en el que se encontraba. Toma el antebrazo derecho de Jongin en sus manos, torciendo sus brazos a la izquierda. Jongin protesta y remueve su brazo del agarre de Sehun. “¿Qué estás haciendo? Te di ese tiempo en compensación por tu lesión. Quédatelo. Sabes que no lo necesito.”

“Lo sé y te lo agradezco, pero no puedo quedarme con tanto tiempo. Nadie de por aquí tiene más de un año en su reloj y yo tampoco debería. Además, si alguien se entera de esto, enviarán a un gánster para que me dé una paliza y me robe todo el tiempo que poseo. Así que por favor” Sehun toma su antebrazo de nuevo, suplicando con sus ojos “Toma tu tiempo de vuelta. Yo tampoco lo necesito.”



Capitulo 2

♦♦♦Holaaa *--*/
Sé que muchos esperaban por este maravilloso escrito, ¿Qué les pareció? *---*

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