When you play with fire (It burns) - CHANBAEK/BAEKYEOL (Trad. en español) I

Feb 07, 2016 18:05


When you play with fire (It burns)



Autora: brittlepin
Fic Original: AQUI
Pareja: Baekyeol.
Género: Drama, romance, hurt/confort.
Traducción: Noemy
Advertencias: Referencias de abuso, mutilación, sacrilegio, sexo con menores, alcohol en menores, violencia, sangre, muerte de un personaje.
Resumen:  Baekhyun está alejándose de su vida, para salvar su vida. Chanyeol, un perro y una de deseos son adiciones inesperadas.

Notas de autor.

·      Esta historia está basada en los años 80, si tienen algún tipo de conocimiento sobre la época podrán notar referencias. Se mencionan dos fábricas que manufacturan autos en Corea (Kia y Hyundai) y los modelos que fabricaron en esa época. Se mencionan brevemente mensáfonos y los disturbios políticos con Corea del Sur. Además no hay teléfonos celulares.
·      En ese momento, el heavy rock era muy popular en Corea y he mencionado a Sinawe, que era increíblemente popular a mediados de los 80s.
·      Pude haber algunas inexactitudes y errores, porque comencé a escribir la historia basada en el tiempo moderno, pero por sugerencia de mi beta lo cambié a los años 80. Ese marco temporal encajaba mucho mejor con mi trama y algunos otros detalles.

~.~

lEs una noche tranquila. La luna brilla desde detrás de nubes tenues, hay cigarras chirriando, y la tierra y las piedras crujen bajo sus pies mientras balancea ansiosamente su peso de un pie a otro. Es una noche fría, pero hay sudor corriendo por su cuello y un escalofrío le atraviesa la espalda cada vez que escucha un sonido.

Tiene un brazo extendido hacia adelante, la mano en puño y el pulgar sobresale, espera que un vehículo se detenga aunque sea sólo por algún motivo oculto. Está desesperado, porque el mensaje de despedida que dejo en sus habitación es cualquier cosa menos educado y si cualquiera de la cuidad decide ir a tomar aire fresco a medianoche en la carretera, lo encontrarían tratando de conseguir una aventón. El arresto domiciliario probablemente siga, tal vez una paliza también. Se supone que no hay nadie despierto a esa hora, nunca cuando está oscuro. Su propio cuerpo combate contra el sueño, pero la adrenalina en su sangre que corre con fuerzas en sus venas lo mantiene despierto.

Un sedán desacelera hasta detenerse. Los faros iluminan la grava y la luz de la luna ilumina al conductor. El hombre enciende la luz del techo y su rostro está tan mal como su vehículo.

Le da una sonrisa amplia, mostrando un poco sus dientes porque lo hacen verse menos culpable. O eso solía decir su abuela. Sin embargo no está seguro si hay algo que pueda hacerlo verse inocente a esa hora de la noche. Especialmente con la capucha puesta y sus bolsas apretadas contra él.

Mientras los dos hombres se miran el uno al otro, los insectos parecen dejar de chirriar. La oscuridad de repente parece menos abrazadora, el cielo un poco menos vasto y las estrellas un poco más brillantes.

“¿Qué mierda estás haciendo a estás putas horas, maldito bribón? ¿Saliste a buscar putas o qué?” La voz del hombre es fuerte y ronca, saliva salía de sus labios manchados cada vez que pronunciaba dos palabras.

“No señor.” Responde inmediatamente, de forma cortés. Esta es la última clase de persona con la que quiere sentarse las próximas horas, pero tiene prisa y no hay más opciones. Si se concentra un poco más, en su mente, casi puede escuchar a su padre roncar, su madre bajando las escaleras por un vaso de agua y la computadora de su hermano zumbar en el silencio de la casa.

Goteo. Goteo. Goteo.

Sus ojos se mueven buscando la fuente del sonido. Es el inquietante recuerdo de hace tan solo unas horas, cómo el grifo defectuoso provocaba un goteo sobre el piso de mármol, contando el tiempo mientras se echaba agua en la cara, mirándose por última vez en el espejo del baño. En el coche, hay una botella desatornillada, el agua que se fuga cae sobre algo que parece un disco. “Mi autobús se descompuso y he estado varado desde entonces. He estado caminado por la calle todo el día.”

“Yo no vi ningún autobús en mi camino.”

Ante la respuesta, su ceño se frunce en algo que parece una expresión confundida y sorprendida. “¿Oh?”

“¿A dónde te diriges?”

“A la cuidad de adelante, señor.” Responde y a continuación  añade, a último momento. “a visitar a mi hermana.” Muestra un poco sus dientes, deseando que lo que decía su abuela fuera cierto, el hombre suspira y abre la puerta.

“¿Cuál es tu nombre?”

“Baekbom, señor. Baekbom.” Responde cuando se sienta y pone su bolso pequeño entre sus piernas y si mochila sobre sus regazo mientras cierra la puerta suavemente. Está a kilómetros de casa, pero siente que su madre irá a regañarlo si hace ruido. ¡Modales!

“¿Baekbom? Te vez como un joven honesto.” Es irónico. Se ríe un poco divertido por la incredulidad, rápidamente lo cubre con falsa vergüenza. No le ha dicho ni una sola palabra honesta a este extraño. Sin embargo, aprecia el comentario.

“Gracias señor.”

El reloj en su puño empieza a sonar a las seis, más o menos a la hora a la que se despierta para las oraciones obligatorias. Pero se despierta en un auto, con el cuello torcido, una de sus piernas le hormiguea y tiene saliva seca en la comisura de los labios. Atontado mira su alrededor para ver que el coche está parqueado fuera de un motel.

Se imagina lo que está pasando en casa en ese justo momento.

Su madre probablemente esté tocando en su puerta. ‘Sal, niño atrasado’, pero hoy no abrirá la puerta. Ella podrá llamar a su hermano, quien sin duda va a recurrir a los golpes violentos, pero aun así él no abrirá la puerta. Si su padre se acerca, derribara la puerta. Luego entrarán en su habitación y encontrarán la ventana abierta y su cama completamente tendida - exactamente de la forma en la que su madre lo obliga a tenderla todas las mañanas antes de la escuela. Mi buena acción del día.

Incluso podrían gritar su nombre un par de veces, porque aman hacerle saber a la gente que él es su hijo. Revisarían sus pertenencias y verían que todas las cosas de valor han desaparecido. Pero la primera cosa que van a ver cuándo atraviesen el marco de la puerta será la pared que tiene escrito en grandes letras negras ‘A la mierda con su dios’, algo que hizo en el calor del momento. Puede que dejen de revisar después de eso. Sin embargo, si se esfuerzan un poco, podrán encontrar una nota que dice ‘Atrápenme si pueden’ escondida debajo de un pisapapeles junto a su mesita de noche. Su madre probablemente caerá de rodillas tirando de su cabello mientras se le escapa una lágrima o tal vez doscientas, gritando ‘No, Baekhyun, no’. Probablemente su padre correrá hacia afuera con ojos salvajes y fosas nasales dilatadas, con la esperanza de encontrarlo antes de que alguien se entere que ha desaparecido.

El pensar en su padre lo hace ponerse rígido en temor. Por un instante piensa en regresar. Le tomo demasiado escapar, pero regresar es aún más difícil. Casi puede oler la tortilla para el de desayuno, como de costumbre, casi puede sentir el pasamano en su mano mientras baja adormitado por las escaleras.

Se pregunta si podría pretender que nada ha pasado si regresa. Simplemente diría que tuvo la necesidad de ir al templo más temprano que los demás, para orar una hora extra o algo. Su madre y su padre lo pasarían por alto como suelen hacer con las cosas relacionadas a él, pero su padre, definitivamente, no lo haría. De ninguna forma el hombre dejaría de prestarle atención, sobre todo después de sus acciones blasfemas. No cree que alguien pudiera ser capaz de salvarlo de la ira de su padre en esta ocasión. Le daría una paliza en cuando regresara a casa y no podría salir. Sería afortunado si no se le rompe ningún hueso, tomando en cuenta como suelen ser los ataques de ira de su padre.
Afuera, la brisa de la mañana es fresca, suave y acaricia su cabello mientras parpadea para despejar el sueño que aún estaba en sus ojos. Camina un poco para despertar a cabalidad, tomando en cuenta como las cosas que lo rodean con tan similares las de su cuidad y aun así son tan diferentes.

La porción de pasto es del mismo tono de verde, los árboles son de las mismas especies y los pájaros trinan la misma canción. El sol se está alzando rápidamente, pero no hay un autobús escolar a la vista y no hay nadie espiándolo desde detrás de las cortinas. Nunca había imaginado tener que preocuparse por otra cosa que no fuera su tarea incompleta, pero hoy, no puede creer que un día pensó que eso era un problema. No con sus preocupaciones actuales.

La caminata es justo lo que necesita, porque puede ver al conductor en el teléfono.

Puede ser una llamada a la policía, a su ciudad natal o a sus padres o puede que no tenga nada que ver con él, pero no puede arriesgarse. Se pone su mochila y rápidamente revisa su bolso pequeño. Después de buscar cuidadosamente, cambia la navaja de su bolso a la bolsa delantera de su sudadera. Si hay algo que aprendió de su padre, es a siempre estar armado. Ayer, tuvo un pequeño dilema al escoger el arma más discreta de la colección de su padre, algo que se viera amenazante, pero que él no notaría su desaparición. Pero eso ya de por si sería un milagro, porque su padre tenía tanta devoción a su colección de cuchillos como a su dios.

Se asegura de escribir un ‘Gracias.’ En la cubierta de polvo del automóvil. Modales, su madre siempre le repetía.

Otro día, dos aventones y una cuidad después, se siente en el asiento del pasajero de otro extraño. Coloca su mochila en su regazo y mete su mano en el bolsillo frontal de su sudadera. El mango de madera de la navaja está bajo sus dedos y suspira aliviado. Junto a él, el conductor, un hombre de mediana edad que parece bastante desorientado como para conducir solo, se queja de familiares ingratos y colegas irrespetuosos. Baekhyun asiente cuando cree que es apropiado.

“No te ves cómo alguien que causa problemas, ¿Lo eres?” El anciano le pone atención bruscamente y él niega con la cabeza rápidamente.

“No señor.” Responde.

“Sin embargo pareces uno de esos fugitivos. ¿Eres uno?”

“No señor.” Le sonríe, mostrando un poco sus dientes. Ha perfeccionado la expresión. “Sólo estoy viajando un poco por mi cuenta.”

“Correcto.” Gruñe. “¿Qué significa ‘Baekhyun’? Es tu nombre, ¿No es así?”

De repente, cada vello en su cuerpo se eriza, siente que su corazón se hace pesado, siente la sangre correr por sus venas y siente la cabina enfriarse. No. No. No.

“¿Perdón?”

“Eso es lo que dice allí.” El hombre mira hacia abajo, a la etiqueta con su nombre pegada en la solapa de la bolsa delantera de su mochila. Byun Baekhyun impreso en ordenadas y grandes letras. Oh. Es sorprendente que nadie lo haya mencionado antes.

“Significa ‘Hijo de la luz’.” Y pone una sonrisa firme en su cara.

Baekhyun nunca ha mentido tanto en un todo un año como suele mentirle a los extraños que le ayudan en las pocas horas que pasa con ellos. Está agradecido al salir del vehículo, porque no cree que pueda decir una mentira más sin echar a perder las que ya había dicho.

Sin una identificación, guía o alguna idea de donde está, Baekhyun deambula por la pequeña ciudad. Tiene  la mochila sobre su espalda y el bolso pequeño en sus manos, cualquiera puede decir con sólo mirarlo que es nuevo y que no vive allí.

Curioso o cualquier otra cosa, cada par de ojos que lo miran desencadenan un porto momento de terror. Lo saben. Lo saben. Pero no pueden saberlo. No pueden saber quién es él, no pueden saber de dónde viene y tampoco pueden saber que hay un símbolo que lo condena justo debajo de su ombligo. Sólo saben que el clima es bueno, hay suficiente calor como para hacer a uno sudar, pero es cómodo. Sólo saben que el cielo es azul y que las nubes no, porque esas cosas son universales y el quién - o qué - es Baekhyun no es algo universal. Sin embargo, ninguna cantidad de tranquilidad auto-impuesta puede ser suficiente. Uno de ellos puede estar en cualquier lugar… puede ser cualquiera…

Baekhyun apresura el paso, para escapar de las miradas que lo persiguen, entrando a la primera tienda que ve. El hombre detrás del mostrador no parece estar interesado en él, es claro porque sólo mira una vez sobre su periódico. Debe estar acostumbrando a personas como él entrando al local todo el tiempo - con sudaderas demasiado grandes y lentes de sol demasiado grandes para ocultar sus rostros. Sin embargo, Baekhyun aún puede sentir ojos siguiendo sus movimientos. Miradas sospechosas reconociéndolo mientras serpentea entre los estantes.

Se toma un momento para tratar de clamarse. No esperaba cruzar dos ciudades en un día, no esperaba llegar tan lejos sin que lo atraparan. Cuando finalmente es capaz de absorber su situación, no puede evitar sonreír. Cuando sale, camina sin rumbo, sin un plan ideado, su único propósito es poner tanta distancia entre él y su ciudad natal como sea posible.

El cielo es azul y dicen que el sol es amarillo, pero el quién es Byun Baekhyun y dónde está no es del conocimiento de nadie y a nadie le importa. No por ahora, al menos. Se repite a sí mismo hasta que lo cree, pero por una razón desconocida aún no lo cree. De todas formas pretende estar feliz y relajado.

Hay un pequeño quiosco de comida al otro lado de la calle y sin ningún vehículo a la vista, cruza la calle sin cuidado. Ha tomado, robado en este caso, suficiente dinero de casa como para que le dure durante un buen tiempo, pero tendrá que hacer algunos trabajos pequeños por aquí y por allá para evitar que se le acabe.

En el quisco, solo dos mesas están ocupadas: una por una pareja y otra por un hombre alto que se encorva sobre su comida. No les pone atención, sentándose a espaldas de la calle y ocultando sus maletas bajo la mesa. La anciana que dirige es amable y le da una porción extra porque le recuerda a su nieto. Él conversa con ella por un rato, complacido por su atención y generosidad. Siempre había sido del agrado de las mujeres. Ella le recuerda un poco a su abuela, también.

‘Todo el mundo aquí está loco’ solía decir y Baekhyun no podía entender porque lo decía hasta que llego a los diecisiete. Entonces, él le dijo a su lapida ‘Todos están tan dementes como la mierda’. Ella era una chica de ciudad. Había venido de fuera, era diferente y tenía espíritu libre, así que, por supuesto, veía las cosas de forma diferente. Ella veía las cosas por lo que eran y había sembrado ideas en su cabeza. En aquel entonces era muy joven como para entender, pero todo se le reveló en una epifanía cuando corto la torta de su decimoséptimo cumpleaños.

¿Cómo llegó a ese pueblo del infierno? ¿Por qué nunca se fue?

Las personas hacen locuras por amor. Sin embargo, no deberían hacerlo.

Baekhyun está sorbiendo sus fideos, perdido en sus pensamientos, cuando de repente tiene un compañero en la silla frente a él.

Parpadea al ver el pastor alemán, preguntándose si finalmente perdió la cabeza o si realmente hay un perro grande sentado allí.

“Lo siento, lo siento. ¡Lo siento! ¡Esta es la razón por la no vamos a cafés!” Un hombre alto entra en su rango de visión, riendo avergonzado mientras agarra el collar del pero y falla al intentar alejarlo. Su voz es profunda, pero su rostro es bastante infantil.

“Está bien. Me gustan los perros.” Baekhyun sonríe amablemente, pensado en el cachorro que se ahogó. ¿Cómo te atreves a traer un animal sucio a este lugar sagrado?

Reconoce al hombre como el extraño que estaba sentado en la mesa pequeña del extremo derecho, sus piernas están dobladas con torpeza y su cuerpo se encorvaba incómodamente sobre su comida.

El hombre se ríe otra vez, con remordimiento. “A Candy le gustan demasiado los extraños para que sea bueno. Ven aquí, chica.” Tira del collar de nuevo, pero el perro se niega a ceder.

“Puedes sentarte aquí si quieres.” Baekhyun ofrece. Mueve un poco su silla para hacer espacio. Las piernas de plástico de la silla se arrastran ligeramente sobre el cemento, hay un burbujeo proveniente de la cocina, la vajilla tintinea y Baekhyun siente que sus pensamientos de dirigen a algún lugar guiados por los sonidos. Está en silencio, pero su mente es un caos. “No me importa tener compañía.” Siempre y cuando no me obliga a volver a casa.

“De nuevo, lo siento.” El extraño frota su cuello tímidamente, Baekhyun nota que sus orejas sobresalen de una forma extraña. Una silla extra es arrastrada y se sienta al lado de Baekhyun, le sonríe de manera extraña otra vez. “Soy Chanyeol. Esta es mi perra, Candy y lo siento mucho.”

“No hay problema.” Baekhyun sonríe. “Hey Candy.” Las orejas de la perra se posicionan alto sobre su cabeza y se acerca un poco al chico. “Puedes llamarme Byun.”

“¿Es un apodo?” El extraño - Chanyeol- pregunta con interés. Sus manos son grandes, como las del Sr. Byun y las de los demás asesinos, pero su cara dice que es uno de esos idiotas de las clases de ciencias de Baekhyun con extremidades tan largas que no saben qué hacer con ellas. Baekhyun le da una sonrisa encantadora.

“Tienes…” Baekhyun se toca su propio rostro para mostrarla a Chanyeol que tiene comida en la barbilla. Pero las acciones del hombre son tan tontas como sus orejas. Hace que Baekhyun se sienta de veintisiete en lugar de diecisiete, como un tío con su sobrino.

“¡Lo siento!” Chanyeol busca con urgencia una servilleta antes de abandonar la búsqueda y usar su mano. “Debes tener una mala impresión de mí.” La declaración es seguida de risa bulliciosa. “Realmente soy una persona muy seria en la oficina. Ha pasado un largo tiempo desde hice las cosas sin ponerle atención.” Baekhyun tarea y asiente. Se pregunta si dentro de poco será como el resto de las personas, derramando todas las preocupaciones de su vida sobre cualquiera que esté dispuesto a escuchar.

¿Te despertaste al amanecer para adorar una estatua de piedra? ¿No? No puedes haberlo pasado peor que yo entonces. ¿Fuiste a la cama a la puesta de sol porque una estatua de piedra te lo dijo? Sabes, es una estatua de piedra, pero controla el sol y por eso debes tener miedo cuando el sol no está allí. ¿No?

“Está bien.” Lo consuela el adolescente. “Todo el mundo tiene malos días.” Candy mantiene su atención fija en Baekhyun. Cuando se pone de pie para pagar, la perra lo sigue. Sorprendido, voltea a ver su dueño y su expresión reflejada en su rostro. Después de un poco de insistencia, descubren que Candy ha olfateado un paquete de bocadillos en el bolsillo de la sudadera de Baekhyun. Sus dedos rozan la navaja cuando saca la comida, entregándosela a Chanyeol quien está derramando disculpas de sus labios.

“No es como si nos fuéramos a ver otra vez.” Baekhyun comenta y Baekhyun ríe secamente.

Veinte minutos más tarde mientras Baekhyun está parado en la acera, saliendo de la ciudad, un Hyundai se detiene junto a él. Baekhyun se congela, preguntándose cuando tuvo tiempo su hermano de comprar el modelo Pony II, cuando una ventana se abre y Candy le ladra. “¿Necesitas un aventón?” La voz de Chanyeol suena desde el interior.

Chanyeol está infinitamente apenado por el comportamiento de Candy hacia Baekhyun y permite que el adolescente puede pedir cualquier favor que quiera de él. Baekhyun piensa que Chanyeol está exagerando un poco, porque Baekhyun no está ni un poco ofendido por lo que su perra hizo. Él piensa que Candy es encantadora.

“Un aventón sería genial.” Baekhyun le responde. En el asiento de atrás, Candy está sentada con la cara sobre sus patas y ojos cansados. “¿A dónde te diriges?”

“Estoy siguiendo una línea de festivales.” Chanyeol responde con entusiasmo. Saca un mapa doblado del tablero y se lo entrega. “A decir verdad, estoy en un viaje improvisado. Necesito un descanso de mi vida.”

“Ah.” Baekhyun asiente como si entendiera el dilema del otro. Pero, ¿No hacemos todos lo mismo? Él está escapando de su vida así que tal vez puede entender en cierta forma. Abre el mapa y mira todos los puntos señalados antes de mover la mirada a su ciudad natal, viendo que tan lejos ha llegado.

Durante la luz del día, él está en todas partes. Baekhyun frunce el ceño cuando recuerda sus oraciones. Su vista alcanza todo lo que la luz ilumina y su poder llega hasta donde sus alas se extienden. En todas partes. Sacude las ideas de su cabeza, preguntándose si Chanyeol le permitiría quedarse el mapa.

“¿Qué hay de ti?” Chanyeol mira el equipaje en los pies de Baekhyun. Todas las preguntas que no forman sus labios, se revelan en sus ojos. No sabe. No puede saberlo.

“Sólo estoy… ¿Vagando?” Baekhyun se reprende a sí mismo por sonar inseguro. Pero vuelve a doblar el mapa perfectamente en los pliegues y mira lejos de la ventana, inclinando su cabeza hacia el otro lado. El cielo es brillante y está despejado, es agradable y fácil de leer como Chanyeol. Sin embargo, la temperatura afuera es muy caliente, como si hubiera fuego ardiendo bajo el suelo porque él está en todas partes. ¿Puedes sentirlo?

Si Baekhyun pudiera, evitaría por completo tocar el suelo con sus pies. Por eso el automóvil es una bendición. Es fresco y un cambio agradable a comparación de los otros de días de viaje - escape. Es como una manta que le brinda falsa seguridad, un poco de consuelo a su preocupado corazón.

“¿Sin padres?”

“Mira, probablemente soy mayor que tú, ¿De acuerdo? Puedo ocuparme de mí mismo. Baekhyun coloca el mapa sobre el tablero, manteniendo su tono firme y Chanyeol lo mira con incredulidad. “Tengo veintiuno.” Chanyeol lo vuelve a ver con la misma expresión. “Casi.”

“Entonces, soy tu hyung.” Chanyeol dice con altanería. “Soy mucho mayor de lo que parezco. ¿Quieres adivinar?”

“Veinti….dos?”

“Ah, quedémonos con eso.” Sonríe. Baekhyun frunce el ceño. “No pareces tener algo cercano a veinte.” Chanyeol casi suena como si está haciendo una acusación, mirando al menor de reojo. No lo sabe. No lo sabe.

“Me lo dicen a menudo” Dice casualmente. Aún tiene diecisiete, pero no tiene ánimos para que lo reporten por escapar de casa. Su padre se daría cuenta muy rápido y no va a arriesgarse. Todos en su ciudad natal deben estar como locos ahora, volteando todas las piedras para buscarlo. Daría lo que fuera para ver la expresión del Sacerdote Superior.

Chanyeol lo deja en la siguiente parada, una pequeña ciudad industrial. Es fácil conseguir otro aventón y cuando consigue uno pasa casi todo el día sentado en uno. Cuando finalmente se pone de pie, sus piernas se tambalean por la falta de uso y le duele una rodilla.

Se siente como una marioneta a la que le han aflojado las cuerdas para pueda probar sus movimientos. Es apropiado de una manera apropiada porque las marionetas están hechas de madera y la madera se quema fácilmente y él definitivamente odia el fuego. Se esparce fácilmente como una epidemia y destruye completamente todo a su paso. Aún parece que tiran de sus cuerdas de vez en cuando, recordándole que pueden tirar de él cualquier momento y entonces estará de regreso en el escenario, interpretando y presentando un acto falso. Antes de que todo se consuma en llamas.

La mayoría, si no todo, su tiempo se lo pasa divagando en sus pensamientos mientras extraños le ayudan a alejarse más y más en los días siguientes. Nota levemente que ha perdido peso y que el color saludable de su piel ha desaparecido.

En una ciudad desconocida, una ciudad sin nombre usa el baño público para tomar una ducha y lava su ropa sin que nadie lo moleste. Compra comida barata y encuentra a alguien que le dé un aventón. Baekhyun se preguntará si tendrá que hacer eso por el resto de su vida. Casi ha pasado una semana desde que comenzó a viajar y cada día de libertad le da un poco más de libertad y un poco más de confianza en su plan - y eso mucho con que comenzar. En algún lugar, en un aventón o en otro pierde su bolso de mano, pero eso no afecta su resolución.

Piense otra vez en las palabras que dijo el desconocido alto, algo sobre un viaje para tomar un descanso de su vida. El nombre del hombre está borroso en el fondo de su mente, pero recuerda bien a la perra, Candy. De alguna forma, también está en un viaje, porque eso es todo lo que ha estado haciendo desde que salió de casa. Ha estado corriendo de una ciudad a otra, siempre con una mano en el bolsillo de su sudadera, tocando con dulzura el arma que ha escondido allí.

Baekhyun se pregunta si podría cruzar la frontera. Si lo hace, nadie podría obligarlo a regresar. No importa que no tenga una idea de cómo llegar, algo se le ocurrirá. Por lo que sabe, hay muchas personas que quieren salir de Corea para buscar una mejor vida en el oeste. Hay disturbios en las ciudades bajo la promesa de democracia y cambio. Seguramente podría encontrar una forma de cruza. Después de todo, es mejor morir por una bala que afrontar lo que le espera en su ciudad.

Sus maestros habían dicho que era demasiado inteligente para su propio bien - demasiado curioso, demasiado argumentativo, sus pensamientos eran demasiado volátiles. Justo como su “condenada” abuela lo había sido.

Sin embargo, lo que le preocupa ahora es encontrar otro aventón, porque le cielo se está nublando sobre su cabeza y el auto en el que estaba viajando se quedó varado al otro lado de la carretera.

El dueño de Candy comenzó el viaje para relajarse, ser libre un poco. Incluso tenía un perro para que le hiciera compañía. Probablemente los viajes son para eso: reflexionar, pensar o simplemente relajarse.

Baekhyun está en un viaje malditamente idiosincrásico, piensa agriamente mientras extiende su brazo con el pulgar alzado.

Una pareja de recién casados le ayuda está vez. “Vamos de camino a la playa, para celebrar nuestra luna de miel.” La mujer le dice mientras se voltea para verlo y le sonríe dulcemente. Baekhyun le devuelve la sonrisa. Mira al hombre colocar su mano discretamente sobre las de ella y se pregunta si alguna vez sus padres fueron tan afectuosos. Por más que lo intente, no recuerda algo que lo hiciera sentir calidez en su casa.

Las cosas buenas son opacadas por las palabras hirientes de su padre y las muchas miradas reprobatorias de su madre. Su hermano siempre fue un personaje alejado de él. Por la forma en la que se ignoraban entre ellos, era tal que parecía que no eran familia. Recuerda como siempre le dijeron que hacer. Sólo las manos de su abuela fueron gentiles con su piel, porque el resto de las personas de la ciudad se negaban a tocarlos, demasiado aterrorizados a estar cerca de él. Susurros y miradas que juzgaban lo seguían siempre que su  nombre era mencionado en la escuela o cuando iba al templo para orar antes del atardecer. Pensó que era un raro por la marca en su piel, pero resulto que es mucho más que eso.

“Te vez como si estuvieras haciendo un examen de conciencia.” El hombre comenta, viendo a Baekhyun a través del espejo retrovisor. “Un amigo y yo hicimos uno, también, durante la universidad. Nos pasamos todo un mes visitando diferentes ciudades.”

“Suena divertido.” Baekhyun comenta, simple y fácil de olvidar, como todos sus comentarios. La sorpresa que le dieron a los diecisiete años es que nunca podrá ir a la universidad.

“¿Encontraste lo que estás buscando?” La mujer pregunta, volteándose a ver a Baekhyun. “¿Tienes edad para viajar solo?” Bromea.

“De hecho, tengo veinte y no sé si puedo encontrar lo que estoy buscando.” Ni siquiera sabe lo que está buscando. Libertad ¿Quizás? Ya la tiene. El reto es conservar su libertad.
“¿Qué has visto hasta ahora?” El hombre pregunta y Baekhyun no tiene una respuesta. Se ha preocupado tanto en correr y seguir corriendo que nunca se ha percatado que está fuera del pequeño mundo en el que lo restringían y ahora está en uno mucho más grande.

Ya no es la misma vista desde la ventana de su habitación. Ahora ve muchos lugares diferentes todos los días antes de cerrar los ojos por las noches. No hay ninguna rutina estricta, no hay suspiros de desaprobación, no hay planes para el futuro. Los rostros que ven han cambiado. Gracias, porque pensó que iba a morir viendo los mismo. Los vehículos, las fragancias, los sonidos, todo ha cambiado.

Hay muchas cosas por ver, muchas cosas que puede hacer. Es joven y no hay nadie que pueda ponerle límites. Se puede acostar junto a la carretera y nadie va a darle lata por eso. Puede besar a un extraño y sus padres no podrán gritar indignados. Se puede quedar despierto toda la noche viendo las estrellas o puede correr entre el pasto sin nada más que sus shorts - se ríe al pensar en eso. Puede decir tantas maldiciones como quiera y no hay dioses, no hay sacrificios, ni hay obligaciones, vergüenza o muerte. No hay nadie que controle sus palabras, que hale sus dedos o que haga que su espíritu se haga pequeño. Es real y verdaderamente libre. Y aun si su libertad es limitada - y él sabe que lo es - debe vivir. No debería sólo abrir sus ojos cada mañana y sólo respirar cada día. No quiere simplemente sobrevivir. Quiere disfrutar el estar vivo, quiere experimentar lo que el mundo tiene para ofrecer y quiere ocupar su tiempo en algo que valga la pena. Finalmente está fuera de sus garras, es libre y las cosas que puede hacer son infinitas.

Si Baekhyun es capturado después de que haya disfrutado su libertad, probablemente no se quejará en lo absoluto. Sabe que su captura es inevitable. Ahora lo que le importa es explorar el mundo y disfrutar la libertad que acaba de conseguir.

La playa es el mejor lugar para empezar.

Le agradece desde el fondo de su corazón a la pareja y en lugar que quedarse junto al camino buscando otro aventón, se dirige a un festival cerca de la playa. Le da ligeros golpecitos al bolsillo de su sudadera, sintió tus gafas de sol chocar contra la navaja. Entonces, se quita la capucha para sentir la brisa marina.

Las nubes de lluvia se mueven en el cielo con la brisa suave, pero no cae la lluvia. Baekhyun puede respirar el olor saldado del mar. Hay muchas personas a su alrededor pero no conoce a nadie. Se acerca cuidadosamente al agua y deja que la espuma blanca que viene desde el océano acaricie sus pies mientras se acerca y se aleja. La arena es suave y le hace cosquillas cuando se mueve entre sus pies, una extraña mezcla de partículas brillantes que nunca se vio tan brillante en la televisión o en fotos. Se queda quieto por un momento, disfrutando la sensación de la arena tocando sus pies y viendo con un poco de fascinación como el agua rodea sus tobillos cuando la marea sube.

Con un poco más de confianza, camina hacia un lugar más profundo, pero de un momento a otro comienza a correr hasta que el agua alcanza sus rodillas. Correr en el agua es difícil, pero patear el agua es increíblemente divertido. Incluso se las arregla para iniciar una guerra de agua con un par de hermanos y cuando regresa a la playa, tiene hasta el cabello mojado.

Baekhyun no recuerda haber reído con tanta libertad antes. Después de fallar construyendo un castillo de arena, corre otra vez al agua. No es hasta que el sol se está ocultando bajo el agua, pintando de colores pasteles el cielo, que Baekhyun escucha su estómago hacer ruidos.

Han pasado muchos atardeceres desde que dijo sus oraciones por última vez. Siempre debía estar presente en el templo al atardecer para luego cenar e ir a dormir después.

La última vez que vio su reflejo fue en la puerta de cristal de una tienda de conveniencia. Tenía ojeras bajo sus ojos y sus pómulos sobresalían en su rostro amarillento.  También le duele el cuerpo por viajar tanto y dormir sin paz. Se despierta a cada movimiento y sonido repentino, parpadeando como un búho en la oscuridad, intentando descubrir quién está allí y qué ha pasado.

Otro día está terminado y aún está vivo, aún es libre y está pretendiendo no adorar un montón de piedra. Entra en la feria buscando comida.

Ha estado en un carnaval sólo una vez, cuando era un niño. El recuerdo está en su cabeza y consiste en luces y destellos. Ahora, a sus diecisiete años está en uno otra vez, rodeado de muchos sabores, olores y rostros que su corazón está latiendo ansioso y emocionado.

Sorprendentemente, la mayoría de las personas en el carnaval son jóvenes y no grupos de familias. Las personas deambulan en grupos, riendo libremente, empujándose unos a otros de forma juguetona y las bocinas reproducen canciones en un volumen exagerado. Baekhyun no puede borrar la sonrisa de su rostro mientras se agacha para pasar bajo un brazo y se dirige a comer.

Primero va al baño, a lavar la mayor cantidad de arena que puede porque hace que le pique el cuerpo y quiere estar cómodo cuando vuelva a salir a la diversión.

Él come un poco de todo, porque toda la comida es gentilmente accesible. Aunque, incluso allí, Baekhyun se mira un poco extraño al estar llevando una mochila, pero a nadie parece importarle. Baekhyun contempla la idea de gastar dinero en juegos mecánicos y diferentes atracciones, antes de decidir que todo importa un carajo e ir a comprar boletos.

Grita hasta que sus pulmones se quedan sin aire, ríe hasta que su voz se vuelve ronca y corre de una atracción a otra hasta que siente que está sudando. La alegría es algo tan desconocido y emocionante, que quiere más. No hay ningún peligro en eso. No puede entender porque sus padres se enojaban tanto cuando hablaba de dejar la cuidad.

Baekhyun se quita su mochila y se estira antes de volverse a poner su mochila. Cuando se da la vuelta tropieza con algo cálido y peludo. Resulta que es un perro grande, uno que ladra muy fuerte como para que pueda considerarlo amigable y Baekhyun retrocede.

“¡Hey!  ¡Wow! ¡Qué casualidad encontrarte aquí!” La voz le resulta familiar, sin embargo nunca pensó oírla.

“¡Candy!” Baekhyun se agacha frente al perro y rasca detrás de sus orejas. Ella se derrite bajo sus manos. Deja que su lengua salga de su hocico y se presiona contra la mano de Baekhyun.

“Ah, lo siento; olvide tu nombre.” El hombre se ríe, de la misma forma que la última vez, de forma tímida y avergonzada.

“Soy Baekhyun.” El nombre es pronunciado antes de que pueda detenerlo, pero se calma inmediatamente. Le arde la garganta al hablar. “Tampoco recuerdo tu nombre así que no importa.”

“Chanyeol, Park Chanyeol.” Parece divertirle la voz ronca de Baekhyun y le ayuda a ponerse de pie. “¿Aún viajas con eso?” Candy les ladra, tratando de dirigir su atención hacia ella. Baekhyun ve que tiene una correa puesta, pero aun así Chanyeol no puede controlarla.

“Sinceramente no tengo otra opción.” Baekhyun se encoge de hombros. “Me he acostumbrado.” Chanyeol lo mira poniéndole más atención de la que le gustaría recibir. El adolescente su pone una mano sobre la boca y pretende toser. “Parece que Candy quiere algo.”

La atención de Chanyeol se dirige a su pera, quien está olfateándole los tobillos. La empuja levemente con un lado de su zapato. “¿Va a participar en el festival de esta noche?”

“¿Qué habrá?” Granza.

“Acampar en la playa, hoguera, barbacoa y eso.” Chanyeol dice, tratando de evitar que su perra enrolle la cadena en sus piernas. “Cálmate, Candy.”

“No puedo. No estoy preparado para nada de eso.” Baekhyun dice, gesticulando hacia su mochila. “Esto es todo lo que tengo.” Y acaba de pensar que no tienen un lugar para pasar la mano.

“Podemos dormir al aire libre.” Chanyeol ofrece inmediatamente. “Estoy seguro que tienen bolsas para dormir de sobra.” Sonríe. Baekhyun ve luces neón dando destellos en los ojos de Chanyeol y Baekhyun cree tener una leve idea a que se refieren las personas cuando dicen que podían ver la vida brillar en los ojos de otra.

“Ya he pasado todo un día aquí.” Responde. “No me gusta quedarme mucho en un lugar.”

Rápidamente se entera que Chanyeol es muy bueno convenciendo a las persona ‘Es la única razón por la que me dejaron quedarme en relaciones públicas.’ Dice, Baekhyun no entiende la broma, pero se ríe de todas formas.

Hay una hoguera en la palaya y sólo las personas con boletos pueden participar en el festival. Chanyeol amablemente compra un boleto para Baekhyun, un boleto y una bolsa para dormir, incluso se ofrece para guardar el equipaje de Baekhyun en su auto cunado van a traer su bolsa de dormir.

“¿Disfrutas gastando tu dinero en las personas que conoces?” Baekhyun pregunta bromeando mientras mete su bolsa de dormir nueva bajo su brazo y sostiene la correa de Candy con su otra mano. Por alguna razón es mucho tranquila cuando está con él.

“Compro a mis amigos.” El tono de Chanyeol es sarcástico, pero el menor siente que hay algo de verdadero oculto en esa declaración.

“Siempre soy vendido por los míos, así que ¡Felicidades! Soy tu pertenencia más nueva y nos vamos a llevar muy bien.”

Chanyeol se ríe, parece que eso es lo que hace cuando no sabe que decir. “Me agradas.”

Tan pronto como Baekhyun entra al área del festival, es bombardeado inmediatamente con dudas. De alguna forma espero la música, pero no esperaba la danza, las bebidas y el fuego. Chanyeol siente su incomodidad, si su mano haciendo presión en su hombro quiere decir eso. Baekhyun mira a su alrededor una vez más, asegurándose a sí mismo que sólo está allí porque busca un lugar seguro para dormir. Sin embargo no está seguro de donde va a dormir, porque hay música ensordecedora y gente saltando por todas partes.

“Unámonos a ellos.” Chanyeol gesticula hacia un grupo de personas reunidas alrededor de una hoguera. Parece un grupo amable, hay dos guitarristas tocando y Candy se vuelve inquieta.

Baekhyun casi grita no absolutamente. Los grupos en círculo hacen que se erice. Personas alrededor del fuego. La mesa de piedra a los pies del dios. Las alabanzas y los cantos de sacrificio. Todas esas imágenes vienen en lenguas horripilantes de color rojo y naranja y él intenta mandarlas lejos. Es gracioso como el fuego calienta a las personas, pero torna a Baekhyun frío como el hielo.

La brisa que corre desde el mar es fresca, pero Baekhyun teme que la próxima sea caliente, tan caliente que haga que se incendie en un momento. Su estómago se revuelve de una forma incomoda. Siente que ha caído en una trampa. Que todos van a voltearse hacia él y lo llevaran hacia el fuego, empujándolo por la espalda como lo han hecho antes. ¡Miren! ¡El elegido! Y su mano se dirige a la marca que está bajo su ombligo y desea, como todas las noches antes de dormir, que pudiera quitar la mancha que hay en su piel.
Baekhyun intenta mantener a Candy quieta, temiendo por ella, hasta que Chanyeol se agacha para liberarla.

“Le encanta la música. Especialmente la mía.” Chanyeol dice, señalando el espacio libre más cercano a los guitarristas, el espacio libre más cercano al fuego.

Baekhyun permanece plantado en el mismo lugar. “Vamos a sentarnos allí.” Ni siquiera espera una respuesta para moverse a la parte más alejada, pareciendo por poco un miembro aislado del grupo. Chanyeol lo sigue vacilante, queriendo saber el porqué de la decisión.

Sin embargo, Chanyeol no puede estar en un lugar tan aislado por tanto tiempo y se dirige a la parte del frente.

Cuando se lo pide, uno de los guitarristas le presta su guitarra a Chanyeol. Los dedos de Chanyeol se en toscos y sus manos se ven grandes como para manejar las delicadas cuerdas de la guitarra, al igual que su padre. Baekhyun espera que ocurra un desastre, que las cuerdas se rompan y que melodías espantosas lleguen a sus oídos, pero el movimiento de las manos de Chanyeol es ligero y fluido, sacando melodías que todo el mundo parece reconocer.

Candy está particularmente disfrutando la melodía. Se ha sentado tranquilamente y su cola golpea la arena, apreciando el talento de su dueño. Baekhyun mantiene sus ojos estrictamente en la perra, viendo las sombras bailar a su alrededor. Todo el sueño que tenía desapareció en un segundo cuando vio la gran hoguera.

Baekhyun no conoce ni la mitad de las canciones que están cantando, pero Chanyeol parece conocerlas todas muy bien. Cuando ha terminado, hace una reverencia teatral hacia el público antes de caminar de regreso hacia Baekhyun.

“¡Wow! ¡Chanyeol es tan asombroso!” Baekhyun canturrea, intentando ocultar el temblor de su voz al imitar el tono agudo de una chica.

“Es ‘Chanyeol oppa’ para ti.” Golpea el hombro de Baekhyun juguetonamente.

“Chanyeol o tío, tú eliges.”

“No hay respeto para este tío.” Chanyeol hace puchero, lo que hace que se pierda toda intención que tenia de parecer maduro. “Me conformo con la total falta de respeto. Puedes llamarme Chanyeol.”

“Nunca había planeado hacerlo de otra forma.” Baekhyun ríe.

Candy trota hacia ellos y ellos la acarician detrás de las orejas hasta que está rodando en la arena. Ella muerde ligeramente la mano de Chanyeol cada vez que se detiene hasta que se aburre y pone su cabeza sobre sus pies. “Es una princesa mimada.” Baekhyun comenta.

“Es mi hija.” Sus rodillas chocan con las de Baekhyun cuando se mueve para acomodar a Candy mejor.

“¿Tienes un bolígrafo?” Baekhyun pregunta de la nada. Saca un panfleto que recibió antes y lo pone contra su muslo, aplanando los quiebres. “Voy a hacer una lista de deseos.” Chanyeol se aleja para prestar uno a alguien del grupo.

“¿Una lista de deseos?” Suena entretenido. “¿Estás muriendo o algo?”

“Bueno, todos lo estamos, ¿No es así?” Baekhyun pregunta mientras enumera del número uno al diez. “Cada año que vivimos es otro año que perdemos.”

“¿Así que harás una lista de deseos está noche?” Chanyeol se acerca demasiado como para que sea cómodo. Baekhyun ignora deliberadamente la invasión de espacio personal, especialmente ignora la forma en la cual Chanyeol hace que se vea más pequeño, justo como su padre lo hacía, justo como la estatua del templo lo hace.

“Cosas que tengo que hacer antes de morir.” Baekhyun dicta mientras escribe.

“Salud por tanto entusiasmo.” Chanyeol empuja su codo contra el de Baekhyun.

Mirar las estrellas. “Oh, puedo ayudar con eso.” Chanyeol exclama.

Visitar un zoológico. “Oh, hay uno en Hakdou.”

Robar algo en una tienda. “¿Por qué querrías hacer eso?”

Conducir. “Pero parece que no puedes alcanzar los pedales.” Baekhyun lo cambia a estrellar un auto, cosa que divierte mucho a Chanyeol.

Emborracharse. “Eso no es tan difícil.” Chanyeol ríe. “Tengo material para trabajar en eso en mi auto.” Probablemente sea insuficiente para hacer que Baekhyun se emborrache lo suficiente como para olvidar su propio nombre, porque ese es el nivel al que quiere llegar.

“No te puedes perder el Festival de Primavera en Fushi. No hay nada como eso.” Chanyeol lo empuja mientras lo dice. “¿Alguna vez has acampado, en el Parque Jugou?”

“Nop.” Baekhyun escribe ‘acampar’. “¿Qué más puedo hacer?” Piensa en ir a discotecas, besar a alguien mientras está ebrio, comprar un loro que hable, ir de cacería, tener sexo y comienza a escribir cosas que harán que Chanyeol lo moleste al mínimo. Tiene una imagen de “21 años” que proteger, pero se imagina que ya la arruino con las primeras cosas de su lista.

Le da sueño rápido, después de haberse quedado despierto la mayor parte de la noche. Escucha a Chanyeol decir algo sobre Orión y los movimientos planetarios mientras señala hacia las constelaciones.

Mientras está soñoliento piensa sobre su hogar. Sabe que es lo que todos deben estar diciendo de él. Piensa en sus padres, su hermano y sus compañeros. Piensa en cuantas oraciones no ha realizado y en cómo el dios en el tempo -la maldita estatua- debe estar. Piensa sobre todos y todo, pero no extraña a nadie ni a nada.

II →

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