THE DEMON NEXT DOOR - KAISOO (Trad. En Español) Capitulo 18

Jan 29, 2016 17:42


Melodía recomendada: GD X TaeYang - Good Boy

18 - Intercambio

El Sr. Wang apretó el tabique de su nariz.

Amaba su trabajo, en serio que lo hacía. Solo que ordenar papeles a las seis de la mañana no era algo particularmente divertido y levantarse a las cuatro de la mañana para tener que lidiar con niños idiotas el resto del día tampoco era algo que estuviera en su “Lista de cosas qué hacer.”

Y podía decir mucho más sobre el ordenar papeles, sin embargo, era algo que disfrutaba.
Ver la personalidad de un estudiante proyectado solo en su manera de escribir, el Sr. Wang podía descifrar mucho solo al mirar el tamaño, la forma y la limpieza de su escritura. Era sencillo ver que chicos se preocupaban por su futuro, cuales no o quien hacia un esfuerzo y quién no.



Un estudiante con una escritura pequeña por lo general era tímido, como Tao, por ejemplo. Sus letras eran casi microscópicas y era raro que hablara en clase, pero, cada letra estaba escrita con delicadeza, como si estuviera hecho a máquina. El tamaño y formato encajaban con él.

O la escritura de Luhan, por ejemplo. Era elegante y perfecta, Luhan era un joven meticuloso, cada vez que entraba al salón, parecía haber salido de una edición de la revista Vogue o algo por el estilo.

Era interesante y aburrido. Interesante por las cosas que el Sr. Wang aprendía, pero aburrido por el hecho de que tenía que hacer toneladas de palomitas o tachas una y otra vez.

Estaba a la mitad de la pila de hojas cuando alguien tocó a la puerta y gruñendo porque tenía que levantarse, el Sr. Wang caminó hacia la puerta que tenía el seguro puesto.

Pero no esperaba ver a Jongin, el peor de sus estudiantes lo saludó tan pronto se asomó por la entrada y una sincera, pero tímida sonrisa, se formó en el rostro del joven.

Y tomó al Sr. Wang con la guardia baja cuando Jongin levantó su libro de inglés y hojeó hasta una página, antes de mirar a su maestro con una expresión extremadamente ansiosa pintada en su rostro.

“Jongin, la escuela no empieza hasta en media hora,” dijo el Sr. Wang. “¿Qué te trae tan temprano?”

Jongin sostuvo el libro y apuntó en la página. “Me preguntaba si podría ayudarme. Tuve algunos problemas en la noche y… dijo que podíamos venir por ayuda extra si la necesitábamos.”

El Sr. Wang tomó el libro de Jongin. “¿Ahora? ¿A las seis treinta de la mañana?”

“No puedo quedarme después, tengo práctica.” Jongin se mordió el labio. “¿Por favor?”

“¿En serio me estás pidiendo ayuda justo ahora?”

“Sí.”

“¿Tú? ¿Kim Jongin? ¿Tú?”

Jongin asintió. “Sí, señor.”

El Sr. Wang se hizo a un lado y le indicó a Jongin que pasara. Perplejo, observó como el joven se dirigía al asiento de adelante y se sentaba con educación. No se recargó en la silla con las manos en sus bolsillos, tampoco extendió sus piernas o puso una goma de mascar en su boca. En vez de eso, Jongin puso su lápiz en el pupitre y se sentó con su espalda recta.

El Sr. Wang acercó una silla y se sentó a su lado y estudió al joven con escepticismo, esperando a que comenzara a insultar el plan de estudio de inglés como siempre lo hacía.
Nada, silencio. Y Jongin lo miró esperando a que empezara a hablar.

El Sr. Wang tomó el lápiz de Jongin. “Entonces, ¿exactamente en qué necesitas ayuda?”

“En este ejercicio.” Apuntó al primero. “No lo entiendo.”

El Sr. Wang ladeó su cabeza para leer las instrucciones. “Elige uno de los siguientes verbos para acomodarlos en cada oración y conjuga el verbo. ¿Qué es lo que no entiendes?”

Las mejillas de Jongin se sonrojaron. “No entiendo nada.”

“Oh, chico.”

El resto del tiempo que quedaba antes de que empezaran las clases, el Sr. Wang intentó aclarar todas las dudas que Jongin tuviera sobre el idioma inglés. Y en ese tiempo, el Sr. Wang a prendió muchas cosas.

Primero que nada, notó que su escritura había cambiado significativamente. Las largas y descuidadas letras se convirtieron en unas pequeñas y precisas, Jongin parecía tener mucho cuidado en escribir cada una. También su comportamiento había mejorado, aunque parecía frustrado cuando no entendía el ejercicio, Jongin no hizo o dijo ninguna discusión.

Siendo honesto, se estaba asustando. Nadie se volvía bueno de la noche a la mañana, no existía ninguna píldora mágica que pudiera ponerse en la bebida de alguien para hacerlo perfecto y bueno.

¿O quizás no había notado los cambios? Ahora que lo pensaba, Jongin había estado haciendo la tarea diaria desde hace una semana y aunque siempre llegaba tarde a clase, nunca interrumpía la lección.

¿Acaso Kim Jongin se había convertido en un “chico bueno”? el Sr. Wang volvió a apretarse el tabique de la nariz, eso era algo que le encantaría ver antes de morir.

Y quizás, solo quizás, lo estaba viendo ahora.

Cuando los estudiantes empezaron a entrar al salón, su sesión privada fue interrumpida, pero Jongin se las arregló para terminar los ejercicios por sí solo con el Sr. Wang viendo y corrigiendo si era necesario.

Después de todo, el maestro estaba impresionado y dio una palmada en la espalda de Jongin cuando la primera campana sonó.

“Bien hecho, habrá un examen la siguiente semana, creo que lo harás bien.”

Jongin cerró su libro. “Gracias, muchas gracias, lo digo en serio.”

El Sr. Wang le estaba sonriendo a Jongin, eso era algo que jamás pensó viviría para verlo. Y Jongin parecía sorprendido también, le tomó unos segundos el formar una sonrisa en su rostro.

“Mantente así, joven Kim. Podríamos subir esa D a una A.”

“Trabajaré duro, señor.” Se levantó. “De nuevo gracias, en serio, gracias.”

Empezó a empacar sus cosas para moverse a la parte de atrás y antes de que cerrara su mochila y se moviera, el Sr. Wang de pronto sostuvo su hombro.

“Eres amigo de Kyungsoo, ¿verdad?”

Jongin asintió.

“¿Sabes que le está pasando? Todas sus calificaciones bajaron en cada clase.”

Jongin ni siquiera lució impresionado por las noticias. “No, señor. No lo sé, lo siento.”

“Dile que deje de actuar así, ¿de acuerdo?” Suplicó. “Detesto ver a chicos con tal potencial; desperdiciarlo.”

“Yo también.”

Jongin se movió a la parte de atrás del salón y se sentó en su lugar. Giró su cabeza para ver por la ventana con la espalda aun derecha como una flecha.

Para ser honesto, no sabía lo que estaba haciendo. Hubo un tiempo en el que se preocupó por sus calificaciones, pero había sido hace mucho tiempo y nunca pensó que volvería a hacerlo.

Sin embargo, después de conocer a Kyungsoo, Jongin decidió cambiar. Kyungsoo había sido como él, un pequeño y lindo niño con un futuro tan brillante como una bombilla. Intentó recordar cuando fue que su vida se fue cuesta abajo, había conocido algunos chicos en secundaria, no podía recordar sus nombres, pero podía recordar en que lo habían instruido.

La primera vez que se drogó, había sentido que el mundo era lo mejor de todo, no había más problemas o más quejas, todo parecía perfecto. Y eso había escalado a amenazas de llevarlo a rehabilitación o de expulsarlo de la escuela. Se quejó pensando sobre lo que le había sucedido a la escuela a la que había asistido antes que esa.

Cuando conoció a Kyungsoo, se dio cuenta del desastre en que se había convertido y uso al mayor como un tipo de ejemplo, pero no sabía que sería tan mala influencia para su modelo a seguir.

Todo el asunto de lo sucedido con Chanyeol de verdad le había abierto los ojos, Kyungsoo había cambiado. Y había cambiado de lo jodido a lo más jodido.

Nunca pensó sentirse con el corazón roto. Él siempre ha engañado a la gente, pero jamás esperó que doliera tanto el ser engañado, en especial por alguien al que amabas más que a tu propia vida.

Y Chanyeol tenía razón, el comportamiento de Jongin había alimentado a Kyungsoo con alguna estúpida mierda. Las cosas que Jongin le había enseñado eran experiencias que el menor debió mantener escondidas y guardadas.

No pensó que Kyungsoo las llevaría tan lejos, de verdad, no lo pensó. Pero ahora que lo había hecho, no estaba seguro de que pudiera arreglarse, no después de lo que sucedió en los vestidores.

Su cerebrito se había roto.

Faltando un segundo la campana sonó

Y Jongin giró su cabeza hacia la puerta justo cuando Kyungsoo se arrastraba al salón. El mayor lucía devastado y Jongin quiso levantarse y ayudarlo a llevarlo a su asiento. Pero no, Kyungsoo tenía que aprender de sus errores. Tenía que saber que había consecuencias por sus acciones, algo  que a Jongin le había tomado mucho tiempo en comprender. Ahora, era el turno de Kyungsoo.

Kyungsoo no se sentó en su lugar cuando llegó, en vez de eso, se paró frente al lugar de Jongin, observándolo.

“¿Jongin?”

El menor no se movió, su mirada volvió hacia la ventana y pudo ver a Sehun bajando del transporte escolar con el rabillo del ojo y a Luhan siguiendo detrás de él. Ambos caminaron por el camino a la escuela, tomados de la mano.

“Jongin.”

Esta vez sonó con más desesperación, pero aun así, lo ignoró y trató de pensar en algo que lo hiciera feliz. Algo que no involucrara, drogas, sexo, alcohol, nicotina o Kyungsoo. Mierda, la última era de verdad imposible.

“J-Jongin, por favor háblame.”

Basquetbol, Jongin decidió enfocarse en el basquetbol. ¿Qué mejor manera de limpiarte que dedicando tu cuerpo y mente a un deporte? Jongin sintió calidez solo de pensar en el juego del día siguiente.

“¡Maldito Kim Jongin, háblame! ¡Deja de ignorarme! ¡Jongin!”

Toda la clase volteó a ver a Kyungsoo después del fuerte alboroto, era obvio que estaba furioso, Jongin ni siquiera había notado que Kyungsoo se estaba inclinando hacia él, sujetando la orilla del escritorio tan fuerte que pareciera que lo fuera a romper por la mitad.
Jongin lo miró y el aliento fresco de Kyungsoo golpeó contra su rostro a través de la pequeña abertura que dejaba el puchero que hizo con sus labios. El menor tuvo que resistir el sujetar a Kyungsoo del cabello y forzar esos dulces labios contra los suyos.

Aclarando su garganta, Jongin habló. Y el rostro de Kyungsoo se iluminó cuando su boca se abrió, solo para oscurecerse después de la respuesta.

“Por favor, muévete. No puedo ver el pizarrón.”

“No.” El bajito se subió al escritorio a pesar de que era contra el reglamento de la escuela. “No lo haré, no hasta que me hables de manera civilizada.”

La posición en la que estaba hacia que tuviera sus piernas muy abiertas y Jongin mentalmente esposó sus manos al escritorio, usando todas sus fuerzas para no acariciarlo entre esas dos maravillosas piernas.

“Muévete.”

“Ya te dije que no-“

“Muévete antes de que te metas en problemas,” advirtió con firmeza.

Kyungsoo se cruzó de brazos. “No, no lo hare.”

“Sí, lo harás.” La voz del Sr. Wang vino justo de detrás de Kyungsoo. “Por favor baje del escritorio, joven Do, antes de que lo mande a detención.”

Kyungsoo se encogió ante la voz del Sr. Wang y por un momento, Jongin temió que éste se girara y arremetiera contra el maestro, su expresión pareciera predecir el siguiente movimiento. Pero de algún modo, el bajito se las arregló para resistirse, bufando con tonó molesto, se bajó del escritorio y apretando la correa de su mochila con firmeza, se inclinó hacia el Sr. Wang.

“Lo siento, señor.” Sonó a través de los dientes, frio y sin sinceridad.

El Sr. Wang sintió la falsedad en su tono. “Solo no deje que suceda de nuevo.” Y le lanzó una mirada a Jongin. “Presta atención si quieres esa buena nota.”

Kyungsoo se dejó caer en su asiento tan pronto el Sr. Wang se alejó. Sacó un lápiz y lo metió a su boca, mordiendo la punta del borrador frenético.

Había tratado de contactar a Jongin la noche anterior innumerables veces, el menor supo que estaba mintiendo, y eso era algo que no esperaba o para lo que no estaba preparado.
De camino a la escuela, había creado una agenda entera de como suplicar por el perdón de Jongin, pero con el menor sentado detrás de él siendo tan reacio, ahora estaba muy seguro que sus técnicas no iban a funcionar tan bien como él pensó.

Quizás Jongin solo necesitaba algo de espacio y algo de tiempo para calmarse, Kyungsoo sabía que había desatado algo desastroso, una bomba que amenazaba con explotar estaba contando dentro de Jongin.

Iba a explotar con furia tarde o temprano, Kyungsoo estaba seguro de eso y alejarse era probablemente la mejor opción por ahora. Y también parecía ser la única.

Suspirando, colocó su lápiz sobre su rodilla y con una ola de frustración, lo partió a la mitad. ¡¿Por qué no podía encontrar una manera de hacer que Jongin se calmara, maldita sea?!”

¡Kyungsoo no iba a tolerar ser ignorado! ¡Si Jongin no quería hablarle, bien! ¡Kyungsoo no lo necesitaba! Solo buscaría a alguien más con quien hablar, quizás incluso alguien más a quien amar en las noches.

Y estaba dispuesto a hacerlo, sin importar las consecuencias.

Yifan siempre había tenido un buen ojo para las cosas deliciosas.

Siempre que iba a un restaurante, escogía el platillo más caro esperando que luciera como algo salido de un catálogo y si no tenía la misma apariencia, Yifan lo devolvía.

Siempre que iba a un club nudista, babeaba solo por aquellos strippers que lucían comestibles y cachondos. Había cierto gusto que hacía que sus papilas gustativas se estremecieran y podía decir, solo al verlos, si tenían o no el sabor que él deseaba.

Es por eso que los pantalones ajustados de Kyungsoo lo habían vuelto loco y ahora que ya no los usaba más, ya no sabía qué hacer.

Claro que Yifan no tenía problema en llevar gente a la cama, podía acercarse a alguna chica indefensa o algún chico sentimentalmente perdido e irían brincando detrás de él hasta meterse bajo las sabanas. Tan sencillo como contar 1, 2, 3.

Pero carecía de motivación por muchas personas. Necesitaba de un incentivo, de un deseo, pero eso era muy difícil de conseguir en estos días con todos luciendo como vagabundos y sin tener una apariencia especial. Pero podría decir que no era quisquilloso en términos de como lucían las personas, de hecho, la mayoría de sus aventuras eran solo un manera de ventilar sus emociones y no podía importarle menos quien recibía la fuerza de su furor.

Yifan podía cogerse a un gorila y no le importaría, siempre y cuando aliviara su frustración sexual y mental, eso era suficiente. Una apariencia sexy solo era un plus para él, no una necesidad. Pero le gustaba ese plus y es por eso que tenía la vista puesta en alguien con una apariencia como para chuparse los dedos.

Pero había un problema, jamás había hablado con este joven (quizás lo había hecho, le hablaba a muchas personas) o tuvo algún enfrentamiento serio con él.

Y para su conocimiento, era amigo de Kyungsoo, pero si el presidente de la escuela se negó a él, estaba  malditamente seguro que no dejaría que Yifan se metiera en los pantalones de su amigo.

¿O lo haría?

El co-capitán lamió sus labios, tan pronto como notó la ausencia de Kyungsoo en su mesa del almuerzo, supo que algo había pasado entre él y Jongin.

Entonces escuchó a algunos de los chicos parloteando una y otra vez sobre una fiesta que habría ese semana, aguzó sus oídos y absorbió todos los detalles posibles. Jongin parecía desinteresado, estaba completamente absorto en un libro (¿un libro? ¿Qué carajos era eso?) en su propia y pequeña burbuja. Estaba bien, de todas maneras no lo necesitaba en la fiesta.

Una vez que obtuvo toda la información necesaria, Yifan se levantó de la mesa y se dirigió a la escuela, no sin antes tirar su cigarro en el asfalto para entrar a la escuela.

Sabía dónde encontrar a Kyungsoo y también donde encontrarlo a él. Ambos estaban en el mismo sitio si sus horarios coincidían y Yifan estaba seguro que era su día de suerte. Y en efecto, cuando entro a la biblioteca encontró a Kyungsoo sentado en la parte trasera viendo algo en su laptop. Su amigo estaba sentado a su lado entrecerrando los ojos, como si intentara descifrar que chingados veía.

Entonces, Yifan se acercó a ellos con lentitud. La última cosa que quería era que su blanco huyera, ¡Si tan solo fuera el dragón que todos le decían que era! Extendería sus alas, tomaría a su víctima y se la llevaría cautiva a una torre para él solo.

Joder, que buena idea.

Y también una muy ilógica.

Así que optó por mejor acercarse sobre sus dos pies. No era una gran entrada como la de un dragón, pero era su única opción. Y a cada paso que daba, se lamia los labios mientras los detalles del amigo de Kyungsoo se hacían más visibles.

Cabello negro azabache, piel blanca, ojos que emanaban peligro y unos labios que seguro sabían a veneno. Viendo hacia abajo, examino su cuerpo, ese delicioso y delgado cuerpo, sus ojos se quedaron en las piernas, molesto de que solo pudiera admirarlas desde la distancia. Al menos por ahora.

Cuando llegó a los pies de la mesa, Kyungsoo fue el primero en levantar su mirada, dándole una mirada fría con una mezcla de un amistoso saludo. Jamás había visto algo así.

Y su amigo echó un vistazo antes de evitar su mirada de regresarla a la pantalla. Yifan se lamio los labios de nuevo, tener esos ojos sobre él, aunque solo fuera por un breve segundo, hizo temblar todo su ser. Rodeó la mesa y puso una silla a un lado de Kyungsoo, se inclinó hacia él, echando un vistazo al chico detrás del presidente y observo la pantalla del computador.

"¿Porno? ¿En la escuela?"

Kyungsoo apuntó a su amigo. "Él quería verla."

Entonces, Yifan encontró el sonrojo inmediato del menor demasiado adorable, este agacho su cabeza y las sombras provocadas por su fleco escondieron su vergüenza.

Yifan asintió viendo la pantalla. "Mm. Entonces déjalo que vea, necesito hablar contigo de algo, a solas."

Kyungsoo parpadeo. "Ahora."

"Sí, mierda."

Kyungsoo se levantó de su silla junto con Yifan. Una parte de su camisa no estaba fajada y estaba enroscada, entonces Yifan observo el pedazo de piel expuesto a su vista, de pronto se debatía entre si no era mejor idea el seducir a Kyungsoo.

Pero no llegó a tomar su decisión cuando el amigo de Kyungsoo lo alcanzó y le fajó la camisa.

Kyungsoo observo l trabajo de su amigo. "Oh, gracias, Tao."

"No hay problema solo cuido de mi hyung idiota."

Kyungsoo se giró hacia Yifan. "¿La conversación tomara mucho? ¿Necesito traer mis cosas?"

"No." Yifan pasó un brazo por sus hombros. "Pequeño y dulce."

Kyungsoo prácticamente podía sentir los ojos de Tao enterrándosele en la espalda, sabía que el joven estaba celoso, también sabía que tenía un fuerte deseo de golpearlo hasta dejarlo sangrando y matarlo.

¿Pero por qué? ¿Por qué haría eso a causa de un tipo que lo usó y lo dejó? ¿Por qué no podía dejar de vivir en un mundo de fantasía y regresar a la realidad?

Pero Kyungsoo dejaba mucho que decir. Se burló de sí mismo mientras Yifan lo guiaba a una esquina diferente de la biblioteca, no debería estar criticando a Tao cuando él tenía su propia lista de errores que borrar.

Kyungsoo sacudió sus hombros para zafarse de Yifan una vez llegaron a la esquina donde había un sillón esponjoso. Entonces Yifan colapsó en él con sus largas piernas extendidas hacia el frente y Kyungsoo deseó ser tan alto como el co-capitán.

Yifan puso sus manos detrás de su cabeza, con los ojos escaneando a Kyungsoo de arriba abajo, pero sintiéndose incómodo por la mirada, el bajito tomó asiento a su lado e hizo un ademan con las manos.

“¿Qué quieres de mí?”

Yifan tomó un momento para responder. “Tu amigo es ardiente.”

“¿Disculpa?”

“Tu amigo me provoca erecciones.”

“¿Siempre empiezas conversaciones de esta manera?”

“Sí, y estoy intrigado.” Su mirada paseó hacia el lugar donde estaba sentado Tao. “Lo deseo, lo admito. De verdad deseo a tu pequeño amigo Tao.”

“¿Y por qué me estás diciendo esto?” preguntó.

“Porque eres su amigo, si le dices que duerma conmigo, él lo hará.”

Kyungsoo de pronto se vio enfurecido. “¿Crees que Tao es alguna clase de títere? ¿En serio crees que puedes volver a acostarte con él y tirarlo al cubo de basura como a un juguete roto?”

“¿A qué te refieres con “de nuevo”?” preguntó, con las cejas curveadas.

“¿No lo recuerdas?” Kyungsoo se hizo hacia atrás con una expresión de disgusto pintada en su rostro. “Eres repugnante.”

“Lo dice el chico que tenía toda su boca sobre la de Chanyeol.”

Kyungsoo sintió que sus defensas caían y miró al alto con los labios apretados. Yifan le sonrió a cambio, sabía que había dado justo en el clavo y ahora lo tenía acorralado. Yifan se acercó a Kyungsoo. “Habrá una fiesta esta semana, te quiero en ella, con Tao. Quiero que hagas algo, lo que sea, que haga que él venga conmigo. No creo que justo ahora puedo solo acercarme y proponerle algo.”

“¿Asustado?”

“Más bien aterrorizado.”

Kyungsoo se mordió su labio inferior. “¿A qué te refieres con lo que sea?”

“Lo que sea que quieras hacer.” Yifan cerró su mano en un puño. “Tu amigo es tan jodidamente ardiente. Ayúdame y hare lo que sea por ti, incluso puedo hablar con Jongin por ti. Hacer que la pendejada que hiciste se arregle.”

“Me estás pidiendo que te venda a mi amigo.”

“Más o menos.”

El más bajo observó a Yifan con asombro y mientras su mente se aceleraba. ¿De verdad haría eso? ¿En serio iba a provocar otra avalancha, esta vez con un chico inocente y previamente corrompido?

Tao era frágil, incluso no tenía esa apariencia. Era como una hoja de cristal, volver a presionarlo por una segunda vez, no solo le causaría grietas, lo haría pedazos. Pero recordando, Tao había estado fantaseando con volver a estar con Yifan, esta era una oportunidad perfecta para que lo hiciera y una gran oportunidad para que Kyungsoo regresara con Jongin.

Pero, ¿Vender a su amigo… el único que aun daba la cara por él a pesar de todos sus cambios…?

Kyungsoo balanceó sus opciones, no sabía qué hacer consigo mismo. Jongin no lo escucharía pero sí a Yifan, eran amigos cercanos después de todo. Jongin seguiría sus instrucciones, con suerte.

Con fuerte suspiro y una mirada llena de pena hacia Tao, Kyungsoo sacó su celular y busco la sección de notas.

“Dime dónde será la fiesta.”

Kyungsoo no se sentía fuera de lugar.

Por lo general, era el chico que se quedaba sentado en las fiestas, el que no dejaba que nadie se le acercara o tocara, o le ofreciera una bebida. Sin Jongin él se sentía vacío, sentía la necesidad de estar alejado de todos.

Pero la noche de sábado era una excepción, salió de su propio cascarón.

Nunca supo que estaría tan cómodo alrededor de la multitud de gente que no conocía, claro a excepción de Tao, Yifan y algunos otros chicos de la escuela, Kyungsoo era un tiburón solitario.

Dando tragos a una botella y bailando con gente al azar, se sentía vivo. Sabía que eso no era vida, sabía que no debería de hacer eso, pero tenía un objetivo. Uno horrible, pero efectivo.

Tan pronto la canción que estaba bailando cambio, Kyungsoo caminó hacia Tao. El menor estaba solo en una esquina, había hecho bolita su vaso con cerveza ahora vacío para pasar el rato.

Kyungsoo se detuvo junto a él. “¿Te diviertes?”

“No.”

Eso lo tomó con la guardia baja, Tao lo había dicho sin meditarlo. Y entonces la culpa empezó a invadir a Kyungsoo al saber que había arrastrado a Tao a ese lugar sin ninguna razón. Seguro el menor solo había ido con él para cuidar de él.

Tao se preocupaba por Kyungsoo como un hermano, nunca había sido bueno haciendo amigos, pero la campaña presidencial los había acercado a los dos y a pesar de que a veces era rudo con Kyungsoo, veía al mayor como su mejor amigo.

“Ten.” Kyungsoo le sostuvo la botella. “Toma un trago.”

Tao levantó las dos manos en defensa. “No, no. No quiero ponerme ebrio.”

“La mitad de la botella no te hará daño, Tao.”

Tao de mordió el labio y dudando, tomó la botella. Observó a Kyungsoo por cualquier señal de desaprobación antes de acercar la boquilla a sus labios y hacer su cabeza hacia atrás para beber su parte.

Kyungsoo entonces vio un reflejo de sí mismo, le estaba haciendo a Tao lo que Jongin le había hecho a él. Pero incluso entonces Jongin no había sido tan egoísta como lo estaba siendo él en ese momento.

Como sea. Iba a poner a Tao borracho y entonces recuperaría a Jongin.

Tao arrugó su rostro mientras la bebida pasaba por su garganta. Cuando Kyungsoo le quito la botella estaba vacía, entonces dejo que se fuera rodando por el piso. Cerró sus ojos y Kyungsoo supo que tenía un problema cuando el menos comenzó a balancearse de un lado a otro. ¡No podía estar ebrio ya! ¿O sí podía?

Kyungsoo alcanzó otra botella de la mesa más cercana y la abrió, esta vez Tao ni siquiera lo pensó, tomó la botella y la bebió e tiempo record.

“¿Qué te estoy haciendo?” murmuró Kyungsoo.

Tao ya no pudo parar después de eso y comenzó a ir por sus propias botellas, lo observó beber porción tras porción tras porción. De pronto se sintió preocupado por el hígado de Tao, de todas las cosas.

Entonces le quito la última botella que había adquirido, el menor entonces lo miro con los ojos entrecerrados y el cuerpo tambaleándose más que una palma cuando hay tormenta.

“D-Devuélvemela.”

“¡Suficiente!” Kyungsoo gritó sobre la música. “¡Suficiente, Tao! ¡Antes de que te mates a ti mismo!”

“¿A quién le importaría?” Tao se levantó con dificultad del sillón. “Yifan n-no lo haría.”

“¡A mí me importaría!” Kyungsoo lo tomó del antebrazo. “¡Jamás debí traerte aquí! ¡Olvídalo! ¡Regresamos a casa!”

Entonces sintió el peso de la culpa recaer sobre sus hombros, con cada paso hacia la puerta, sabía que estaba haciendo lo correcto, Tao no merecía lo que habían planeado para él.

El menor se le aferraba con desesperación, las personas bailando en el club eran como animales, ambos Kyungsoo y Tao, temían que fueran a separarse. Pero eso fue exactamente lo que sucedió. La siguiente cosa que supo fue que alguien lo estaba sujetando de la cintura y lo estaba alejando del agarre de Tao. El vice-presidente se quedó entre el tumulto de gente, balbuceando por el hecho de ser abandonado.

“¡Tao!” gritó. “¡Oh, Tao! ¡Lo siento, Tao!”

Luego cayó hacia atrás cuando la persona que lo guiaba hizo que ambos chocaran con la orilla de un sillón manchado de cerveza y sesiones de amor. Entonces cayó sobre el regazo de esa persona, temblando cuando sintió a fuerte erección golpeando su trasero a través de la tela del pantalón. Unas manos sujetaron su cuello con los pulgares enterrándose un poco en su garganta, luego se deslizaron hasta los hombros y lentamente hacia los brazos. Kyungsoo cerró los ojos, su cuerpo se estaba derritiendo.

Conocía esas manos.

Lentamente giró su cabeza, pero la imagen que vio no era algo que esperaba.

Los ojos rojos de Jongin lo observaban de vuelta, lucía completamente ebrio. Sus mejillas estaban ahuecadas y sus labios apretados con furia con el ceño fruncido, Kyungsoo sabía que estaba en problemas.

“¿Perdiste un panda?”

El pecho de Kyungsoo se aceleró. “¡Necesito encontrarlo! ¡Jongin, por favor ayúdame a encontrarlo!”

Kyungsoo se levantó, solo para que Jongin lo volviera a sentar. Las uñas del menor se enterraron en Kyungsoo con fuerza.

“¿Te vas tan pronto? ¿Me dejarás por alguien más de nuevo? Debo decir, Soo, estoy realmente sorprendido con este comportamiento.”

Kyungsoo gritó cuando Jongin sujetó su pierna para girarlo sobre su regazo. Ahora estaba luchando con el chico debajo de él, esa no era una posición en la que necesitara estar en ese momento.

“¡Estás ebrio!” gritó. “¡No estás pensando las cosas!”

Jongin puso los ojos en blanco. “Siempre estoy ebrio y siempre pienso bien las cosas.”

“¡Entonces piensa en Tao en este momento! ¡Lo perdí entre esa multitud de locos!”

“Tú lo trajiste aquí,” señaló Jongin. “Y tú eres uno de esos locos.”

De pronto Jongin apretó el cabello de Kyungsoo y lo estiró con fuerza. Tan pronto la extensión de su cuello estuvo expuesta, Jongin presionó su lengua sobre la piel y lamió con intensidad.

“J-Jongin…”

“Cállate. Cállate, pequeña mierda malagradecida, ¿Qué fue lo que me hiciste? Oh Dios, no puedo creer que me hicieras eso. ¿En realidad por qué viniste a esta fiesta? ¿Para entregar a Tao a Yifan o para acostarte con alguien? ¿Tratabas de remplazarme?”

“Basta…” El más bajo no pudo detener la ola de lágrimas que comenzaron a salir de nuevo.

“¿Qué le pasó al pene de Chanyeol? ¿No fue lo suficientemente bueno?”

Kyungsoo golpeó su pecho, tratando de liberarse, pero el menor lo permitiría, sus ojos rojos esperaban por una respuesta de Kyungsoo por la cual no había preguntado.

“¡Estás muy ebrio! ¡De verdad lo estás! ¡Por favor, Jongin, b-basta!”

Kyungsoo cayó al piso cuando el menor se levantó y tembló cuando este se le acercó, su fuerte mirada trataba de leer el interior de su alma. Jongin ya no lucía como si quisiera seguir jugando. Tomó a Kyungsoo por el cabello y lo forzó a hincarse. Lo sostuvo de sus mechones con fuerza, haciéndole imposible mover su cabeza sin que se lastimara.

Y Kyungsoo jadeó cuando Jongin se bajó el zíper de sus pantalones, sabía que era lo que seguía. Jamás esperó que esta situación se presentara, no con Jongin, quien empujó la cabeza del mayor hasta que ésta chocó con sus pantalones desabrochados. Kyungsoo pudo sentir lo duro que estaba y al estar tan cerca, pudo ver la macha pre seminal en su ropa.

“Vas a mamármela hasta el fondo,” susurró. “Después iremos a buscar a Tao y luego saldremos de aquí.”

Kyungsoo sollozó cuando escuchó la lista, Jongin aún no terminaba.

“Estoy planeando aceptar tu disculpa después de eso,” continuó. “Y luego, tú aceptarás la mía.”

“¡¿Y si no lo hago?!”

Jongin se burló por lo bajo. “Lo harás. Me amas, cerebrito.”

Capítulo 19 →



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 ¿Qué puedo decir?...
Jongin da miedo cuando se enoja.
Disculpen mucho la tardanza, acabo de entrar a la facultad y por fin entre a las clases de coreano c:
Entonces estoy fuera todo el puto día hahaha
Saludos a todos.
-Myr

P.D.: No odien a Jongin… no aún…

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