THE PAINTER OF BONES - BaekYeol (Trad. en Español) Parte (III/III) FINAL
Parte III (Final)
Ha descubierto una manera para ayudar a Baekhyun a aprender más sobre el mundo exterior sin correr el riesgo de lastimarlo a propósito - ha estado llevando hojas de papel con él, las mantiene juntas con una cadena sencilla, dibuja escenas y paisajes de su vida diaria. La primera cosa que ilustro fue a Kris colapsado sobre la mesa, con un acercamiento a su característica expresión facial esbozada en un lado. Lo nombró ‘El demonio tomando una siesta’ al garabatear las palabras en un espacio en bajo en la hoja. El siguiente es de su habitación, dibujada en diferentes ángulos en el revés de la hoja dibuja la vista que hay desde su ventana, moviendo las cortinas para descubrir un camino soleado por primera vez en mucho tiempo. Se sentó en una mesa en la esquina de la pastelería de Kyungsoo el miércoles, dibujando los alrededores y deteniéndose para conversar con el panadero y su joven aprendiz, Sehun, compró un pastelillo de arándanos y tímidamente le preguntó a Kyungsoo si podía dibujar los pasteles y diferentes tipos de pan que tenía a la venta. El jueves llevó las hojas a la morgue, grabando con la ayuda de una pluma la fría habitación con sus mesas de metal y altas ventanas. Las altas ventanas le recuerdan a su sueño recurrente y hace una mueca y hace una mueca - la morgue parece especialmente sombría y desolada cuando sabe que va a ver a Baekhyun el día siguiente, su mente se inunda con imágenes de la sonrisa de Baekhyun y abrazos que lo mantiene cálido aun cuando está en su casa y llueve fuertemente.
Lo peor del invierno ha pasado y el final de febrero está cerca. Las tormentas de nieve han sido remplazadas por tormenta eléctricas y ha estado lloviendo fuertemente a lo largo de la semana y se ha pronosticado clima sombrío para los próximos días y semanas. Está lloviznando cuando recorre el pasillo bajo su sombrilla, la lluvia se vuelve más fuerte con cada paso que da. Los dibujos que ha hecho a lo largo de la semana están guardados en la seguridad de su maleta, páginas llenas de dibujos y anotaciones para Baekhyun cuidadosamente arregladas. Se apresura cuando un destello de luz cruza el cielo acompañado por el grave y fuerte estruendo del trueno resonando en la distancia. El largo corredor y el techo alto dan una sensación sombría y los candelabros brillantes le causan un escalofrió que desciende por su espalda cuando cuándo se produce un relámpago e la luz se cuela por la ventana iluminando todo el lugar proyectando largas sombras en el suelo y las paredes. Puede escuchar la lluvia caer fuertemente y sus pasos resuenan tristemente contra el piso.
La puerta no está cerrada con llave y puede escuchar la música saliendo de la pequeña radio que le había llevado a Baekhyun salir de la habitación. Toca la puerta una, dos, tres veces antes de abrirla, pero solo consigue abrirla hasta la mitad porque hay algo empujando desde el otro lado, empujando para cerrarla. Es obligado a retroceder y está confundido.
“¿Baekhyun?” Llama en voz alta cuando escucha el click producido por el cerrojo de la puerta. “¿Baekhyun estás bien?”
“¡Vete!” Baekhyun grita fuertemente sobre el ruido de la radio cuando un trueno retumba de nuevo. Su voz se escucha distante, como si estuviera al otro extremo de la habitación.
Chanyeol toca la puerta con urgencia esta vez, preocupado. “¿Baekhyun? Vamos, Baekhyun ¿Qué está mal? Abre por favor.”
“Vete, sólo ve-” Baekhyun estaba gritando, pero parecía que algo amortiguaba su voz. “Vete, sólo desaparece.”
La tormenta se había convertido completamente en una tormenta eléctrica, truenos estallando violentamente en el aire y poderosos haces de luz brillando en el cielo. Chanyeol se apoya contra el muro antes de deslizarse,, impotente, es incapaz de entender el repentino cambio en su comportamiento. Se sienta cerca de la puerta y espera en silencio mientras escucha la radio a todo volumen a través del sonido producido por la tormenta; se pone de pie solamente cuando entiende que debe irse porque definitivamente Baekhyun no va a abrirle la puerta.
Al menos no esa noche.
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Había cruzado la puerta sin pensarlo, después de haber salido y haber hecho el primer cruce se dio cuenta que había olvidado su sombrilla. Está en una situación familiar - acurrucado en la esquina de un edificio abandonado y empapado hasta los huesos, justo como lo estuvo semanas anteriores a Navidad. Su cabello se ha pegado de forma molesta a su cara y sus ropa mojada se pegaba de forma incomoda a su piel, la tela húmeda era sofocante. Hay un dolor ligero y un sentimiento persistente que lo tiene irritable y nervioso, y se quita su abrigo y lo tira al otro extremo de la habitación cuando el sentimiento no desaparece, también abre los primeros botones de su camisa para poder respirar mejor. Está inquieto y pasea de un lado a otro dentro de la habitación. No sabe porque pero todo lo que quiere hacer es romper algo, o correr hasta el cansancio o simplemente gritar - cualquier cosa, cualquier cosa que le ayude a librarse de ese sentimiento tormentoso, para librarse de esas manos invisibles que están alrededor de su cuello, asfixiándolo.
Piensa que esta vez, tal vez, debería hacerlo más rápido.
Mirando la habitación, planea mentalmente el camino que hará con el aceite. Comenzará desde esquina en la que está la silla rota, avanzando al lado de muro y danzando en líneas diagonales por el centro de la habitación hasta terminar en el borde de la ventana. Apresuradamente abre la botella de aceite de linaza y vierte el contenido de acuerdo a la ruta planeada, es mucho más descuidado que en ocasiones anteriores, pero no le importa. Todo lo que quiere es comenzar el incendio tan rápido como sea posible para que respirar se le facilite otra vez.
La sensación se agrava cuando tiene problemas para encender el fuego, está intentando sacar la caja de cerrillos de su traje desesperadamente. Sólo le queda media caja y está mojada, los cerrillos no pueden ser usados. Intenta encender uno de todas formas, a medida se le acaban los cerrillos su ritmo acelera, frotándolos con mayor rapidez contra la parte áspera de la caja y tirando la madera mojada al piso cuando no enciende. Se desespera más cuando sólo le quedan cinco cerillos y el nerviosismo y la frustración acumulada lo hacen tirar la caja y los cerrillos caen al piso. Se han mezclado con los mojados y no puede diferenciarlos, recoge los cerrillos con manos temblorosas y vuelve a probarlos una y otra y otra vez, sólo necesita uno, necesita que uno encienda o provoque una chispa, pero ninguno funciona; entonces grita mientras arroja la botella contra el muro por la frustración, viendo cómo se fragmenta y el vidrio se dispersa en piezas bonitas.
Toma su abrigo y se marcha, apretando su corazón y su cabeza mientras desea que el incómodo dolor se vaya antes de que se vuelva loco.
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Ha pasado un tiempo desde la última vez que Kris vio a Chanyeol de ésta manera.
Recuerda todos y cada uno de sus ataques con claridad y los ojos de su amigo vidriosos reflejan con claridad el estado mental que tiene en esos momentos. Había entrado a la casa tan pronto como abrió la puerta y lo dejó atrás, aún tenía su abrigo y sus zapatos cuando de dirigió directamente a las escaleras y subió hasta su habitación, dónde usualmente se encerraba hasta que se tranquilizaba. Kris suspira cuando escucha la puerta cerrarse con pesadez, preparándose para ayudar con el trauma emocional que dejaban sus ataques. Se pregunta cuál habrá sido la causa que provocó esa situación mientras hierve agua para preparase un té, golpeando ligeramente el piso con el pie mientras el agua burbujea. Toma un sobre de té del estante, es el favorito de Chanyeol y lo coloca sobre el mostrador por si es necesario para calmarlo más tarde.
El reloj que está en la pared le dice que son las dos de la mañana y bosteza, dejándose caer en el sofá vestido con su bata y pijama, sube sus pies con pantuflas en el brazo del sofá. Mueve sus manos hacia la mesa que está cerca y agarra una de las esquinas del periódico y lo hala para hojear ociosamente sus páginas. Los ataques de Chanyeol usualmente duraban dos horas. Tiene tiempo.
No ha habido incendios últimamente. Kris continúa avanzando y se pregunta por qué, se aburre rápidamente con los artículos sobre crimen menor y economía, avanzando a los obituarios. Levanta su taza de té y se toma de un trago el líquido enfriado que contenía, bostezando cómodamente porque el té lo calentó un poco. Se queda dormido una vez más alrededor de las dos con cuarenta y cinco minutos, despertándose a las tres de la mañana cuando se cae de sofá, maldice suavemente mientras se frota el codo que se golpea acostado en el piso.
Ha pasado una hora.
Se levanta y se dirige a su almacén, encendió la luz al atravesar la puerta, camina con los brazos cruzados y arrastra los pies. Ignoras sus lienzos cubiertos en tela negra y mira los lienzos de Chanyeol, contemplando los que había hecho durante los ataques que había tenido en los últimos dos años. Cuando Chanyeol estaba estresado, confundido, herido o en uno de los extremos de cualquier estado emocional solía pintar. No su usual estilo controlado, pintaba en violentas ráfagas de color - grandes lienzos eran cubiertos con pinturas abstractas llenas de textura y de color puro que por lo general representaban la emoción con la que estaba luchando en ese momento. Kris piensa que esas son sus mejores pinturas y en innumerables ocasiones ha intentado persuadir a Chanyeol a venderlas, pero él siempre se niega, venderlas sería como vender partes de su corazón, el más joven había dicho. Kris piensa que es una lástima que ninguna de esas pinturas llegará a ver la luz del día. Inicialmente había intentado tirarlas, pero Kris lo atrapaba cuando quería hacerlo y habían llegado al acuerdo de mantenerlas ocultas en algún lugar del almacén.
Aún no ha escuchado el cerrojo de la puerta de Chanyeol hacer clic, tampoco lo ha escuchado arrastrando los pies y está un poco preocupado, pero decide darle media hora extra, pensando que posiblemente necesite más tiempo para clamarse.
Kris salta por la sorpresa causada cuando oye un golpe en la segunda planta alrededor de las cuatro y media. Corre a su habitación por el conjunto de ganzúas, un antiguo vestigio de su pasado, y se apresura a la habitación de Chanyeol, arrodillándose por la puerta y poniéndose a trabajar rápidamente en la cerradura. Cuando la puerta se abre con un crujido encuentra a Chanyeol mirándolo con los ojos muy abiertos y expresión desesperada.
Él tiene un cuchillo en sus manos.
“Chanyeol.” Kris camina lentamente hacia él, paso a paso, no quiere alarmar al chico angustiado. “Suelta tu cuchillo.”
“¡No! No puedo, yo-” Chanyeol sujeta el cuchillo contra su pecho, alejándolo del alcance de Kris. “No puedo, necesito - no puedo - yo ¡No!”
“Vamos Chanyeol.” Kris intenta de nuevo, acercándose. El otro retrocede lentamente del rubio que se acercaba, acercándose a los lienzos cubiertos de pintura, la suela de sus zapatos restregaban la pintura que había caído al piso. “Suéltalo.”
“¡NO!” Chanyeol está viendo los lienzos con intensidad. “Tú no puedes - no - ¡No me detengas! Debo destruirlos.”
Sus ojos aún están vidriosos y Kris sabe exactamente que está por hacer cuando Chanyeol retrocede y levanta su mano, sus nudillos están blancos por la fuerza que usa para tomar el cuchillo.
Kris se lanza sobre él, derivándolo antes de que el cuchillo toque los lienzos. Aún tiene el cuchillo en sus manos, pero Kris lo conoce lo suficiente como para saber que no lo usará contra él. Lucha para sujetarlo porque el otro se mueve incesantemente, intentando librarse de Kris moviendo sus brazos y dando patadas al aire. Kris había olvidado que Chanyeol era tan fuerte, se había acostumbrado a su comportamiento gentil - Chanyeol nunca usaba la violencia - y le toma mucho trabajo mantenerlo controlado, se sienta en su pecho y mantiene sus brazos extendidos en el piso. Cuando finalmente logra despegar el cuchillo de las manos de Chanyeol se da cuenta que está sangrando. Él había cerrado su palma sobre la navaja del cuchillo al sujetarlo desesperadamente, el afilado metal había hecho una ranura en la palma de su mano izquierda.
“Calma, carajo, Chanyeol.” Kris gruñe cuando el otro continua retorciéndose, frunciendo el ceño con molestia saca su pañuelo y lo presiona contra la herida de Chanyeol para detener el sangrado. “Para o empeorarás tu herida.”
Se baja de Chanyeol sólo cuando el otro se ha calmado por completo, cerrando sus ojos mientras permanece recostado en el piso de madera de la habitación, su ropa y su piel están cubiertas con borrones y manchas de pinturas. Kris se acerca para voltear las pinturas, no quería provocar ningún tipo de reacción explosiva en Chanyeol. Las llevaría al almacén cuando estuviese mejor.
Kris le ofrece una mano y le ayuda a sentarse, apoya su espalda en la pared y se desliza sin decir nada hasta sentarse al lado de Chanyeol quien está sosteniendo el pañuelo empapado de sangre con su mano sana. Lo dobla nuevamente antes de presionarlo de nuevo a la herida, siseando por el dolor. La herida sigue sangrando abundantemente, sangre deslizándose por su antebrazo, pequeñas gotas que caían en su camisa formaban pequemos borrones de carmesí oxidado.
“Deberíamos conseguir que revisen tu mano.” Kris dice, viendo a su amigo. “Deben arreglar eso.”
Chanyeol asiente en silencio, manteniendo su vista fija en un lugar del piso.
“¿Qué ha pasado?” Kris pregunta, golpeando a Chanyeol levemente con el brazo.
“No lo sé.” Responde entre un suspiro. “Estoy confundido y no sé qué pensar.”
“¿Sobre qué?” Pregunta con sus cejas alzadas y su boca forman una pequeña O, hasta que una idea llega a su cabeza. “Tiene que ver con Baekhyun ¿No?”
La falta de respuesta es suficiente y Kris le da apretón tranquilizador en el hombro. "“No sé que está pasando entre ustedes, pero eventualmente se solucionará. No te culpes de ello.”
Chanyeol asiente otra vez y apoya su quijada en su rodilla, dejando que sus ojos se cierren mientras suspira cansado.
“Iré a llamar un doctor. Tu limpia y cámbiate-” Kris se levanta, sacudiendo el polvo de sus pantalones. “-Me llevaré esto.” Dice mientras levanta los lienzos del atril y los hace pasar por la puerta. Los lleva a la planta baja y los deja con los otros lienzos de Chanyeol para ir a su habitación para buscar el trozo de papel que tenía el número que había intentado llamar desde navidad. Lleva el papel con él cuando va hacia el teléfono, toma una respiración profunda y se coloca el auricular del teléfono muy cerca de la oreja. Son las seis de la mañana y sabe que está no es la mejor de las ideas, pero de todas formas lo intenta, dando golpecitos a la mesa de madera mientras escucha el tono del teléfono.
Está a punto de rendirse y colgar después de la decimo segunda vez que sonó el teléfono cuando una voz adormilada responde la llamada.
“¿Hola?”
“¿Es HuangZi Tao?”
“Sí.”
“Llama Kris. Dijiste que eras un doctor. Mi amigo se hizo una herida, es un poco profunda y sus manos son muy importantes en su trabajo. ¿Podrías venir a revisarlo?”
Hay una pausa larga en el otro extremo de la línea y Kris se pregunta si Tao ha terminado la llamada. Sólo puede escuchar estática hasta que un minuto o dos más tarde vuelve escuchar la voz del doctor. “Estaré allí en seguida. ¿Cuál es tu dirección?”
Tiene suerte porque la herida no es tan mala como pensaban. La navaja del cuchillo había hecho un corte profundo, pero no había contado los nervios y el doctor Tao le dijo que estaría bien siempre y cuando no hiciera otra estupidez. Kris lo ha estado mirando y cuidando de él toda la semana, revisando dónde estaba constantemente y Chanyeol se siente lo suficientemente culpable como para cocinar su comida favorita en un intento de agradecerle.
“Deberías hacer esto más a menudo.” Kris bromeó durante la cena, ganándose un gruñido y una patada en la pierna de parte de Chanyeol.
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Va a ir a ver a Baekhyun otra vez y, honestamente, no sabe qué esperar. Su encuentro más reciente aún lo tiene confundido y está aprensivo porque no sabe cómo reaccionará Baekhyun cuando se encuentren, está un poco preocupado de que le diga que se vaya - pero tenía trabajo que hacer, debía terminar el retrato de Baekhyun sin importar lo incómodo que se pudieran poner las cosas entre ellos.
Le prestó un par de guante a Kris, poniéndoselos antes de salir de la casa, intentando usar su mano vendada. Sabe que siempre se los ha quitado al llegar a casa, y espera que no lo cuestione.
Se da cuenta muy tarde que ha hecho un buen trabajo cuando Baekhyun lo toma de la mano izquierda y lo tira hasta el otro lado de la habitación con entusiasmo justo cuando cruza por la puerta. Su quijada se pone tensa cuando siente una oleada de dolor atacar sus genes cuando Baekhyun le aprieta la mano con fuerzas, prefiere el dolor y el ardor a ser rechazado.
“¡Chanyeol! ¡Chanyeol! ¡Debes ver esto!” Baekhyun aún no lo ha mirado, está muy ocupado llevándolo al atril. Sonríe al ver porque estaba emocionado y la risa se hace paso entre sus labios cuando se siente aliviado porque Baekhyun ha enlazado sus dedos con los suyos.
Las semillas que habían plantado en los frascos y las botellas han crecido, diminutos brotes verdes y pequeñas hojas sobresalían entre la tierra café. Baekhyun se mueve con entusiasmo cuando le pasa con cuidado uno de los frascos, observa mientras el más alto examina la planta, hay una sonrisa enorme en su cara cuando Chanyeol le entrega el tarro mientras le remueve el cabello con su mano buena.
“¡Crecieron!” Baekhyun chilla, admirando los diminutos brotes con los ojos bien abiertos. “¡Les puse agua y las deje bajo la luz del sol como dijiste y crecieron!”
“¡He cultivado mis propias plantas!” Se acerca el pintor y Chanyeol no tiene tiempo para reaccionar antes de sentir que lo aprietan con fuerza, Baekhyun lo está mirando desde abajo. “Siempre quise hacerlo. Gracias Chanyeol.”
Deja que su brazo se envuelva cómodamente sobre la cintura de Baekhyun cuando el otro no se aleja. Toda la emoción se siente como pequeños burbujeos y Chanyeol hace su mejor esfuerzo para no reír cuando siente un hormigueo recorrer su espalda. Baekhyun es suave y cálido y dan ganas de apretarlo y se da cuenta que le gusta abrazarlo, pero intenta ocultar su decepción cuando el otro comienza a alejarse.
Baekhyun nota los guantes cuando está a punto de comenzar a pintar y se congela, sosteniendo la brocha a la mitad del aire, y se le acerca curioso.
“¿Esto es a lo que le llaman guantes?” Pregunta, pasando sus dedos sobre el material de cuero. “No me di cuenta que estabas usándolos.”
“No es de sorprenderse que su mano se sentía diferente.” Se ríe avergonzado. “Sin embargo, ¿Por qué los estás usando?”
Chanyeol se pone tenso en su asiento, estirando el brazo para poner la brocha en el atril.
“Me herí por accidente.” Explica cuando Baekhyun comienza a quitarle los guantes. Deja que le quite primero el guante de la mano derecha, riendo al ver cuán ridículamente grande se ve en la mano mucho más pequeña de Baekhyun.
Se muerde le labio y desvía la mirada cuando Baekhyun toma el guante de su mano izquierda, sacándolo para revelar el vendaje en la palma de su mano. Chanyeol abre mucho los ojos al ver las manchas rojizas que ahora colorean las vendas blancas. No estaban allí en la mañana.
“¡Chanyeol!” Baekhyun comienza a entrar en pánico, agitándose y corriendo en desesperación hacia uno de sus cajones, sacando rollos y rollos de vendas limpias. “¡Debemos detener la hemorragia!”
Chanyeol sólo mira con sorpresa cuando Baekhyun toma su mano y comienza a vendarla eficientemente, como si lo hubiera hecho cientos de veces antes y su corazón le duele cuando Baekhyun lo mira desconcertado cuando lo toma de la muñeca, deteniéndolo.
“¡Chanyeol! ¡Déjame! ¡Debo vendar tu mano!” Frunce el ceño, tratando de liberar su muñeca del agarre de Baekhyun. “¡Suéltame! Necesito detenerlo antes de que-”
“Baekhyun,” Dice deslizándose de la silla para sentarse con él en el piso, cara a cara. “Estoy bien.”
“Pero dijiste que te habías herido y la sangre y-”
“Yo no sangro mucho. Me hice la herida hace una semana. Simplemente sangró un poco porque la herida volvió a abrirse, creo.”
“Oh.” Baekhyun se ha calmado, pero sus cejas están fruncidas en concentración. Algo lo está molestando.
“Es por mi culpa, ¿No es así?” Dice y Chanyeol aparta la mirada, no se atreve a mirar los ojos preocupados de Baekhyun. Permanece en silencio, incapaz de mentir.
“Te he lastimado.” Baekhyun dice con tristeza, sosteniendo la mano vendada entre las suyas, con suavidad. “Lo siento.”
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La siguiente vez que llueve, llega como una sorpresa para ambos. No había llovido en toda la semana y no habían pronosticado ninguna lluvia, mucho menos una tormenta eléctrica. Comienza como una llovizna ligera, transformándose lentamente hasta una tormenta cuando el cielo se oscureció y un trueno retumbo en la distancia.
Baekhyun está tenso y sentado con la espalda recta, sus dedos se hunden en el terciopelo mientras mira fijamente a la ventana. No se percata de Chanyeol empacando sus cosas en su maleta, Chanyeol quiere irse antes de que lo echen, el recuerdo de Baekhyun gritándole aún está fresco en su memoria. Se levanta en silencio y cuando está cerca de la puerta, una mano toma su muñeca y lo aleja de allí.
“Quédate.” Baekhyun pide en voz baja, aferrándose al brazo de Chanyeol. “Quédate conmigo.”
“Tengo miedo.” Baekhyun admite, saltando cuando un haz de luz ilumina la habitación. “Así que por favor no me te vayas.”
“No quise echarte la última vez.” Se disculpa rápidamente, presionando sus manos sobre sus oídos cuando un tueno suena fuertemente. Sus ojos están cerrados fuertemente y está hecho una bola en el piso, pero continua hablando, estremeciéndose de nuevo cuando abre un ojo para ver un relámpago atravesar el cielo. “Estaba asustado y entré en pánico.”
“Por favor, quédate.” Suplica tirando del ruedo del pantalón de Chanyeol. Alza la mirada en confusión cuando Chanyeol lo cubre con su abrigo, levantando el chico que temblaba en sus brazos, sosteniéndolo cerca.
“Te gustan las cortinas, ¿No es así?” Chanyeol pregunta en voz baja cuando levanta al más pequeño, llevándolo a su lugar favorito. Baekhyun asiente suavemente en su hombro, sujetando firmemente la tela de su camisa.
Pone a Baekhyun con delicadeza, apoyando su espalda sobre el y tirando las cortina antes de sentarse al lado de Baekhyun, quien prácticamente tira las cortinas a un lado para sentarse en su regazo cuando un trueno particularmente fuerte retumba por la habitación. Recoge el abrigo que se ha caído y lo coloca sobre los hombros de Baekhyun otra vez antes de abrazarlo fuertemente, dejando sus dedos acariciar su cabello, presionando rápidamente un beso en su cabeza y uno más cuando lo mira con ojos llorosos.
“Estoy aquí.” Chanyeol le dice suavemente cuando Chanyeol salta con el destello de un relámpago, escondiendo su cara en el hombro de Chanyeol otra vez. “No iré a ninguna parte. No voy a dejarte.”
Baekhyun asiente en su hombro, apretándolo con fuerzas, temblando y Chanyeol ajusta a Baekhyun para poder susurrar en su oído.
“Nunca te dejaré.”
Se queda en la casa de Baekhyun toda la noche. Baekhyun se había quedado dormido sobre él y no se atrevía a despertarlo, por eso lo abrazó durante toda la noche. Le duele mucho el cuerpo, su cuello está rígido y apenas puede sentir las piernas, pero la sonrisa adormilada de Baekhyun mientras se frota contra él hace que valga la pena.
Eventualmente logra llevarlo su cama y lo mete debajo de las sábanas, pero Baekhyun había insistido en conservar el abrigo de Chanyeol, metiendo sus brazos en mangas demasiado grandes y recostándose sobre su estómago de manera infantil para que no pudiera quitárselo. Se marcha cuando Baekhyun ha vuelto a quedarse dormido, dejando antes una nota en la mesa de noche diciendo que volvería más tarde ese día. Baekhyun soñoliento es adorable, muy adorable como para que sepa cómo manejarlo tan temprano en la mañana, gimiendo y haciendo pucheros mientras tiene su cabello desordenado en todas direcciones, su flequillo cayendo al azar sobre su frente y necesita usar toda su fuerza de voluntad para alejarse, abrazó una vez más al chico que dormía antes de salir por la puerta.
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Hace un terrible trabajo controlando su expresión cuando Kris abre la puerta para él, bloqueando la entrada con una de sus piernas, apoyándose en el muro con sus brazos cruzados.
“Entooooooooooonces,” Dice con una sonrisa de complicidad. “No regresaste a casa anoche.”
Chanyeol hace lo mejor que puede al ocultar su sonrisa detrás de su mano vendada, pero Kris lo conoce demasiado bien.
“No traes tu abrigo. Tampoco traes tu maleta. ¿Vas a alguna parte?” Kris alza sus cejas, poniendo el pie en el piso, persiguiendo a Chanyeol de manera molesta mientras el otro avanzaba directamente hacia las escaleras.
“Veo que alguien tuvo una buena noche.” Comenta insistentemente mientras sigue a Chanyeol, tratando de sacarle tanta información como sea posible. Golpea su nariz contra el omóplato de Chanyeol cuando el otro se detiene abruptamente a la mitad del camino dando la vuelta con el ceño fruncido.
“No es lo que piensas, Kris.” Chanyeol dice con seriedad antes de continuar subiendo.
“¿No lo es? Entonces, dime exactamente qué es.” Ríe de forma molesta cuando Chanyeol se tropieza en el último escalón, dándole una mirada asesina.
“¿Qué ocurrió exactamente con tu Baekhyunnie?~”
“No lo llames así.” Empuja a Kris de los lados, tratando de tirarlo. “Y bájate de mi cama, Quiero dormir.”
“¿Por queeeeeeeeé? Vamos, Chanyeooooooool, diiiiiime que paaaaasooooó.” El rubio lloriquea en la voz más molesta que puede hacer, sentándose cuando el más joven le da una mirada de sorpresa. “¿Por qué estás en casa de todas formas?”
“Se me acabó el aceite de linaza y necesito pintar cuando regresé más tarde. El retrato está casi terminado.”
“¿Vas a salir a ver a tu Baekhyunnie otra vez?~” Kris comenta, esquivando los ataques de Chanyeol. Se congela cuando su amigo se da la vuelta despacio y hay un brillo malévolo en sus ojos.
“Estoy seguro de que,” Dice, haciendo una pausa dramática, dejando que el silencio trascurra mientras Kris traga silencio con nerviosismo. ¿Chanyeol tratando de asustarlo? Podía manejarlo. Sin embargo, Chanyeol malvado era otro nivel. “A HuangZiTao le encantaría oír de un magnifico, sabroso y jugoso doctor. Creo que olvide mencionárselo la última vez, cuando estaba revisando mi mano.”
Kris guarda silencio y entonces Chanyeol deja de tratar de tirarlo de la cama. Los ojos de Chanyeol están cerrados y su respiración es profunda y clamada, pero Kris sabe que sólo finge estar durmiendo.
“Realmente te gusta, ¿No es así?” Pregunta con seriedad, sonriendo maliciosamente cuando Chanyeol responde con un tímido, asistiendo levemente con una sonrisa en sus labios.
“¿Ya se han besad----------”
La única respuesta esta vez es la almohada de plumas en su cara y un codazo en la nariz.
Ha pensado sobre eso toda la semana.
Las palabras de Kris resonaban en sus oídos, repitiéndose incansablemente en su cabeza y realmente se va a volver loco si no lo detiene.
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Se da cuenta que está viendo los labios de Baekhyun más de lo que debería, sin pensar en otra cosa por un par de minutos, pero a Baekhyun no le importa, solamente sonríe cada vez que Chanyeol se disculpa. Le toma más tiempo de lo que había pensado terminar el retrato- no había pensado en que se distraería tanto por estar tan fascinado por los rasgos que ha estado observando y analizando por casi seis meses.
A veces sus ojos se encuentran con los otros, pero él nunca jamás alejaba la mirada, siempre miraba a Chanyeol intensamente con lo que a éste le gustaba pensar era un pequeño rubor en sus mejillas pálidas.
Le ha tomado un poco de tiempo, pero ha terminado. Han pasado seis largos meses, pero finalmente está terminado. Baekhyun se ha quedado dormido en la silla, con las rodillas contra su pecho y el libro fue colocado descuidadamente en borde de la silla y ahora se balancea en el borde. Chanyeol se permite correr sus dedos a través del cabello de Baekhyun, haciendo su flequillo con gentileza hacia un lado antes de despertarlo, agachándose para estar cara a cara con él.
“Ya está hecho.” Chanyeol se ríe de la forma en la que Baekhyun se despierta inmediatamente, frotando sus ojos para alejar la pesadez de ellos, sentándose con la espalda recta e inclinándose hacia adelante con entusiasmo.
“¿Puedo verlo?” Pregunta, parpadeando rápidamente hacia Chanyeol quien acerca el lienzo, dándole la vuelta al atril para que Baekhyun pueda verlo mejor. Ha pintado a Baekhyun de la forma más realista posible, sin dejar afuera cualquier detalle de su rostro - pero hay algo diferente en este lienzo porque está sonriendo ampliamente y sus ojos están brillantes y él piensa que Baekhyun podrá notar eso. Ha hecho algo que nunca había hecho, canalizando todo el tiempo que había pasado con Baekhyun en la pintura, considerando cómo se sintió cuando le sonrió por primera vez, cómo su corazón volcó cuando Baekhyun lo besó por primera vez, convirtiendo los seis meses que habían pasado juntos en sombras y trazos. Por primera vez se ha permitido sentir lo que ha pintado, ha permitido que su relación con la persona que ha pintado se refleje en la pintura y se siente un poco desconcertado al permitir que sepan todo lo que se siente tan fácilmente pero lo ha hecho por Baekhyun y no lo haría para otra persona.
“¿Chanyeol?” Baekhyun le llama cuando se acerca para tomarlo de la mano. “¿Realmente me veo así?”
¿Así es cómo me vez?
Chanyeol asiente en silencio, apretando la mano de Baekhyun con fuerzas antes de voltearse para mirarlo a la cara, acorralándolo en el borde de la silla, inclinándose para que no pueda alejarse.
“Ésta es exactamente,” Dice tranquilamente, presionando sus labios tentativamente contra los de un Baekhyun con los ojos muy abiertos, deteniéndose un momento cuando no lo empuja. “La forma en la que te ves.”
Así es como te veo.
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Está regresando a casa después de una noche en la morgue cuando ve que el cielo se ha oscurecido y sus pies toman decisiones sin consultarle a su cerebro, conduciéndolo por el camino que lleva a la casa de Baekhyun en lugar del que lleva a su casa. Baekhyun no lo esperaba hasta el jueves y puede que sea una visita no deseada, pero su instinto le dice que continúe caminando. Pasa a través de la puerta sin seguro fácilmente, caminando por el patio cuando gotas de lluvia comienzan a caer pesadamente desde el cielo.
El pronóstico del tiempo estaba mal. No está del todo soleado.
El mayordomo lo ignora una vez ha entrado a la casa, ya está acostumbrado a la presencia de Chanyeol después de sus visitas frecuentes. La chimenea no está encendida y el pasillo está oscuro y frío, el sonido de la lluvia que cae sobre el cristal produce un eco ruidosamente por el vasto espacio vacío. Por primera vez se percata del gran retrato familiar colgado en la pared y se detiene por un momento, explorando la fila de rostros. Hay una señora bastante joven en la tercera fila que tiene un parecido innegable con Baekhyun. Ella está vestida con ropa elegante al lado de un señor que tiene los mismos ojos que Baekhyun - pero Baekhyun no está en la pintura. No estaba en el frente con los otros niños ni en la parte de atrás, tampoco estaba escondido cerca del marco. Simplemente no estaba allí.
Chanyeol aparta la mirada de la pintura, finalmente, para continuar por el pasillo. El gran reloj en la esquina sigue la esquina inmóvil, sus agujas se congelaron en el lugar y Chanyeol se pregunta brevemente cuándo se detuvo el tiempo en esa casa.
¿Cuándo el tiempo se detuvo para Baekhyun?
La puerta no está cerrada con llave y entra en silencio, mirando alrededor de la habitación hasta ver un nudo de cortinas en el alféizar y se acerca. La lluvia cae fuerte y ruidosamente en el exterior y se escucha levemente el sonido de un trueno en la distancia pero aún no ha comenzado la tormenta eléctrica allí. Baekhyun se asoma por detrás del terciopelo carmesí, realmente sorprendido cuando Chanyeol se inclina y le da un beso en la frente.
“¿Chanyeol?” Pregunta, confundido, pero agradecido cuando toma su brazo para tirar de él y hacer que se siente para sentarse en su regazo como le gusta. Está usando el abrigo que le robó, apenas se le ven las puntas de los dedos salir de las mandas demasiado grandes.
“Está lloviendo.” Responde con simpleza, presionando el cuerpo pequeño contra el suyo. “Y tú estabas solo.”
Baekhyun se sonroja y asiente débilmente mientras envuelve su brazo alrededor del cuello del otro, presionando sus labios justo debajo de su oreja y arriba de su mandíbula, el corazón de Chanyeol se rompe cuando todo lo que puede hacer es ver impotente como Baekhyun salta cuando el primer destello de un rayo ilumina la habitación, presionado sus dedos tensos desesperadamente contra su piel.
A la maña siguiente se despierta para encontrar a Baekhyun apoyando su cabeza en el lado izquierdo de su pecho, su oreja está presionada cerca de su corazón y está durmiendo. En algún momento de la noche se las había arreglado para moverse y a Baekhyun hasta la cama, quedando dormido instantáneamente mientras lo abrazaba cómodamente bajo las sábanas. Baekhyun se mueve cuando el otro bosteza involuntariamente, apoyando su mandíbula en su torso para sonreírle.
“Buenos días, Chanyeol.” Saluda, dejando que sus ojos se cierren. “¿Te desperté?”
Chanyeol niega con la cabeza y levanta un brazo para frotar sus ojos.
“Estaba escuchando el sonido que hace tu pecho. ¿Qué tipo de sonido es?” Baekhyun pregunta, mientras vuelve apoyar su oreja en el mismo lugar. “Es familiar… pero no lo he escuchado antes.”
Chanyeol coloca su mano en la parte trasera del cuello de Baekhyun, sus dedos juegan con los mechones cafés de su cabello.
“Ese es el latido de mi corazón.” Murmura. “Es el sondo que mi corazón hace cuando bombea sangre al resto de mi cuerpo”
“¿También tengo uno?” Baekhyun se sienta y mira ansiosamente a su corazón.
“¿Un corazón? Sí, tienes uno. Está justo aquí.” Chanyeol se ríe con pereza mientras presiona su oreja contra el tórax de Baekhyun, balanceado su peso para tirarse sobre Baekhyun, provocando un enredo de piernas y sabanas. “Puedo escucharlo. Fuerte y claro.”
Chanyeol es demasiado alto para la cama de Baekhyun y sus brazos sobresalen de los borde de manera extraña. Se mueve cuando Baekhyun lo empuja levemente, acurrucándose a su lado y apoyando su cabeza en uno de sus muslos.
“Aún es temprano.” Baekhyun le dice cuando vuelve a bostezar. “Vuelve a dormir.”
El pintor murmura en acuerdo atontado por el sueño y Baekhyun toma una de las almohadas del otro extremo, esponja una y la coloca bajo la cabeza de Chanyeol. Se desplaza al espacio que hay entre los brazos de Chanyeol, poniendo uno sobre su cintura mientras se le acerca, acurrucándose cómodamente a su lado. Lo último que Chanyeol recuerda antes de dormirse son los dedos de Baekhyun trazando la cicatriz de la quemadura en su palma.
Chanyeol no está seguro si estaba soñando cuando Baekhyun le pregunta cómo se sentía quemarse.
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Esta vez es diferente.
Está viendo por una ventana familiar hacia el cielo oscuro, pero hay algo que oscurece la noche sin estrellas que está lejos.
Sangre.
Hay sangre en el vidrio que ha sido dejado en marcas de huellas digitales y borrones. Sangre en sus manos, en su camisa, en sus pies, sangre carmesí y bermellón. Siente algo mojado en su mejilla y pasa un dedo sobre la parte húmeda y la sensación que le produce su tacto es escalofriantemente familiar pero también desconocido. Él conoce esas manos, las conoce muy bien - pero esas no son sus manos. Las frota sobre su cara, sobre sus parpados, orejas y labios, parándose al piso cuando un sollozo involuntario se escapa de su garganta. Él conoce esa voz, conoce esa cara, pero no logra comprender las cosas hasta que se voltea a ver la habitación en la que está.
Es la habitación de Baekhyun. Paredes blancas y esquinas llenas de rojo, rojo, rojo, rojo.
Un grito se le escapa cuando mira a la ventana de nuevo y casi se cae por la sorpresa de ver su cuerpo caer en caída libre en la parte exterior, su cuerpo llega al suelo a toda velocidad.
Pero es demasiado tarde, demasiado tarde, piensa cuando el calor le llega en una onda, el brillo ámbar y lo rodea mientras se sube al alféizar y se presiona contra el vidrio, debió haber haberse dado cuenta antes, debió correr, debió escapar.
Él es Baekhyun.
Baekhyun es el fantasma en la ventana - y está a punto de morir.
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El libro.
Debe encontrar el libro. El que está lleno con artículos sobre él, el que recibió por correo el invierno pasado. El que, finalmente se da cuenta, cuando lo saca del estante y lo abre, tiene los bordes desgastado cómo los de todos los libros de Baekhyun. Se siente intranquilo, mientras mueve las páginas frenéticamente, esperando encontrar algo, lo que sea. Revisa el libro completamente tres veces antes de notar cinco letras escritas en el borde de la última página con la ordenada escritura cursiva de Baekhyun:
Ayuda.
Chanyeol tira el libro en la dirección general de su cama, sin importarle cuando choca con la pared y cae al piso. Está demasiado ocupado revisando su maleta, sacando brocas y pintura y trapos mientras busca desesperadamente las dos botellas de aceite de linaza que estaba llevando la semana pasada. No están allí.
Baja las escaleras, cuatro escalones por paso, pasando un Kris desconcertado para llegar hasta su abrigo, sacándolo del perchero y dándole la vuelta, sacudiéndolo incesantemente para que las cosas que estaban en los bolsillos cayeran al piso. Llaves. Monedas. Lápices. No hay cerrillos.
“¡Kris! ¡Llama a los bomberos” Le grita al rubio mientras se apresura para salir. “¡Dales la dirección de Baekhyun.”
“¿Por qué?” Pregunta, moviéndose al teléfono de todos modos.
“Sólo hazlo. No tengo el tiempo para explicarlo.”
Aún está en pijama, pero no le molesta en lo absoluto, el asunto en cuestión es mucho más urgente. Toma sus zapatos, sin molestarse en ponerse calcetines y cuando ya tiene uno hay una serie de golpes fuertes en la puerta. Se pone el otro y abre la puerta para encontrar el mayordomo de Baekhyun parado solemnemente bajo su porche.
“El joven amo me envió.” El anciano dice, entregándole a Chanyeol un llavero repleto de llaves. “Quiere que le entregue esto.”
“Está en su habitación. Sólo la puerta principal está cerrada con llave.” Se mueve hacia un lado y tira de Chanyeol por la puerta, dándole un fuerte empujón. “Ve.”
Agarra fuertemente las llaves en su mano, presionando los dientes del metal contra su piel mientas corre, corre, corre con todas sus fuerzas.
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Puede ver el humo alzándose en la distancia, oscureciendo el cielo mientras lenguas de fuego adornaban los costados de la casa. Se tambalea por un momento, rezando en silencio porque Baekhyun no hubiera iniciado el fuego en el corredor, corriendo hasta la cima de la colina tan rápido como puede y cruzando por la puerta, tropezando, pero sin caer.
Trata de mantener la calma cuando llega al pórtico, buscando la llave y tirándolas dos veces antes de encontrar la correcta y la introduce en la cerradura, girándola una, dos veces antes de empujar la puerta sólo para retroceder por el calor. Debió haber llevado su abrigo, pero es demasiado tarde para lamentarse y se prepara antes de entrar a la casa, paso corriendo por las fortunas y antigüedades caras de Baekhyun que se queman si detenerse para verlas, se cubre la boca y la nariz con la manga.
Está seguro que no va a salir ileso de allí - incluso si tiene suerte.
Baekhyun había iniciado el fuego en el pasillo. Ve una de las botellas de aceite de linaza vacía mientras corre y hay un par de cerrillos más lejos. Probablemente él había tirado la botella abierta desde su habitación y había tirado unos cerrillos al aceite, dejando que el fuego se esparciera por su cuenta. La ansiedad aumenta cuando se acerca el final del corredor - hay humo saliendo bajo la puerta de Baekhyun - y Chanyeol entra en pánico cuando concluye que Baekhyun había usado la otra botella en su habitación.
“¡Baekhyun!” Grita, deseando que el otro chico siguiera consiente. “¿Baekhyun? ¿Puedes oírme, Baekhyun?”
No hay respuesta.
Chanyeol silba entre dientes cuando intenta girar el pomo, olvidando que el metal se había calentado, sosteniendo su brazo mientras jadea por el dolor y parpadea para evitar derramar las lágrimas que amenazan con salir.
No le queda mucho tiempo.
Tiente patear la puerta, pero eso no funciona. Se aleja está vez, girando para golpear la puerta con su hombro izquierdo, lanzando su peso sobre ella, tropezándose para entrar en un desorden incendiado.
Se mira exactamente igual a su sueño. Las llamas bailaban en los muros mientras quemaban la habitación, el brillo ámbar y el calor combinaban con las decoraciones rojas de Baekhyun, formando algo parecido al infierno. El fuego era más intenso (afortunadamente) en una de las esquinas de la habitación, pero la mayoría de los muebles de Baekhyun estaban hechos de madera y el fuego se había expandido rápidamente. Las libreras eran prácticamente esqueletos, el retrato de Baekhyun que había dejado reposando en el muro se estaba quemando con rencor, las flamas consumían los rasgos de Baekhyun mientras el fuego hacia el aceite de la pintura arder. Siente un escalofrío recorrerle la espalda a pesar del calor.
“¡Baekhyun!” Intenta llamarlo otra vez, tosiendo cuando el humo entra a sus pulmones. Las olas de calor de desprenden las flamas hacen que sus ojos ardan y está llorando, haciendo su mejor esfuerzo para ver a través de falta de definición por las lágrimas. Por instinto se dirige a la ventana, hacia las cortinas y quiere de caer de rodilla aliviado cuando ve a Baekhyun envuelto en el grueso terciopelo, con su abrigo mientras abraza sus rodillas a su pecho. Está sosteniendo con fuerzas el libro de semillas que le había dado, las manos le temblaban mucho, tenía los ojos cerrados fuertemente porque temblaba por el miedo.
“Baekhyun,” Dice, tomando su mano y apretándola un poco, tratando de obtener su atención. No puede moverse demasiado rápido, pero no se arriesgara a lastimarlo por hacerlo correr descalzo. “Baekhyun, estoy aquí. Escúchame. Debemos salir ahora.”
Entonces Baekhyun abre los ojos, finalmente registrando el sonido de la voz de Chanyeol y parpadea, tratando de darle sentido a lo que ve, buscando el rostro en un lío de colores y formas, sus lágrimas empiezan a caer.
Tira su mano de la de Chanyeol y la lleva hacia su rostro repasando sus rasgos con sus dedos rápidamente.
“Estaba esperándote.” Baekhyun dice, ahogándose con las palabras, aferrándose desesperadamente a él, hundiendo su rostro en la curva de su cuello, envolviendo sus brazos alrededor y sus piernas alrededor de su cintura mientras Chanyeol se levanta, cargándolo en su espalda.
Pensé que no vendrías.
“Lo sé.”
Lo siento, es tarde.
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Mayo 6, Domingo.
La casa de los Byun se quemó hasta las cenizas.
No se reportaron víctimas, causa desconocida.
Fin
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FINAL ABIERTOOO. LLOREMOS!! ;O;♥