Lo juro. El mejor día de mi vida.
A la edad de 8 años, cuando cursaba tercero de primaria, en Azteca 7 salía un comercial de una caricatura que pasarían totalmente sin comerciales. Era obvio que me iba a llamar la atención. Así que, por azares del destino, ese día mi maestra no fue y tuve que regresar a casa. Y claro, sintonicé el canal y esperé con ansias.
De repente, el intro comenzó con un "Siempre la verdad..." y fue cuando algo de mi vida cambió. En serio, no hay palabras suficientes en este mundo para describir lo que Los Caballeros del Zodiaco significan en mi vida. Esto va más allá de un simple fanatismo, sobrepasa el nivel de todo. Es una forma de vivir.
Saint Seiya me cautivó con sus personajes, tan diferentes entre sí y más allá de lo que conocía. Me cautivó con esa trama tan compleja y la mitología que era nueva para mí. Con las armaduras tan hermosas, los poderes que cada uno utilizaba y ¡HYOGA! Amo al cisne como no tienen idea.
Desde que era una niña, y mientras crecía, esta historia creada por Masami Kurumada me enseñaba a través de cada episodio que la amistad prevalecerá ante todo, que es un sentimiento demasiado hermoso. Me enseñó que debemos tener lealtad, que la familia es lo más importante, que el amor en todos los sentidos siempre te dará fuerzas para lograr lo imposible; que aunque caigas debes levantarte cada vez. Que tú proteges a tus amigos y ellos te protegen a ti. En fin, son demasiadas cosas.
Cada tarde llegaba lo más rápido posible para ver el anime cuando lo cambiaron a las 5 de la tarde, hora de mi salida en la primaria. Disfrutaba muchísimo esa hora (capítulo doble) y siempre cantaba el opening a todo volumen. Después los pasaron a los sábados y así, nunca me los perdía.
Maratón que sacaban, lo miraba. He visto cada capítulo como 200 veces (más la saga de Poseidón y las OVAS de Hades). En fin, LCZ es un pilar muy grande e importante en mi vida. Y así podría pasar horas y horas diciendo que me sé absolutamente los nombres, cumpleaños, constelaciones, lugares de entrenamiento, colores de cabello originales, diferencias entre anime y manga, los diferentes spin-offs, etc. Así como de cuanto amo a Hyoga de Cisne, a Camus de Acuario y a Milo de Escorpio. Que he aprendido a querer mucho a Seiya, a Shiryu, a Shun (milagro), a Ikki. Todas esas veces que he llorado por las muertes más tristes y honorables, llorado por ver perder a alguien, por el sentimiento que transmite la hermosa y perfecta música. Llorado por los finales, llorado por todo. Todo.
Saint Seiya me hizo descubrir el fandom a los 14 y darme cuenta que amo escribir. Sin SS, yo no estuviese aquí.
Pero yo venía a hablar de la película. Que hoy se estrenó en México, y como buena fan, ya la he visto.
Quiero decir que la llevo esperando desde que Kurumada colgó esta imagen:
Y desde hace 4 años que sacaron la primera imagen de Seiya arrodillado, totalmente cgi. Es demasiado tiempo, que hoy ha llegado a su fin. He vivido este proceso desde la primera imagen, hasta esperar cada que sacaban un diseño nuevo.
Hoy, por fin puedo decir, que amo absolutamente todo de Saint Seiya.
Cuidado, spoilers de la película.
Por supuesto hay que ir con la mentalidad de que no será exactamente igual, pero es perfecta.
La animación es hermosa, sublime, perfecta. La música es lo más hermoso, los chicos de bronce son amor y la nostalgia hace de las suyas. Mi amigo y yo no nos cansamos de repetir que todos los hombres de la película eran hermosos. Mi amigo se enamoró de todos. Las voces originales del anime fue lo mejor, me hizo recordar mi infancia.
Amé a Hyoga montando la moto, a Shiryu explicando la historia del santuario mientras aburre a todos y huyen, a Shun (dios, me sorprendió cuánto lo llegué a amar siendo que nunca me gustó), a Ikki y sus palabras rudas, a Seiya y sus expresiones, a Saori, a Mu y sus lentes, a Aldebarán y su gran apetito, a Deathmask y su templo Discoteca de Cáncer (en serio, lloré de la risa, literalmente, oyéndolo cantar y viendo todo su escenario y sus máscaras fluorescentes que sirven como linternas y todo), a Aioria y su voz y su look, a Shaka de Virgo, a Milo (es hermosa, perfecta, no volveré a quejarme de ella), a Aioros y su testamento, a Shura (¡está vivo!), a Camus (volví a llorar con su muerte), a Afrodita (sufrí con su muerte). Al loquito de Saga y su sexy cabello.
Fue una gran película, el final estuvo buenísimo, así como todo el desarrollo de la misma. La escena final fue tan hermosa que lloré de la felicidad cuando todos celebraron el cumpleaños de Saori (Saori, me gusta esta nueva Saori), todo, todo lo amé.
Estuve saltando, agitando los brazos, riendome, llorando, abriendo los ojos de la sorpresa.
Puedo decir sin ninguna duda, que esta película es perfecta (para mí). En fin, amo Saint Seiya y jamás dejaré de hacerlo.
Hyoga, te sigo amando como su fuera el primer día.
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