“Otro amanecer”
By: Yoana-Lawliet
Disclaimer: El universo de Death Note y todos sus personajes del canon -menos los míos- son propiedad de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata. Y los oc’s pues son de mi propiedad, si eso es posible.
Nota: Quise empezar mi propia historia de Death Note con personajes originales. La tabla que escogí fue la de “Angst”. Espero les guste.
Nombre: Yoana-Lawliet.
Fandom: Death Note
Título de la historia: Otro Amanecer.
Tabla:
AngstClaim: Ryusei Matsuyama / Yuki Yagami
Tema: #1 - Desencanto
Rating: T
Resumen de la historia: El asesino ha regresado. La venganza es por lo único por lo que vive y ahora que encuentra el modo de llevarla a cabo, nadie podrá detenerlo. O eso creía él, hasta que su mayor perdición llegó en el momento menos indicado.
Resumen del capítulo: El desencanto de sus vidas es igual, y eso los llevara a encontrarse el uno al otro, pero para eso, falta demasiado tiempo. Y eso es lo que esperan.
Advertencias: Algunas palabras altisonantes, violencia. Lee bajo tu propio riesgo
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Mientras el atardecer caía sobre la cuidad y anunciaba el próximo fin del día que pasó sin contratiempos, se sentó frente al tocador de su cuarto. Miró fijamente su reflejo frente al espejo, tan parecido a él.
Jamás lo conoció, pero por lo que le contaba su abuela él era muy inteligente, guapo y elegante. Era muy calculador y exitoso en todo lo que hacía. En pocas palabras, era perfecto. Su esposa quedó embarazada antes de que él muriera, así que nunca conoció a su hijo.
También le contó que cuando el hijo de él nació, le devolvió las ganas de vivir a su abuela, pues ella había vivido desgracia tras desgracia. Sentada y los últimos rayos solares bañaban de tonos rojizos la habitación, recordó la pregunta que siempre le hacía a la abuela después de que le contara todo: “¿Así que esperas que yo sea como él, como mi padre?” Y siempre le respondía afirmativamente.
Todo se le hacía tan maravilloso. Cada día se esforzaba para lograrlo, esperaba ser como su padre en todos los sentidos. Para ella era su meta, quería que su abuela se sintiera orgullosa de ella, como si su padre estuviera allí, acompañándoles a las dos, pero para su abuela el desencanto de todo era el temor que todo acabará igual. No lo resistiría.
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Hace dos horas que salió de la preparatoria más importante de Tokio, decidió tomar el camino más largo para llegar a su casa. Lo hacía para poner sus pensamientos en orden. Su vida cambió cuando su figura a seguir, su amado padre murió en el orden del deber. Fue un héroe al resolver uno de los casos para atrapar a los narcotraficantes con mayor poder de Tokio, pero cuando una bala lo hirió por uno de los criminales ningún compañero lo ayudó, lo dejaron morir. Y eso a Ryusei lo llenaba de furia.
Si tan sólo él tuviera el poder de vengarse de los compañeros que dejaron sólo a su padre, si tan sólo.
No supo cómo, pero al darse cuenta llegó a un callejón que no conocía. Se reprochó mentalmente por estar distraído y no poner atención por dónde iba. Al dar la vuelta para salir de ahí, un hombre de apariencia extraña se interpuso en su camino. Tenía los ojos desorbitados y una sonrisa indescifrable en el rostro. Algo extraño pasaba con aquel hombre.
Ryusei trató de correr y escapar de ahí, pero ese hombre lo empujó y cayó al frío suelo. El hombre sacó una pistola de entre sus ropas y apuntó a Ryusei con ella. El terror invadía al joven de cabellos negros, el hombre agresor se relamió los labios.
-Dime tu nombre.- Esperó unos segundos pero no hubo respuesta. -¡Que me digas tu nombre, imbécil!- Gritó, agitando el arma frente al rostro de Ryusei.
-R-Ryusei… M-Matsuyama.- Tartamudeó el chico, todo su cuerpo temblaba.
-¡¿Qué?! ¿Acaso no puedes hablar bien?
-Ryusei Matsuyama.- Repitió instantáneamente, su respiración estaba totalmente agitada, no podía pensar en nada.
-Bonito nombre para alguien tan lindo como tú.- Se acercó al chico, puso la pistola en la mejilla de Matsuyama y le susurró en el oído. -Dame todo el dinero que tengas encima.
-No tengo dinero.- Le dijo, sentía que la vida se le iba. Vio como el rostro del agresor mostraba una cara de total enfado.
-¡Eso no es cierto!- El hombre golpeó con el mango de su arma muy fuerte a Ryusei en el rostro.
Quedó totalmente tirado en el piso, la sangre empezó a salir de la nariz del chico. El hombre desquiciado cargo el arma y apuntó directamente al corazón de Ryusei. Estaba decidido a matarlo. El pelinegro cerró los ojos, imposibilitado de salvarse.
-Hasta aquí llegaste, idiota.-
Y el disparo nunca llegó, cuando el joven abrió los ojos, observó que el hombre se apretaba desesperadamente el área del corazón, respiraba agitadamente y finalmente cayó al suelo muerto.
No lo podía creer, ¿qué le había pasado para que muriera ahí mismo? Trató de pararse lo más rápido que podía, pero estaba muy nervioso para coordinar sus movimientos. Con la manga de la camisa, limpió la sangre que salía de su rostro.
Se asustó cuando un objeto cayó en sus piernas. Miró hacia arriba pero no vio a nadie ni nada. Cuando observó qué era lo que le cayó, se dio cuenta que era un cuaderno de pasta negra. Un simple cuaderno, lo abrió, pero no tenía escrito nada. Lo cerró y en la portada leyó algo que parecía estar en ingles.
-Que raro… Death… ¿Note?
Y cuando reaccionó, tomó su mochila y salió corriendo de ahí, asustado de todo lo que había pasado. Corría con todas sus fuerzas, no quería que le echaran la culpa de algo que no había hecho.
Pero lo que Ryusei no sabía era que el desencanto de la vida apenas comenzaba.
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Espero que les haya gustado, y ya saben, se aceptan críticas para saber en que debo mejorar. Como ya llegan las vacaciones de verano, creo que actualizaré rápido todos mis fics.
Saludos cordiales,
Yoana.