Reflexiones en la madrugada
La vida cambia según lo que quieras cambiarla.
O ésta es mi conclusión después de leer un montón de artículos sobre cómo asegurarme mi futuro y de pensar todavía más. Hoy le contaba a una cilenta cómo en mi casa las mujeres siempre han sido las que han llevado la voz cantante. Mentira. Es verdad que las mujeres en mi casa siempre han trabajado y que se han ocupado de sus hijos, han manejado el dinero y hasta tienen carreras, mientras que los hombres han sido los mantenidos. Bueno, es hora de confesar que en realidad no sé qué dinero se daba y cuánto se recibía pero entre buenos para nada (alcohólicos, maltratadores, etc) a las mujeres en mi familia no les quedó otra opción que ocuparse ellas mismas.
Es verdad, sin embargo, que yo he crecido con la figura paterna siendo una decoración o, en todo caso, un obstáculo a mi vida tranquila. ¿Tal vez sea por eso el rechazo a casarme? Y que las mujeres en mi familia me han inspirado porque, a pesar de todo, si ellas pudieron, ¿por qué no iba yo a poder? Y así es como he terminado hoy aquí, trabajando y estudiando a la vez porque puedo. Ahora, la influencia de tumblr me abruma. El sólo concepto de pagar por mis estudios me es casi extraterrestre. Por eso cuando alguien me habla de deudas estudiantiles se me forma un nudo en el estómago. Con todo y el lote, me han obligado un poco a abrir los ojos con respecto a mi dinero. MI actual trabajo no es para siempre -de hecho, he averiguado que la jefa lo ha hecho esta empresa de manera que pueda desmantelarla en cualquier momento- y en España todo el mundo confía demasiado en el estado para asegurar su futuro o no tienen un plan de acción inmediato.
Suena a tonto pero las sugar babies de EEUU me han inspirado y me han dado las claves para alcanzar un vida moderadamente buena a mis 30 años. Y lo primero de todo es no dejarse engañar pensando en que soy demasiado joven o tonta como para aprovecharme de los bancos y de los productos que me ofrecen. Siempre he sido un poco paranóica con el dinero pero en los últimos meses he aprendido de mala manera que el dinero es intercambiable y mientras sea así prodré ahorrar y seguir gastando lo mismo.
Lo único que necesito es un plan de gastos para no pasarme tres pueblos y medio.
O ésta es mi conclusión después de leer un montón de artículos sobre cómo asegurarme mi futuro y de pensar todavía más. Hoy le contaba a una cilenta cómo en mi casa las mujeres siempre han sido las que han llevado la voz cantante. Mentira. Es verdad que las mujeres en mi casa siempre han trabajado y que se han ocupado de sus hijos, han manejado el dinero y hasta tienen carreras, mientras que los hombres han sido los mantenidos. Bueno, es hora de confesar que en realidad no sé qué dinero se daba y cuánto se recibía pero entre buenos para nada (alcohólicos, maltratadores, etc) a las mujeres en mi familia no les quedó otra opción que ocuparse ellas mismas.
Es verdad, sin embargo, que yo he crecido con la figura paterna siendo una decoración o, en todo caso, un obstáculo a mi vida tranquila. ¿Tal vez sea por eso el rechazo a casarme? Y que las mujeres en mi familia me han inspirado porque, a pesar de todo, si ellas pudieron, ¿por qué no iba yo a poder? Y así es como he terminado hoy aquí, trabajando y estudiando a la vez porque puedo. Ahora, la influencia de tumblr me abruma. El sólo concepto de pagar por mis estudios me es casi extraterrestre. Por eso cuando alguien me habla de deudas estudiantiles se me forma un nudo en el estómago. Con todo y el lote, me han obligado un poco a abrir los ojos con respecto a mi dinero. MI actual trabajo no es para siempre -de hecho, he averiguado que la jefa lo ha hecho esta empresa de manera que pueda desmantelarla en cualquier momento- y en España todo el mundo confía demasiado en el estado para asegurar su futuro o no tienen un plan de acción inmediato.
Suena a tonto pero las sugar babies de EEUU me han inspirado y me han dado las claves para alcanzar un vida moderadamente buena a mis 30 años. Y lo primero de todo es no dejarse engañar pensando en que soy demasiado joven o tonta como para aprovecharme de los bancos y de los productos que me ofrecen. Siempre he sido un poco paranóica con el dinero pero en los últimos meses he aprendido de mala manera que el dinero es intercambiable y mientras sea así prodré ahorrar y seguir gastando lo mismo.
Lo único que necesito es un plan de gastos para no pasarme tres pueblos y medio.