Finalmente fui con un amigo hasta Paredes de Coura a ver los conciertos del día 17. Desgraciadamente los Foo Fighters tocaron el día anterior y no los pudimos ver. Pero no puedo quejarme, los conciertos a los que asistimos estuvieron muy bien.
Era la segunda vez que iba a este festival, es un sitio precioso, en un valle, el escenario rodeado de vegetación. Un lugar ideal para un festival. Empezamos bien con los Futureheads, a los que nunca había oído pero que fueron muy divertidos e ideales para abrir boca.
Luego llegaron unos más conocidos, Hot Hot Heat, que demostraron que ya tienen algunas canciones que se van convirtiendo en pequeños hits. Estuvieron muy sueltos sobre el escenario, especialmente el cantante que no parabe de moverse de aquí a allá.
The Arcade Fire son la sensación del momento, vale, pero a mi me aburrieron y me hepataron. De camino hacia Portugal fuimos escuchando el disco en el coche y no me disgustó nada, pero en el concierto alargaron los temas en exceso. Además, quizás me equivoco, pero me pareció que llevaban demasiado postureo y teatro encima. Pero bueno, la gente disfrutó con ellos.
Más tarde salieron a escena The Roots, un grupo de rap que nos hacía temer lo peor. Pero fue una grata sorpresa, nada de rap chulesco, ni de samples. Instrumentos de verdad, bajo, batería, teclados y guitarra, algún toque jazz. Más que un concierto fue una gran jam session y se hizo ameno.
Con los Queens of the Stone Age llegó el plato fuerte de la noche. La gente se volvió loca, se levantó toda la tierra del suelo para depositarse en nuestro pulmones. Desde el comienzo pisaron el acelerador y no lo soltaron en ningún momento. Arrolladores, muy cañeros, en casi hora y media tocaron temazos como "Feelgood Hit of the Summer", "Go with the Flow", "Monster in the Parasol", "The Lost Art of Keeping a Secret", "Little Sister" y por supuesto como despedida "No One Knows". Inmensos, aunque se echa en falta a Nick Oliveri, porque el actual bajista es un muermo de tío.
Y de postre... los Pixies. Unos clásicos, vaya. Empezaron muy lentos con una insípida "Daily Mutilation" para ir cogiendo carrerilla a base de "Where is My Mind?". Cuando Frank Black dejó la acústica y cogió la eléctrica empezó el espectáculo. Metieron la quinta velocidad y comenzaron a escupir trallazos, le dieron más caña de la que esperaba y estuvieron a un gran nivel, excepto el guitarrista, que me parecía que estaba algo perdido. "Gouge Away", "Here Comes Your Man", "Tame", "DEBASER" (qué ganas tenía de oirla). La gente extasiada y feliz. Death to the Pixies!!!