Voy a meterme en tu cama.
Estás profundamente dormido, y hace 30 horas que no lo hacías, así que entiendo que ahora mismo nada te apetece más en el mundo que estar profundamente dormido.
Tengo las manos frías y los calcetines puestos, y tú pareces ahí un ente calentito envuelto entre sábanas y el brazo caído.
Estás a menos de 1 metro de mí, pero yo estoy sentada, y tú estás tumbado. Las luces están apagadas y sólo la pantalla del ordenador me ilumina la cara. Por esto, tú puedes verme a mí desde la oscuridad, y yo desde la claridad no puedo verte a ti. Estás totalmente oscuro, pero debajo de Nacho cantando, oigo tu respiración acompasada.
Estoy tecleando despacio porque te molesta el ruido, te despiertas y te enfadas.
Ahora, ahora mismo, me levantaré de aquí, no apagaré la pantalla porque te gusta que se apague sola y que salte el salvapantallas. Me meteré en tu cama y te abrazaré desde la espalda hasta la barriga y te daré besitos en el pelo, de esos que incordian. Pero tú, tú duermes profundamente y no sabes nada de esto.
Meteré mis manos heladas entre las tuyas y tú darás un saltito en la cama y gruñirás.
Antes diste un ronquido, pero sólo fue uno y no me quejé, porque yo ayer grité en sueños "no quiero" y también doy saltos cuando tengo pesadillas.
Tu cama es igual de pequeña que la mía, y aunque cabemos los dos, siempre estamos incómodos porque a mí me gusta estar estirada, y el problema es que a ti también te gusta. Así que por ello, ahora mismo cuando ponga aquí el punto final, me levante despacito y me meta en tu cama, te despertarás y me pedirás que te deje dormir, y yo lo haré, y me pondré triste pero no importará porque tú estarás dormido y no te darás cuenta. Mi padre también se despertaba de muy mal humor.
Pero nada me gustaría más que quedarme ahí 10 minutos, calentarme las manos y sentir que hay alguien más en esta habitación, sonreir un poco en tu pelo. Esta es una de esas cosas que no se ven pero se sienten. Nada me gustaría más que ahora mismo me dijeras eso que me dices constantemente, te quiero, te quiero, esas cosas, antes de dormir.
Por esto y por muchas otras razones, voy a meterme en tu cama.
Tengo las manos frías y los calcetines puestos, y tú pareces ahí un ente calentito envuelto entre sábanas y el brazo caído.
Estás a menos de 1 metro de mí, pero yo estoy sentada, y tú estás tumbado. Las luces están apagadas y sólo la pantalla del ordenador me ilumina la cara. Por esto, tú puedes verme a mí desde la oscuridad, y yo desde la claridad no puedo verte a ti. Estás totalmente oscuro, pero debajo de Nacho cantando, oigo tu respiración acompasada.
Estoy tecleando despacio porque te molesta el ruido, te despiertas y te enfadas.
Ahora, ahora mismo, me levantaré de aquí, no apagaré la pantalla porque te gusta que se apague sola y que salte el salvapantallas. Me meteré en tu cama y te abrazaré desde la espalda hasta la barriga y te daré besitos en el pelo, de esos que incordian. Pero tú, tú duermes profundamente y no sabes nada de esto.
Meteré mis manos heladas entre las tuyas y tú darás un saltito en la cama y gruñirás.
Antes diste un ronquido, pero sólo fue uno y no me quejé, porque yo ayer grité en sueños "no quiero" y también doy saltos cuando tengo pesadillas.
Tu cama es igual de pequeña que la mía, y aunque cabemos los dos, siempre estamos incómodos porque a mí me gusta estar estirada, y el problema es que a ti también te gusta. Así que por ello, ahora mismo cuando ponga aquí el punto final, me levante despacito y me meta en tu cama, te despertarás y me pedirás que te deje dormir, y yo lo haré, y me pondré triste pero no importará porque tú estarás dormido y no te darás cuenta. Mi padre también se despertaba de muy mal humor.
Pero nada me gustaría más que quedarme ahí 10 minutos, calentarme las manos y sentir que hay alguien más en esta habitación, sonreir un poco en tu pelo. Esta es una de esas cosas que no se ven pero se sienten. Nada me gustaría más que ahora mismo me dijeras eso que me dices constantemente, te quiero, te quiero, esas cosas, antes de dormir.
Por esto y por muchas otras razones, voy a meterme en tu cama.