Avances
Han pasado muchas cosas desde la última vez que escribí (Que por cierto... ¿cuándo fue?), y aunque últimamente cada vez me da más pereza utilizar este medio, hoy me apetece hacerlo.
La semana pasada fue muy intensa. Mi agotamiento fue creciendo, me sentía aplomada, y al final... lo físico atacó a lo psíquico, y me dieron unas crisis de ansiedad espantosas. Estaba muy asustada, y en parte cabreada conmigo misma, no lo voy a negar, especialmente por ver que no podía controlar mis sentimientos.
Estaba aterrada y tras darle muchas vueltas el viernes acabé en mi médico. De allí... al hospital, del hospital al médico de cabecera otra vez. Muchos mareos de cabeza pero poco en claro... bueno, algo sí, que acabaron por darme la baja, y llevo sin trabajar desde el lunes.
Desde entonces estoy viendo a una persona con mucho carisma (que no sé si leerá estas palabras), que me ha contado grandes verdades, especialmente de cara a como afrontar mis miedos. Recuerdo que el primer día, cuando iba de aquí para allá, estuve hablando con ella, comentándole lo frustrada que me sentía de ver como no tenía fuerzas para llevar mi vida normal, y mi indecisión de cara a qué camino tomar.
Yo le decía que por una parte me pillaría una baja, pero que este mes me tocan las revisiones y me sienta bien estar ocupada, para no pensar. Cuando me den los resultados, si he recaído de poco me sirven mis paranoias, y si no es así, pues ya tendré tiempo de preocuparme y de tratarme de cara a estas "secuelas".
No recuerdo sus palabras, pero me dijo algo similar a "A ver... déjate de tonterías y de darle vueltas ¿qué te pide tu cuerpo?" "Parar" "Entonces ¿Dónde están tus dudas?". Dicho y hecho.
La semana pasada fue muy intensa. Mi agotamiento fue creciendo, me sentía aplomada, y al final... lo físico atacó a lo psíquico, y me dieron unas crisis de ansiedad espantosas. Estaba muy asustada, y en parte cabreada conmigo misma, no lo voy a negar, especialmente por ver que no podía controlar mis sentimientos.
Estaba aterrada y tras darle muchas vueltas el viernes acabé en mi médico. De allí... al hospital, del hospital al médico de cabecera otra vez. Muchos mareos de cabeza pero poco en claro... bueno, algo sí, que acabaron por darme la baja, y llevo sin trabajar desde el lunes.
Desde entonces estoy viendo a una persona con mucho carisma (que no sé si leerá estas palabras), que me ha contado grandes verdades, especialmente de cara a como afrontar mis miedos. Recuerdo que el primer día, cuando iba de aquí para allá, estuve hablando con ella, comentándole lo frustrada que me sentía de ver como no tenía fuerzas para llevar mi vida normal, y mi indecisión de cara a qué camino tomar.
Yo le decía que por una parte me pillaría una baja, pero que este mes me tocan las revisiones y me sienta bien estar ocupada, para no pensar. Cuando me den los resultados, si he recaído de poco me sirven mis paranoias, y si no es así, pues ya tendré tiempo de preocuparme y de tratarme de cara a estas "secuelas".
No recuerdo sus palabras, pero me dijo algo similar a "A ver... déjate de tonterías y de darle vueltas ¿qué te pide tu cuerpo?" "Parar" "Entonces ¿Dónde están tus dudas?". Dicho y hecho.