Dec 12, 2007 15:08
Hace mucho que no escribo, quizás porque en cierto modo este blog me recuerda a todo por lo que he pasado y... cuando estoy bien no me acuerdo de escribir, y cuando estoy mal no me apetece quejarme.
De hecho últimamente he tenido muchas dudas e inseguridades con respecto a la enfermedad, pero tampoco quería compadecerme de mi misma, o que los demás lo hicieran por mi.
Sin embargo hoy he tocado fondo, y me siento bastante triste a la par de asustada... es mi cumpleaños, y ello me recuerda al del año pasado, con todos los problemas que tuve cuando esperaba mi segunda sesión de quimio, el pánico, el dolor, la sensación de soledad de aquel día. Y este año... me ha tocado volver a pasar la mañana en el hospital, esperando para que me hicieran las pruebas que determinarán si tendré que volver a pasar por todo ello o no.
Para colmo, he tenido muchos problemas para pincharme el contraste, como en los viejos tiempos y he tenido una conversación con el médico la mar de interesante:
Médico: madre mía, no hay manera de encontrarte las venas, tienes hilos... parece como si no se hubieran llegado a desarrollar como una vena normal.
Alicia: ya, con la quimio lo pasaba fatal.
M: Ya te digo, si es casi imposible pincharte (eso mientras lo intentaba varias veces). Si te la tuvieran que volver a dar, no sé ni cómo podrían hacerlo.
A: Ufffff, pues que me la vuelvan a dar depende de estas pruebas...
(...) (Ataque de ansiedad tras varios intentos)
M: A ver... trata de tranquilizarte, ¿cuantos años tienes?
A: Pues hoy cumplo 28.
M: Anda, y ¿qué te han regalado?
A: De momento nada, el regalo me lo tenéis que dar vosotros, si es que esto sale bien...
Ahora me toca esperar otra eterna semana, y cruzar los dedos otra vez...
tac