Ayer me regalaron esta planta, para que "ahora que he vuelto a nacer, pueda verla crecer conmigo".
¡Espero que no se me chuchurra! Jejeje. Me han dicho que se le pueden caer las flores... pero que es de las duraderas, que volverán a salir.
"Crecer conmigo"... que bellas palabras.
Hoy... con mis "dos" días de vida sigo con la misma felicidad en el cuerpo. Es como una segunda oportunidad. Vuelvo a tener ilusión.
Me siento como una niña con todo por delante, y me parecen chocantes mis pensamientos de unos días atrás. En esos momentos, me sentía enferma, enferma para siempre, como si hubiera entrado en una espiral negativa de la que nunca podría salir. Ahora, tengo esperanza, tengo ilusión, sé que aún me quedan unos meses raros mientras me voy recuperando, pero por fin he conseguido creerme que me voy a curar. Hasta ahora... era algo que deseaba con todas mis fuerzas, pero no era capaz de creerlo del todo.
Ayer la misma personica que me hizo el regalo, también me hizo una pregunta que me hizo pensar. Se refería a mi relación anterior con el cáncer, si había tenido algún caso cerca, si había vivido alguna recuperación pero... al reflexionar, me di cuenta de que antes de todo esto, todos los casos que había conocido habían desembocado en muerte.
Son palabras muy duras, lo sé, pero son ciertas, sólo que ahora todo es diferente: Somos muchos los en remisión, y yo estoy entre ellos.
"Remisión"... creo que es la mejor palabra del mundo. Se me encoge el cuerpo cada vez que la pienso.
¿Sabéis? Desde la noticia casi no he podido dormir... pero no importa, ya habrá tiempo. Ahora sí que tengo toda la vida por delante.