Muerte joven

May 04, 2009 22:55

Muerte joven. Muerte injusta. Como tantas otras, pero única.

Única, porque esta vez me tocó de cerca. Porque fue una ex compañera mía, porque tenía 22 años... Porque tenía poco más de mi edad... Y es imposible que algo así me llegue al alma.

Nuestras maestras de la primaria estaban en el velatorio. Y también el director del colegio. Y también nuestras compañeras, de nuestra edad. Y yo estaba con un nudo en la garganta y una mueca indescifrable en el rostro.

No podía manejarlo. No puedo, de hecho. No me entra en la cabeza que algo así pueda pasar.

No podía mirar a toda esa gente a la cara. No podía con toda la presión que sentía en aquel lugar, aunque no entrara a ver el ataúd... Porque el cajón me resulta demasiado definitivo. Y me niego.

Aunque cualquier psicólogo me diría que no es bueno negar, yo me niego a ver el cuerpo. Porque la persona ya no está ahí; ésa es sólo la cáscara. Yo quiero recordarla viva. Aunque la muerte haya jugado con ella hasta ganarle.

Muerte injusta. Sé que no es la única. Sé que mi dolor no es único. Pero es injusta. Porque ella estaba llena de vida. Porque ella quería vivir. Porque era una persona especial, buena, luchadora... Porque hubo gente que dedicó su vida a ayudarla a salir adelante. Pese a la enfermedad que tenía, pese al ligero retraso...

Porque era joven. Muy joven. Tanto como yo. Y no soy capaz de concebir una muerte tan joven.

reflexiones, muerte

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