5 años

Jul 13, 2013 09:49

A veces tengo esta sensación de que la vida es, total y absolutamente mucho más compleja de lo que la pensamos.

Hace ya un tiempo desde que hice, esta suerte de "descubrimiento" pero me sigue maravillando, la intrincada trama de relaciones que se tejen en nuestra vida. Los diferentes lazos que podemos llegar a tender entre nosotros mismos y los que se acercan lo suficiente para conocernos un poco. Niveles diferentes de amistad, de amor.

Descubrí hace no mucho que puedo amar a varias personas en distintas formas e intensidades. El amor viene en distintos formatos. Me siento tonta haciendo esta suerte de recuento, pero es importante para mi. El amor no viene de una sola manera a nuestra vida.

El principe montado a caballo. El flechazo instantaneo. La llama ardiente que todo lo consume. Todo esto ya lo sabía. Pero la vida se empeña en seguir deslumbrándome. Permitirme a mi misma querer a más de una persona empezo como algo torpe, superficial y confuso. Muy confuso. No hay literatura que nos cuente, que nos indique cómo, si es que se puede, vivir el amor de otra forma que no sea la ya establecida. La parejita de hombre y mujer machacada hasta el hartazgo. El felices por siempre. La romantica pero sumamente difícil idea de compartir TODA la vida con la misma persona.

Digo difícil porque no es imposible, pero hay algo que se olvidan de decirnos cuando nos venden el paquete del "Y comieron perdices"
Las personas estamos en constante cambio. Crecemos, transmutamos, cambiamos, maduramos. Variamos. Aprendemos. Hacemos elecciones. Tomamos desiciones, reflexionamos. Y eso muchas veces nos lleva por distintos caminos. Ese cambio nos hace querer tomar un rumbo que no es el que habiamos elejido cuando formamos la pareja. Y la separación se vuelve algo tanto inevitable como desgarrador.
Pero es lógico que después de tantos años, la otra/ el otro cambio tanto que ya no lo reconocemos. Porque formamos la pareja y damos ya todo por sentado. No procuramos seguir profundizando en el otro. No nos interesamos por saber cómo se siente, como lo afectan los cambios en su vida. O quizás lo hacemos pero no alcanza. Hay elecciones que no podemos hacer por los demas. Hay caminos que nosotros decidimos no tomar.

Y cuando sobreviene la ruptura, pareciera que es el fin del mundo. Duele, sin dudas, perder a un compañero, a un amigo. A alguien con quien queriamos compartir aun muchas cosas. Pero ¿Por qué se sufre tanto algo que sin dudas es natural y parte de la vida? No se puede detener el cambio, en nosotros, en los demás. No queremos deterner el cambio porque implica seguir creciendo, rumbo a aquello que queremos ser.
Por otro lado, hoy día romper la pareja implica por lo general perder todo contacto con el otro. Entonces el dolor es por perder un lazo, por tener que escindirlo sin terminos medios. Pero podría ser mejor si el mismo solo se hubiera transformado. Porque podríamos seguir ahí para el otro. Como amigos, como compañeros sexuales, confidentes... la realción podría ir cambiando, dando paso a algo más. Y si bien no es así como se vive, tengo la certeza de que podríamos hacerlo, si nos propusieramos construir nuestros lazos de otra manera.

Por eso el titulo es cinco años. Por que estoy conociendo gente con otros criterios, otras ideas de la vida, con tanto años como yo, más o incluso menos, pero con ideas más claras de cómo quieren vivir la vida, Ideas mejores, ideas benéficas. Y si bien es extraño, incluso a veces incómodo, siento que estas personas a veces me llevan de la mano, como si todavia fuera un infante que no sabe nada de la vida.

Y al mismo tiempo, me siento feliz, de saber que no estoy sola en este largo, nuevo camino que elegí.

ensayo, mucho

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