Con estrella Vs. Estrellaos
Mi madre suele decir que, en esta vida, unos nacen con estrella y otros nacen estrellaos.
Yo tiendo a ser más bien del grupo de los estrellaos. No me supone ningún trauma. No pasa nada, no es que atraiga la mala suerte, cayéndome macetas desde las terrazas ni cagándoseme las palomas encima.
Es más bien que aquello que tiene más probabilidadades y que sería normal que me pase, me pasa. Saber y sobre todo experimentar que la Vida Real es una Puta en mayúsculas, como todo el mundo sabe.
Es decir, que si tú o yo por ejemplo cruzamos una calle sin mirar, seguro que un coche (o probablemente un camión) acaba atropellándonos y rompiéndonos una pierna. Nos dolerá mucho y nos joderemos todo el verano con una escayola y sin ir a la piscina. Y lo asumiremos. Fin.
Ahora, para algunas personas, eso no tiene por qué ser así.
Porque seguro que todos tenéis a ese amigo o a ese conocido en el otro grupo. El grupo VIP, el de "gente con estrella". A los de este grupo, inexplicablemente, todo tiende a salirles bien, sea lo que sea. No importa el qué. Desde presentarse a Operación Triunfo, si quieren, hasta pasar de barrendero a Presidente del Gobierno en cinco días.
Son capaces.
Ellos cruzan la calle sin mirar y seguro que no los atropellan. O vale, a lo mejor sí los atropellan, pero probablemente sea un Cadillac o un Mercedes o un Ferrari, lo más que llegan a hacerse es una torcedura de tobillo, luego el seguro les paga una indemnización del copón con la que planea irse de viaje a las Bahamas, y además, resulta que el enfermero que lo atiende en la ambulancia es el amor de su vida.
Así es la vida. Injusta.
Lo peor de todo es que no puedes enfadarte. Y eso frustra. Primero de todo porque es tu amigo, ¿vale? Y te tienes que alegrar de todo lo que consigue, por supuesto. Bueno, no tienes que alegrarte. Te alegras y punto, porque es tu amigo, y la amistad está para eso.
Da rabia porque esas cosas no las hace aposta, simplemente le suceden. Y aunque tiene sus defectos (uno o dos, recordemos que tiene estrella xD) el tío es adorable, majísimo, te lo pasas genial con él y está dispuesto a ayudarte siempre que puede. Te deja cedés, te ayuda con las asignaturas de la uni que llevas más flojas. ¿Cómo te vas a enfadar con un tío tan genial?
Así que, en esas estoy. Frustrada y sin prácticas, pero alegre por encima de todo, por mi amigo.
(Y va sin sarcasmo)
En fin. Me quedan sólo dos exámenes y seré LIIIBREE, a ver si llegan de una puta vez los créditos ingleses de los huevos, esta tarde llevamos a TuLa Chandler al veterinario, aún estoy esperando la nota de un examen que hice hoy justamente hace un mes, he soñado con Pángel (xD), como esta noche pasemos a la final no me lo creo y de momento, creo que eso es todo por hoy...
Yo tiendo a ser más bien del grupo de los estrellaos. No me supone ningún trauma. No pasa nada, no es que atraiga la mala suerte, cayéndome macetas desde las terrazas ni cagándoseme las palomas encima.
Es más bien que aquello que tiene más probabilidadades y que sería normal que me pase, me pasa. Saber y sobre todo experimentar que la Vida Real es una Puta en mayúsculas, como todo el mundo sabe.
Es decir, que si tú o yo por ejemplo cruzamos una calle sin mirar, seguro que un coche (o probablemente un camión) acaba atropellándonos y rompiéndonos una pierna. Nos dolerá mucho y nos joderemos todo el verano con una escayola y sin ir a la piscina. Y lo asumiremos. Fin.
Ahora, para algunas personas, eso no tiene por qué ser así.
Porque seguro que todos tenéis a ese amigo o a ese conocido en el otro grupo. El grupo VIP, el de "gente con estrella". A los de este grupo, inexplicablemente, todo tiende a salirles bien, sea lo que sea. No importa el qué. Desde presentarse a Operación Triunfo, si quieren, hasta pasar de barrendero a Presidente del Gobierno en cinco días.
Son capaces.
Ellos cruzan la calle sin mirar y seguro que no los atropellan. O vale, a lo mejor sí los atropellan, pero probablemente sea un Cadillac o un Mercedes o un Ferrari, lo más que llegan a hacerse es una torcedura de tobillo, luego el seguro les paga una indemnización del copón con la que planea irse de viaje a las Bahamas, y además, resulta que el enfermero que lo atiende en la ambulancia es el amor de su vida.
Así es la vida. Injusta.
Lo peor de todo es que no puedes enfadarte. Y eso frustra. Primero de todo porque es tu amigo, ¿vale? Y te tienes que alegrar de todo lo que consigue, por supuesto. Bueno, no tienes que alegrarte. Te alegras y punto, porque es tu amigo, y la amistad está para eso.
Da rabia porque esas cosas no las hace aposta, simplemente le suceden. Y aunque tiene sus defectos (uno o dos, recordemos que tiene estrella xD) el tío es adorable, majísimo, te lo pasas genial con él y está dispuesto a ayudarte siempre que puede. Te deja cedés, te ayuda con las asignaturas de la uni que llevas más flojas. ¿Cómo te vas a enfadar con un tío tan genial?
Así que, en esas estoy. Frustrada y sin prácticas, pero alegre por encima de todo, por mi amigo.
(Y va sin sarcasmo)
En fin. Me quedan sólo dos exámenes y seré LIIIBREE, a ver si llegan de una puta vez los créditos ingleses de los huevos, esta tarde llevamos a TuLa Chandler al veterinario, aún estoy esperando la nota de un examen que hice hoy justamente hace un mes, he soñado con Pángel (xD), como esta noche pasemos a la final no me lo creo y de momento, creo que eso es todo por hoy...