Jun 24, 2011 00:28
John se sentó en la orilla del muelle. Una leve brisa le golpeaba el rostro, pero era mucho más agradable que el aire frío que había tenido que soportar. Además, ahora que algunos rayos de sol pasaban por entre la cortina de nubes que había ensombrecido la ciudad los últimos meses, era mucho mejor estar ahí.
Sí, le encantaba el muelle, pero se disfrutaba más así. Y la vista era buena. A lo lejos podía ver como un par de barcos se acercaban lentamente, apenas eran unas manchas borrosas, pero no faltaba mucho para que quienes se encontraran dentro llegaran a su destino. Y quien sabe, con un poco de suerte traerían consigo mercancía de América.
Había estado ahorrando un poco, con lo que llevaba en su bolsillo tal vez alcanzaría para dos o tres discos. Se relamió los labios.
Y llevaba bastante sin ver nada de niebla, lo cual era genial. Odiaba eso de despertarse en las mañanas temprano y encontrar su habitación llena de ella. No podía ver nada y tener que arreglarse así era una molestia.
Bueno, seguramente la niebla volvería pero todo lo demás era perfecto. El que ya no tuviera que llevar un abrigo enorme y molesto, o cuando de verdad era necesario, hasta guantes o bufanda, era algo que agradecía. Ahora sólo llevaba su chaqueta de cuero, y no necesitaba nada más.
-¡John, sabía que estarías aquí!
O tal vez sí.
El grito sonó tan cerca de él que casi se cae del muelle por la sorpresa.
-¡Paul, maldita sea! -gritó, aunque tenía una sonrisa en el rostro. Era inevitable.
-Im sorry, no quería interrumpir tus cavilaciones -dijo Paul, sentándose a su lado y colocando una mano sobre su hombro- ¡Pero…! Tenía que verte.
John volteó a verlo, Paul tenía una de esas malditas sonrisas en su rostro. Se mordió ligeramente el labio inferior.
-¿Tenías que verme? -Preguntó en un murmullo. Luego carraspeó para añadir con un tono de voz más normal-: ¿Cuál es la urgencia, eh?
-¡Creo que se me ocurrió una canción!
Por algún motivo John tardó un poco en procesar eso. El clima estaba perfecto, las olas chocaban suavemente bajo ellos y podía sentir algo de sol por primera vez en mucho tiempo.
-¿John? ¿Sigues ahí?
Y fue como si despertara de un extraño aletargamiento. Parpadeó un poco y desvió su mirada al mar, era más seguro así.
-Nope, soy sólo una proyección astral mientras el verdadero John se encuentra en una lejana realidad alterna-respondió.
Paul rió ante eso. Los dos rieron.
There it was.
All he needed.
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