Mamá

Mar 15, 2008 23:17

Notas de Autora: A notyourshot, la usual. A silken_flesh por el reto en Duelo Literario

Ese día Theo había salido de Transformaciones un poco tarde, y sabiendo que ya no le daría tiempo a regresar a la sala común a dejar sus cosas, pasar por las cocinas a por algo de chocolate y llegar a tiempo a la siguiente clase que empezaba en menos de quince minutos, puso rumbo al lago con la túnica en una mano y la mochila en la otra.

Cuando llegó y se sentó sobre la hierba fresca, cerca del agua, se sorprendió de ver a una niñita rubia con los ojos azules como el cielo raso, acariciando con ternura a un caballo negro con alas bastante rotas y pelo largo y aparentemente suave.

Se preguntó si no habría perdido la cordura.

Se levantó de su lugar en la hierba sacudiéndose la túnica de cualquier pedazo de hierba o mota de tierra que pudiese habérsele adherido, siendo que Theo había recibido una educación muy estricta respecto a los modales, y se acercó a la chica, que sonreía exageradamente aún abrazando al caballo y susurrándole al oído, y le dio un suave golpe con el dedo en el hombro, tocándola casi con asco. Como si él fuese un ser superior y ella la peor escoria de la sociedad.

-¿Sí? -preguntó ella, con tono soñador y susurrante, aún mirando al pequeño caballo negro.
-¿Qué…?
-¿Qué son? -completó ella.

Luna se giró en aquel momento, con los ojos saltones muy abiertos y la mirada ausente, observando la nada por encima del hombro de Theo.

-Son thestrals. Sólo se te aparecen si has visto la muerte. No significa que estés loco -explicó sonriendo.

Theo musitó una respuesta poco convincente ante la mención de esa palabra que tan poco le agradaba y volvió a sentarse donde minutos antes lo había hecho. Pensando en cómo, si por fuerza esa niña había visto a alguien morir, podía ser tan pura y agradable, y hablar de esa forma tan dulce y sonreír con tal felicidad. Le desquiciaba.

-Me llamo Luna. Hay algunos que me llaman Lunática -murmuró la chica, apareciendo de Merlín sabe dónde y sentándose junto a él - ¿Y tú?
-Theodore Nott.
-Si sonríeras, el mundo de seguro se vería mejor. Inténtalo, a mí me ha funcionado.

Theodore parpadeó y pestañeó y se frotó los ojos, y se aseguró de haber oído bien, antes de enviarle una mirada de esas que matan.

-¿Viste cómo se moría tu mamá o tu papá? Mi amiga vio cómo se moría su hermanito, pero ella es una muggle. Así que nunca ha podido ver a los thestrals. Una vez mi amiga Ginny me enseñó una cámara de fotos muggle, y yo intenté fotografiar a un thestral con ella.

La niña dejó de hablar por un segundo y Theo la miró estupefacto. Ahora entendía por qué la gente decía que estaba loca. No había pasado más de medio minuto mientras ella le había contado toda la historia de esa amiga muggle.

-Se llamaba Melissa. Mi mamá también tenía un nombre muy bonito, pero no consigo recordar cuál era. Melissa es un nombre bonito, a veces me gusta pensar que mi mamá se llamaba Melissa. Melissa Lovegood. Suena bien, ¿cuál es el nombre de tu mamá?
-No tengo -murmuró Theo, mordiéndose el interior del carrillo -. Por eso veo a los thestrals.
-¿No tienes? -preguntó Luna, abriendo los ojos y mirándole con lástima -. Mi mamá también murió. Sé que duele.

Theo asintió suavemente con la cabeza, mientras una lágrima tras otra empezaban a caer por su rostro y él empezaba a sollozar e hipar al ritmo suave de las lágrimas que encontraban su muerte al estrellarse contra la manga de la túnica negra de Theo, que se estaba secando las mejillas con la tela suave que cubría su brazo.

Luna se acercó a él y le abrazó con cariño, en un intento por controlar los temblores del cuerpecito del niño.

El silencio se apoderó de la escena mientras el sol caía para dar paso a la pronta noche invernal, que a las cinco ya se hacía un hueco en el cielo teñido de gajos de naranja y granos de mora.

Cuanto finalmente los últimos sollozos dejaron de darse con intervalos más o menos irregulares y pararon por completo, Luna se levantó y le tendió la mano al niño.

Él no la tomó pero se levantó y se sacudió de nuevo las ropas, encontrándose a Luna que volvía a mirar a la nada con la mano aún extendida hacia él. Con un gruñido suave, la tomó y recogió del suelo su mochila.

Ambos se encaminaron a la clase de Transformaciones que tomaban juntos, caminando por los pasillos de Hogwarts, cogidos aún de la mano. Theo, como si la locura de Luna se le hubiese pegado, también sonreía como si fuese el mejor día de su vida.

-¿No crees que los Bibblers están especialmente inquietos hoy? -preguntó Luna, sonriendo con curiosidad.

Y Theo no pudo responder aunque tampoco sabía muy bien a lo que se refería, porque llegaron a donde el grupo de niños esperaba a la profesora, que llegaba en ese mismo momento, y tuvieron que separarse y sentarse, sacar su material y escuchar atentamente y en silencio para aprender a transformar el agua en té.

character: theodore nott, fandom: harry potter, rating: g, warning: none, character: luna lovegood

Previous post Next post
Up