Ahora fic Huddy compartido

Aug 22, 2007 00:42


Wolas!!no os preocupeis que este es el ultimo en mucho tiempo, ya no os agobio mas, pero es que una chica del foro de House me propuso escribir un fic conjunto y como ya tenia este pensado y casi escrtito, pues lo vamos a hacer entre las dos.

EL primer capi es mio y como siempre es lo mas inocente del mundo, ella(Pili) se encarga de la parte pervert, porque por mas que se empeñe, A MI NO ME SALEN! asi que hemos aliado las fuerzas a ver como sale

Ahora es una cancion de sabina, lo mas bonito del mundo, que almenos a mi parecer rezuma Huddy por los cuatro costados.

Aqui esta la letra

Ahora que nos besamos tan despacio,
ahora que aprendo bailes de salón,
ahora que una pensión es un palacio,
donde nunca falta espacio
para más de un corazón...

Ahora que las floristas me saludan,
ahora que me doctoro en lencería,
ahora que te desnudo y me desnudas,
y, en la estación de las dudas,
muere un tren de cercanías...

Ahora que nos quedamos en la cama,
lunes, martes y fiestas de guardar,
ahora que no me acuerdo del pijama,
ni recorto el crucigrama,
ni me mato si te vas.

Ahora que tengo un alma
que no tenía.
Ahora que suenan palmas
por alegrías.
Ahora que nada es sagrado
ni, sobre mojado,
llueve todavía.
Ahora que hacemos olas
por incordiar.
Ahora que está tan sola
la soledad.
Ahora que, todos los cuentos,
parecen el cuento
de nunca empezar.

Ahora que ponnos otra y qué se debe,
ahora que el mundo está recién pintado,
ahora que las tormentas son tan breves
y los duelos no se atreven
a dolernos demasiado...

Ahora que está tan lejos el olvido,
ahora que me perfumo cada día,
ahora que, sin saber, hemos sabido
querernos, como es debido,
sin querernos todavía...

Ahora que se atropellan las semanas,
fugaces, como estrellas de Bagdad,
ahora que, casi siempre, tengo ganas
de trepar a tu ventana
y quitarme el antifaz.

Ahora que los sentidos
sienten sin miedo.
Ahora que me despido
pero me quedo.
Ahora que tocan los ojos,
que miran las bocas,
que gritan los dedos.
Ahora que no hay vacunas
ni letanías.
Ahora que está en la luna
la policía.
Ahora que explotan los coches,
que sueño de noche,
que duermo de día.
Ahora que no te escribo
cuando me voy.
Ahora que estoy más vivo
de lo que estoy.
Ahora que nada es urgente,
que todo es presente,
que hay pan para hoy.
Ahora que no te pido
lo que me das.
Ahora que no me mido
con los demás.
Ahora que, todos los cuentos,
parecen el cuento
de nunca empezar.

En serio, bajarosla porque si la letra es buena, con la musica ya ni os cuento.

Escuchadla y me contais

Entons:
Titulo del Fic: Ahora
Titulo del Capi escrito por mi persona Mañana. Espero que os guste

-Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh!- Ahogó un grito en la almohada.

La mano salió disparada, en un movimiento mecánico, tan instintivo para él como el respirar para el resto de los humanos. Agarró con desesperación el pequeño bote naranja de su mesa de noche. Atenazado por el dolor, abrió el recipiente, haciendo saltar por los aires la tapadera blanca. Sin pensarlo dos veces se llevo el borde a sus labios, dejando caer en su boca la dosis necesaria para que el dolor se fuera lentamente arrastrando los pasos.

Respiró profundamente y contó letalmente, uno, respira, dos expira, tres, respira… poco a poco el dolor se hacia pequeño y se escondía como una ratón asustado en su madriguera.

Decidió darse una tregua antes de abrir los ojos, unos segundos más de tranquilidad y de disfrute. Ese sueño... ¿Por qué siempre tenia que despertarse en lo mejor? Él, Lisa y el piano- mmmmmm- ronroneó como un gato disfrutando con cada recuerdo, el sueño parecía tan real, tan de carne y hueso, tan real como la punzada que le despertó hace apenas unos segundos y que se hacia fuerte en su guarida para atacarle cuando menos lo esperara.

Inspiro de nuevo, dejando que el aroma a… ¿perfume caro?, un momento, ¿desde cuando sus sabanas olían a DKNY? ¿Desde cuando se despertaba con una sonrisa bobalicona? ¿Desde cuando el dolor que le despertaba cada mañana no robaba por completo cualquier síntoma de felicidad?

No fue pánico lo que le golpeaba en las costillas, ni siquiera eran mariposas lo que sentía en el estomago. Más bien…más bien quien sufría las consecuencias de su estado de ánimo se encontraba algo más al sur.

Aun sin volverse, estiró su pierna en busca de lo desconocido. Un leve roce con otra piel le produjo un sobresalto que desapareció al instante cuando su pie se vio correspondido bajo las sabanas.

Confundido, y aprovechando la retirada que había emprendido el dolor de su pierna, se dio la vuelta lentamente, con los ojos cerrados, con la ansiedad de un niño el día de navidad.

Los recuerdos ya no le parecían ensoñaciones, sino vivencias que dejaban marca en la piel, todo se hacia cada vez más real.

Poco a poco, disfrutando del momento abrió los ojos, maravillándose por unos instantes de la imagen que se encontraba, ya no delante de el, sino justo a su lado, tan real y terrenal como su propia habitación.

Ella estaba aun dormida, concluyó tras contemplar el sosiego con la que su espalda se movía lentamente, serena como la mar en calma.

La sabana le cubría desde el a cintura, negándole la visión más perfecta que jamás hubiera soñado.

Necesitaba saber que era verdad, que su mente no jugaba con él, que todas las imágenes que contenía en su mente eran recuerdos y no vanas ilusiones, si se ganaba un trotazo en su travesía, seria bienvenido si era en post de la verdad.

Con cuidado, agarro la tela azul que le cubría, ella seguía de espaldas a él, descansando la cabeza sobre la almohada, pero no le hacia falta verle el rostro para saber quien era la dueña de esos rizos que le enredaban en sus sueños.

Poco a poco, tiraba con suavidad, intentando no despertarla muy a su pesar, pues no sabia con que quedarse, si con una Lisa tranquila y apaciblemente dormida, o con una furiosa Cuddy, maldiciendo y soltando injurias por doquier.

Un murmullo en forma de queja le hizo sonreír, pero no paró en su intento. La sabana iba descendiendo. La curvatura de un trasero, que ahora recordaba firme y terso, se dejaba ver y en él  aun se podían distinguir sus dentelladas de la noche anterior. Siguió bajando, mostrando unas piernas suaves y contorneadas. De eso podía estar orgulloso, ya que parte de su tono muscular en las piernas, eran producto de sus interminables persecuciones por el hospital.

- Disfrutando de la vista - le pregunto una cara adormilada, aun con la marca de la almohada en la cara.

- Después de verte así, el Gran Cañón, no parece tan impresionante.- le contestó tumbándose boca a bajo a su lado

- O dios- dijo sujetándose la cabeza- ¿Qué hora es?, no llego no llego- se sentó al borde de la cama mientras House la estudiaba con detalle aun recostado sobre su codo.

Como pudo, se enfundo los Prada y puso camino al cuarto de baño sin ningún pudor.

- ¡Wo!, Lisa Cuddy, desnuda en mi habitación y con tacones rojos, ¿es que quieres acabar con todas mis fantasías en nuestro primer encuentro?- gritó fingiendo pudor, tapándose la cara con la mano, pero dejando un resquicio entre los dedos, bastante grande para poder mirar por el.

- Mi mama me enseño a no meterme en los baters descalza y no tengo tiempo para remilgos- dijo alzando la voz fuera de la habitación- y visto lo visto- volvió a entrar, sabiéndose observada y deseada, mostrando cada uno de sus encantos a Greg- no tiene mucho sentido taparme…ahora.

House no contesto, su mente seguía colgada de sus pechos.

- House lo he esta do pensando- dijo saliendo ya vestida de su habitación. Su voz era apresurada y las palabras se atropellaban en la garganta.- Esto…esto no puede volver a pasar.- Le dijo seria y decidida. House cerró los ojos resignado, mostrándose fuerte, exhibiendo su fortaleza al exterior, como siempre hace, como siempre había hecho, a pesar de que por dentro los cristales de sus sueños se le clavaran donde mas duele.

- La próxima vez, en mi casa.- dijo más animada, disipando de un manotazo todos los fantasmas que acorralaban a House, a tiempo que le quitaba la tostada ya untada de mermelada que sostenía Greg inmóvil.- A ti puede ser que te de igual llegar tarde, pero yo tengo obligaciones.- dio un bocado a su tostada, y se despidió con un leve beso en los labios, un simple roce que Greg se encargo de profundizar. Lisa sabia a fresas, a la dulzura de la mermelada de fresas, a lo salado de la mantequilla y a promesas desempolvadas de la ayer.

HoY tOy:
  retorciendo palabras
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